Contrato Sellado

Ren estaba estresado, después de tener que trabajar arduamente por varias semanas sin descanso, era demasiado para su cerebro el quería descansar pues era muy agobiante. Pero esperaba que al menos en la luna de miel no lo molesten, por ello se esforzaba demasiado en este momento. Mientras trabajaba su mente se desvío, se puso a reflexionar que carajos lo llevo exactamente a este momento, en tener que dar todo por una boda que no pidió y se vio obligado a aceptar. Estaba muy intrigado, no recordaba cuando fue el momento en que su mente cambio y no le importaba hacer un poco más para que la novia tuviera una linda luna de miel pues el sabía que ella estaba emocionada por el viaje a Canadá, pues es el lugar que eligieron para ir a esquiar entre otras cosas, haciendo pequeñas escalas en otros países.

Otra vez se distrajo, eso no lo podía permitir, pues tenía que terminar primero el trabajo, se apresuró a terminarlo y decidió descansar un poco pues esto lo tenía muy cansado. Se recostó en el sillón, lo que nunca hacía pero a estas alturas ya ni le importaba, cerro los ojos y se quedó dormido.

En su estado cansado durmió tan profundo que memorias del ayer llenaron sus sueños, momentos tristes e irritantes que vivió en un lejano tiempo, aunque el lo sentía como lejano quizás no lo fue tanto eran casi 7 años de lo sucedido, no sabía si era mucho o poco, pero desde entonces se volvió un mujeriego frío e indiferente a cualquier tipo de cariño, ese momento en que su vida cambio eran recuerdos olvidados que no quería recorrer pero a través de sus sueños surgieron como una marea que no pudo retener.

Ren fue un niño muy sociable, inteligente, responsable, astuto pero sobre todo altanero, como el próximo sucesor de la empresa Ootani sabía muy bien que su posición era alta. Desde muy pequeño perdió a sus padres y su abuelo fue quien lo crío dándole mucho amor pero también muchas responsabilidades así que su crecimiento fue así.

Con el paso de los años fue experimentando muchas cosas y entre ellas una fue el amor, encontró a una chica que fue su adoración, el por ser quien era y pertenecer a su familia muchos se acercaba a el solo por interés y sobre todo las chicas, pues el es muy atractivo y ello llevo a qué tuviera incluso un club de fans que estaban locas por el, pero para Ren cuando conoció a cierta chica esa que era algo altanera, confiada y sobre todo sensual, eso deslumbró al pequeño adolescente. Se acercó a ella y fue directo le dijo que ella le gustaba que saliera con el y la chica acepto.

Fue la realización de Ren, con el tiempo fue quedando más y más enamorado de esta chica y aparentemente ella de el. Su noviazgo fue muy inocente, tres largos años complementándose, terminando sus estudios y trabajando para mejorar hasta el día en el que Ren dió el siguiente paso; hablo con su abuelo de que quería casarse con esa chica esa que tanto quería pero el abuelo no estaba convencido del todo, aún así le dió su bendición si eso era lo que el quería.

- Kana, eres la luz en vida, por favor se mía y comparte tu vida conmigo.-

Le dijo Ren a su amada Nagai Kana, la persona por la que Ren dejo de lado su orgullo mismo para complacerla completamente. Arrodillado frente ella con un anillo muy bonito y caro además de muy grande, el quería darle todo a ella. Kana acepto gustosa y hubo felicidad, emoción y muchas otras cosas en su relación, con el pasar del tiempo fueron organizando la boda, pues Ren no quería seguir esperando estar separado de su amor, en el transcurso de todo esto ella conoció a la familia de Ren y muchos estaban disgustados porque Ren sería el sucesor y si estaba casado el abuelo estaría mas que contento con ello y quizás rápidamente le transferirá la empresa el.

Muchos intentaron muchas cosas como la chica era de familia de clase media eso fue más fácil para ellos molestarla pero eso más los unió a ellos como pareja, con todo lo que pasa Ren se hacia más cruel con las personas y más astuto en los negocios, pues el ya estaba trabajando allí. pero jamás se dió cuenta que mientras hacía prosperar a su legado familiar alguien más consolaba a su amada.

Se acercaba el gran día de la boda y Ren estaba cada vez más nervioso, a Kana la notaba distante y pensaba que era por la familia pero una vez que fuera el que esté al mando de todo, les haría pagar caro lo que han hecho.

El realmente amaba demasiado a esa mujer que jamás se dió cuenta de los desplantes que ella le daba, empezó a poner peros a todo pero aún así ella continuo alegremente con la boda. Y Ren se dedicó a complacerla en todo y ayudo a su familia de ella a subir más económicamente, simples detalles de el hacia ella, cosas las cuales jamás agradeció.

Tuvieron una reunión familiar, todos los presentes de la familia y conocidos fueron a un lugar algo retirado de la cuidad a celebrar el cumpleaños de alguno de la familia, era una especie de hotel en el cual la mayoría si no es que todos decidieron quedarse, organizaron la habitación para que la compartieran Ren y Kana pero como el la respetaba mucho le dijo que no se preocupara que el encontraría otra habitación. La fiesta fue grande y espectacular, hasta que llegó la noche y Ren se encontraba solo bebiendo un poco y se acercó una prima Lang Hannah, conversaron un rato hasta que ella dijo su última frase antes de retirarse.

