Lía tiene 23 años y fue secuestrada, para liberarla piden la cabeza de Nil, algo que piensa hacer sin dudarlo, es su hija y solo piensa en salvarla, sin importarle nada.
pero una llamada de Derek cambia todo.
• Hola Nil, supe lo de tu hija, pienso rescatarla, con esto te regreso el favor, aunque será de la misma manera que tú me lo hiciste; yo rescato a tu hija, pago mi deuda, pero con la condición de que tu hijo Lín se casa con mi hija.
Nil, te estoy regresando el favor de la misma manera, que tú me lo hiciste.
Nil no lo aceptaba, su hijo no iba a pagar por sus errores, prefería morir, antes de arruinar la vida de su hijo.
Pero que pasa, ¿dónde está Lín? Preocupado, dijo Nil, mientras buscaba en la habitación de su hijo.
Lín llego a la casa de Derek.
Yo, acepto la boda con tu hija. Dijo Lin con una enorme sonrisa y con su cabeza en alto.
Lín estaba dispuesto a hacer un sacrificio por amor a su familia.
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CAPITULO 21
Zoé se empezó a sentir mal, sentía que algo dentro se iba cayendo a pedazos, enterarse de lo que su padre era capaz de hacer solo para conseguir lo que quería la había lastimado mucho y ahora ahí estaba diciendo Lín que ya estaba embarazada, eso termino de acabándola; ya no podía con tantas emociones negativas, no quería eso, no quería que sus sueños terminaran así.
Ella no hizo el intento de levantarse, solo quería estar sola, pensar en todo lo que le estaba pasando, pero en ese momento escucha la voz de Sahara, se podía escuchar molesta.
• Lín, cállate de una vez, como puedes ser tan insolente, no la miras como esta y aun así sigues siendo tan imprudente, tan insensible; pero déjame te aclaro algo, para que te quites esas ideas tontas, aun es muy pronto para saber si tu bajeza la hizo quedar embarazada, así que deja de decir tonterías y Nil, por favor llévatelo de una vez de aquí, no tengo ganas de verlo, no fa ser fácil que yo te perdone lo que le hiciste a Zoé.
Lín sonríe de manera insegura, pero con su voz tranquila dice.
• Está bien mamá, me voy a retirar, por favor cuida bien de mi esposa y no quiero que te preocupes no voy a lastimar a Zoé, tratare de ser un buen esposo, así como lo es papá; esposa mía, por favor cuídate mucho, desayuna y cuida de nuestro bebé, que estoy seguro ya está dentro de ti.
Nil movió su cabeza en negación, se sintió molesto, lo tomo del brazo y lo saco de la habitación, no quería que siguiera molestando a Sahara, porque ya estaba suficientemente molesta con Lín para agregarle más cosas que solo harían que ella sintiera más dolor por su hijo; lo que fue el resto del día Lín se la paso con su padre y a pesar de que Nil trato de hablar con él, sobre lo estaba pasando, sobre Zoé y más que nada sobre lo de Derek, su acuerdo.
Pero Lín fue serio con su padre y le pidió tiempo, le dijo que pronto todo se iba aclarar, que su mamá iba entender por qué lo hizo, pero sobre todo le dijo que cuando pasara el tiempo él como su padre se iba a sentir orgullosos de tenerlo como hijo, aunque por el momento estuvieran molestos, furiosos con él, valía la pena, porque eso les iba a dar la paz que necesitaban.
Nil no quiso seguir preguntándole nada, decidió confiar en su hijo y esperar a que el tiempo pasara para que entonces su hijo pudiera explicar bien lo que pasaba; los dos junto con Carlos y Penny se la pasaron trabajando, no hubo más preguntas, solo se habló de trabajo y de las siguientes negociaciones que se iban hacer.
Sahara se quedó un momento con Zoé, trato de darle algo de consuelo, de que se calamara, la miraba muy mal, triste, con su mirada perdida y esos ojos que no dejaban de derramar sus lágrimas; Zoé después de probar un poco de comida, le dijo que deseaba estar sola y Sahara, aunque no quería respeto su deseo, la dejo sola.
