Para ser guerrera no se necesita tener una armadura, tampoco tener super poderes y mucho menos una espada mágica, para ser guerrera, necesita tener humildad, decisión, amor propio y mucho carácter, para poder enfrentaras adversidades que la vida le presenta, con esa armadura se viste todos los días Cristina Mejia para salir adelante junto a su pequeña hija de ocho años.
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Una posible cura
Después, que Clemente cayó al vacío, en el chalé Aron sintió un dolor en su corazón era como si alguien se lo aprieta de desde adentro, no entendía la causa del dolor si lo único que estaba haciendo era cocinar para su madre, respiro profundo y se sentó en la mesa ahí observo las cartas que estaban dirigidas hacia ellos, no tenían la intención de abrirla, solo la dejaron encima de la mesa, como cualquier papel viejo.
Maura---: ya me voy hijo, vaya al colegio, ya le falta poco para terminar.
Aron---: Hoy tengo examen mamá vendré temprano.
Después de tres horas, el cuerpo sin vida de Clemente fue rescatado, según las investigaciones, se trató de un suicidio, ya que el hombre era un mendigo, las autoridades se lamentaron por su deceso, ellos creyeron que el hombre había tomado esa decisión por la cruel vida que llevaba
Al día siguiente, la noticia estaba en el periódico, y muchos que conocían a Clemente lo reconocieron, y sus amigos confirmaron , cuando terminaron de leer la noticia, Clemente Izquierdo estaba muerto, unos de los empleados miro a Maura ella estaba muy tranquila, ya que ella no sabía nada de lo sucedido.
Empleado----: Maura ya viste las noticias en el periódico.
Maura---: No, sabes que a mí no me gustan leer los periódicos.
Empleado----: Se trata de tu esposo, creo que estás muerto.
Maura---: ¡Muerto,!
Maura por la desesperación, tomo el periódico, y al ver la imagen se desmayó, cuando despertó estaba en el centro de salud y Aron estaba a su lado, había visto la noticia cuando se trasladaba al colegio.
Maura---: No puedo creerlo, tu papá podía ser todo, pero menos cobarde él jamás se mataría.
Aron---: Parece que si mamá, (llora) me siento culpable.
Maura---: No hijo no te sientas culpable, el tomo la decisión de quitarse la vida.
Aron acompaño a su madre a la morgue, identificaron el cuerpo y entre lágrimas pidieron su cuerpo para darle una cristiana sepultura. Al final solo Maura su mujer y su hijo más humillado estuvieron ahí para sepultarlo, mientras que su hijo más querido festejó su muerte junto a sus amigos en el departamento de su novia.
Mientras tanto, en el departamento del matrimonio Zambrano Véliz, Víctor recibía buenas noticias, el tratamiento que estaba recibiendo estaba teniendo éxito, pero lamentablemente, para continuar con el tratamiento tenía que viajar a Suiza ahí hay un tratamiento que ha tenido éxito con algunos pacientes, evitando que las células cancerígenas sé desarrollen.
Brenda----: Es nuestro milagro.
Víctor---: Si, (llora) quiero estar más tiempo con mi familia.
Brenda----: Viajaremos, se que Cristina ara un buen trabajo, yo pediré una licencia para ir contigo.
Víctor---: Gracias mi amor por estar conmigo.
Brenda----: Estar en las buenas y las malas contigo ese fue mi juramento antes Dios.
Mientras tanto en el aeropuerto de la ciudad de Guayaquil, Cristina regresó de su seminario, habían sido días eternos para ella porque no veían a su hija, sin percatarse que el chico que conoció en Boston también viajaría en el mismo avión solo que él lo hacía en primera clase, mientras que ella tenía vuelo comercial, pero antes de salir del aeropuerto, ellos por segunda vez tropiezan, cuando Cristina está por disculparse, al mirarlo todas las ganas de hacerlo se esfumaron como los segundos en el tiempo.
Martin---: Ahora me estás siguiendo
Cristina---: Este es mi país y el que me estás siguiendo eres tú, gringo arrogante.
Martin---: Creo que el país es de quién nació primero y segun tu edad yo nací primero así que es mío (ríe) o dime cuantos años tienes para decir que es tuyo.
Cristina---: Que te importa (se va).
Martin al verla que Cristina se molestó él sonrió, el asistente de su papá llegó para recibirlo, ya que sus padres lo esperaban con un almuerzo y a demás toda su familia estará reunida para recibirlo
Asistente---: Suba señor
Martin---: Alberto quiero que me ayudes en algo muy importante, tampoco quiero que se enteren mis padres.
Asistente---: Si señor confíe en mí.
Martin---: ves a esa niña, averigua quién es y dónde vive.
