Secuelas Del Pasado. (Annia. Enamorada De Un Mafioso). Parte 2.

Hoy es un día maravilloso, pues, hoy me caso, con el amor de vida, con el hombre que ame desde pequeña y que hoy en día es el padre de mi hijo, a pesar de todo lo que sufrimos, por fin el día ha llegado me caso y estoy feliz.

Estoy arreglándome todas mis primas me ayudan, mi madre también lo hace, después de todo ella es mi madre así que la perdone y a papá también mis primas están hermosas todas con sus parejas, la alegría me invade por fin seremos felices.

Salgo con mi hermoso vestido, lanzar eso una princesa como siempre lo soñé casarme, comer amor de mi vida, como en un cuento de hadas y ese sueño se realizará, salgo de la mano de mi padre y subimos a décimos y lento de sabido hoy pensando en cada una de las cosas que pase para llegar a este día mi padre me abre la puerta de la limusina y camino de su brazo por el pasillo de la iglesia acompañados de la marcha nupcial, allí al final, en el altar se encuentra mi amor, mi gran amor que por mucho creí prohibido, mi Alessio, su mirada irradia felicidad y amor.

Allí está todo hermoso con ese traje negro que lo hace ver cada vez más hermoso definitivamente, tengo suerte de tenerlo a mi lado después de todo, por lo que hemos pasado al fin mi amor será mi esposo.

Sé que ya no soy esa dulce niña, sé que en muchos aspectos cambié, pero amo a mi Alessio y él es el único sabe encontrar a su niña como me llama él.

Al llegar al altar el padre me pregunta Mía Santorini aceptas por esposo a Alessio Santorini para amarlo y respetarlo, en la salud, en la enfermedad, en la riqueza, en la pobreza y serle fiel hasta que la muerte los separe.

— Si acepto —

Alessio Santorini Aceptas por esposa a Mía Santorini para, para amarla y respetarla en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza y serle fiel hasta que la muerte los separe.

— Acepto —

Por el poder que me confiere la iglesia los declaro marido y mujer puede besar a la novia.

Uno mis labios a los de mi amado y mis lágrimas caen sin parar, por fin soy la esposa de Alessio.

Todos nos. Abrazan y nos felicitan, yo abrazo a mi pequeño quien está eufórico y feliz, caminamos hacia la limusina para irnos a la fiesta, todo el viaje es un derroche de amor y felicidad.

— Viste mi amor, te dije que eras Mía— Dice mi esposo dándome un beso.

— Claro tonto, siempre te he dicho que así me llamo— Él se ríe y me transporta a los días que no lo soportaba, bueno miento si lo hacía solo que tenía que sufrir por haberse ido.

Él mira y como si adivinara lo que pienso me dice.

— Amor perdón ahora que sentiste cuando me fui a mí me tocó vivir el horror de tenerte te amo Mía y es para siempre mi niña.—

Nos besamos todo el camino hasta llegar a la recepción la fiesta es hermosa todo está decorado mu bonito llegamos y enseguida vamos a la pista y bailamos muchas canciones juntos hasta que mi padre se acerca y vuelve a pedirme perdón mientras bailamos.

— Mi princesa, el día que naciste fue el día más lindo para mí, eres mi mayor tesoro y... te dañe, perdóname Princesa.— Dice mi padre bañado en lágrimas.

— Ya lo olvidé papá, te amo, siempre serás mi héroe.— Abrazo a mi padre y le tocan su hombro para bailar conmigo.

Al voltear y ver quien es se me dibuja una hermosa sonrisa, mi otro gran amor está parado pidiendo bailar conmigo, mi príncipe Alejandro antes de bailar me hace girar en sus brazos y las risas no se hacen esperar.

Definitivamente, mi tía es muy afortunada, tiene al hombre más maravilloso a su lado y yo también lo soy al tenerlo como tío sin él, no sé dónde estuviera hoy, es el mejor de todos, veo la cara de Alessio siempre me ha celado de mi tío Mi príncipe y yo bailamos por largo rato, bailo con mi tío Javier y tío Adriano luego con todos mis primos y hermanos baile Xavier y lo extrañé tanto que casi lo rompo y así después de todo volví a bailar con mi celoso esposo.

Después de una noche divertida entre fotos y risas nos escapamos a nuestra luna de miel por el pequeño Alessandro, no viajaremos lejos , pero tenemos una reservación en un hotel con una vista maravillosa a la torre Eiffel estoy más que feliz, al llegar todo está decorado hermoso casi ni caminamos, pues por doquier hay velas, pétalos de rosas, globos, mi amado esposo me pregunta si me pienso casar nuevamente.

— Solo contigo amor por qué.— Respondo confundida.

— Bueno, cuando lo volvamos a hacer te compro otro — Dice desgarrando mi vestido dejándome en mi lencería de novia muy sexy por cierto.

Tal y como nuestra primera vez juntos fue lo más delicado posible había más besos y caricias suaves que prohibidas, con suma delicadeza beso cada parte de mi cuerpo todo fue maravillo una noche de bodas inolvidable sin duda alguna, luego se posicionó en mi centro y fue celestial no teníamos sexo, era una danza sincronizada de placer y felicidad, cada entrada y salida traían una palabra hermosa, un, te amo, uno eres mía mis labios decían su nombre y cada vez quería más de mi príncipe un sueño hecho realidad, pero por fin éramos otra vez uno solo sí. Escondernos, sin disfraces, sin mentiras.

— Te amo Alessio.— Dije antes de perderme ante el placer, un minuto después se me unió él y quedamos abrazados todavía unidos sin querer movernos.

— Mi pequeña Te amo.—