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Siempre Juntos... |Trilogía: En Las Buenas Y En Las Malas #2

Siempre Juntos... |Trilogía: En Las Buenas Y En Las Malas #2

Status: En proceso
Genre:Matrimonio contratado / Amor tras matrimonio / Apoyo mutuo / Amor eterno / Casada con el millonario
Popularitas:2.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Maria Solis

⚠️ Continuación de: Tú, sólo tú... |Trilogía: En las buenas y en las malas #1 ⚠️

🚨 Advertencia 🚨

Si no has leído el primer libro de está Trilogía, te invito a hacerlo para que puedas seguir el hilo de la historia.
Sin más que decir, te dejó con la sinopsis...
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Sinopsis:

No todo matrimonio casi perfecto, empieza como tal.
Sobre todo, si en el primer encuentro uno de los dos, vomita sobre el otro.

¿O tal vez si?

NovelToon tiene autorización de Maria Solis para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 20

La habitación parecía estrecharse, apenas iluminada por la luna que se filtraba entre las cortinas. El silencio ya no era suave; era un pulso denso, cargado de hambre contenida.

Cuando sus ojos se conectaron, no hizo falta palabras: todo estaba dicho en las miradas.

Los besos llegaron con una promesa áspera, con una urgencia que iba en creciendo, como si cada suspiro fuera un trueno que anunciaba lo inevitable.

Se miraron y supieron que no habría palabras suficientes para describir lo que les ocurría. Cada mirada era un contrato sin firma, cada respiración un acuerdo tácito. El hambre no era sólo hambre de cuerpo, era hambre de verdad: la necesidad de reconocerse hasta el último rincón, de no dejarse escapar en la promesa de mañana.

Avanzaron con un cuidado feroz hacia la cama, como si cada gesto pudiera romper lo que estaban construyendo entre ambos, y a la vez reforzarlo con la tenacidad de quien ya no puede fingir, piel contra piel, la temperatura del otro golpeando la suya propia, dedos que aprendían a leer cada curva como un mapa improvisado que parecía grabarse a fuego.

No era solo deseo; era una exploración corta y brutal, un reto que aceptaban sin perder la dulzura ni la ternura. En cada contacto, el cuerpo del otro respondía con latidos que se aceleraban, con respiraciones que se cortaban en medio de un jadeo sincero.

—Eres deliciosa...

Las uñas, apenas rozando la piel, dejaban una marca de presencia y de pertenencia; las bocas se buscaban con una paciencia que no sabía de prisas y, al mismo tiempo, una necesidad que ya no cabía en ninguna palabra. El silencio seguía siendo su cómplice, pero ahora estaba cargado de promesas que se decían sin pronunciarse.

—Te deseo, Dion...

Al fin, el contacto dejó de ser idea para convertirse en hecho. No fue una explosión abrupta, sino un crepitar continuo: cuerpos que aprendían el ritmo del otro, que se reconocían en cada respiración, que se ofrecían sin reservas. El mundo exterior se desvaneció; quedaban el peso de la cama, el calor compartido, el temblor que recorría la espalda y la voz que, cuando ya no sabía cómo llamarlo, soltaba un susurro que decía todo.

—Más... Si...

Entonces todo cambió, no con un estallido, sino con un crepitar lento, como brasas que no quieren apagarse. Cuerpos que se reconocían en cada respiración ajena, planos que se rozaban y, al mismo tiempo, se separaban para evitar el daño de una cercanía no deseada.

—Juntos, amor.

El ruido del mundo dejó de existir; quedaban la cama, la habitación y ese lenguaje tan antiguo entre dos personas que habían decidido explorarlo sin lastimarse. Cada movimiento era una pregunta que el otro respondía con una mirada, un suspiro, una promesa muda de que, si alguna vez se perdían, volverían a encontrarse dentro del mismo mapa.

Horas después, envueltos en la misma sábana y en el ritmo compartido de sus cuerpos que seguía latiendo, sabían que algo había cambiado para siempre. No era solo que se hubieran entregado; era que, en esa entrega, habían sellado un pacto: la oscuridad ya no era enemiga, sino territorio en común; el silencio, un testigo; la piel, un mapa que ahora sabían leer con más paciencia y más templanza.

—Te amo.

—Yo más...

Habían cruzado un umbral invisible y regresaron con una certeza nueva: que lo que los unía era físico, espiritual y absoluto, pero también antiguo y delicado, digno de ser cuidado.

Ella no tardó en dormirse y era normal que lo hiciera luego de haber pasado toda la noche juntos.

Pero él...

Él permaneció apenas despierto un poco más de tiempo, así que aprovecho para verla dormir entre sus brazos. Como un animal recién domado, Tina era exquisita como persona y como amante. Recordar como la había probado, lo hacían desear poseerla de nuevo.

