Tentación Prohibida

Congelada, así es me quedé helada al escucharlo. Es que yo de verdad lo quería solo para mí y no es que yo no fuera capaz de dejar a Denis, es solo que ni en sueños pensé que Alessandro me lo fuera a pedir.

– Entonces, lo aras o continuaremos cómo al principio. Tu con tu novio y yo con mis amigas.

– Quiero que seamos solo tú y yo, voy a dejar a Denis lo prometo. Solo dame tiempo para encontrar la excusa perfecta.

– No necesitas una excusa. Basta con que le digas la verdad, que no lo amas y que quieres estar con alguien más. – Hablo serío.

– No es tan simple como lo dices, lo menos que quiero es lastimarlo y que me odié.

– Como tú quieras. Tienes asta el sábado para dejarlo, de lo contrario yo te dejaré a ti. – Se terminó de vestir y tomo sus cosas, antes de marcharse se acercó a mi y dejo un beso de pico en mis labios termino sonrriendo y se fue.

Alessandro se marchó con una tremenda cara de poema mientras la mía fue de terror, supongo que al fin estaba conociendo la verdadera personalidad de Alessandro Bohnam, frío sin sentimientos y calculador, el estaba acostumbrado a hacer su voluntad por encima de todo. Que me esperaría a su lado.

Por la noche vino Denis a casa lo había invitado a cenar para entonces también habían llegado Mauricio y mamá así que nos sentamos los cuatro en la mesa y comimos entre un poco de charla.

– Te envío saludos Irína amor. Dijo que ojalá pronto te lleváramos con nosotros a Miami para que conozcas. – Dijo mamá con una enorme sonrrisa.

– Agradezco su gesto de acordarse de mí.

– Me recuerdas a ella cuando tenía tu edad, era exactamente igual que tú, tímida y dulce. – Dijo Mauricio.

No respondí a Mauricio en cambio solo me levanté de la mesa y tome a Denis de la mano para llevarlo conmigo al jardín. Cuando estuvimos afuera tomé el aire suficiente y luego suspiré.

– Denis..

– Dime mi vida.

– Tu me amas.

– Claro que sí, más que a mí vida.

– No exageres, el tiempo que tenemos juntos no es para tanto.

– Es que tú forma de ser, eres diferente a todas las otras chicas que conozco. Eres especial Isabella, eso hizo que me enamorara inmediatamente de ti.

Ahora sería mil veces más difícil terminar con el, si lo que decía era verdad como podría yo romperle el corazón. Aún qué para ser sincera yo sí lo quería y lo quería muchísimo pero definitivamente estaba más que segura de que ni un millón de años podría sentir por el lo que siento por Alessandro.

Y es que Alessandro en una sola noche me había vuelto completamente loca me había mostrado una forma de amar un poco extraña.

– Pero por qué me preguntas si te amó Isabella. – Dijo mientras tomo mi rostro con una de sus manos.

– Perdón Denis. – Agache mi cabeza y mis ojos se llenaron de lágrimas.

– Perdón por qué. Isabella que pasa.

– Necesito espació Denis, creo que debemos terminar.

– Que!!! Esto es una jodida broma verdad, Isabella no puedes terminar conmigo te amo y yo sé que tú a mí también.

– Yo no estoy segura Denis.

– Estás llorando eso significa que te duele dejarme, me amas Isabella.

Claro que me dolía mucho el había estado conmigo prácticamente desde que empecé mi vida aquí, como no me iba a doler dejarlo.

– Tengo sentimientos Denis, te quiero por eso estoy llorando. Pero no tengo tiempo para tener una relación ahora. – Dije llorando y con un poco de coraje está vez.

– Debiste pensar eso antes de dejar que me hiciera ideas tontas contigo.

– Solo pido tiempo Denis, entiende sabes que aún no logro acoplarme a mí nueva vida, además la pésima relación que llevo con mi madre. Tengo prioridades, quiero tener una relación sana con mi mamá y luego buscar otro tipo de relación entiendeme.

Talló su rostro con sus manos y un profundo suspiro hablo más tranquilo. – Está bien Isabella, supongo que tienes razón te daré tu tiempo, solo prométeme algo.

Asenti.

– Cuando te sientas lista para una relación me tendrás en cuenta primero a mi antes que a nadie si, me lo merezco Isabella y lo sabes.

