El Omega Alfa

Jean estaba sentado en su despacho a la espera de su siguiente reunión, había citado al viejo Teuber en su oficina y él había aceptado de inmediato, Jean sabia cuan interesado estaba el viejo Alfa por renovar el contrato con su compañía y al retirarse su padre esa. oportunidad se había extinguido.Pero ahora el Tenía algo que Jean deseaba y estaba dispuesto a pagar el precio.

El Alfa miró su reloj cada 30 segundos, si Yun efectivamente estaba trabajando para Albert Teubert.No podía desperdiciar esta oportunidad para encontrarlo.

Cuando faltan unos minutos para la hora fijada la secretaria golpeo la puerta del despacha – Sr. Presidente el Director Teuber ha llegado – Jean ascendiendo con aparente calma pese a que su corazón palpitaba a mil por hora.

-Joven Presidente Thomas, me sorprendió recibir su invitación a esta reunión – el viejo Alfa sonrío triunfante.

Jean frunció el ceño, sabia que Teuber era conocido en el mundo de los negocios por su rápido ascenso gracias a sus negocios sucios – Sr. Teuber creo que iré al grano, lo cite hoy aquí porque hay un empleado de mi empresa que esta trabajando para usted y deseo que vuelva – el Alfa lo miro estoico con las manos entrelazadas tocándose la barbilla.

-No te pareces en nada a tu padre – escupió con saña el viejo Alfa frente al evidente desplante del Presidente.

Jean apretó los puños, las palabras habían herido su ego hasta lo más profundo, si hubiera estado en otra situación, habría echado al hombre a patadas de su despacho.– No veo relevante mi parecido con mi Padre, mi propósito hoy es ver el contrato que tiene con mi empleado, estoy dispuesto a pagar la multa si la hubiera para que regresara a sus funciones mañana mismo – Jean mantuvo su máscara de serenidad.

-¿De quién estamos hablando Joven Thomas?– Teuber omitió el título apropósito solo para provocar a Jean, sabia por los círculos sociales que el único heredero del conglomerado E&B había protagonizado varias riñas debido a su mal temperamento y quiso jugar esa carta a su favor.

-Me refiero a mi Secretario Personal – Jean miro al viejo Alfa directamente a los ojos, en ese momento Teuber no

Imagino que la persona de quien estaba hablando el recién llegado guardaespaldas personal de su hijo menor, así que volvió a preguntar.

-No logro entender a quien se refiere, porque yo me robaría a uno de sus empleados, además no tengo a nadie con las características de su secretario – para el hombre la descripción de un secretario se refería a una persona intelectual y organizada, perfil el cual no cuadraba con nadie de su personal.

-Me refiero al Sr. Yun Sung – el nombre Sorprendió al Sr. Teuber, sabia de quien hablaba, pero esa persona claramente no podía ser un Secretario.

-¿El Guardaespaldas de mi hijo?¿Usted está tratando de decir que esa persona es su Secretario Personal?– el viejo alfa no Pudo evitar el asombro\, jamás pensó que la persona que se enfrentó solo a una treintena de mafiosos podría ser un secretario\, pero\, -*** cual es el interés de este chico ¿en él?***- pensó para sus adentros Teuber.

-Así es, esa persona es mi Secretario Personal y necesito que vuelva – Jean analizaba al hombre frente a él, pero su aspecto Era impenetrable, no podía saber que estaba pensando.

-Y porque yo debería prescindir del ¿Guardaespaldas de mi querido hijo?– Jean presiono la silla hasta que sus

nudillos se tornaron blancos.

-Bien Director Teuber….Digame que es lo que quiere – el viejo Alfa sonrío triunfante ante la respuesta.

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Yun seguía estupefacto sin poder reaccionar, no entendía como pero frente a el estaba nuevamente el Presidente Jean y lo miraba con los mismos ojos grises y brillantes que aquella noche que recordaba en sus sueños y otra vez.

-Pre…Presidente….– fueron las únicas palabras que puedo balbucear Yun, volviendo a bajar la mirada hacia el suelo.

