NUEVA LUNA

NARRADOR

Una vez que la Sra. Ana y Sr. Sebastián se retiraron del lugar, fueron directamente a su casa a hablar con su hija Annie.

Una vez llegaron a su casa, se empezaron a preparar mentalmente para la conversación que iban a tener con su hija Annie.

Al percatarse que no se encuentra presente, la madre decide mandarle un mensaje para preguntarle dónde estaba.

A los minutos, Annie le contesta que no hay porque preocuparse, ya que no le falta mucho para regresar. Ella aparece al cabo de media hora después.

Al entrar a la casa y llegar a la sala de estar y ver a sus padres se dio cuenta de que algo estaba pasando y definitivamente no era bueno.

— Annie, ya llegaste — le dice la mamá intentando sonar tranquila, pero no logró.

— ¿Qué está pasando? ¿Por qué tienen esas caras? — les pregunta ella con incertidumbre.

— Hija, necesitamos hablar contigo sobre algo muy importante en el cual quieres que estés involucrada — habla el padre en esta ocasión.

— ¿Sobre qué exactamente? — pregunta con cautela, porque presiente que lo va a escuchar no le gustará para nada.

— Primero queremos que nos escuches con atención y después queremos que expreses lo que opinas al respecto. ¿De acuerdo? — se expresa la Sra. Ana con antelación.

— Sí...— responde Annie con inseguridad.

Ambos padres sueltan un pesado suspiro, mientras comienzan a hablar, tratando en lo posible de siempre observar el rostro de su hija para evaluar su reacción, pero a medida que avanzan se les hace más difícil.

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Al terminar de hablar todo queda en un silencio sepulcral.

Pasas los minutos mientras Annie para seguir procesando lo que acaba de escuchar.

— ¡¿Están locos?!— hablan de repente en un tono elevado y el cual claramente refleja su molestia.

— Hija... — comienza a hablar Ana en un intento de aligerar la molestia de su hija.

— No mamá... Detente en este preciso momento — la interrumpe Annie. — Es mi momento de hablar¿no es así?

En ese momento ninguno se atrevió a decir más nada.

— ¿En verdad continúan con todo eso de la profecía? ¿Por qué no se rinden de una buena vez con ese tema?.

Los problemas que esto ha causado ya han sido más que suficientes. ¿Acaso no se dan cuenta?. Nina ya nos odia por todo esto que le hicimos pasar.

¿Tanto para qué? Para destruir completamente a nuestra familia. Eso fue lo que logramos y sé que no me sirve de mucho sentirme así en estos momentos, pero no hay día en que no me arrepienta de todas las decisiones que tomé.

El hecho de haber dejado deslumbrar por toda la atención que siempre recibía desde que era pequeña, porque tontamente creí que eso era lo que siempre iba a querer en mi vida.

¿Y qué logré? Con esto decidí minimizar los sentimientos de mi hermana y por eso la perdí. — en ese momento ella tomó una pequeña pausa.

A Annie se le fue quebrando más la voz a medida que hablaba.

Con un poco de esfuerzo trató de hablar nuevamente.

— Pero a ustedes por lo visto no le importa en lo más mínimo...— el Sr. Sebastián no soportó más y la interrumpió.

— Es no es cierto. Te lo aseguro por mi vida hija, nosotros también nos sentimos tan mal o incluso peor que tú, pero lamentablemente somos incapaces de regresar en el tiempo y evitar todo esto.

Decidimos decirte esto, no con el fin de que aceptarás esto, sino para que estés al conocimiento de lo que intentan hacer.

Sabemos que aunque les advertimos que si te negabas no te obligarían a cambiar de opinión y ellos dieron a entender que lo aceptarían sin mayor problemas, somos conscientes de que no son personas que se rindan con facilidad, menos todavía si piensan que sus ideas son las respuestas adecuadas a sus problemas.

Así que debes andar con cuidado mientras tanto buscamos motivos válidos que no puedan refutar.

— Si lo que ellos necesitan es un motivo para desistir, yo se los puedo brindar sin ningún problema... No solo que me niego a participar en esto, sino también está el hecho de que ya encuentre a mi pareja...

— ¿Qué? ...— ambos padres exclaman sorprendidos ante esta información.

—Bueno... Casi — Annie empieza a hablar con más calma, mientras suelta un suspiro — El mes pasado cuando me fui de vacaciones al extranjero, cuando estaba junto a mis amigos frente a un hermoso paisaje para tomarnos una foto, de un momento a otro me llegó un delicioso aroma, el cual para mí, desgracia, no lo pude captar a detalle.

Porque así con la misma rapidez con la que lo percibí desapareció.

Pero de igual manera logré ver de quién provenía, incluso por azares del destino logré captarlo dentro de la foto, así que después de sobornar a la administración del hotel logré obtener solo algo de información sobre él.

Porque todo este tiempo he puesto mi mayor esfuerzo en ubicarlo para poder conocerlo como se debe.

Así que sin importar lo que suceda de ahora en adelante, no pienso rendirme con mi compañero.

Por mis estupideces ya no tengo el cariño de mi hermana, por lo tanto, no voy a correr el riesgo de perder a mi compañero. Ya basta de perder a las personas importantes en mi vida.

Annie, sintiendo que no tenía más nada que decir, se fue a su habitación.

Al mismo tiempo dejo sus padres solos en la sala, siendo consumidos por sus pensamientos y emociones turbulentas.