Mirando hacia el exterior, sonrió al ver que el sol, empezaba a iluminar todo. Se habían pasado toda la noche en la habitación, disfrutando del otro, él se tomó el tiempo de conocer cada minúsculo detalle del cuerpo de su mujer y cuando supo como es que ella deseaba ser tratada, las cosas cambiaron, aquella habitación fue testigo de su amor, pasión y deseo. No hay un rincón que no hayan usado desde la ducha hasta el sofá.

Por un momento, los gritos de placer de Tina preocuparon al peli negro, no le sorprendería si luego había quejas con los empleados. Aunque francamente no le importaba que los hubieran escuchado.

¡Mejor si todo el mundo los escuchaba!

Deseaba gritarle al mundo quien era su mujer y de lo locamente enamorado que estaba de ella.

Tina se removió en un intento de levantarse mientras balbuceaba algo inentendible. Sonriendo, beso a su castaña en la nariz y esta se calmó y acurrucó junto a él.

Había calmado a la fiera por un momento.

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A Tina se le revolvía el estómago, sentía su entrepierna caliente y eso la hizo abrir los ojos con lentitud para encontrarse con el color miel de su esposo.

Dion estaba sobre ella, entre sus piernas, con la boca sobre su pecho.

—¿Qué... Ah... Dion...

—Intenté de muchas maneras despertarte, lo prometo. —murmuró este sin dejar de mamar —Creo que tengo una obsesión con ellas. —sin dejar de verla, mordió su pezón

—¡Ah! Es temprano, hay que bañarnos y...

—De hecho, ya es tarde.

Tina miró hacia la ventana con asombro.

—No puede ser...

—Son las 3:00 p.m. Para ser precisos, querida. —comentó separandose luego de una última lamida —Vamos a almorzar y bañarnos que aún podemos alcanzar alguna mezquita.

—¿Para qué?

—Para agradecer que nadie se haya quejado por de lo de ayer... Supongo que tener una mansión el doble de grande tiene sus ventajas.

La castaña estalló en una carcajada.

...[...]...

Tina estaba a horcajadas de su esposo.

Sus últimos días Dubai ambos hicieron exactamente lo que Rashid había predicho: estrenar cada rincón de la casa.

Ahora, en el vuelo de regreso, ambos agradecían estar en un avión privado sin nadie más alrededor. No se habían soltado en tres días salvo para lo indispensable.

Cuando sus labios se separaron, la boca del peli negro se dirigió al cuello de la castaña.

—Dion... Para...

—¿Eso quieres?

—No, pero ya parecemos conejos. —se rio

Dion la miró con una sonrisa ladeada.

—Seguro les ganamos.

—¡Eh! —riendo, Tina se alejó de él —Eres insaciable. —sentándose frente a él, deja caer la espalda en el respaldo de su silla

—Y gracias a Dios, mi esposa es todo complaciente. —murmuró este, recorriendo su cuerpo con deleite

Las mejillas de la castaña ardían últimamente con una rapidez asombrosa.

—Calla.

El celular del peli negro sonó con fuerza, sobresaltando a ambos.

—¿Diga? —respondió

Tina encendió su laptop y empezó a redactar parte de su reporte para la revista. Había hecho de todo en Dubai menos hacer su trabajo. Aunque técnicamente no había mucho que decir, la compra-venta fue rápida y Dion la había llevado a conocer el hotel para unas fotos, una sesión de sexo en la oficina de gerente general y unas pequeñas entrevistas a los huéspedes.

—Si iré, lo prometo mamá...

Tina le miró con interés.

—Tranquila... Si, si... Adiós, te amo. —colgó

—¿Todo en orden?

—Estás de suerte amor mío, hay una fiesta este fin de mes en casa de mis padres, así que... Iremos. Es hora de que los conozcas.

—¿Tan pronto?

—¿Tienes miedo?

—No, no... Bueno, algo. —admitió

—Tranquila, te amarán.

—Si no es así... ¿Te alejarías de ellos como tu padre lo hizo con los suyos?

Dion no titubeo ni dudo.

—Sí.

El corazón de la castaña se estrujó con fuerza.

—Te amo.

Dion sonrió.

—Yo más. Oh, es cierto... —acercándose a ella, se arrodilló y saco de su pantalón una caja de terciopelo negra —Lo compré en Dubai, pensaba dárselo en la cena a mi esposa, pero ella es una ninfomana y me violo antes de lo planeado.

Tina rompió en una carcajada.

—¿Ah si? Pobre señor Park, sufrió mucho en su violación.

Dion asintió con tristeza.

—Le pedía que pare pero me ignoraba. —Tina le pego en el hombro y este sonrió —Bueno, fue ella la que rogó, pero hay que decir que lo disfruto aunque no lo quiera admitir.

La castaña no paraba de reír, con la vista nublada por las lágrimas, vio como Dion sacaba un anillo de la caja.

—Es tuyo... —murmuró y tomando su mano, beso sus nudillos antes de deslizar el anillo en su dedo

—Es hermoso... —balbuceo atónita —Pero sabes que no puedo usarlo en el trabajo...

—Lo sé... Pero espero que lo lleves en la fiesta o mis padres me ahorcaran.

Tina asintió con una sonrisa.