Zoé se la paso todo el día en la cama, no tubo ganas de salir, se la paso llorando y durmiendo, estaba tan desolada, tan triste, que no sabía como lidiar con tantos sentimientos negativos, se sentía tan miserable que no encontraba consuelo, no sabía qué hacer.
Sahara estuvo todo el día con su hija Lía, fue un psiquiatra a verla, Nil tambien estuvo con ellas, como Claudia y Mariela, querían ayudarla, no iban a dejar que se hundiera; pero a ser hombre el psiquiatra no pudo revisarla, tuvieron que conseguir una mujer; fue un día largo y malo para todos, cuando la psiquiatra la reviso pido internarla, la miraba tan mal, que sentía la necesidad de tenerla en observación las 24 horas del día.
Nil no acepto eso, prefirió que se quedara en casa con dos enfermeras capacitadas para cuidarla y tambien tenía que ir ella diario a revisarla, sus palabras no fueron una petición, si no que fue una orden, directa para la psiquiatra, quería que su hija estuviera bien y ella tenía que sacarla de ese hoyo donde estaba, fue más que nada una amenaza para la pobre psiquiatra, no le quedo más que aceptar.
Ese día con ayuda de Claudia consiguieron cuatro enfermeras, que iban a estar las 24 horas del día con ella, cuidándola y asegurándose de que no se hiciera daño, dos de ellas la cuidaría por la mañana y las otras dos por la noche; por la tarde se las presentaron a Lía, ellas las acepto, mientras fueran mujeres no tenía problemas, los hombres eran a los que ella le temía, no quería un hombre extrañó cerca, estaba traumatizada llena de miedo, esos recuerdos de lo que le paso eran tan reales, que la hacían gritar de miedo y de dolor.
Nil no soportaba ver a su hija así, le dolía ver los ataques de histeria que le daba, tanto que decidió no ir a trabajar, decidió quedarse a lado de su hija, de Sahara para darle todo el apoyo que pudiera, dejo todo su trabajo en manos de Penny y Carlos; Sahara dejo de ir al hospital, sus pacientes se los paso a Claudia, para ella no solo era lo que le pasaba a su hija, sino que tambien era Zoé, que la miraba muy mal.
Nil y Penny pensaron en sacar a Carla y Iana de la casa, no querían que ellas pasaran por todo ese dolor de ver a Lía en el estado que estaba; se lo comentaron a Sahara, Carlos, Claudia y Mariela, ellos estuvieron de acuerdo, Sahara les propuso mandarlas junto con sus compañeros de escuela a un viaje educativo, que durara un mes o dos.
Penny estuvo de acuerdo, ella les propuso Suiza, ahí tenían un buen amigo, que podía mantenerlas protegidas y estarían bien; todos estuvieron de acuerdo, lo difícil fue convencer a Carla y a Iana, pero al final lo entendieron muy bien y tres días después de que llegaron ellas se fueron a Suiza.
Los días para Zoé pasaban lentos, ella se levantaba cada mañana a las 7 am, la hora que Lín se levantaba, desayunaba con toda la familia, después iba a la habitación, tendía su cama, dejaba todo en orden, hasta la ropa sucia se aseguraba de separarla y dejarla lista para las empeladas que pasaban cada mañana a recogerla, como tambien se les facilitaba aspirar las alfombras, hasta para lavar el baño ella les ayudaba, eso era cada mañana, tardaba dos horas en hacerlo.
Sahara le decía que no tenía que hacer eso, que se lo dejara a las empleadas, pero Zoé no quería estar sin hacer nada, no quería pensar en nada, por esa razón cada día se obligaba a levantarse a ser la esposa perfecta para Lín, era lo que según sus pensamientos tenía que ser, era su obligación; ella no miraba mucho a Lín, se la pasaba trabajando, solo llegaba a cenar y a dormir, estaban siendo días pesados que requería de toda su concentración y al no estar ayudándoles Nil, ellos tenían que estar más atentos.
Sahara se la pasaba cuidando de Zoé y de Lía, para ella era muy difícil, ver a su hija sufrir, pero lo que más difícil fue para ella y para Nil, fue escuchar todo lo que le hicieron, lo que le hicieron pasar, fue muy explicita; pero no lo hizo por que quisiera, lo hizo por un ataque que le dio al momento de ver una escena violenta en una película.
