La Bella Antagonista, Prisionera del Mafioso Cruel

"Voy a llegar a casa antes", dijo Sean.

Clara esbozó una sonrisa antes de preguntar: "¿Qué quieres que te prepare?".

"Para esta noche, deja que el chef cocine", respondió el hombre.

La expresión de Clara cambió de inmediato, lo que sorprendió un poco a Sean.

"¿Acaso no te gusta mi cocina?", preguntó la chica, pensando que a Sean no le gustaba su comida.

"No, Clara. No quiero que te canses, puedes cocinar si al día siguiente no tienes clases o estás libre", explicó el hombre mientras tomaba el rostro de Clara, que aún lucía abatida.

"Está bien, entiendo", finalmente la chica volvió a sonreír.

Sean acercó su rostro y le dio un cálido beso en la frente a su pequeña. Clara cerró los ojos, todavía sintiéndose extraña por el dulce comportamiento de Sean.

"No te acerques demasiado al sexo opuesto, porque no me gusta", advirtió Sean al alejar su rostro.

Clara asintió, atreviéndose a besar la mejilla de Sean. Después de lograr sorprender al hombre con su acción... Clara se apresuró a salir del auto de Sean.

Sean miró la espalda de su pequeña que se alejaba, su mano se levantó para tocar su mejilla que acababa de recibir un dulce beso de Clara.

"¡Me está volviendo loco!", gruñó el hombre mientras reprimía una sonrisa.

Clara miró hacia atrás y suspiró aliviada al ver que el auto de Sean ya no estaba frente a la puerta de su facultad. La chica se sintió feliz de que Sean estuviera de su lado.

'Aunque no confío del todo, al menos no tengo miedo de que Sean me mate pronto. Ahora solo necesito hacer que Sean me ame de verdad, para tener a alguien que me proteja de las personas que siempre están del lado de Bella'.

A Clara no le importaba tener solo una persona de su lado, incluso que la protegiera. Al menos esa persona tenía un gran poder, como Sean.

"¡Clara!", Aaron apareció de nuevo y le bloqueó el camino.

El hombre no estaba solo, a su lado siempre estaba la figura de Bella pegada a él.

"¡Necesitamos hablar!", dijo Aaron, a lo que Clara respondió con una mirada perezosa.

"¿De qué tenemos que hablar? ¿No está todo terminado? Ya no tenemos ninguna relación, ¡así que no me molestes!". Clara intentó moverse hacia la derecha, pero Aaron le sujetó la mano.

"¡Nada está terminado! Nunca cancelaré nuestro compromiso, al contrario, te perdonaré si dejas a tu amante y lo abandonas!". La voz de Aaron era un poco fuerte.

Parecía que el hombre lo hacía a propósito, para que la gente lo escuchara. Pero Clara seguía tranquila, porque no le importaban las palabras de los demás.

"No puedo", dijo Clara, haciendo que la mirada de Aaron se oscureciera.

"Clara, ya he tenido la amabilidad de darte una oportunidad. Así que, piénsalo bien o perderás a la persona que amas", amenazó el hombre.

Clara sonrió, su sonrisa se veía muy encantadora e hipnotizó a Aaron por un momento.

"¡Aaron!", la suave voz de Bella despertó al hombre.

Bella lo hizo a propósito, porque no quería que Aaron se sintiera fascinado por la sonrisa de Clara, que se veía tan hermosa.

"Clara, deberías aceptar la oportunidad que te da Aaron. Si yo fuera tú, dejaría a mi amante y aprovecharía la oportunidad que me da Aaron", dijo Bella.

Clara se echó a reír al oírlo, su risa sonaba muy melodiosa. Bella apretó los puños, no vio muchos pares de ojos fascinados por la belleza de Clara, que seguía riendo.

"Clara, ¿por qué te ríes? ¡Lo que dice Bella es verdad!", se enfadó Aaron, que había quedado fascinado por Clara.

"Bella, si quieres a Aaron... ¡toma a Aaron! ¡Te lo daré!", Clara empujó el hombro de Aaron para que se acercara a Bella.