—Así será señor Park. Así será...

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Luego de su regreso a New York, las cosas habían cambiado en casa. Dion buscaba contacto con Tina en todo momento y ella gustosa se dejaba hacer.

Era jueves, y Tina había recibido una llamada de Dion para ir a verlo en Dominion antes del almuerzo.

—¿Qué crees que quiera? —preguntó la rubia —Últimamente se ven poco.

Tina había limitado un poco sus encuentros con él en público, ya que pronto se publicaría la entrevista donde anunciaba que estaba casado y sin duda, todos los medios estallarían y buscarían hablar con él. Así que lo mejor era alejarse de los focos.

—No lo sé, tal vez ya saco tiempo para seguir con la entrevista. —mintió mientras tomaba su bolso

—Tal vez... Bueno, me cuentas como te fue.

—Claro.

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—Bienvenida señorita Buller. —Memo le sonrió —El señor Park la espera en la sala de juntas.

Tina se detuvo en seco.

—¿Qué? No... No entiendo.

—Él le explicará todo cuando esté ahí. —Memo la miró y siguió caminando

—¿No puedes adelantarme algo? —rápidamente, la castaña lo alcanzo —Necesito saber a lo que me estoy enfrentando...

El joven le sonrió.

—Hemos llegado. —dicho eso, abrió la puerta —La señorita Buller ha llegado.

Todos los presentes la miraron desviando su mirada de una proyección con gráficas.

Dion Park se levantó de su silla y camino hasta ella.

—Adelante. Gracias, Memo...

El asistente cerró y Tina se vio observada por varios hombres y algunas mujeres.

—Damas, caballeros... Les presento a la señorita Buller. Ella está aquí para tomar nota de la junta y publicar un reportaje de como hacemos el proceso de calidad en Dominion para que los hoteles tengan el mejor servicio posible.

—Pero Dion, ¿si da información confidencial? —preguntó un hombre de al menos 60 años

—Confío ciegamente en ella señor García. —mirando a una estupefacta castaña, le sonrió —Tomé asiento a mi lado.

—C-claro...

Dion le apartó la silla y le entrego una carpeta.

—Para que este al corriente... —mirando al presentador, asintió —Continúa Oliver por favor.

Tina abrió con temblor la carpeta que Dion le había dado y al leer el documento, no pudo evitar sonreír y suspirar de alivio.

..."Tranquila, yo me haré cargo de todo, sin embargo, como socia minoritaria sería bueno que escuches y luego me des tu punto de vista con respecto a los temas a tratar, nunca viene mal una opinión objetiva y ajena a la empresa. También te doy permiso de usar información general de lo que se hable aquí"....

Luego de leer el documento, recibió un mensaje.

Te ves deliciosa. ✓✓

Tina abrió grande los ojos y miró al peli negro con asombro. Él escribió algo más y pronto le llegó otro mensaje.

¿Qué? ¿No puedo decirte lo tentadora que te ves? ✓✓

Tina sonrió y respondió:

^^^¿No debería estar concentrado en esas gráficas, señor Park? ✓✓^^^

Con mi esposa presente hago de todo menos concentrarme. ✓✓

^^^Si no te comportas, me voy. ✓✓^^^

Solo si me prometes que te quedarás a almorzar. ✓✓

^^^Bien. ✓✓^^^

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T.N
JAJAJAJAAJJAA 😂 ame
T.N
Jajajajaj uy si, es muy creíble
T.N
Jajajajajja algo así presentía que iba a pasar
T.N
Owwwww me encanta 🥰 ya se sabía que la querían pero no había leído interacción entre ellos dos y que bueno que la quiere 🤩
T.N
😂😂😂😂😂😂
T.N
🤯🤯🤯🤯🤯🤭
T.N
Si ya me agradaba antes, ahora más
T.N
Personalmente y muy de cerca 👀
T.N
Aaaaah! Ya lo sospechaban que lindo
T.N
Ya sabemos quien gano jajajajaja
T.N
Amo sus conversaciones 💖
T.N
Cada día los amo más 💖💘❤️‍🔥
T.N
Owwwww 🥹 Tina no sabe ni papas pero el la necesita ahí 😭❤️‍🩹
T.N
Llego la hora?? Ufff la bomba va a estallar pronto 💣
T.N
Jajajajaajan quiero un Dion 😭😭
T.N
Justo eso iba a decir jajajaja me sorprende que luego de dos años la señora Park quedará embarazada porque sino, tendrían ya su equipo de futbol jajajajaja
T.N
JAJAJAJAAJ
T.N
Aaaaaaaah! Que hermosooooooo 😍❤️‍🔥
T.N
¿Por qué cambiaron la portada? Esta fea 😭😭😭😭😭😭💔💔💔💔💔
Maria Solis: ¡Hola hola!

Lo sé, no me preguntaron al cambiarla... Ando viendo si lo puedo solucionar Jajaja

Nos estamos leyendo 🖖🏼
total 1 replies
T.N
Llego la tan esperada noche de bodas jajaja
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