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Historia De Una Enfermera

Historia De Una Enfermera

Status: En proceso
Genre:Madre soltera
Popularitas:8.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Diana Sanchez Beleño

Esta es la historia de una joven enfermera, que tuvo que pasar por muchas adversidades, pero eso no la llevo a rendirse y lucho por lograr su sueño.

NovelToon tiene autorización de Diana Sanchez Beleño para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

22

— Los vecinos fueron llegando al ver tanta gente y preguntaban. Mi mamá sintió mucho la pérdida de un ser tan humilde y maravilloso como era Manuel de Jesús.

— Una de las vecinas me trajo la hoja del periódico y sí era verdad. Salía Manuel de Jesús en una mesa con un tiro en la boca y su sangre regada.

— Una semana después, hoy fui al cementerio. Tiene las flores del día que lo sepultaron, estaba sucia. Le pedí el favor a un muchacho que la limpiara y le compré flores nuevas.

— Me quedé dos horas con él y nadie lo visitó, ni su primo querido.

06 de septiembre

— Me tocó trabajar desde anoche, este barco va a durar tres días, y me vine pendiente porque María está con los dolores de parto. Quería estar allí para ser la primera que viera al bebé.

— Uno de los ingenieros de la empresa se llama Germán y es muy amable conmigo. Pasó por la casa y cuando llegó al muelle me dijo: ya María está en la clínica.

— Le dije: "Oye Germán, llévame para allá, por favor. Yo te pago estas horas después".

— Me dijo: "No señorita, toca chequear esta carga, ojo, y ya miramos mañana por la mañana".

— No dije nada más, me tocaba trabajar para poder llevar la comida a casa.

— El amanecer fue uno de los más hermosos que he visto. El mar se veía cómo cambiaba su color, y el frío que hacía. Había otro de los ingenieros que era una bella persona.

— Me dijo: "Juanita, tienes frío".

— Yo temblaba, le contesté: "Sí".

— Se quitó una chaqueta que traía puesta y me la colocó, y me trajo un café.

— Me dijo: "Cuidado, te quemas".

— Le respondí: "Gracias Joaquín". Se quedó sentado junto a mí, comenzaron a bajar la tripulación, eran puros gringos y filipinos, los cuales no hablaban español y yo no era amiga del inglés.

— Le preguntaron a Joaquín por la trabajadora nueva, que si era soltera, que la presentara.

— Él les respondió: "Señorita, se llama Juanita".

— Algunos se despedían y se iban a buscar mujeres para pasar el día.

Hubo uno, un chico de Filipinas, moreno, cabellos largos negros, ojos rasgados negros.

— Le dijo a Joaquín: "Yo querer conocer a señorita, querer conocer a su familia y pedir su mano, casarme con ella".

— Los ingenieros se rieron, y él regresó al barco y trajo manzanas, uvas, chocolates y unas gafas.

— Le dijo: "Para la señorita".

— También salí, pero no demoré, fui a comprar a San Andrés. Al regresar, le dije a Joaquín que me llevara a almorzar, que él cocinaría para mí.

— Joaquín aceptó. Joaquín era un hombre de un metro noventa, moreno, grueso pero muy amable, era de Ciénaga, Magdalena.

12: M

— Por primera vez subí a un barco. Es bonito, pero no me gusta. Me siento encerrada. Llegamos al comedor, Joaquín nunca me dejó sola. Me dijo: "Toca estar pendiente, porque ellos no, los otros, son atrevidos, les gusta faltarle a las mujeres".

— Sentía miedo. Almorzamos y bajamos.

— Después se despidieron y el barco zarpó. Me llevó Germán a la casa, y aún no había nacido el bebé, pero María continuaba en la clínica, adonde daría mis primeros pasos de enfermería en un futuro.

— Me bañé y fuimos a la clínica, pero no me dejaron verla.

— Nos vinimos a medianoche. Ya no aguantaba, necesitaba dormir.

8 de septiembre

— Nació el bebé, es hermoso. Tiene unos ojazos azules, pero es llorón.

— Como costumbre, todos los domingos voy a visitar a Manuel de Jesús. Todavía guardo luto, hoy decidí ir de tarde.

— Compré unas rosas para él, le mandé a limpiar su tumba y a arreglarla.

— Cerca de las cinco y media, ya se estaba quedando solo el cementerio. Salí a la parada de bus a esperar el bus para irme para la casa.

— Y la buseta que me paró fue el Divino Niño. Me monté y extendí la mano para pasar mi pasaje, y Octavio no me recibía el pago.

— "¡Señor, mire!", le dije.

— Él no respondió y me empujó la mano para que guardara el dinero.

— Yo dejé caer el dinero a su lado y me senté detrás de su puesto. Me miraba por el espejo, pero no me habló en todo el camino.

— Al llegar al frente de la casa, sin que yo le pidiera la parada, paró, y esperó que cruzara la calle.

— Jamás supe qué pensaba ese día.

— Hoy llegó a la casa Julián Cortez. Era aquel joven que me gustaba, pero no me gustaba su modo de vida, era como muy libertino, fumaba.

— Yo quería un padre responsable, un esposo cariñoso.

— "Hola, mi vida, ¿cómo estás?", me dijo.

— Respondí: "Hola, bien, gracias a Dios. ¿Y tú?".

— Me dijo: "Bien, gracias a Dios. Podemos hablar".

— Respondí: "Claro, ven, siéntate".

— Comenzó a hablar: "Mira, lo que pasa es que tú me gustas mucho. Yo quiero salir contigo, no sé si se puede".

