renaci en otro tiempo
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capítulo 21
Así, el Emperador de Hordio selló su ultimátum, suspiro de la desesperación que tenía no podía esperar tenerla en sus brazos
ya era de mañana cuando Mía salio de su bolsito, como en unas horas estaría en la frontera decidió ponerse un traje de hombre con marcas de dragón, y un antifaz negro, los soldados fueron informados de que pronto estarían en la frontera, Mía había puesto el mismo tiempo normal para no hacerles pasar más meses dentro del espacio dimensional.
después de cabalgar por horas llevo a su destino, vio varias carpas puestas a lo lejos, estaba cansada de tanto cabalgar pero debía llegar urgentemente, siguió un poco más y ya cerca de las carpas unos soldados la pararon.
usted quien es? ¿qué es lo que hace aquí?
ella bajo de su caballo- vengo a buscar al quinto príncipe, dígale que el maestro mushu esta aqui- ordenó activamente.
-puede esperar aquí, un rato, iremos a preguntar mientras te revisan- especuló el soldado.
se fue corriendo rápidamente, mientras un pelirrojo con ojos café y una estatura de 1.50 se acercaba a ella.
-disculpe señor debo revisarlo- menciono
-está bien, pero no me quitare la máscara
-Está bien- contesto- puede quedarse parado sin moverse?
-Dale, te pediría que lo hagas rápido.
El muchacho prosiguió a revisarla, después de terminar dijo - Ya está, gracias, perdón es que debemos revisar a todo el que entra al campamento.
-No pasa nada es tu trabajo- espetó.
A lo lejos varios soldados venían eran los soldados de Mía, se acercaron rápido.
-Hola maestro- hablo un grandullón con una cicatriz en la mejilla.
'Hola Roid como estas?- saludo ella
-Bien, por ahora y usted se a tardado mucho, los muchachos estaban preguntándose cuando vendría ¿verdad chicos?
si- se escucho la voz de varios soldados al unisono.
-Está bien, ya estoy aquí- menciono- sigan haciendo las cosas que hacían- ordenó
-Está bien, nos vemos, maestro- saludaron todos
Cuando los soldados se iban el quinto príncipe apareció
-hola, Maestro Mushu- se inclinó para saludar
-Hola príncipe- se inclinó
-Le quiero presentar a alguien a quien con quien e hablado mucho de usted-
El príncipe hizo una señal y de una de las carpas salió un hombre de aspecto imponente. Su presencia era tan fuerte que parecía llenar todo el espacio a su alrededor. Vestía un uniforme militar con insignias que indicaban su alto rango. Mía sintió un nudo en el estómago al verlo. Era su padre, el general Winston.
Maestro Mushu, permíteme presentarte a un viejo amigo, el general Winston - dijo el príncipe con una reverencia.
El general Winston se acercó y Mía se inclinó en señal de respeto. El general la miró con curiosidad, sus ojos se estrecharon un poco al ver su disfraz.
Un placer conocerlo, general Winston - dijo Mía, manteniendo su voz firme y segura.
El placer es mío, Maestro Mushu - respondió el general, con una voz profunda y resonante. - He oído mucho sobre ti.
Mía asintió, agradecida por la amabilidad del general.
te me haces conocido, ¿nos vimos en alguna parte?- dijo el general, mirándola fijamente.
Mía se quedó sin palabras. ¿Cómo podía responder a eso sin revelar su verdadera identidad?
No lo creo general Winston, yo nunca lo eh visto- respondió finalmente, tratando de mantener la calma.
El general la miró durante un largo momento, luego asintió lentamente.
Tal vez tengas razón, Maestro Mushu - dijo, con una sonrisa. - Pero no puedo evitar sentir que hay algo en ti que me haces conocido
Mía se quedó en silencio, sin saber qué decir.
-No lose, quizás se a equivocado de persona, soy un maestro de las artes y no me gusta hacerme famoso y menos conocer gente, si no es importunar decir no me gusta salir mucho- contesto ella.
Bueno, en eso puede que tenga razón- con un tono tranquilo- ¿le gustaría hablar mientras comemos?- menciono
Claro me gustaría- respondió ella-debemos hablar de la situación.
Prepararon comida y empezaron a hablar de él Emperador de Hordio
-no sabemos que es lo que quiere por el momento- explica el general
-podemos infiltrarnos y buscar la información\, de eso me encargo yo *explica Mía*
-Está seguro? - pregunta el príncipe
-Claro que sí, estoy más que seguro y voy a buscar la información a partir de mañana claro después de descansar del viaje y traer algunos de mis soldados- respondió Mía
-bueno en eso quedamos y que hacemos para hablar entre nosotros mientras buscas la información.
