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Tutora De Un Rebelde

Tutora De Un Rebelde

Status: En proceso
Genre:Escuela / Romance / Comedia / Amor-odio / Diferencia de edad
Popularitas:1.3k
Nilai: 5
nombre de autor: HananFly

Quiero a mi novio, pero últimamente discutimos mucho y ya no sé que hacer. Ha metido a su ex novia a su casa pero él asegura que no pasa nada entre ellos. Mi sexto sentido me dice que algo va mal, aunque no tengo pruebas. Hace poco conocí a un niño y no paramos de tener infortunios. ¡Ahora soy su tutora! ¿Por qué no puedo sacarlo de mi mente?

NovelToon tiene autorización de HananFly para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

El premio

—Y eso fue lo que pasó—le di una gran mordida a mi hamburguesa.

—Qué gran basura. ¿Y te llamó de nuevo?

—¿Tú que crees?

—Qué no.

—¿Entonces para que preguntas si sabes?

—Ayer los astros estaban alineados—Comentó Lilly dando un sorbo a su batido de extraño aspecto.

—Pues no me alinearon la vida, mas bien la pusieron mucho más de cabeza—bufé algo agotada de los mismos dilemas—¿Y tú? ¿Cómo te sientes?—estaba preocupada de verla comer cosas poco saludables aun cuando no estaba del todo mejorada.

—Normal. Ayer tomé un baño de esencias para alejar las malas vibras que me causaron ese dolor del infierno.

—Es verdad, pequeña Helen. Yo estuve allí. Hasta le hice un delicioso masaje en la espalda, ¿Cierto?—intervino Daniel, quien apareció de la nada a donde estábamos charlando.

—No distorsiones la realidad, rarito. Fui yo quien te hizo el masaje—saltó mi amiga antes de que pudiera malentender la situación, pero sinceramente estaba logrando el efecto contrario—Helen, ¿Puedes creer que este hombre de no se cuántos metros, porte de deportista y supuesto casanova; se baña con agua tibia? No hubo luz en mi casa, así que no podíamos usar el calentador. ¡Y le ha dado un tremendo calambre en la ducha!—Daniel estaba ligeramente avergonzado por sus palabras.

—Es que si me baño con agua fría me resfrío—confesó sentándose al lado de Lilly.

—Eso es completamente absurdo. El agua fría mejora las defensas del cuerpo—refutó ella, ejerciendo sin éxito presión para que él no lograra su cometido.

—A ver, a ver, a ver. Un segundo que no estoy entendiendo. ¿Te has quedado en casa de Lilly?—le pregunté.

—¡Sí! Fue un sueño hecho realidad. Parecíamos una pareja de recién casados, e incluso le agradé a su abuela—expresó con entusiasmo y disimuladamente, robó el batido. Lilly le miró con mala cara, pero no le molestó tanto como pudo haber ocurrido tiempo atrás. Estaba bastante sorprendida.

—Tita no ve nada malo en los demás. Ella es asi, un amor de persona. Y ni muerta me caso contigo. Qué no se te ocurra profanar mi tumba.

—Algún día pensarás diferente.

—Pues, quién sabe...de momento iré a ver a Iván. Me prometió ir a la pastelería a disfrutar como debe ser ese cupón.

—¿Qué no aprendes? Acabas de salir de un mal rato y ya vas de nuevo a comer dulce.

—Shh. No digas nada, Helenita. No le deseo mal a ella, pero así podré cuidarla cuantas veces sean necesarias—dijo Daniel con ojos enamorados mientras la veiamos alejarse. No podía con tanta dulzura.

—Bien, si tu lo dices...espero pienses igual cuando te vomite encima. También me iré. Ya es hora de entrar en mi papel de maestra—bromeé.

Tras despedirme, recogí mis cosas y me dirigí a la casa de los Alonso. En el camino me puse a pensar en que Daniel supo aprovechar la salida del sábado para ganar puntos. Me sentía feliz por él y a la vez preocupada por Iván. Ambos eran buenos muchachos y estaba segura que cualquiera de ellos sabría cuidar y apreciar a mi amiga. Sin embargo, quien tenía la última palabra es ella. Yo la apoyaría fuera cual fuera su decisión.

