Volver A Amar

...POV VALERY...

Vuelvo a casa a las 3 de la madrugada, sin creer todo lo que ha pasado, no me lo creo.

Mi teléfono vibra, lo tomó y leo lo que me devuelve a la realidad.

...Contacto : Amorcito...

— Fue una noche espectacular, nos vemos el Lunes preciosa. Ya quiero ver a mi profesora preferida.

Suelto una risotada, no sé porque deje que él ingresará su número a mi celular, pero lo hecho, hecho está.

Observo a mi alrededor, la casa esta sumida en la oscuridad y el silencio.

—Alba —gritó esperanzada de que al menos ella se encuentre en casa. Ya sé que mi pelirroja no esta.

No hay señales de vida, veo la cocina, el baño, y por último la pieza. Mi corazón se acelera al pensar que algo le pudo haber pasado. Alba no es de salir en la noche, y la última vez que mire a la mesa donde estábamos en el club, ella no estaba.

Busco su número en mis contactos y la llamo de inmediato.

Al segundo pitido me contesta, ¡Gracias a Dios!.

—Alba ¿Dónde estás?, ¿Estás bien?

—Val, si, estoy bien, en casa de Cristopher. Descuida vuelvo en unas horas —escucho una risa masculina de fondo, y mis ojos se abren como platos.

—Ok, te espero, cuídate por favor.

—Si, nos vemos más tarde.

—Adiós—musito anonadada.

Cuelgo la llamada y por unos segundos mis ojos se quedan fijos en la pantalla del celular. ¿Alba? ¿Con Cristopher?. Sólo espero que nada malo le suceda.

Voy camino a mi habitación, me saco la ropa y entro a la ducha.

Una sonrisa me acompaña en todo momento al recordar la imagen de Aiden sonriéndome. ¡Es tan guapo!, y sus besos, !Dios! sus besos me hacen estar en las nubes. Ni en comparación a Richard, este hombre es puro fuego, y es mío. Ni crea la plástica de Scarlett que permitiré que vuelva a tocarlo.

Mientras seco mi pelo pienso en lo que le responderé ¿Debo responder su mensaje?, no puedo negar las mariposas que aún permanecen en mi estómago al rememorar el momento que pasamos juntos, y en la oportunidad que le di de demostrar que le gusto de verdad.

¿Será que pueda volver a enamorarme nuevamente?

Sonrió como una boba ante la posibilidad de que así sea.

Mis dedos se deslizan por la pantalla táctil

—Buenas noches guapo, sueña conmigo.

¡Madre mía! ¿Está bien?, me muerdo las uñas pensando que he vuelto a mis quince años.

Me dejó caer sobre la cama, y mis ojos se cierran para envolverme en un profundo sueño.

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...POV Sofi...

...9 am...

Los rayos del sol pegan sobre mi rostro, una exquisita fragancia masculina se cuela en mi nariz. Abro mis ojos al recordar dónde estoy y con quién.

Barro el lugar con mi mirada, en el suelo mi ropa yace desordenada, me levanto muy despacio, con cuidado de no despertarlo.

Me deslizó por la cama, tomó mi ropa interior, vestido y me visto rápidamente. Me quedo quieta al ver como se cambia de lado, con su mano tantea la cama buscando algo, ¿Esta buscándome?, ni de coña. Que se duerma que yo me largo. No me muevo nisiquiera un milímetro hasta que lo veo como piedra nuevamente.

¡Uff! eso estuvo cerca.

De mi pequeño bolso de mano, saco un papel y lápiz.

—Fue increíble, pero no lo repito. Soy de una noche y ya. Adiós Julián.

Releeo el mensaje y por poco la carcajada escapa de mi boca. Sé muy bien que se llama Daniel, pero nada lo ofenderá más que me haya olvidado de su lindo nombre.

Dejo el papel sobre la mesita de noche que está justamente al lado de su cama. Será lo primero que lea apenas abra los ojos. ¡Qué bomba!, mi presa cayó en mi trampa. Con todo lo que le hice a su cuerpo, puedo asegurar que jamás se olvidara de esta pelirroja ardiente.

Le doy un último vistazo, es un hombre tremendamente guapo, y si que sabe usar su arma.

En una mano llevo mis tacones, en la otra mi bolso, salgo a puntitas de su habitación, bajo hasta el primer piso y me voy de su casa con una sonrisa triunfante decorando mi rostro.

Daniel, espero tu llamado.

Se jacta de ser hombre de una noche, de no darle ni la hora a sus amantes, pues, calculo que me llamará en la tarde. Ya veremos qué pasa.