De eso no se preocupen- mi calmo- yo encontraré la forma de informarles.
Después hablar y comer, Mía decidió descansar, iba a hacer muy difícil enfrentar al Emperador y aún más averiguar porque la quiere allí, mientras que su padre en su propia carpa está hablando con el príncipe.
-Está seguro que es confiable?, no lo conozco, pero siento algo raro, a mi parecer es demasiado joven para ser un maestro, si no fuera porque su aura es fuerte dudaría de la habilidad del príncipe, con respeto.
-si confío en el, es muy fuerte (es tu hija) después de todo me a demostrado que puede tener mi confianza-
él general suspiró- Está bien le daré una oportunidad, príncipe, pero no olvide que si nos traiciona usted será responsable- fueron las palabras del General
Salió de la carpa del príncipe
*suspiro* madre e hija me mataran uno de angustia y el otro me degollara- suspiro
Al día siguiente, todos entrenaban, Mía se acercó a sus soldados.
Muchachos- los llamo- verán ahora estamos aquí y debemos evitar una guerra, pero si una empieza ustedes deben proteger a la gente.
Los soldados escuchan a su jefa, Ella les enseñó varias cosas y ahora ellos saben lo que deben hacer.
El príncipe se acercó a ella
-príncipe- me inclino- quiero hablar con el general y usted -mía llevaba su máscara y su traje de hombre.
El príncipe la saluda y la lleva con el general
Como dije ayer, me infiltrare y ustedes estarán al tanto de todo, deben estar consciente de no hacer un movimiento para alertar al enemigo, serna informados todos los movimientos que hago, pero necesito ayuda para poder tener al enemigo a raya,
con una mira llena de desconfianza - como le dije al príncipe no confío en usted ni un poco- me mira molesto- no dudo de su poder, pero no me genera confianza con es máscara puesta-
ya veo, esta bien, tiene su derecho al desconfiar, pero no me sacaré la máscara todavía -desafiante
Bueno está bien confiaré en usted, pero si nos atreve a traicionar yo mismo lo mataré- espetó el general.
bueno acepto eso, no tengo problemas por hacerlo- serena y tranquila -como dije tengo un plan para infiltrarme, así que espero que espere mi orden, yo le avisaré cuando atacar o no- sin mucho gesto
Príncipe Debemos hablar- mirándole a los ojos sin mucha expresión- general espero que entienda mis acciones, les mandare los informes- me inclino y salgo de allí.
en la carpa del príncipe me sacó la máscara y respira aliviada
-como sabrá me infiltraré con ayuda Así que necesito que Usted siga mis órdenes pie de la letra—esperando respuesta y me asombro cuando él se arrodilla como lo haría un caballero haciendo un juramento
—Mia, mi dama, Estoy a tus pies, me mataría si así lo pidieras—agarra mi mano y deja un beso en ella me sonrojo por tal confesión
-buena- miro hacia otro lado y vuelvo a mi actitud normal-Le agradezco-en ese momento no sabía qué decir un silencio incómodo se hace presente entonces el habla
–espero tu orden en cualquier momento deberás cuidarte estando allí o deberé ir a rescatarte- tenía un brillo en sus ojos que me decía en ese momento era cierto.
Para ella estaba Claro que ese hombre parado enfrente iría a la guerra por ella,, pero no quería corresponder un silencio Se hizo presente pero un soldado llamó afuera esa rápidamente se puso la máscara y salió de allí después de un rato mia entró al espacio y fue con los bandidos en el calabozo a decirles que en una hora saldrían y que debían llevarla con el emperador después de hacer eso salió del espacio y fue con sus soldados
-como sabrán tendré que ir de incógnito necesitaré varios hombres para cualquier cosa, necesito voluntarios ahora-espetó una orden bajo la máscara
un alto y con músculos se ofreció -me gustaría unirme- después un pelirrojo -Yo iré -con coraje más hombres se ofrecieron
bien los demás quedarán en el campamento- minutos más tarde estaban ya en la frontera metió a los soldados en el espacio
ella se puso su vestido y se sacó su máscara.