Ella sin querer empezó a gritar a pedir que no le hicieran daño, entre sus gritos fue expresando todo lo que le habían hecho, tuvieron que sedarla para calmarla; pero Nil no soporto saber todo lo que su hija había pasado, se llenó de tristeza, de desolación, tanto que sin querer sus ojos empezaron a derramar sus lágrimas, tuvo que esconderse en el baño de su habitación a llorar como si fuera un niño, por el dolor que sentía al ver a su hija así y que no podía hacer nada para ayudarla.
Sahara tuvo que ser al apoyo de Nil y a pesar de todo ese dolor que sentía, tuvo que guardarlo solo para ella, porque tenía que estar con Nil, levantarlo, antes de que se derrumbara, eso no lo podía permitir; pero ya no solo tenía que cuidar de Nil y Lía, si no que tambien estaba Zoé, que parecía una persona muerta en vida.
Ella miraba a la joven comer sin ganas, caminaba con una pesades en sus pies, sus ojos estaban lleno de dolor y tristeza, su mirada no tenía ni una chispa de alegría, la joven no quería salir de su habitación, solo salía a desayunar, a comer y a cenar, después regresaba a su habitación, ayudaba a limpiarla y el resto del día se la pasaba acostada sin ganas de hacer nada.
Lín no se daba cuenta de lo que estaba pasando con Zoé, estaba tan metido en el trabajo y en lo que pasaba con su hermana, apenas si tenía cabeza para pensar en algo, tan metido estaba en sus problemas que había dejado de molestarla; los días empezaron a pasar y Zoé se levantaba todas las mañanas con nauseas, hasta sentía ascos con algunos alimentos, parecía tener todos los síntomas de un embarazo.
Habían pasado tres semanas desde que se casaron ella esperaba con muchas ansias su regla, pero no le llego, era muy puntual y al no tenerla sus lágrimas salieron, para ella la falta de su regla, las náuseas de cada mañana, los mareos y todos esos síntomas solo la hicieron pensar en que estaba embarazada; cumplió un mes desde que llego ahí, todos estaban desayunando en silencio, estaba la familia muy decaída, en ese momento Zoé al oler el huevo se levanta rápidamente y va al baño a vomitar, todos se alteraron, se sintieron preocupados por ella, mandaron a Lín a cuidarla.
él estuvo con ella, sostuvo su cabello, hasta que termino de vomitar, le dio agua para que se enjuagara la boca y después regresaron al comedor, pero ella ya no quiso comer, pidió disculpas a toda la familia, se iba a retirar a su habitación, en ese momento Lín la abrazo, puso sus manos en su abdomen, con una voz juguetona dijo.
• Familia, voy a acompañar a Zoé a nuestra habitación, parece que mi futuro bebé está siendo algo malo con su mamá, tendremos que darle de nalgas cuando nazca, por hacer que su mamá se sienta mal.
Zoé agacho su cabeza, avergonzada, triste, las palabras de Lín eran tan reales, que solo la hacían sentirse peor; ella había caído en una depresión y no por estar embarazada, si no por la forma en que había pasado todo, en lo que su padre le había hecho pasar, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero puso todas sus fuerzas para no llorar delante de todos.
Mariela estaba harta de ese tonto juego, enfurecida golpea la mesa y empieza a decir.
• Lín, estoy harta de esto, yo sigo sin creer que la violaras, así que en este momento me vas a decir la verdad, porque Zoé apenas ha podido comer, está vomitando a diario, tiene mareos y si no está embarazada, entonces algo malo le está pasando, tenemos que hacerle estudios, para saber lo que le pasa.
Sahara y Zoé volteo a ver a Mariela, llenas de preguntas, sin entender por qué decía eso, si él mismo había dicho que la había drogado y violado, no entendían por qué Mariela le había gritado eso; las dos querían una respuesta y Sahara enfurecida dijo.
• Lín, en este momento me dices la verdad, tu ¿violaste a Zoé?
Lín tenía una enorme sonrisa, miraba a todos, divertido de ver sus rostros llenos de dudas, miraba como todos esperaban una respuesta y el silencio se hizo.