- No deberías confiar en nadie, primo, todos buscan siempre algo.-

Eso le extraño a Ren pero siguió disfrutando la fiesta de lejos, Kana se había retirado antes porque no se sentía bien pero el quería darle su espacio, no quería ser demasiado encimoso, así que la dejo en su cuarto y continuo en la fiesta.

Ese tipo de fiestas eran muy particulares pues estaba tres días en el lugar y en los tres días disfrutaban de baile, comida y bebida. El segundo día paso normal y Ren quiso hacerle un lindo detalle a su novia, prometida y futura esposa. Le pidió a un trabajador que fuera a comprar rosas y las pusiera en una habitación, prácticamente que decorarán la habitación como para recién casados, el estaba decidido a dar el siguiente paso con Kana, había estado reteniendo todo desde hace mucho, el no la quería obligar a nada pero el creía que ambos estaban listos además de ansiosos, pues la noche anterior llegaron demasiado lejos pero se detuvo porque ella se lo pidió, así que crearía una noche romántica para ella.

Una vez terminando todo, ambos estaban en la fiesta con los demás, Ren la invitó a bailar y le comento que le tenía preparado un regalo, a lo que ella salto emocionada, Ren siempre se lucía al darle obsequios, pero también le dijo que se lo daría más al rato que estuvieran solos a lo cual ella acepto. Unas horas más tarde Ren recibió una llamada del trabajo y fue a atenderla en la cual se tardó demasiado, no esperaba eso.

Kana recibió una nota de uno de los meseros, al leerla volteo a ver si alguien la había visto y se dirigió a la habitación, le dijeron que fuera a una habitación totalmente diferente así que no pensó en eso, al entrar a dicha habitación miro como estaba decorada, le fascinó, no sabía que el podía ser tan romántico, vio una caja en la cama con otra nota, decía que se pusiera lo que había dentro, un lindo babydoll negro de encaje muy revelador, sin dejar nada a la imaginación, fue a cambiarse y espero, después de unos 15 minutos se abrió la puerta y la persona entro, ella poso y la otra persona solo sonrió y comenzó a desvestirse para subirse con ella a la cama y comenzar a devorarla.

Ren camino por el salón y al no ver a Kana decidió ir a su habitación, quizás se encontraba ahí porque ya estaba cansada, al dirigirse hacia allá recibió un mensaje de un número desconocido, quiso ignorarlo pero no pudo, abrió el mensaje que decía.

[ Deja de confiar ciegamente, te demostraré los verdaderos colores de los que más amas. Habitación 530.]

Eso lo desconcertó, pues esa era la habitación que alquilo para darle la sorpresa a Kana, pero como sabía esta persona sobre esto, fue alguien del hotel que le ayudo a preparar todo o fue alguien más?, no sabía que pensar pero era estúpido, sabía lo que querían dar a entender.

Lo sabía pero no quería ir a ver, comprobar la pequeña espina que se metió en su cabeza era muy difícil para el, si no era verdad y alguien estába jugando con el estaba bien pero iba a hundir a esa persona que quiso verle la cara... Pero si era verdad, si iba a ese lugar y encontraba algo que no quería ver, estaba inquieto, aturdido, pensativo; no tenía ni idea de que hacer, pero no le verían la cara de tonto, fuera quien fuera. Se dirigió al elevador y presiono el 5° piso, estaba sudando, sus manos sudaban y su frente y nuca también, el estómago comenzaba a revolverse, era demasiada presión para el, pero tenía que hacerlo, el sabía que tenía que verlo quisiera o no.

Al llegar dudo el salir del ascensor pero aún así lo hizo camino lentamente dando pasos dubitativos. Parecía que iría a la horca, era el camino al final de su vida tranquila y feliz. Llegó a la habitación y noto que la puerta estaba entreabierta, eso fue extraño pero si alguien quería que viera lo que pasaba allí, suponía que algo así debería pasar.

Lentamente abrió la puerta y escucho los ruidos de adentro, quiso negar que era lo que pensaba, quiso negarlo fervientemente pero sabía muy dentro de el que no era así. Cómo la habitación era amplia al entrar no se notaba la parte del dormitorio, así que avanzo lentamente, y se asomo ligeramente, ahí en la cama estaba la mujer que le había robado el corazón, esa chica linda y autoritaria que le encantaba.

Esa mujer debajo del hombre que la hacía gemir y pedir más, la sorpresa fue lo primero que vino, sabía que si no lo veía el mismo no podría creerlo, pero ahí estaba viendo a esa zorra rogándole a aquel bastardo. Después de la sorpresa vino la decepción y enseguida el enojo, la furia, quería destrozarlos a ambos, quería hacer demasiadas cosas, pero enfrió su cabeza tan rápido como lo hacía en los negocios que observó solo algunos segundos más, se dió la vuelta y salió.