sacó a los bandidos del espacio
llevenme a partir de aquí- los bandidos procedieron a llevarla hacia el campamento enemigo
después de una hora entran en el campamento los bandidos hablan con un hombre con cabello oscuro y piel morena que miran a mía con frialdad
el agarró una soga y ato sus manos, la llevo a una carpa vacía y la dejó allí
mía se sentó en la cama, la carpa parecía lujosa con seda fina e incienso floral que solo tiene la realeza afuera de la carpa se sentía una conversación una voz y familiar que la memoria de la antigua dueña del cuerpo No sabría decir de dónde
después un hombre Rubio ojos azules pareciera un ángel entro, mia lo miro se notaba que era el emperador por la corona, Pero se veía muy joven para hacerlo. El la mira con un brillo de amor
Mía actuando asustada- ¿quién eres? y ¿por qué me trajiste aquí? - debía sacar información
El hombre parado frente a ella la mira como si de un tesoro se tratara —soy yo que salvaste no te acuerdas -esperanzado por su respuesta
Ella lo miro
Debo decir que no me acuerdo de ti Por qué secuestrarme eso no tiene sentido- asustada y curiosa.
Soy yo el chico que salvaste Hace 2 años en el lago en medio del bosque soy Lu fei
No me acuerdo de ti
Bueno quizás no te acuerdas de mí- con una sonrisa ladina- pero yo te tengo en mi mente de ese día
Lo miró ese hombre estaba mirándola mal
Mía- mirándola con deseo- Te traje aquí por la promesa de que serás mi Emperatriz-agarró su mentón- no te dejaré ir, mataré al que se interponga- con una sonrisa malvada.
Seré tuya tan fácilmente Lu fei- actuando aterrorizada y desafiante:no te dejaré que te salgas con la tuya- con miedo
Amiga esta se le hizo un flashback que matar en su día anterior un jefe de la mafia actuando débil para poder infiltrarse y poder arrestarlo e incluso matarlo
Él la miró se acercó ya un beso en la mejilla eras aparta
Serás mía, sin que te lo esperes, iremos a mi Palacio la guerra no se hará, ya te tengo en mis manos - él sale diciendo eso de la cabaña.
Ella saca Brainton del espacio:deberás informar al príncipe de la situación dile que no habrá guerra, pero que se quede en la frontera y que cualquier cosa le aviso, dígale que diga a mi padre, que el emperador solo estaba paseando en la frontera-
-Si ama, pero usted estará bien? -pregunto él
si estaré bien, oíste al Emperador, y necesito planear esto, ahora vete sin ser visto- Brainton se fue y salió sin ser visto como era un animal que era sagrado para él sería fácil.
Mía quedó pensando por alguna razón no recordaba que la antigua dueña había salvado a alguien, intentaba recordar, Pero no podía pareciera que ese recuerdo estaba bloqueado.
Después de una hora al emperador volvió a entrar miró y habló - iremos al palacio ahora mismo retiraré las tropas, pero si intentas escapar Pero dónde estabas y mataré a la gente inocente como a tu abuela.
Mía no podía creer lo que acaba de escuchar enfurecida en sus adentro pero lo ocultó ahora sabría que debía derrocar a este hombre.
Lu fei y la sacó, afuera un carruaje estaba allí, antes de hacerla subir desató sus manos y después la empujó adentro al instante él subió.
Mía no pudo hacer nada más que subirse, ella lo estudiaba y miraba el camino cuando el carruaje comenzó a moverse.
Mía sentía la mirada de él en todo su cuerpo, estaba actuando asustada y triste mirando el paisaje.
Después de 8 horas en el carruaje sin hacer paradas ni nada, llegaron al palacio. a lo lejos se veía una hilera de sirvientes, el palacio brillaba se veía que era una estructura de oro y plata, piso de mármol.
Cuando el carruaje paró se inclinaron el bajo primero y habló con quien parecía ser un mayordomo y con un soldado, que tenía la vestimenta de un general.
Después de un rato él se acercó al carruaje, hace una señal de que baje, le da la mano y Mía debe aceptarla.
Todos los sirvientes la miran, entonces él llama a dos sirvientas y un soldado.
-Llévenla a la habitación cerca de la mía— Ordenó.
—Mía princesa, tú iras con ellas—Se acerca a su oído— No intentes escapar y síguelos con calma, no olvides lo que te dije —Susurrando en su oído y su voz amenazante— La mira por última vez y se va con el general.
—Por aquí señorita, síganos por favor!— Mía solo asintió y las siguió callada, debía aguantar.
