Una Segunda Oportunidad

Theodore llega una hora más tarde, estoy hambrienta, así que de una vez sirvo el almuerzo y nos sentamos a comer, él está diferente, se ve distraído.

- ¿Pasaron grandes cosas no es así? –pregunto y él se queda pensando mientras sonríe, esa sonrisa de ahí solo se puede deber a una chica- ¿Quién es la afortunada?

- No es nada, es una chica que conocí hace unos días, la conocí porque choqué su auto por accidente.

- ¿Estás bien? –pregunto y asiente.

- Solo un golpecito, pero ella estaba realmente furiosa –suelta una carcajada divertida y me quedo mirándolo sospechosamente, estoy a punto de interrogarlo cuando llegan mis padres.

Entran y se sorprenden de ver a Theo en el comedor, mi padre lo saluda, se conocieron hace unos años en una convención organizada por la empresa, así que no es un rostro extraño para él, mi mamá, en cambio, se presenta y parece estar realmente encantada con lo que ve.

- ¿No interrumpimos si nos sentamos con ustedes a comer? –pregunta mi padre un poco más serio de lo normal.

- Para nada papá, no es trabajo, es una charla de amigos –digo levantándome y sirviéndoles de comer.

Mi padre, al darse cuenta de que no hay ninguna pretensión de parte de Theo, baja la guardia y la comida se vuelve una plática amena entre todos, en especial mi madre que realmente está muy fascinada con él.

Ambas nos levantamos a lavar los platos mientras mi padre y Theo hablan de negocios en la sala, mi madre me da un ligero empujón y señala a Theo.

- Si Jared no te quisiera tanto como lo hace, le echara porras a este galán –dice y suelto una risita.

- No dejes que lo escuche, se sentiría traicionado.

- Bueno, no pueden culparme, Theodore suena a buen tipo.

- Suena a tipo increíble mamá… pero en mi caso, ya tengo a mi otra mitad.

- Lo sé, y yo ni decirlo, llego unos treinta años tarde…

- ¡Mamá!

Esa noche cuando ya estoy casi rendida ante los atractivos brazos de Morfeo, por fin recibo una videollamada de Jared, me alegra tanto verlo que tengo una imborrable sonrisa de oreja a oreja mientras me habla de su día, allá es temprano, apenas está por salir de la oficina.

No todo es color de rosas en nuestra conversación, me cuenta que Lilianne se estaba quedando a vivir en casa de su madre, pero que hace un par de noches no ha regresado, así que no han podido localizarla.

- Ya quiero verte, tenerte cerca de mí, consentirte –dice dándome una sonrisa dulce- Hablar con nuestra bebé, decirle que ella y su madre son lo mejor de mi vida.

- Este tiempo pasará volando.

- Eso espero, descansa cariño, te amo.

Nos despedimos y duermo tranquilamente toda la noche.

Al día siguiente llego a la oficina y tengo algunos trabajos atrasados, así que de una vez me centro en resolverlos, Paula llega a mi oficina cerca del mediodía y me anuncia una reunión sorpresa en cinco minutos, así que me voy a la sala de juntas donde encuentro a Theodore.

- Hola, esta reunión…

- Es para anunciar que en poco tiempo me marcho de la empresa.

- ¿Por qué?

- Hay cosas que requieren mi presencia en New York, y allí no hay ninguna vacante.

- ¿Hay algo que podamos hacer?

Los accionistas llegan y quedamos en silencio para dar inicio a la breve reunión, Theo anuncia que se marcha por motivos completamente personales, solo va a estar un par de meses mientras se capacita a alguien para el puesto, cosa que no resulta nada fácil tomando en cuenta que él prácticamente está allí desde antes de graduarse.

El resto de la tarde se pasa volando, llamo a Jared, pero no responde, así que me preparo una cena ligera y me recuesto un rato, mis padres están cenando fuera, aprovecho para adelantar algo más de trabajo.

Tocan a mi puerta cerca de las ocho y cuando abro es Jared, me lanzo a sus brazos y él me abraza por lo que se siente una vida, ojalá pudiéramos pasar la vida abrazados, eso si se siente como estar en casa.

- ¿Qué estás haciendo aquí?

- No soportaba un segundo más sin verte, sin tocarte.

- Eres un tonto –entramos y él se sienta en el sofá.

- Estoy aquí también por Theo… Hablé con el ayer, me comento su situación, no supe que decir, pero pensé en hablar contigo…

- ¿Conmigo?

El asiente y me toma de las manos.

- Con todo lo que está pasando… Sería bueno quedarnos aquí en Madrid –dice y sonrió un poco extrañada por el rumbo de la conversación- Nada nos ata a New York.

- Tu trabajo en la compañía…

- Exacto, es el mismo puesto de Theo aquí, podemos solucionarlo si tramitamos un cambio de direcciones, el tomaría mi puesto y yo el suyo… si tú así lo quieres.

- No es lo que yo quiera, es la empresa fundada por nuestras familias, es nuestro legado…

- Nuestro legado es donde estemos juntos, es solo trabajo, da lo mismo aquí que allá, si volvimos esa sucursal la más exitosa, podemos hacerlo con esta.

- ¿Estás dispuesto a cambiar tu vida por estar aquí?

- Contigo, por estar contigo, aquí o en cualquier otro sitio, contigo soy el hombre que quiero ser para siempre.

- Acepto, te amo, me encantaría formar mi vida contigo en cualquier parte, donde desees.

- Entonces mañana hablaremos con Theo, mi madre estar un poco enojada, pero no es algo nuevo, además, Joseph fue ascendido a tu puesto, es el nuevo director de finanzas, se merecía el cambio.

- También es su legado.

- Estará feliz de saber que por fin seremos felices.

Es la mejor noticia que puedo recibir, Jared y yo seremos felices y estaremos lejos de cualquiera que quiera dañarnos, me encantaba nuestra antigua casa, pero me llena de recuerdos un poco melancólicos, comenzar de nuevo juntos, no nos caerá nada mal.

- Greta tiene a su familia en New York, pero Mildred está sola, luego de la muerte de su madre… Ella es una buena chica, podríamos proponerle venir aquí, trabajar con nosotros algunos días a la semana, antes de separarnos estaba pensando en apoyarla con sus estudios.

- Puedes hablar con ella tu misma, no habla conmigo desde que te marchaste, creo que sabe que fue mi culpa, estará feliz de tener noticias.

- También me gustaría, la llamaré mañana.

Esa noche misteriosamente mis padres no llegan a dormir, pero mi madre me envía un mensaje diciendo que están bien, así que Jared y yo tenemos la casa sola para reponer el tiempo perdido.