Sarah siempre había tenido a Liam en su vida, pero jamás imaginó que sus sentimientos por él podrían cambiar. Es el mejor amigo de su hermano, un chico que siempre estuvo en su órbita, pero nunca en su corazón. Sin embargo, una noche mágica, bajo el brillo de las estrellas, todo cambia. La atracción es inmediata, poderosa, y aunque duda, no puede evitar sucumbir al deseo. El amor se convierte en una lucha interna entre lo que siente y lo que debe hacer. ¿Podrá vivir con el riesgo de perderlo todo por un amor que parece destinado a romper las reglas?
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Secreto
Sarah:
Después de unos segundos de que Liam subiera por esas escaleras, me dirigí a la cocina. Tomé mi plato de frutas picadas, el jugo de naranja, y quise subir a mi cuarto
— Comerás en el cuarto —preguntó Doruk.
—Sí, ehm - veré mi serie favorita —le sonreí.
—Lo que digas —dijo sonriendo— Yo también iré a dormir
Sonrió otra vez y subió casi corriendo a su cuarto, eso sí, sin tumbarme, porque si me rozaba
—Tu hermano está mal, siempre lo he dicho —rió
—Todos ustedes están mal —lo miré
—Más tú, sobre todo —dijo subiendo a su cuarto
—Ahora resulta que los desgraciados me detienen y se largan —suspiré
Subí a mi cuarto con pasos lentos, arrastrando los pies, como si cada escalón pesara el doble. Cerré la puerta con cuidado y me senté en la cama. Me quedé mirando el plato de frutas. El silencio se sentía demasiado grande, demasiado cargado, así que tomé el control y puse la serie que más me gustaba. Comencé a comer mi fruta, tratando de distraerme, de no pensar demasiado
Pero incluso con las voces de la pantalla llenando el cuarto, mi mente no dejaba de divagar. Cada bocado sabía a poco, como si algo me apretara el pecho desde adentro. Quise reírme con una de las escenas, pero solo me salió una mueca cansada. Me recosté, dejando el plato a un lado, y miré el techo. A veces, lo único que se puede hacer es quedarse quieta, esperando que pase. Noah había removido algo dentro de mí. No solo por lo que sospechaba, sino porque su ternura me recordaba que estaba jugando con fuego. Que si todo esto salía mal, podía perder mucho más que un amor secreto. Y sin embargo no podía evitarlo
Me levanté sin pensarlo demasiado, descalza, con el corazón en la garganta. Abri la puerta de mi habitacion , todo estaba oscuro solo podia ver el picaporte de la puerta de la habitacion de liam que quedaba justo alfrente de la mia y a un metro de la de mi hermano suspire , Caminé rapido hacia la puerta , el suelo frío bajo mis pies. Me detuve frente a la puerta de Liam. Dudé un segundo, y toque suavemente , El estaba despierto
senti sus pasos cuando se acerco abrirme la puerta , entre rapidamente , solo logre ver la luz tenue de su lámpara encendida y el celular en la cama . Al verme, su expresión cambió Se suavizó Se encendió
—No podía dormir —susurré
—Yo tampoco —dijo él, cerrando con seguro la puerta y estirando una mano hacia mí— Ven
Caminé con el hasta su cama, me senté en el borde de su cama y él me envolvió en un abrazo lento, profundo, como si supiera que lo necesitaba más que el aire. No dijimos nada durante un buen rato. Solo nos abrazamos. Hasta que me separé apenas, lo suficiente para mirarlo a los ojos
—Noah me preguntó por ti —murmuré
Liam frunció el ceño suavemente
— Qué le dijiste - lo mire
—Lo que pude. Pero está empezando a notar cosas
me miró , Sus dedos rozaron mi mejilla con una ternura que me hizo temblar
—Y tú, Estás bien con esto - la mire
—No sé —respondí con sinceridad—. A veces siento que me ahogo. Y otras como ahora, siento que solo quiero estar aquí. Contigo
Entonces me besó. Lento. Profundo. Como si necesitara probarme que todo esto era real. Que, a pesar del miedo, él también lo sentía
Me dejé llevar, aferrándome a su cuello, hundiéndome en su pecho, en ese calor que solo él me daba. El mundo podía estar derrumbándose allá afuera, pero en sus brazos todo tenía sentido. Cuando nos separamos, respirábamos agitados
—Sarah —dijo él con voz baja, sus dedos entrelazados en los míos— No sé a dónde va esto. Pero sé que no quiero que termine. No quiero perderte . Le acaricié la nuca, sintiendo cómo se erizaba su piel bajo mi tacto
—Tampoco quiero perderte, Liam Pero tenemos que ser más cuidadosos
—Lo seremos —prometidó— Lo que sea necesario. Pero no me pidas que me aleje
—Jamás te lo pediría - lo mire
Nos miramos por unos segundos más, en ese silencio que solo comparten los que se aman de verdad. Y entonces, volvimos a besarnos. Con más hambre. Con más ternura. Como si el mundo se acabara en ese cuarto, en ese instante. Yo no sabía qué iba a pasar mañana. Ni cómo íbamos a ocultarlo de todos. Pero esa noche, por primera vez, no me importó. Porque lo tenía a él. Y con eso, por ahora, bastaba
