La Obsesión De Un Beaumont

En cuanto llegaron al puerto, Cesare y Selene fueron fotografiados por la prensa, y el escándalo se desató en segundos Cesaré Saracco era acusado de narcotraficante en Italia junto a Selene Kyriakos hija del reconocido empresario griego.

Mackenzie se encontraba en la sala junto a su hermano cuando recibió la llamada de Francesco.

— ¿ Qué estas diciendo?, pregunto Mackenzie.

— Lo que acabas de escuchar, mi oficina recibió la llamada de una periodista consultando esta en todos los medios de Italia, parece tenían pasaportes falsos.

— Le dare la noticia a mis tíos y te llamo exclamó Mackenzie.— Cesare esta en Italia, iré a buscar el tío parece que salió en las noticias lo detuvieron exclamó Mackenzie mientras subia a la habitación abuscar a su tío...

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Selene miraba a Cesare quien se encontraba en la celda de al lado.

Cesare caminaba de una punta a la otra se hagarro a los barrotes y grito:- Tengo derecho a realizar una llamada.

— Puedes callarte, solo me pones más nerviosa exclamó Selene.

— Por si no te das cuenta princesa estamos siendo acusados de narcotraficante, eso sin contar la documentación falsa.

— No me había dado cuenta de que alguien está jugando con nosotros, pensé que era un día en el spa dijo Selene.

— Deja el sarcasmo pasaremos una larga temporada aquí si no demostramos que somos inocentes y alguien que no sabemos quien es, nos está fastidiando.

Selene lo miró y se acercó a los barrotes.— Mi mamá exclamó ella.

— ¿ Qué tiene tu madre?, pregunto Cesaré

— Mi mamá es Isadora Asher, comenzó a usar el apellido Denakis de adolescente exclamó Selene confundida.

— ¿ Estamos aquí por tu madre?, pregunto él furioso.

— No dije eso, exclamó Selene.

— Ya cállate.— Tengo derecho a una llamada gritó Cesare.

— Tú no me harás callar exclamó Selene.

— Por si no te das cuenta princesa, saldremos en primera plana, no espero que una bohemia como tú lo entienda dijo Cesare con desprecio, pero en mi mundo la reputación lo es todo desde los 20 años trabajo para levantar mi empresa y no puedo permitir que mi imagen se vea afectada.

—Eres un idiota, Cristos no me sorprendería que me culparas a mí con tal de salir bien librado exclamó Selene.

— Tal vez no sea mala idea, después de todo tu madre es Isadora Asher exclamó Cesare.

Un guardia llegó en ese momento.— Silencio, los llevarán al cuarto de interrogatorios.

— ¿Me cree idiota?, no hablaré sin un abogado presente exclamó Cesaré.

— Pues está de suerte, su abogado ya está aquí exclamó el oficial.

Cesare siguió al oficial se sorprendió de ver a Francesco Leone acompañado de una mujer.

— Te presento a Leonela Marchioni, trabaja en el bufete de mi padre, te representará mientras tu familia llega ¿ si estas de acuerdo?.

— Es un gusto dijo Cesare estrechando su mano.

—Mi consejo es que siga sin declarar, por favor cuénteme lo que paso.– Cesare comenzó a relatar lo ocurrido.– Según tengo entendido hubo una denuncia de que una barcaza atracaría en la costa unas treinta horas antes, así que los estaban esperando. Le sugiero que no diga nada, las autoridades se pondrán en contacto en unas horas quedara demostrado que ustedes fueron secuestrados, seguramente los liberaran mientras se lleva a cabo la investigación.

— Según me dijo Mackenzie la familia de Selene fue avisada, deben estar por llegar comento Francesco.

— Tal vez la señora Kyriakos sepa de quién se trata, todo parece indicar que está involucrada en el asunto...

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Mientras tanto en Estados Unidos Charles Beaumont hacia su primera aparición ante la prensa desde que se diera a conocer la noticia.

— Conozco a mi primo y creo firmemente en su inocencia y sé que la justicia se encargará de limpiar su nombre respondió Charles.

Charles se negó a responder más preguntas e ingreso a la reunión de La Cámara de comercio de Estados Unidos.

Mientras saludaba a los diferentes miembros y representantes, observó en un rincón a Madison Willians conversando con un Embajador. Charles se acercó a ellos y los saludo

—Madison … –dijo él, y su tono convirtió su nombre en un sonido increíblemente sensual penso ella, no entendía como Charles lo conseguia, habia curvado ambas sílabas en torno a su lengua y haciendo que parecieran casi una caricia. Pero su mirada pareció contradecir la suavidad de aquel sonido, penso ella.

En cuanto el Embajador se retiró Madison dijo:

– Me sorprende verte aquí, hable con Ella me comentó que varios irían a Grecia.

— Sí, Dante y Rashad fueron comento Charles.

He estado algo ocupado, por suerte ya se sabe donde está. Charles sonrió, le interesaba Madison, era atractiva y era una buena candidata para sus planes. Solo tenía un problema Dante, su primo también estaba considerando sentar cabeza y estaba considerando a Madison, a pedido de Dante había sido incluida en varias reuniones, pero por algún motivo Dante aún no había dado ese paso y él se ocuparía de que no lo diera.

Charles pidió una copa, y se la entrego a Madison le sorprendió que Charles escogiera su bebida favorita.

–Gracias –dijo Madison, que escuchó con alivio el tono firme de su propia voz. Aquello le dio valor para alzar la mirada… Y casi perder de nuevo el equilibrio al encontrase ante los ojos más intensamente azules que había visto en su vida, profundos, claros y brillantes como el Mediterráneo iluminado por el sol del mediodía.

El calor que emanaba de su cuerpo parecía envolverla, así como el aroma de su piel que, mezclado con el de una penetrante colonia, le produjo una especie de intoxicación sensual

— ¿ Has venido sola?, no he visto a tu padre, Charles estaba tan cerca que su aliento agitó los mechones rubios que se curvaban tras la oreja de Madison –.

— Sí, papá está de viaje le había pedido a mi hermana que me acompañe pero le aburren estos eventos.

La banda comenzó a tocar y varias parejas se dirigieron a la pista.

— ¿Deseas bailar?, pregunto él.

Ella lo miro desconcertada. — Quiero bailar.

A Charles le daba igual bailar, pero si hacerlo implicaba seguir en contacto con Madison, ver cómo subían y bajaban sus pechos al ritmo de su respiración, contemplar como iba y venía el rubor de sus mejillas, aspirar el delicioso aroma de su cuerpo, no pensaba ser el primero en apartarse.

Madison escuchó sus propias palabras resonando en su cabeza, pero apenas las reconoció. No solo queria bailar, sino que se había sentido abrumada por un anhelo incontrolable de hacerlo con aquel hombre. Charles era tan complejo, era increíblemente frío y controlado. Pero al mismo tiempo parecía estar seduciéndote cuando te hablaba.