Alberto tomó la foto de Cristina, luego de dejar en la casa a Martin él se encargaría de saber quién es ella, él será el nuevo asistente de Martin y por ser joven él teme cometer errores y ser cambiado por no cumplir el requerimiento de su jefe.
Martin llego a la mansión al norte de la ciudad de Guayaquil, dentro de la mansión Del Valle, ya estaban Lucila Muñoz su esposo, Jofre Muñoz y su esposa Yolanda, ellos fueron por negocios, pero aprovecharon para recibir a su sobrino que llegaba del extranjero.
Lucila----: Mi amor, mi hijo.
Irma---: Hermanito, al fin llegaste pensé que jamás volverías.
Martin---: Mi familia como los extrañe, papá, tío, tía gracias por recibirme.
Señor Del Valle----: Me alegra hijo que al fin te hayas graduado, y ahora sí a ayudarme con la empresa.
Lucila----: Deja descansar a mi hijo, no seas tan despiadado.
Jofré----: Lo que pasa sobrino es que cuando uno descansa, pierde dinero y para eso no estudiamos.
Yolanda---: Yo estoy de acuerdo con la cuñada, nuestros hijos deben descansar un poco cuando regresan al país.
Martin---: Si, pero tengo que ayudar a mi padre.
Señor Del Valle----: La vida no la tengo comprada, y necesito que mi hijo este al mando de todos antes que yo cierre mis ojos.
Irma---: No digas eso, papá, me partes el corazón...
Señor Del Valle----: No quisiera partirle el corazón, pero lo único que tenemos seguro es la muerte hija.
Martin---: Bueno no quiero, que estemos tristes, es mejor celebrar porque estamos los cuatro juntos como antes.
Mientras tanto en la casa de la familia Azin, Jorge pedía a su padre volver a Chile, pero las intenciones de Renato era que su hijo viaje a la capital para que pueda aprender más sobre el negocio de ferreterías, ya que ese era el matrimonio de la familia Azin.
Renato---: Mejor ayúdame con la ferretería que está en la capital, y ojalá puedas abrir otra sucursal en la capital o en el pueblo más cercano.
Regina---: ¿Cuántas sucursales tenemos papá?
Renato---: En la capital hay dos, el, cuidad de Guayaquil hay una, en cinco ciudades más.
Jorge no quería quedarse en el país, pero ir a la capital era una buena opción, para olvidar lo que hizo, porque al fin de todo su objetivo era heredar todo lo de Renato Azin, cuando se deshaga de sus supuestas hermanas y de Cristina.
Por la noche, Cristina llegó a su departamento, ahí está Víctor esperándola con una sonrisa en sus labios, para Cristina era normal encontrar a su padre adoptivo celebrando cuando ella llega con un certificado.
Brenda----: Mi Cristi, bienvenida.
Cristina---: Gracias mamá, papá (los abraza) ¿cómo se portó mi ángel?
Víctor---: Ve a ducharte descansa un poco hasta que esté la merienda.
Brenda----: Pasa por la habitación de tu hija que te está esperando.
Cristina---: Lo haré mamá, he extrañado a mi ángel.
Cristina ingreso a la habitación donde la niñera le estaba poniendo su pijama, que Alison al ver a su mamá salto encima de la cama para abrazarla, Cristina la tomo entre sus brazos y la apapacho, era una felicidad volver a abrazar a su hija.
Alisson---: ¡Mamita! (le da muchos besos)
Cristina----: Yo también te amo, mi niña.
Alison acompaño a su madre, a la habitación ahí miro a su madre ducharse, y vestirse no quería alejarse de ella, mientras Alison le contaba que lo feliz que era jugar con su papito Víctor como le decía. Después volvieron al comedor, Víctor ya las esperaba, la cena fue servida y mientras comían, Víctor informo sobre el tratamiento que se realizará en suiza, eso, alegro a Cristina, ella tenía la esperanza que su papá adoptivo se cure, ella sentía que tenía mucho que agradecerle y que la vida no le estaba dando esa oportunidad de agradecerle.
Cristina---: Es bueno que vayas papá.
Brenda----: Iremos, pero te queremos pedir una cosa, muy importante.
Cristina---: No me asusten.
Víctor---: Confíamos mucho en tí, como mi sucesora, te dejaremos responsables de los restaurantes.
Cristina---: ¡Queeee! Pero yo.
Brenda----: No estarás sola, tendrás a los empleados de confianza de Víctor ellos estarán a tu lado.
Víctor---: No estarás sola, yo te estaré guiando desde allá, solo espero recuperarme pronto, quiero ver crecer a este ángel y bailar con ella en sus quince años.
Cristina sonrió con lágrimas en sus ojos, ella se alegraba que haya una posible cura, para el cáncer que padece Victor, acepto y se comprometió, sin imaginar el calvario que le tocará vivir en ausencia de ellos.