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Mi Cuñado Ahora Es Mi Esposo

Mi Cuñado Ahora Es Mi Esposo

Status: En proceso
Genre:Romance / Venganza / Amor tras matrimonio / Posesivo / Arrogante / Reencuentro
Popularitas:28.4k
Nilai: 5
nombre de autor: AMZ

Serena estaba temblando en el altar, avergonzada y agobiada por las miradas y los susurros ¿que era aquella situación en la que la novia llegaba antes que él novio? Acaso se había arrepentido, no lo más probable era que estuviera borracho encamado con alguna de sus amantes, pensó Serena, porque sabía bien sobre la vida que llevaba su prometido. Pero entonces las puertas de la iglesia se abrieron con gran alboroto, los ojos de Serena dorados como rayos de luz cálida, se abrieron y temblaron al ver aquella escena. Quién entraba, no era su promedio, era su cuñado, alguien que no veía hacía muchos años, pero con tan solo verlo, Serena sabía que algo no estaba bien. Él, con una presencia arrolladora y dominante se paro frente a ella, empapado en sangre, extendió su mano y sonrió de manera casi retorcida. Que inicie la ceremonia. Anuncio, dejando a todos los presentes perplejos especialmente a Serena.

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Capitulo 6

Serena estaba sentada bajo la sombra del viejo árbol que se erguía junto al anexo, aquel que había convertido en su refugio cada tarde. El libro descansaba entre sus manos, y sus ojos recorrían con calma las líneas, aunque su mente pronto empezó a divagar. Recordó a Rhaziel leyendo sus primeras frases, con la voz insegura y el ceño fruncido por la concentración. Una sonrisa orgullosa se dibujó en su rostro al evocar aquel momento, pero poco a poco la alegría se desvaneció, dando lugar a una punzada de preocupación.

—¿Dónde estará él ahora? ¿Tendrá hambre? ¿Sed? ¿Estará herido o sintiéndose mal?

Sus labios se cerraron en una delgada línea y su tez perdió el brillo. Conocía a Rhaziel hacía ya varios meses, y aunque no era mucho el tiempo desde que habían comenzado a hablar, la incertidumbre la acompañaba cada vez que pensaba en él. Nunca decía nada de sí mismo. Serena deseaba saber más, comprenderlo, sentirse parte de su mundo. Lo consideraba su amigo,su único amigo, pero la distancia que él parecía mantener le dolía y la hacía sentir frustrada.

No sabía entonces que muy pronto descubriría la verdadera identidad de aquel niño que tanto le preocupaba.

Esa tarde ocurrió algo inusual. Después de más de seis meses en el anexo, sin haber visto jamás a la Condesa Julia ni a su prometido Roger, Serena recibió un mensaje inesperado, debía presentarse en la mansión principal.

El aviso la dejó helada. Sus manos comenzaron a temblar y un nudo le apretó el estómago mientras se encaminaba hacia el lugar. ¿Por qué la llamaban? ¿Qué querían de ella? ¿Qué le harían? ¿Vería a Roger?. Cada paso se volvía más pesado hasta que, finalmente, se encontró frente a la mujer que la había llevado a ese lugar.

La Condesa Julia la miró con una frialdad inquietante, como si estuviera observando un objeto. El corazón de Serena se agitó, sus palmas sudaban, y apenas podía evitar que sus rodillas se doblaran. Julia no dijo nada al principio; simplemente sostuvo la taza de té entre los dedos y la observó en silencio, haciendo que la incomodidad de la niña creciera.

Finalmente, la condesa dejó la taza sobre la mesa con un leve sonido de porcelana y habló.

—Muéstrame lo que has aprendido.

Serena parpadeó, sorprendida. ¿Ese era el motivo de su llamado? Tardó apenas unos segundos en reaccionar, pero ese breve silencio bastó para que la mirada de Julia se endureciera aún más.

—¿Acaso eres tonta? —espetó con desprecio—. ¿O por qué no respondes?

—N-no, mi señora —balbuceó Serena, apresurándose a inclinar la cabeza—. Discúlpeme, por favor.