El palacio estaba muy decorado para mi, gusto, había estatuas de oro, Mármol, y todo de plata. Las sirvientas me dejan en la habitación sola, me acercó a cama y me siento, seguramente están afuera de la habitación así que no hablo de nada. Entró al espacio dimensional y voy donde están los soldados y los dragones, empiezo entrenar con ellos cuerpo a cuerpo.
—Han mejorado mucho— descanso en una banca— pero no lo suficiente.
–jefa es porque usted más de esta forma de pelear- se excusa el pelirrojo.
—Pueden que tengan razón, pero sigan esforzándose muchachos— contestó ella tomando agua.
—Si Jefa — hablaron todos
Cuando sentí que alguien iba entrar a la habitación salí rápidamente del espacio con la ropa que traía cuando me raptaron.
Salí y después de un rato vi con él entraba
—ahora saldrás para comer en el comedor Mía, ellas te vestirán y te darán un nuevo vestido- ordenó
Lo mira, pero debe parecer derrotada, las sirvientas entra y él sale, me empiezan maquillar y poniendo un vestido voluptuoso.
la guían al comedor, el esta sentado en una de las puntas sonriendo al verla llegar.
se sentó y quedo mirándolo, debía parecer triist3 y sin ganas, temerosa, pero no tanto.
—Come preciosa— el decía mientras le acercaba un plato
—No tengo mucho apetito—
-parece que no entiendes, no te estoy preguntando es una orden- lo decía con una cara angelical, pero su tono era amenazante y agrego si no come tendré que matar al chef- me miro algo que hizo que mi piel se erizara.
No contesté
-Llamen al chef- ordeno a sus soldados, ellos salieron, después de un rato volvieron con un hombre mayor y vestido de chef.
— parece que a mi amada no le gusta tu comida, no quiere comer, así que cómo castigo tendré que matarte por no cocinar.
No término de decir esas palabras el hombre se arrodilló -señor por favor no lo haga- suplicaba. Mi corazón se hizo añicos.
-comeré -interrumpí- no le hagas nada
Él sonrió- está bien no le haré nada, llévenlo y denle un pago extra- ordeno.
comí lo más rápido que pude lo miró
-quiero irme a mi cuarto- actuó afligida.
-daremos un paseo primero- el sonríe toma mi mano y nos dirigimos al jardín.
bajo la luz de la luna este hombre parecía todo un Adonis, pero su actitud y su personalidad era fría,
-Sabes eh esperado mucho tenerte, y mostrarte este lugar en aquel tiempo la poca conversación que tuvimos me habías dicho que te gustaban las rosas blancas- mientras tomaban mi mano, lo cual me hacia sentir incomoda, debía soportarlo - ven- me guío hasta un lugar secreto del jardín y allí vi unos rosales blancos, me parecía hermoso-¿te gusta el pregunto- lo mire vi como esperaba una respuesta.
un silencio tomo espacio en aquel lugar.
-yo...-debería aceptar que era lindo- es bonito el jardín, pero mi flor favorita cambio- solté.
bueno puedo plantar tus favoritas- el se arrodillo-me gustaría que estuvieras a mi lado toda la vida, conocerte mejor-
Lo observé con atención, no sentía nada no era yo a la que el recordaba y no lo iba hacer.
-lo siento pero no...- Se lo comunica. el cambio su cara a una de enojo.
-bien no quieres por las buenas lo querrás por las malas- termino de decir eso, agarro mi brazo con fuerza un leve dolor se me hacia por dentro, me llevo hacia la habitación- te quedaras aqui hasta que me quieras y me ames tanto que no querrás separarte de mi- me tiró con fuerza hacia la habitación y cerró la puerta rápidamente y fuerte.
Me volvió a dejar sola allí, una marca en la muñeca me dejó.
Ahhh- suspiró, con una señal agua sale volando hacia mi brazo, haciendo que desapareciera la marca.
-que debería hacer, siento que metí en problemas, pero es sencillo, solo es un obsesivo, debo ponerle fin a esto, por ahora debo hacer que estoy enamorada locamente- un suspiro fuerte.
Brainton apareció delante de Maon, el miraba al hombre que tenia al frente.
-principe- hablo algo que asusto al principe que estaba de espalda.
-tu quien eres- vio como Brainton se sentó en la silla donde estaba
-mi maestra me a mandado a darle un informe- el príncipe lo miro
-bueno y que es lo que digo Mia?
-no habrá guerra, quédese en la frontera y que cualquier cosa le avisaba, dígale al padre, que el emperador solo estaba paseando en la frontera.
-pero y ella- pregunto apresurado
-lo siento ella se quedara un tiempo, no haga nada por ahora yo vendré a avisarle por cualquier cosa- bostezo Brainton.
