Un chico frío, cruel, con un aura muy aterradora y temido por toda la escuela de repente se vuelve malcriado y tan posesivo con una chica que incluso llora por ella.
Si, Kelvin William Smith, un joven de 18 años que aún cursa 3er año de secundaria, pero a una edad relativamente joven se ha convertido en el CEO de Smith, pero todo ha cambiado desde que Arabella Adhitama llegara a su vida
"¡Nunca te dejaré ir, cariño!" dijo Kelvin con su voz ronca.
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Capítulo 21
Después de recoger a Bella, fueron directamente a la playa. Apenas llegaron, Bella corrió hacia el agua y pasearon por la orilla.
Bella vio un puesto de alquiler de bicicletas e inmediatamente invitó a Kevin a dar una vuelta.
"¿Solo queda una bicicleta, señor?", preguntó Bella al encargado.
"Sí, señorita, solo queda una".
"Bueno, la tomaremos, señor".
Kevin cogió la bicicleta y Bella se sentó en la parte de atrás, agarrándose a su cintura.
Después de un rato pedaleando, Kevin invitó a Bella a sentarse a disfrutar de la puesta de sol.
Se sentaron sobre una tela con la comida que Kevin había pedido, sin olvidar el agua de coco.
"Qué hermoso", dijo Bella mientras el sol se ponía.
"Sí, como tú", respondió Kevin.
Bella se quedó sin aliento.
"No digas tonterías", dijo Bella, disimulando su nerviosismo.
Kevin, al ver su reacción, se rió entre dientes en silencio.
"Tómame una foto", dijo Bella, entregándole su teléfono a Kevin.
"Mejor con el mío, luego te la envío", respondió Kevin. En realidad, solo era una excusa para tener una foto de Bella en su teléfono.
Después de tomar algunas fotos, Kevin le pidió a Bella que se acercara para tomar una juntos.
Después de pasar un buen rato en la playa, Kevin llevó a Bella a un restaurante para cenar.
"Buenas noches, señorito Smith. ¿Qué puedo hacer por usted?", dijo el camarero.
"Lo de siempre", respondió Kevin con indiferencia.
Kevin se dirigió a la sala VIP. Ya había pedido la comida, y al poco rato el camarero llegó con ella.
"Come, cariño", dijo Kevin, sirviéndole la comida a Bella.
"Mmm, qué rico", dijo Bella.
"Prueba esto", respondió Kevin, dándole de comer en la boca.
Bella aceptó el bocado de Kevin. La comida que elegía Kevin nunca le decepcionaba. Después de cenar, se fueron directamente a casa.
°°°°
Era domingo por la mañana y Bella se estaba preparando para ir al apartamento de Kevin porque tenían que hacer un trabajo para el instituto. Después de prepararse, bajó a desayunar.
"Buenos días, abuelo, abuela".
"Buenos días", respondieron sus abuelos al unísono.
"¿Adónde vas tan arreglada a estas horas?", preguntó su abuelo.
"Voy a estudiar en grupo", respondió Bella.
"¿Con quién?".
"Con Kevin".
Después de desayunar, Bella se despidió de sus abuelos.
"Señorita, el joven Smith está en la puerta", le informó la doncella.
Al oír que Kevin estaba abajo, fue inmediatamente a la puerta, seguida de sus abuelos.
"Vamos", le dijo Bella a Kevin.
Kevin se puso de pie y vio a Bella con sus abuelos detrás.
"Abuelo, abuela, me voy", dijo Bella, saludándolos con un beso. Kevin hizo lo mismo.
"Tened cuidado en la carretera", les dijo su abuela.
Ahora estaban en el apartamento de Kevin. Bella tenía que admitir que no se parecía en nada a un apartamento normal, era realmente lujoso. ¿Por qué siempre que estaba con Kevin se sentía como una pueblerina, si ella también venía de una familia adinerada?
"¿Quieres comer algo?", preguntó Kevin, que ya se había cambiado y llevaba una camiseta negra lisa y pantalones cortos.
"¿Tienes hambre?", preguntó Bella, a lo que Kevin asintió.
"¿Qué quieres comer?", preguntó Kevin, sentándose a su lado.
"Yo ya he comido. Puedo cocinar algo para ti, si quieres", respondió Bella.
"Aquí no hay nada de comida", respondió Kevin.
"¿Siempre pides comida a domicilio?", pensó Bella para sí misma.
"Sí, pide algo tú. Yo ya he comido". Kevin decidió pedir un filete en su restaurante habitual.
"Entonces, ¿siempre pides comida?", preguntó Bella con curiosidad.
"Sí", respondió Kevin asintiendo.
Bella quería preguntarle muchas cosas: por qué vivía en un apartamento, dónde estaban sus padres... Estaba segura de que su familia debía de tener una mansión en Indonesia. Sin embargo, decidió no hacer esas preguntas.
"Mañana te preparo el desayuno, ¿quieres?", se ofreció Bella. Sentía que Kevin no era tan mala persona, después de todo la había defendido cuando un profesor la había menospreciado. ¿Qué tenía de malo ser amable con él?
Kevin abrió mucho los ojos. Nunca desayunaba cuando iba al instituto, y además no sabía cocinar.
"¿Qué me vas a preparar?", preguntó Kevin.
Kevin pensó qué le gustaría desayunar.
"Un sándwich estaría bien".
"Claro, ¿por qué no?".
"Mañana te paso a buscar", dijo Kevin con dulzura.
"No hace falta que te desvíes para recogerme", respondió Bella.
Resultó que la distancia entre el instituto y el apartamento de Kevin era corta, así que sería un rodeo innecesario recoger a Bella primero.
"No pasa nada", respondió Kevin.
"En serio, no hace falta, Kevin", insistió Bella. Kevin asintió a regañadientes e hizo un puchero.