Con torpeza contenida, comenzó a demostrar lo que había aprendido en las lecciones: las posturas, los gestos, la manera correcta de moverse. Sus manos apenas dejaban traslucir el nerviosismo, pero cada palabra y cada movimiento eran un ruego silencioso de aprobación. Cuando terminó, respiró aliviada... hasta que levantó la vista.

La expresión de Julia revelaba desagrado.

—Acércate.

Serena obedeció con pasos temblorosos, tragando saliva. Apenas se detuvo frente a ella, Julia tomó la taza de té que aún conservaba restos en su interior y, con un movimiento lento y calculado, la volcó sobre su cabeza.

El líquido frío resbaló por su cabello y su rostro, empapando parte del vestido. Serena se quedó inmóvil, en shock, mientras el corazón le latía desbocado.

—No es suficiente —dijo Julia con voz gélida—. Para estar al lado de mi hijo, deberás esforzarte mucho más.

Los labios de Serena temblaron, pero logró inclinar la cabeza.

—Me... me esforzaré, mi señora. Haré lo posible por mejorar.

Julia no respondió. Simplemente apartó la mirada, como si Serena hubiera dejado de existir en ese instante.

Con las mejillas húmedas, no solo por el té, Serena salió del salón conteniendo las lágrimas y aún sintiendo en la piel el peso de la humillación.

Serena salió de la mansión principal con pasos pesados. Caminaba por el corredor silencioso cuando un murmullo captó su atención.

—Hace días que no veo a ese niño… —dijo una doncella en voz baja, mientras otra asentía con un gesto nervioso.

Esa simple mención despertó la curiosidad de Serena.

—¿De qué niño hablaban? ¿Podría ser…?

Antes de que pudiera reflexionar más, un ruido áspero, un forcejeo acompañado de voces alteradas, resonó desde el extremo del pasillo que acababa de dejar atrás. Giró la cabeza con sobresalto y, movida por un impulso que no alcanzó a cuestionarse, se escondió tras un pilar de mármol. Desde allí, con el corazón latiéndole en la garganta, observó.

Sus ojos se abrieron con espanto.

Rhaziel.

El niño estaba siendo arrastrado, casi a rastras, por dos sirvientes corpulentos que lo sujetaban como si fuera un delincuente y no un muchacho frágil. El cuerpo menudo del niño apenas resistía, pero su rostro, endurecido, trataba de no mostrar dolor.

Serena sintió cómo la sangre se le helaba en las venas. El temor la invadió de golpe. ¿Lo habían descubierto? ¿Habían notado que robaba comida? Su primera reacción fue dar un paso al frente, dispuesta a interponerse aunque no supiera cómo. No podía permitir que lo castigaran.

Pero entonces escuchó.

— Oh... Hablando de él, ahí está. Ese pequeño bastardo se parece tanto a su verdadera madre… —escupió una de las doncellas con desdén.

—Es justo que la Condesa lo odie. Imagínate, tener que criar al producto de la infidelidad de tu esposo… —respondió la otra con una risa seca.

Las palabras fueron como un puñal. Serena se llevó una mano a la boca para contener el jadeo que escapaba de su pecho. Se ocultó más tras el pilar, con los ojos clavados en el suelo, sintiendo que el mundo se inclinaba bajo sus pies.

—Rhaziel… hijo del Conde. Pero no de la Condesa Julia. Un hijo ilegítimo.

De pronto todo encajó. Sus ojos, esos mismos ojos oscuros e intensos que tanto la desconcertaban, eran similares a los de Roger. Medio hermanos. Su prometido y Rhaziel compartían la misma sangre.

Un mareo la recorrió. No era un simple niño al que había conocido en aquella casa, ni un huérfano extraviado entre pasillos ajenos. Era su cuñado… y sin embargo vivía tratado como un sirviente indeseado. Como un estorbo.

Las manos de Serena se cerraron en puños temblorosos contra su falda. La impotencia la quemaba por dentro. Lo entendía ahora, la negligencia, el desprecio, la crudeza con que lo trataban. No era el hijo de la señora de la casa. Y aún más cruel… su propio padre, el Conde, había permitido todo eso.