— La verdad, sí me gustaba, y mucho, pero: "Bueno, si vamos a salir, dime cuándo y adónde para pedir permiso".

— Me dijo: "Primero salimos y conversamos. Si nos gusta, yo pido tu mano. Yo voy a estar aquí todo el fin de semana, no sé, dime tú".

— Respondí: "Bueno, ¿adónde te espero?".

— Me dijo: "En la cuarta, en toda la es

quina, en la frutera, a las seis".

— Contesté: "Bueno".

— Me bañé y cambié para ir a mi cita, pero no le dije a nadie.

— Cuando llegué a la cita, estaba Julián de espaldas. Me acerqué y le toqué el hombro.

— Dije: "Hola".

— Julián volteó a mirarme: "Hola, mi amor, ¿cómo estás?".

— Me dijo: "Vamos", y me extendió la mano. Me miró sonriendo, le di la mano y salimos hacia la playa.

— Caminamos por la orilla de la playa. Había varias parejas, él me miraba y sonreía. Nos sentamos debajo de una palmera a ver la playa y a hablar.

— Me dijo: "¿Estás nerviosa?".

— Respondí: "Sí".

— Me abrazó y me dio mi primer beso. Hablamos de todo, nos reímos también de todo y de todos.

— Luego de un rato me dijo: "Vamos".

— Cerca de la playa había un kiosco, y me dijo: "Ven, vamos a tomar gaseosa".

— Llegamos al kiosco, buenas noches, ¿me da una gaseosa y un cigarrillo?

— No dije nada, pero bajó puntos.

— Se tomó un trago de la gaseosa y me pasó el resto, él prendió su cigarrillo y salimos caminando. Me llevó hasta cerca de la casa.

— Nos despedimos.

— La gran amiga de mi mamá y su marido nos hicieron un escándalo, él le iba a pegar a mi mamá. La casa no quedaba a nivel de la carretera, había que bajar.

— Ese día estaba el marido de una de las hermanas de mi mamá en la casa, y él me agarró, se me fue el cuerpo y me rasguñé la pierna. Llegó la policía, pero nadie hacía nada.

— Han pasado meses y todavía trabajo en el muelle. Allá conocí a Jazmín, es una muchacha joven, tal vez con mi edad, también muy risueña.

— Uno de los ingenieros más jóvenes se llama Carlos, es antioqueño, muy simpático. Es quien me trae y lleva a la casa, y cuando estamos libres también salimos. Él está separado de la mujer y tienen una niña pequeña.

— Carlos le ha dicho a todo el mundo que yo le gusto, porque no hablo con nadie, soy muy seria.

— Pero a Jazmín también le gusta Carlos, y ella comenzó a salir con él.

1
Gilma Graciano
qué tristeza pobre familia está novela me transpota a las novelas Gabriel García Márquez muy buena tú novela autora
Diana Sanchez: Gracias
total 1 replies
Luz Dary Gaona
que paso con la enfermera hacen escriben novelas y no la terminan
Diana Sanchez: pido Disculpas he estado un poco delicada de salud pero si tengo un capítulo largo que publicaré en las próximas horas muchas Gracias por este tiempo de espera ❤️
total 1 replies
Luz Dary Gaona
mala la novela no es historia de una enfermera si no de una vendedora. y esta peor q un rompe cabezas
Luz Dary Gaona
mala la novela no es historia de una enfermera si no de una vendedora. y esta peor q un rompe cabezas
Luz Dary Gaona
malo esta peor q un rompe cabezas q no es la historia de una enfermera si no de una vendedora
Luz Dary Gaona
malo esta peor q un rompe cabezas q no es la historia de una enfermera si no de una vendedora
Yngrid Coromoto
bueno
Diana Sanchez
y ahora
Doris almaris Barrios moreno
Yo dije que no Leia mas esta historia
Diana Sanchez
paciencia que ahora es que comienza a ponerse buena la historia recuerda que Juanita era una niña cuando estudio enfermería Gracias por Leer mi historia y espero me sigas en la próxima historia ❤️
Doris almaris Barrios moreno
no boy a leer mas esta hitoria no sirve no desarrolla la narracion se queda mucho tiempo en lo mismo la protagonista asido de todo menos enfermera
Doris almaris Barrios moreno
escritora por favor dsenrolle la hitoria donde esta el protagonista y la protagonista porque si es juana ella tendria que hacer el paper de enfermera no de vender aguardiente cada rato los corren dedonde viven esto es una locura de historian
Diana Sanchez: mi vida la historia de juana comenzó así vendiendo aguardiente pero después ya verás en que se transforma
mejor no te pierdas ni una Gracias por seguirme
Luz Dary Gaona: esta novela no se sabe que revueltijo es no se entiende
total 3 replies
Adoración del Carmen Martinez sonni
ya me perdí 🙄🙄🙄🙄🙄
Olga Olga Campero
muy bonita la historia
Liliana Montes
Excelente
Eret Lopez
el costal lleno de botellas ellos lo ven como basura y ellas como la esperanza de comer Dios los ayude y bendiga lo bueno que ya pagan la renta
Eret Lopez
gente muy MUY humilde y sufridas aguantadores pero trabajadoras y dedicadas y MUY agradecidas
Layla
¡Me tienes enganchada!
Abi Dharma
Me esta gustando
Katherine Caman
Estoy ansiosa por saber qué pasará en el siguiente capítulo. ¡Gracias por compartir tu talento con nosotros!
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