"¡CLARA!", gritó Aaron, a quien no le gustó la acción de su prometida.

"Solo estoy siguiendo su juego, si ustedes tienen una aventura... entonces yo también puedo", dijo Clara con una mirada fría.

Aaron se sorprendió al ver la expresión de Clara cambiar de repente, soltó de inmediato la mano de Bella que había estado sujetando desde hacía un rato.

"¡Bella y yo no tenemos una aventura!", negó el hombre con una mirada afilada.

"¿De verdad? Pero pasas mucho más tiempo con Bella, incluso siempre se toman de la mano y..."

"¡Basta, Clara! ¡No inventes cosas! ¡Aquí la que tiene una aventura eres tú!", interrumpió Aaron mientras agarraba el hombro de Clara.

Clara contuvo un grito de dolor, porque el agarre del hombre era muy fuerte y le dolía.

"Como dije antes, tú y yo ya no tenemos ninguna relación. ¡Ahora eres libre! Puedes comprometerte con Bella, porque eso es lo que quieres desde hace mucho tiempo", dijo Clara mientras sacudía la mano de Aaron, que todavía agarraba su hombro.

"¡Te arrepentirás!", gritó Aaron a Clara, que ya se había alejado.

Clara torció las comisuras de sus labios y murmuró: "Al contrario, tú te arrepentirás de haber lastimado a alguien que te amaba sinceramente".

Clara continuó caminando, porque pronto comenzarían sus clases. Algunos pares de ojos la miraban con miradas diferentes, pero a ella no le importaba.

"Ella ha cambiado", murmuró Eiden, el amigo de Aaron que había estado observando lo que sucedía.

Eiden miró a Aaron, que caminaba hacia él, por supuesto con Bella a su lado. La mirada de Eiden se posó en la mano de su amigo que sostenía la mano de Bella.

"Parece que Clara ya no te ama", la afirmación de Eiden hizo que la mandíbula de Aaron se tensara.

"¡No digas tonterías! ¡Ella me ama mucho!", gritó Aaron con confianza.

Eiden torció las comisuras de sus labios, "Aaron, todos tienen un punto de agotamiento. Tal vez Clara se cansó de ser una prometida cuya existencia nunca tomaste en cuenta, incluso pasas mucho más tiempo con Bella. No será cierto lo que dice Clara, que tú y Bella tienen una aventura..."

¡Bum!

Aaron golpeó la cara de Eiden, haciendo que Eiden no pudiera continuar su frase. Eiden, que no lo aceptó, respondió y finalmente ambos se pelearon.

Bella trató de separarlos, pero ella fue la que recibió un golpe y le salió sangre de la nariz.

El alboroto que hicieron Aaron y Eiden fue escuchado por uno de los médicos que iba a dar clases, por lo que ambos fueron llamados a comparecer ante el Decano.

Clara lo oyó, pero no le importó. Su relación con Aaron había terminado, Clara solo tenía que esperar para ver a su familia.

A la chica aún no se le permitía salir de la Mansión privada de Sean, excepto cuando tenía clases.

"¡Clara!", la llamada la sobresaltó.

"¿Qué pasa, Zelin?", le preguntó a Zelin, que estaba sentada a su lado.

"¡Tu teléfono sigue encendido!", dijo Zelin.

Clara bajó la cabeza, su teléfono no estaba en silencio, así que no sabía que un número desconocido la estaba llamando.

Clara deslizó el botón rojo, estaba segura de que ese número desconocido era el nuevo número de Gabriel que la había estado llamando desde ayer con un número nuevo.

La chica había bloqueado deliberadamente el número de su familia, porque le daba mucha pereza escuchar su ira que siempre la culpaba y mencionaba al causante del problema.

"Si siguen culpándome sin pruebas contundentes, ¡no me lo pensaré dos veces para salir de la familia Lexander!". Clara miró fríamente la pantalla de su teléfono que volvía a estar oscura.

Continuará.