Chris es un pequeño que para su cumpleaños número 4 no quiere ningún obsequio. Su padre se preocupa al verlo triste.
-¿Hijo que deseas éste año?
-Lo que deseo no sé si puedas dármelo- las lágrimas en sus ojos lo conmovieron
-Tendras lo que desees Chris, ¿Que quieres?- preguntó confundido
-¿Lo prometes?- secó sus lágrimas y esperó ansioso
-Si hijo- afirmó con seguridad
-Quiero una mamá- su padre tragó grueso
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Capítulo 22 BALDE DE AGUA HELADA
...NARRADORA...
Llegó el día del cumpleaños número 4 de Chris. Los días previos fueron muy extraños porque las costumbres de los Amery no fueron como cada año.
Días Antes
-Chris príncipe de la abuela, ¿Que deseas como regalo de cumpleaños?- preguntó su abuela con cariño
-No se abue, tal vez una pista de autos de carrera para tener aquí y jugar con el abuelo cuando venga de visita- contestó el pequeño y su abuelo escuchó
-Jugaremos hasta que gastemos los coches- su abuelo lo cargó y lo llevó a jugar al jardín
Chris disfrutaba estar con sus abuelos pero ellos eran grandes y él quería estar con alguien más. Se había preguntado muchas veces por su madre pero ella se había ido y todo indicaba que no regresaría.
Lo que nadie sabía era que el pequeño veía a sus compañeros de jardín de infantes y los observaba ser llevados por sus madres. Siempre ellos llevaban algo preparado por ellas o contaban historias en compañía de sus dos padres, por momentos veía a los niños con sus padres juntos y algunos hasta tenían hermanos pero él... estaba solo. Un chófer en compañía de la niñera de turno era quien lo llevaba cada día.
(......)
Xavier estaba vistiéndose para el cumpleaños de su único hijo, tenía puestos unos jeans azules y una camisa de color celeste. Su cabello no estaba prolijamente peinado con gel fijador. Tenía un estilo más casual aunque se veía extraño para quienes lo veían con trajes formales cada día.
El que no parecía muy animado era Chris quien veía sus amigos llegar junto a sus madres y él se sentía solo. El cambio en su actitud fue percibido por toda su familia. Siempre fue serio pero ahora se veía triste.
Recibió varios regalos y jugó con sus amigos pero al irse retirando los niños junto a sus familias de nuevo se apagaba la momentánea felicidad.
Xavier estaba preocupado y creyó que tal vez su hijo tenía algún deseo que realmente quisiera cumplir para volver a ser el mismo pero la conversación que tendría con su hijo le caería como un balde de agua helada.
Los padres de Xavier hicieron una cena para que él con su hijo se quedaran allí y de paso durmieran allí así el padre de Xavier jugaba con Chris en la enorme pista que había comprado para el.
Después de la cena donde apenas el pequeño tocó su plato su padre lo llevó a la habitación para poder hablar en privado.
-¿Hijo que deseas éste año?- preguntó mirándolo con cariño y gran preocupación
-Lo que deseo no sé si puedas dármelo- las lágrimas en sus ojos lo conmovieron
-Tendrás lo que desees Chris ¿Que quieres?- preguntó confundido
-¿Lo prometes?- secó sus lágrimas y esperó ansioso
-Si hijo- afirmó con seguridad
-Quiero una mamá- su padre tragó grueso
Los dos se quedaron mirándose. Chris esperando lo que siguiera de esa conversación pero con una sonrisa porque su padre era un hombre de palabra que siempre cumplía sus promesas mientras que su padre no sabía de dónde rayos sacar una madre para su hijo.
Además de eso y como si fuera poco no podía explicarle a un niño pequeño que para tener él una mamá debería contraer matrimonio con una mujer pero que no podía tener una relación estable con ninguna sin recibir cuernos por su supuesta inutilidad en las artes del placer.
-Papá, ¿Cuando tendré la mamá que me prometiste?- estaba impaciente, inquieto sentado en la cama esperando y removiendose ansioso
-Chris conseguir una mamá es muy difícil y puede llevar mucho tiempo, ¿Lo comprendes?- el niño asintió
-Si papá pero yo seré un niño bueno y esperaré, ¿Me la puede traer Santa?- su inocencia lo hizo sonreír creyendo que Papá Noel podría traerle una madre como obsequio
-No hijo, Santa solo trae obsequios pero no personas. Soy yo quien debe encontrar una mamá muy buena para ti y eso es muy difícil
-Entiendo- lo miró serio y pensó un momento- Papá si yo encuentro una mamá ¿Tu la vas a aceptar?
Xavier se sorprendió pero creyó que su hijo no sería capaz de encontrar alguien que quisiera tanto, hasta ahora había tenido ciertos comportamientos no aprobados con sus potenciales madrastras y a medida que crecía solo se volvía más selectivo y aveces hiriente en sus palabras, ¿Que probabilidad había? Una en un millón tal vez.
-Si tu consigues alguien que quieras como tu madre yo la aceptaré
-¿Lo prometes papá?- preguntó serio, aveces parecía un pequeño hombre de negocios con su mirada intimidante y postura rígida, no había duda de que los genes Amery habían hecho maravillas en su ser
-Lo prometo- el pequeño pareció quedarse pensando
-Para que sea mí mamá tu tendrás que casarte con ella, ¿También tendré hermanos?- lo miró con esperanza y su padre si antes casi se quedó sin habla ahora ya casi que no recordaba ni como hablar
-Lo se y lo haré para que seas feliz pero sobre tener hermanos no lo sé, eso es algo que tiene que decidir un papá y una mamá, no solo un papá- intentó explicar del modo que él a su corta edad pudiera comprender
-Lo entiendo. Gracias papá, eres el mejor de todo el mundo, cuando tengamos a mamá en casa los dos vamos a ser muy felices ya lo verás- lo abrazó y sonrió ampliamente antes de salir corriendo del cuarto a buscar a su abuelo
Xavier sentía que acababa de prometer una locura y su hijo no era de los que olvidan una promesa ni una conversación, menos si es algo tan importante. Estaba en serios problemas.
Encontrar una mujer no era difícil, que su hijo la aceptara era lo complicado y que él pudiera hacer que fuera realmente a largo plazo sin obtener infidelidades lo acababa de convertir en misión imposible.
esta 2da parte muy bella! me encantó. Bendiciones escritora