No te cases si tu corazón aún no ha logrado superar y hacer las paces con el pasado, porque no solo te perjudicarás a ti mismo, sino también a tu nueva pareja.
Esto es lo que finalmente provocó conflictos en la relación entre Rania y Andres.
Su matrimonio estaba al borde de la separación porque el pasado de Andres de repente apareció entre ellos, y más aún, la actitud fría e indiferente de Andres cansó a Rania de seguir luchando por su matrimonio, ya que parecía que solo ella había estado luchando por su relación todo el tiempo.
Finalmente, ella optó por irse. Pero, ¿puede hacerlo? Especialmente ahora que su esposo, quien antes era distante, de repente ha cambiado y se ha vuelto más atento con ella?
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Capítulo 21
Pedir perdón no es tan fácil como parece. Un corazón herido ya está demasiado lastimado para sanar. Ahora, lo que queda es arrepentimiento. Y, para que vuelva a ser como antes, se necesita tiempo y un compromiso real.
El arrepentimiento tardío de un marido que siempre fue frío e indiferente con su esposa, debe ser castigado con una palabra: divorcio. Un golpe directo para él que nunca había valorado a su esposa correctamente. Y por primera vez, finalmente sintió la pérdida de una figura importante. El vacío se sentía tan real que le hizo darse cuenta de lo importante que era su esposa en su vida.
Sin embargo, no es tan fácil como chasquear los dedos, las disculpas y el arrepentimiento no son suficientes para derretir el corazón de su esposa, que ya está herido por su actitud. Ahora, debe arreglarlo si no quiere que su matrimonio termine de verdad.
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Después de tres días sin noticias y sin volver a casa, Andres finalmente encontró a Rania. Actualmente, Rania se está quedando en una pensión sencilla. Y Andres vino con el propósito de llevarla a casa.
"Pensé que volverías a tu antigua casa, pero ¿por qué te quedas aquí?"
Andres se encontró con Rania, que en realidad eligió quedarse en la pensión, y la confrontó directamente en cuanto llegó.
"Solo me quedo aquí temporalmente hasta que termine mis asuntos", respondió Rania con calma, aunque se sorprendió y no esperaba ver la repentina presencia de Andres en su pensión.
"¿Qué asuntos?", preguntó Andres mientras miraba alrededor de la pensión donde se hospedaba.
Sin embargo, Rania guardó silencio sin responder, lo que hizo que Andres la mirara y volviera a hacer la misma pregunta.
"¿Qué asuntos quedan por terminar?", volvió a preguntar Andres.
"No necesitas saberlo", respondió Rania con frialdad y se alejó sin más.
Su actitud llamó la atención de Andres, lo que le hizo acercarse a Rania, que seguía intentando evitarlo.
"¿Por qué sigues evitándome, Rania?", dijo un poco molesto con una mirada de tristeza en los ojos.
Una vez más, Rania se quedó callada e intentó evitar a Andres de nuevo.
"Rania, por favor, mírame a los ojos", llamó Andres a Rania, que seguía evitándolo, con un tono de súplica.
Pero Rania no se inmutó y siguió evitando. Intentó ignorar a Andres y se esforzó por no hacer contacto visual con él. Su actitud parecía reafirmar su decepción hasta el punto de que ya no le importaba la presencia de Andres, que había venido a verla.
"Será mejor que te vayas a casa, mas, porque no quiero hablar de nada contigo hoy".
Rania finalmente abrió la boca, pero en realidad le pidió a Andres que se fuera de su pensión. Lo que, por supuesto, dejó a Andres sin palabras al ser expulsado por Rania.
"¿No podemos hablar un momento? Porque hay tantas cosas que quiero decirte", dijo Andres en voz baja.
"No hay nada más de qué hablar, considero que entre nosotros se ha acabado, mas".
Andres no se movió al escuchar las palabras de Rania. Especialmente por el tono de voz de Rania, que era tan firme.
"¿No podemos empezar de nuevo? Esta vez, realmente me arrepiento y quiero compensarlo, Rania..."
Andres suplicó con mucho arrepentimiento, pero Rania se negó sin pensarlo. Rania lo dijo con firmeza frente a Andres después de haber intentado evitarlo.
"Nuestra relación ha terminado", recalcó Rania de nuevo.
El cuerpo de Andres se congeló al ver la firmeza de Rania. Como si no hubiera ninguna grieta para que él cambiara de opinión a su esposa, que quería separarse de él. Andres trató de mantener la calma cuando vio que su esposa no se movía en su decisión de separarse de él.
"Es mejor que me grites, que me abofetees la cara para que te sientas aliviada, pero te ruego que no me dejes".
Andres, que solía ser frío y no decía mucho, esta vez suplicó lleno de arrepentimiento delante de su esposa.
"Yo..." Se quedó en silencio un momento, controlando su expresión y su tono de voz "Realmente no estoy de acuerdo con nuestra separación".
Andres parecía frustrado con la palabra separación, lo que le hizo estar tan angustiado delante de Rania y se esforzó mucho por salvar su matrimonio.