Una vez que llegué, toqué el timbre para anunciar mi llegada. Esperé un breve instante hasta que un manojo de llaves me avisó que alguien estaba a punto de recibirme.

—Has tardado—habló Leo a manera de saludo con su torso desnudo. No podía negarlo: tenía lo suyo. Instintivamente desvié la miraba. Si lo veía mucho podía caer en cuenta de la belleza y sensualidad que él tenía. Y para mí, una mujer con novio, eso era un pecado.

—Ponte algo—le ordené sonando lo más madura e indiferente posible.

—Estaba a punto de hacerlo—me informó—pero has llegado...es tu culpa. Pasa. Hay algo que quiero mostrarte—expresó con una extraña emoción. Jamás lo había visto así. Me parecía lindo...

Tomó de mi muñeca y me jaló hasta su habitación. Durante el trayecto, aproveché para saludar a su madre, quien estaba en la cocina como ya era común de ver. Su barriguita ya empezaba a notarse. Quizás estaba próxima a cumplir los cuatro eses de gestación.

Dentro de la habitación, en un sutil movimiento, Leo me sentó en el asiento en que él solía sentarse para estudiar. Se apresuró hasta su cama para tomar del bolso qué allí reposaba un par de hojas escritas y las puso sobre el escritorio para que les echara un ojo.

—¿De verdad lo has hecho tu?—pregunté sin poder creer lo que estaba enfrente de mí.

—Sí. Y mira. Han puesto el ejercicio que hice mal y me explicaste. Fue como una cosa del destino—me señaló. Era verdad.

—¡Esto es increíble! ¡Estas calificaciones son mucho mejor de lo que esperaba! Estoy tan feliz por ti—me levanté y en un impulso me lancé sobre él para abrazarlo. Mi reacción le sorprendió obviamente, sin embargo, la sorprendida resulté yo luego de que él correspondiera.

Estuvimos así solo unos pocos segundos, a pesar de sentir que el tiempo se había detenido. Mi mente me decía que no estaba del todo bien, pero mi ser entero se sentía fenomenal. Me hubiese encantado haber estado más tiempo. Su tacto era suave, como si tuviera miedo de apretarme más de la cuenta.

—Lo siento,—me adelanté—fue la emoción del momento.

—Sí —se limitó a decir. Luego continuó—pero, es un triunfo a medias—le miré confundida.

—¿Qué quieres decir?

—Una de las profesoras no cree que lo haya hecho por mi cuenta. Esta segura de que empleé algún truco sucio para copiarme. Dijo que llevaría el caso a revisión y en el peor de los casos tendría que presentar de nuevo los exámenes—esbozó una amarga sonrisa.

—Tita tiene un refrán que dice: Crea fama y acuéstate a dormir. No es fácil para los demás confiar en ti cuando has demostrado ser un agente de desorden público, vago y desinteresado. Pero descuida, estoy segura de que podrás lograrlo de nuevo.

A Leo me miró directo a los ojos. Mi estómago se revolvió sin razón.

—Entonces. ¿Me darás un premio si me portó bien y hablo todas las actividades?—dijo caminando abrupatamente el tema, con curiosidad y cierta diversión en sus palabras. Me acomodé de nuevo en la silla.

—Sí. Creo haber dicho algo como eso.

—¿Lo que yo quiera?

—Siempre que esté a mi alcance, por supuesto.

—Acompáñame al club.

—¿Hm?

—Quiero que me veas jugar. Ese es el premio que quiero. Pasar la tarde contigo.

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Maria Elena Martinez Lazaro
yo también diría que eres una estúpida Pero que le vamos hacer a lo hecho pecho
Maria Elena Martinez Lazaro: jajajaja también yo le haría lo mismo
HananFly: Helen fuera mi amiga y la quemaba. Y si es necesario hasta le jalo el cabello para que le reaccione el cerebro. Jajajaja
total 2 replies
Maria Elena Martinez Lazaro
Que tierno su primer beso
HananFly: Si 🥹. Espero que Helen se responsabilice por eso
total 1 replies
Maria Elena Martinez Lazaro
excelente
Andrea noemi Gamboa
o por Dios me encanta.
HananFly: Hola mi amor. Que bueno que así sea. Espera con ansias el próximo capítulo
total 1 replies
HananFly
Una Trama bastante interesante
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