La hija del enemigo

El cuerpo de Samantha tembló ligeramente, no le podía contar a Lawrence, su más grande secreto.

Si Lawrence, terminaba de descubrir todo lo relacionado con Marcelo, ella no tendría nada con que chantajear a su ex amante.

_ Está haciendo demasiado calor, dentro de esta habitación. Es mejor que vaya a fuera a tomar una copa de vino. _ Mencionó Samantha tratando de no contestar la pregunta de Lawrence.

Lawrence no dijo ni una sola palabra por mucho tiempo, únicamente, bebió y fumó, clavando su mirada asesina sobre la mujer delante de él...

Samantha no podía esconder su nerviosismo, era demasiado evidente, que estaba escondiendo algo... No obstante, la mirada fría de Lawrence, hacía que se pudiera más nerviosa.

La chica mordió con fuerza su labio inferior, tratando de crear una idea rápida dentro de su cabeza. La única idea que se le ocurrió, fue seducir a Lawrence, y tratar de que no haga más preguntas.

Samantha, segura de ella misma, llevó su mano derecha al escote de su vestido, lo bajó un poco más su vestido de la parte de arriba, para distraer a Lawrence.

Era innegable que Samantha tenía un par de senos muy hermosos, eran grandes, y muy perfectos. Para cualquier hombre sería un placer tener dentro de su boca.

Samantha se acercó de nuevo al escritorio, se sentó encima de él, mostrando sus largas piernas a Lawrence. Su mano; recorrió su cuerpo, con mucha sensualidad.

En poco tiempo, Samantha estaba logrando su objetivo, la mirada de Lawrence, estaba clavada en el cuerpo perfecto de Samantha.

_ ¿Qué?, Podía esconder una mujer como yo... Como lo he dicho, solo soy una mujer que vive de su cuerpo..._ Samantha logró tranquilizar su nerviosismo y hablar con fluidez.

Lawrence se levantó de su silla, aflorando los primeros botones de su camisa, también soltó el cinturón. Esa acción, por parte de Lawrence, emociono demasiado a Samantha.

La chica abrió sus piernas, esperando la llegada triunfal, sus manos, se colocaron detrás de ella, ejerciendo fuera en el escritorio, y una sonrisa victoriosa se dibujó en sus labios.

_ Ven, a mí... Te voy a hacer tentar el cielo con mi cuerpo. _ Susurró Samantha, al ver a Lawrence quitarse la camisa.

Lawrence se acercó a Samantha, se inclinó un poco, y levantó el vestido de la chica. La mitad de su cuerpo, quedó expuesto a los ojos de Lawrence.

Samantha por instinto echó su cabeza hacia atrás, esperando ansiosa a que Lawrence comenzara.

Lawrence puso su mano en el vientre de Samantha, fue subiendo lentamente, por el torso de la chica.

Lawrence, lo hacía de tal manera, que a Samantha se le comenzaban a escapar unos gemidos de placer.

Al llegar a los senos, Lawrence los apretó con fuerza. Al notar que Samantha se estaba perdiendo en cada vez más en cada una de las caricias que le daba.

Lawrence continuó subiendo sus manos hasta llegar al cuello de la chica. Se inclinó, y pasó su lengua por el cuerpo de Samantha...

_ Hazlo, ¡Ya!... _ Suplicó Samantha, demasiado ansiosa, de que Lawrence la hiciera suya.

La chica abrió más sus piernas, sin embargo, la mano de Lawrence, rompió la magia. Con mucha fuerza, Lawrence comenzó apretar el cuello de Samantha.

_ ¡¿Cómo te atreves a intentar jugar conmigo?!... _ Le preguntó Lawrence, apretando cada vez más el blanco cuello de Samantha.

La chica trató de defenderse, pero; sus fuerzas no eran nada comparadas con las fuerzas de Lawrence.

En poco tiempo, el aire comenzó a dejar de entrar a los pulmones de Samantha. El color de la chica, cambio totalmente.

_ ¡Suéltame!...

_ ¡Suéltame!... _ Samantha susurró con las pocas fuerzas que le quedaban.

Lawrence no quería a Samanta muerta, pero, si quería darle un escarmiento. No había nacido el que pudiera intentar verle la cara de idiota, y se fuera con vida.

Poco a poco, Lawrence fue soltando sus manos del cuello de la chica. Samantha se levantó del escritorio y cayó de rodillas frente a Lawrence.

Por mucho tiempo, Samantha trato de recuperar el aire, y tosió violentamente, por un buen rato...

Al recuperarse, Samantha se limpió las lágrimas que caían de sus mejillas. Se puso de pie, pero, trato de estar lo más alejada posible de Lawrence.

_ Te juro que no sé nada... _ Samantha volvió a mentir.

Lawrence, que ya estaba enojado, agarró la botella de vino que se encontraba encima de su escritorio y la dejó caer en los pies de Samantha.

Fue tanto el susto, que se quedó atónita por unos segundos.

_ ¡Está bien!...

_ ¡Está bien!...

_ ¡Está bien!... Te voy a contar todo... _ Gritó Samantha muy asustada y nerviosa.

Lawrence era todo oídos, y tenía la intuición de que Samantha tenía muchas cosas importantes que decirle de Marcelo.

Luego de un tiempo esperando a que Samantha se recuperará por completo. Ella comenzó a narrarle a Lawrence lo que sabía de Marcelo...

_ ¿Qué es exactamente, lo que deseas saber?...

_ Lo del hermano gemelo de Marcelo, y su hija Lorett. _ Al escuchar la contestación de Lawrence, Samantha abrió los ojos.

_ ¿Cómo sabes del hermano gemelo de Marcelo Montenegro?... _ Murmuró Samantha.

_ Aquí, quién hace las preguntas soy yo... Así que contesta la pregunta que acabo de hacerte.

__ Llevaba años conociendo a Marcelo, él siempre hablaba de su amada hija, Lorett. Esa mujer es su orgullo. Es una maldita, que no tiene ninguna piedad... Un día, mientras él se encontraba embriagado, le comencé a sacar todo sobre la niña que tanto amaba. Me interesaba saber de donde, Marcelo, había sacado a esa chica. Era tan hermosa y a la vez tan hija de Puta... Marcelo me confesó, que tenía un hermano gemelo y que al nacer los había separado... Por una extraña razón, los dos tenían el mismo apellido, sin saber que eran hermanos... Marcelo me narró como se acostaba con la mujer de su hermano, haciéndose pasar por él... No sé, como paso, ni me importa, el chiste; es que ella quedó embarazada de Marcelo y cuando nacieron las niñas, él se llevó a su hija Lorett, y dejo a la otra niña con su hermano... Marcelo adora a esa niña, y daría su vida por ella...

Samantha terminó de contar lo que sabía, sin embargo, no le contó a Lawrence del video que tenía en su poder con la grabación de Marcelo.

_ Da su vida por ella... Susurró Lawrence, dándose cuenta de lo que Marcelo había hecho para salvar a su dorada hija de su ira.

Marcelo encontró a su segunda hija, y la puso en sus manos, para que ella fuera la que pagara todo el daño que le hizo, Lorett a él…

Al darse cuenta de todo, Lawrence salió de la oficina, hecho un demonio. De inmediato, los dos escoltas, lo siguieron a fuera del club.