-cuando vendrá ella- pregunto
-como dije eso no lo se- brainton mio el principe parecía preocupado- tome- hizo aparecer una bola- con esto se podrá comunicar con ella, pero deberá esperar hasta que yo llegue a ella- termino de decir eso y desapareció.
el principe quedo con la bola, suspiro y salio a informarle al general Winston.
-como que solo estaba paseando y el donde quedo?
-quedara a vigilar por si algo mas pasa, mas tarde podemos comunicarnos con él- un poco inquieto.
los dos se quedaron mirando por un momento hasta que el general hablo.
-ire hacer una carta al emperador, avisando la situación- salio rápidamente de ahí, dejando al principe que sentó y suspiro, pensando que estaría haciendo ella.
-principe Shaw- se inclino el sacerdote SECTA SANGRE DE DRAGÓN 🐲
-Bueno, alguna noticia?, donde esta o una ubicación?
-disculpe pero no encontramos nada- mintió, ya que día atrás la señal mando una ubicación.
-bueno- sonrió -nos vemos... - salio de allí.
cuando salio del templo, este pregunto a su guardia que información tenia.
debo decirle que ubicaron a la sacerdotisa en el imperio Hordio majestad, eso es lo que me informo nuestro espía- inclino la cabeza.
-interesante- sonrió
-Brainton y ¿esto? - mirando al panda que tenía delante.
-Solo, se me hace más cómodo, así - mientras se acomodaba en la cama.
-y lo creaste es por eso que estas en tu forma de panda? - mirándolo
-No... solo que quiero descansar un poco con esta forma...-dijo antes de dormirse
lo meto en el espacio, el emperador es capaz de obligarme a amarlo, cosa que es fácil adivinar lo dijo con su propia voz.
lo meto en el espacio, me acuesto mirando el techo, cierro los ojos.
En un campo de flores aparecen dos personas, y una niña pequeña en los brazos de la mujer.
—-Mamá, papá—, un grito desesperado por alcanzarlos, todo se volvió negro y apareció un hombre en el funeral.
Tendrán que salir de la casa, mirándonos de manera de desprecio. Mirando a la niña que tenía agarrada de la mano.
—Yo te cuidaré, hermana —. Después de decir eso, miles de recuerdos de cómo pasé trabajando desde pequeña para sacarnos adelante, a la noche estudiando, y en los días que me convertí en una asesina contratada.
También donde conocí a mi ex, y el último recuerdo de mi vida pasada, cuando mis seres queridos me traicionaron.
Se puso oscuro y estando sola.
Abrí los ojos y ya era de mañana, fui al espacio, me dolía la cabeza, así que tuve que tomar un remedio, Brainton comía, mientras veía a los soldados entrenar
son buenos-hablo Multi mientras mordía una fruta divina.
sí pero no es suficiente, debo entrenarlos más, pero está bien por ahora, no quiero cansarlos hasta el punto de que no puedan más- suspira mientras se toca la frente.
-chicos- interrumpió ella- vayan a descansar unos días- ordeno
-si jefa- los soldados se fueron a sus habitaciones.
-Multi, Fuego y Blanco síganme debo hablar con ustedes- hablo mientras se dirigía a la casa, llegaron se sentaron.
-necesito que busquen en la biblioteca información sobre la ama de dragones, sé que ustedes saben, pero me gustaría leer sobre eso y seguramente está en esa biblioteca, Brainton los llevara- ellos asienten- Brainton para qué es esto- pregunta mientras muestra una bola.
-es un comunicador, este se comunica con otra bola, que tiene el receptor. claro que solo funciona llamando desde esta, más la otra parte no puede hacerlo- responde mientras se mete en la boca una frutilla que estaba en la mesa.
- ¿cómo funciona me lo puedes decir? - interroga ella.
-claro, señora- hace seña de soldados- solo debes poner un poquito de su poder y podrá comunicarse- bromeo- el príncipe está triste-
- ¿Maón?- interrogo ella sorprendida mientras sus cachetes se ruborizaban
—Si ese sonreía mientras juntaba sus manos sobre la mesa— deberías llamarle. Él tiene la otra parte y sonríe mientras ve a ella ruborizarse más.
—Tú cállate, Mía, se va de allí y sale del espacio.
Se sentó en una silla, mientras dejaba la bola, en la mesita frente a esta, recordó lo que había dicho Brainton, y su cara empezó a tonarse rojo.