-Secretario Yun, es usted una persona muy escurridiza – Jean se maldijo a sí mismo, había dicho que si volvía a ver a Yun le confesaría lo que sentía por él, pero ahora se estaba comportando como un imbécil nuevamente frente al omega. 

Yun apretó los puños, sabia perfectamente que el Alfa no tenía mayor interés en el y que lo sucedido esa noche en el hotel había sido producto de la reacción a las feromonas del celo, pero la frialdad del presidente le calaba en lo más profundo de su ser, se sintió estúpido por esperar algo más.Yun decidió que no volvería a permitir que ese hombre lo pisotee de nuevo y pese a que el mismo fue quien inicio toda esa noche, cada sentimiento había sido sincero, aunque para Jean haya sido solo otra noche más con un omega.– Espero que el Presidente haya estado

bien, Sr. Teuber si no necesita nada más, me retiro primero, el Joven Mikael fue escoltado según lo ordenado, permiso – el alfa se sorprenderá ante el tono Frío de Yun.

Jean estaba seguro de que el omega sentía algo por él, las caricias y los gemidos de esa noche le demostraron de mil maneras lo que sentía por él, porque ahora volvía a poner la pared frente a ellos escondiendo sus sentimientos.

Yun se giró y comenzó a avanzar hacia el pasillo, en ese momento Jean sintió la misma desesperación de esa noche, se estaba yendo nuevamente, instintivamente alargo la mano y lo sujeto de la muñeca – No….No se valla… por favor hable conmigo – el omega se giró y quedó sorprendido ante la expresión vulnerable del Alfa, esas palabras habían sido más un ruego que otra cosa.Yun considero si aceptar o no esa petición, pero le fue imposible

negarse.– ahhhh , está bien – suspiro el omega – escuchare lo que tiene para decirme-

-Pueden hablar en mi despacho, por favor Sr. Yun, guie el joven Presidente.– Teuber, quien claramente ya tenía su

recompensa, la cual no estaba dispuesta a perder, dijo con demasiada amabilidad.

-¿Que? ¿De qué hablas? – reclamo Mika, la reacción de Yun le había dado un indicio de que algo no estaba biencon ese Alfa.– porque Yun tendría que ir con este sujeto? – dijo de manera despectiva el pequeño omega mirando con furia a Jean que no soltaba la muñeca de Yun.

-Tranquilo joven Mikael, volveré enseguida – lo tranquilizo Yun mientras comenzaba a avanzar hacia el despacho del Sr. Teuber seguido muy de cerca por Jean.

El camino hacia el gran despacho eran tan solo uno metros, pero Yun podía sentir el calor de la mirada del Alfa golpeando.su nuca y comenzó a sudar.Al llegar a la puerta del despacho, Yun empujo la puerta y con un gesto insto al Alfa a entrar.

-Secretario Yun…yo…yo….Porque se fue ese día… porque no dijo nada – Jean no sabia como pedirle que vuelva, tenia miedo de ser rechazado o de escuchar que el omega no sentía nada por él, eso lo mataría. 

Yun no supo que responda ante la pregunta tan directa, pero decidió que debía resolver esto lo antes posible.–

Yo le advertí al Sr. Presidente que si cruzaba la línea yo me iría.

Jean levanto una ceja y respondió burlonamente. – Creo recordar que fue el Sr. Yun quien me beso primero esa noche, - el omega se sonrojo al punto de querer morir, sus orejas tenían un color escarlata que casi fosforecía en la oscuridad.

-A…. aun… aun así no entiendo que lo trae por este lugar – pregunto el omega mirando hacia la pared avergonzada.

-De verdad no sabe porque estoy aquí Secretario Yun. – el omega se cruzo con la mirada de ojos grises y sintió como su cuerpo se comenzaba a calentar y como el aroma a granos de café se hacia más intenso cada vez, sin darse cuenta cuando volvió en si el Alfa estaba a centímetros de sus cara, estaba tan cerca que podía sentir su respiración mezclarse con la suya.

Continuara………