Tomó mi celular y contacto a un Uber para volver a casa.

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...POV Alba...

Siento un suave toque sobre mi piel, ¡Que bien se siente!...una voz lejana me habla.

—Alba, despierta.

—Un poquito más—contestó entre balbuceos.

—Te perderás algo delicioso.

Mis ojos se abren de golpe. ¡Si se trata de comida, de ahí soy!. Lo veo frente a mi, con una sonrisa de oreja a oreja. Sus ojos marrones brillan con intensidad. ¿Quién se ve tan bien durante la mañana?

Entre sus manos lleva una bandeja con comida: Dos media lunas, dos trozos de pastel de chocolate, café vainilla y galletas.

—¡Que exquisito!, no me lo merezco —susurre aflijida y consciente de la cachetada que anoche le dí.

—Alba, ya hablamos de eso.

—Lo sé, pero enserio lo lamento.

—Tranquila —se sienta a mi lado con la bandeja entre sus piernas, toma la taza y la extiende hacia mi —. Bebe, prepare esto con todo mi cariño.

Lo miró a los ojos y sé que habla enserio. ¡Si tan sólo no me fuera a ver cómo su nueva amiga!. Por qué creo que estoy llenando el vacío que dejo Jessy. ¿Estoy dispuesta a permanecer en la Friend Zone?.

Es tan lindo, amable, atento y chistoso...

Después de llorar en su pecho, me trajo hasta su casa. Limpio mi maquillaje corrido por las lágrimas con tanta delicadeza, y esmero que un suspiro salió de mis labios.

Me llevo hasta su sillón, me cubrió con una manta. Fue hasta la cocina, preparó palomitas y refresco para luego ver una película de comedia en Netflix. Me abrazó y acarició mi cabello durante horas, me sentí tan segura. A su lado encontré un lugar seguro, y por primera vez después de mucho tiempo no pensé en mi ex esposo.

Fue maravilloso, demasiado para ser verdad. Y pronto la burbuja se romperá y la realidad saldrá a flote. Una realidad en la que el me pedirá que sea su amiga.

¡No quiero ser sólo su amiga!. Es increíble que lo piense, ya que durante mucho tiempo enterré la idea de que mi corazón volviera a latir por alguien. Sin embargo Cristopher es un hombre único, y temo que si paso más tiempo con él, sólo quedaré más y más encantada.

¿Quiero alejarme de él?.

No, no quiero. No obstante es necesario para resguardar mi herido corazón.

—¿Qué piensas? —pregunta con una linda sonrisa.

—Nada—llevo un trozo de pastel a mi boca. ¡Sabe a la gloria! —. Después de esto me iré, Valery debe estar preocupada.

Un puchero asoma en su rostro y fija su mirada al suelo cuál cachorrito !Ay! —. No te pongas así por favor, que se me hace más difícil dejarte.

—No te vayas, prepararé el almuerzo que tú quieras.

Una parte de mi quiere decirle que si, mientras que la parte racional de mi mente me grita que ¡NO!, que aquello bajaría mis defensas dejandome vulnerable ante un posible enamoramiento.

—Lo siento, no puedo —murmuró con palabras ahogadas.

—Entiendo....

Terminamos de desayunar entre risas, y anécdotas. Me cuenta de su vida y yo de la mía. Retira la bandeja, y amablemente me ofrezco para lavar la loza, más se niega. Afirma que soy su invitada y que no debo hacer nada más de disfrutar de nuestra compañía.

Cuando ya todo está listos y ha llegado el momento de marchar, caminamos hasta la puerta en completo silencio.

—Gracias por venir Alba —me toma la mano, y deja un beso en el dorso de esta —. Eres una mujer maravillosa, nunca más vuelvas a llorar por un hombre que no vale la pena —acaricia mi mejilla con ternura, si sigue así me derretire aquí mismo, dejare todo y me lanzaré a sus brazos sin pensar en nada.

—Hare caso a tus palabras, fue un gusto conocerte Cristopher.

—¿Nos volveremos a ver?

—No lo sé —necesito apartar mi mano de la de él, mi corazón no deja de latir acelerado, no puedo permitir sentir estás cosas. Sobre todo si no es correspondido.

—Te llamaré, aunque me digas que no —dice.

Le doy una media sonrisa y veo mi celular esperando que el chófer se encuentre cerca, y afortunadamente es así... a solo tres minutos.

Inesperadamente se acerca a mi y deja un beso en la comisura de mis labios, se aleja, y el vacío que deja es inmenso, ¿Podrías besarme de nuevo?, pienso más no me atrevo a decirlo en voz alta.

—Adios Cris.