—¿Cómo puede un padre…?— pensó con furia y tristeza, pero la respuesta surgió amarga en su mente. Recordó al suyo. Recordó cómo la ignoró durante toda su vida y la había vendido como sí de en un objeto se tratara.

Claro. Los padres podían ser indiferentes. Los padres podían abandonar.

Era horrible, pero era verdad.

Un nudo le apretó la garganta mientras volvía a mirar al niño arrastrado por los pasillos, no podía hacer nada. De repente, lo comprendió con una claridad dolorosa, ella y Rhaziel tenían mucho más en común de lo que jamás había imaginado.

Dos hijos desechados por sus padres. Dos existencias marcadas por la indiferencia de quienes debían protegerlos.

1
Rosa Pandui
Santo Dios,,pobre niña
Rosa Pandui
Es el inicio de una historia muy interesante
Elizabeth Yepez
pobre serena tener que casarse con ese pervertido
Yoraima Jaimes
Ojalá que Shakan la encuentre
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Hay nooo que asco de tipo ese Roger
Mitsuki G
Por lo menos Serena logró evitar que ese desgraciado intentará abusar de ella en ese momento ya que al ver a todas esas usadas dónde ve le interesa a Serena al verla pura no como las otras más usadas que nada me alegro saber que ese tipo no la tocara hasta la boda por lo menos con lo que vimos al inicio ese tipo no pudo hacer nada por qué Razhiel llegó a tiempo quien sabe si matandolo quien bien lo merece es un parásito en la sociedad y me alegra más que esa princesa que es buena se lo quede que busque alguien más que le compre su familia este Razhiel no es para ella
Blanca Ramirez
excelente historia
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Si condesa en un par de semanas dejaras de respirar junto a tu engendro. Hay como los odio y pensar que en estos tiempos hay gente peor que esas dos escorias
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Esa dulzura y ternura de la princesa va a durar poco apenas la rechacen va a sacar su verdadero ser, bruja monte hagas ilusiones las cosas son como son
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Que Dios cuide a la pobre Selena y espero una muerte cruel para la.condesa y su engendro
Yoraima Jaimes
pobre serena
Fattim.AR.
lamento decirle esto princesa, pero Raziel ya está apartado para Serena, así que no se haga ilusiones. 😺
Mitsuki G
Hay no pobre Serena esa bruja supo hacerlo bien la tiene encarcelado en esa habitación para que no vaya a huir que mal por ella ya que terminó en una prisión donde tiene sus perros guardianes de la bruja cuidandola ya vimos como llegó a esa boda por que la bruja le impidió la oportunidad de huir y lo mejor aunque no para esa princesa mimada hueca que piensa que todo es color de rosa y creé que su hermano le busco marido por cariño es más que nada amarrar a Razhiel no por que piense en su felicidad pero me da gusto que si no se ve mala la princesa pero tendrá que esperar a otro que le compré sus padres ya que Razhiel tendrá que apurarse para salvar a Serena y ser el esposo nada más de ella si la princesa sigue necia sera la concubina despreciada
Leonor Galillejo
buen trabajo
Elizabeth Yepez
pobre serena ahora sí no va a poder escapar de horrible pesadilla
Elizabeth Yepez
no puede ser ya no va a poder ir a trabajar y como va hacer para irse y con la escoria del prometido
Alma Delia Morales
RAZIEL TIENES QUE LLEGAR PERO YAAAAAA ,ANTES QUE ESE MALDITO LA VIOLE😭😭😭😭😢😭😭😭😭😭😟😟😟😟😟
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Hay nooo autora no permitas algo tan cruel y degradante que le puede pasar a una mujer como es una violación, algún milagro debe pasar para que no llegue a la vida de Selena algo tan aberrante, no se lo merece.
Rurcel Lacourt
diooooooos pobre Serena, estoy tan desmayada como ella, aquí ando a mil para buscar una salida.
que pasará 🤔 todavía falta mucho por qué regrese su salvador.
y este loco pervertido autoritario y con una madre loca y permisiva. no podra salvarse de lo que quiera hacer este loco.😭😭😭😭😭😭😭😭
Melisuga
¡Pobre Serena!
Todos sus planes acaban de esfumarse como un débil suspiro.
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