– Lo juro Denis, y gracias por entender.

Cuando se terminó de ir Denis me encerré en mi habitación y busque por todos lados los contactos de mis amigos en el internado los estaba necesitando en este momento, lamentablemente no tuve éxito alguno así que no muy convencida terminé haciendo videollamada con Kevin. El era un buen chico pero algunas veces se comportaba como mi madre, me regañaba y al final me terminaba empujando a hacer cosas que no debía o no quería hacer, por ejemplo ir a buscar a Alessandro a su departamento.

Otro día cuando salí de la escuela escanee de un lado a otro al no ver al chófer de mi madre siempre era muy puntual al venir a recogerme y está vez no estaba por ningún lado.

– Buscás a alguien. – Susurro Alessandro detrás mío muy cerca de mi oído y colocando su mano en mi cintura. Mis bellos se erizaron y me exalte..

– Alessandro que haces aquí.

– Vine a recogerte para llevarte a casa, o si quieres a algún otro lugar.

– Mamá iba a mandar por mi, no puedo ir contigo. – Busque nuevamente el auto de mi madre o a su chófer.

– No vendrá nadie más por ti, tu madre tenía una salida urgente y se llevó al chófer así que me ofrecí a recogerte.

– Por qué, eso es normal en ti andar haciendo favores.

Frunció el seño – De echó no. Y si le pareció extraño a tu madre mi ofrecimiento así que me cuestionó un poco.

– Cuál fue tu excusa.

– No hubo excusa, di una explicación lógica. Bueno vamos te invito a comer.

Me llevo a un restaurante grande y muy elegante, me sentía rara por qué todas las personas ahí vestían elegante y yo solo llevaba el uniforme de la escuela. Alessandro había ordenado por los dos. Mientras nos atendían las meseras del lugar no dejaban de coquetear con Alessandro, eso era realmente incómodo y me empezaba a fastidiar, además una de ellas intentaba llamar su atención siendo muy amable y atenta conmigo, en una ocasión dijo que que le apetecía de postre a su hermanita y eso lo dijo rodando sus mano con la de el. Enfurecí al verlo sonrreir coqueto con ella, estuve a nada de irme del lugar pero el me lo impidió. Así que estuve molesta durante el resto de la comida, mientras el comenzó a acariciar mis piernas por debajo de la mesa y sus manos se deslizaban casa vez más adentro de mi pequeña falda. Al final pago la cuenta y salió conmigo tomado de la mano.

Adentro de su auto intento besarme pero le voltee la cara molesta.

– Es encerio, no me dejaras besarte.

– Crees que te lo mereces.

– Definitivamente si, no eh echo nada malo al contrario, te recogí de la escuela y te traje a comer.

– Y también coqueteaste con la mesera y dejaste que creyera que soy tu "hermanita".– Dije entre comillas.

– Estás celosa, que no te quedó claro que soy solo tuyo.

– Claro entonces por qué no le aclaraste que no soy tu hermana y que soy algo más.

– Y que me me viera como un pedófilo. No gracias, que dirían de mi si supieran qué me estoy aprovechando de una niña. – Dijo con una enorme sonrrisa en sus labios y al final me beso.

– Además te estuve tocando por debajo de la mesa para que estuvieras segura de que soy solo tuyo.

– Espero que de verdad solo seas mío. –Dije y lo besé.

– Hablando de eso, ya pensaste que le dirás a tu novio. – Su expresión cambió a sería.

– Hablamos de eso apenas ayer.

– Entonces no vas a dejarlo. – Lo vi molestarse aún más, encendió el auto y arrancó a gran velocidad.

– Lo terminé anoche. – Solté mirándolo.

Una sonrrisa triunfante salio en su cara. – Eso es pequeña. No tengo trabajo pendiente hoy, quieres ir a mi departamento.

Asenti.

Apenas bajamos del auto no dejo de besarme mientras estábamos subiendo a su departamento, entramos casi con todas las prendas desabrochadas, nisiquiera se tomó la molestia de llegar asta la habitación nuestros cuerpos cayeron en el sofá de la entrada.

Lectores, eh vuelto con las actualizaciones. Espero y no tener que abandonar nuevamente la plataforma.

Comentenme para saber que me siguen leyendo, y sobre todo para saber que disfrutan y les gusta lo que escribo.

Los amó infinitamente mis bellos lectores.❤️✨ besos para todos.