Melani una chicha que vive en una pequeña ciudad de Ecuador junto a sus padres y su pequeño hermano, ella desde pequeña sueña con ser una modelo reconocida a nivel mundial a medida que ella crece, sus sueños crecen con ella, cuando tiene 17 años, una supuesta agencia de modelaje llega a su ciudad en busca de jóvenes modelos para un casting, la contactan por mensajes, pronto la llevan a un casting a Nueva York donde empieza el infierno para la joven chica, pues todo era un engaño y la agencia en realidad era una red de trata de blanca, entre maltratos físicos y emocionales y sexuales Melani encuentra una luz de esperanza en un hombre que esta investigando estas mafias para salvar a las chicas, juntos tienen que enfrentar muchos desafío para llegar a esta juntos.
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Le voy a contar todo
Melani se encontraba en su habitación, estos días habían sido maravillosos hace bastante tiempo que ella no podía descansar tranquila, siempre terminaba muy adolorida y exhausta, pero estos días se sentía libre, aunque seguía encerrada en ese lugar era libre, nadie la había lastimado, ni tomado a la fuerza, nadie la había tratado con tonto respeto, era la primera vez después de mucho tiempo que alguien le hacía sentir como una persona, se acordaba de todas las conversaciones con Nicanor y una leve sonrisa se dibujaba en su rostro, una sonrisa sincera, una sonrisa que creyó perdida hace mucho tiempo, estaba recostada en su cama todavía en pijama, mientras pensaba que tal vez debía confiar en aquel hombre, de todos modos aquel hombre nunca se aprovechó de ella, debía confiar en él, pero primero debía asegurarse bien si era una buena persona, aunque no había dado motivos para dudar, luego se dijo a sí misma, que ya había sufrido demasiado, era hora de arriesgarse, como le decía su mamá, el que no arriesga no gana, entonces se llevó la mano al pecho y toco su amuleto, se acordó de su familia, y dijo en su mente, debo hacerlo por ellos, debo hacerlo por mí, se levantó de la cama de un salto y dijo, ha llegado el momento sebo luchar o morir en el intento.
El día pasó muy rápido, antes de que Melani se diera cuenta, el sol ya se estaba ocultando, ni se dio cuenta de que había pasado tanto tiempo metida en sus pensamientos, recordando lo que Nicanor le había dicho la noche anterior, pronto se dio cuenta de que ni siquiera había tenido tiempo de preparar comida, había pasado todo el día sin comer y no le importaba porque se sentía demasiado feliz, sus planes para escapar rondaban en su cabeza, pero sabía que no podía dejarse llevar por la emoción, se levantó de la cama de un salto, pues estaba decidida a contarle todo a Nicanor, se dio un baño rápido, el agua tibia apenas lograba relajar los músculos tensos por el miedo de lo que iba a hacer, pues no sabía si él le iba a entender o si le iba a ayudar, salió de la ducha y se cambió de ropa, pues ya era hora de alistarse para ir al bar, bajó a la cocina, ahí se encontró con las otras chicas, sus compañeras, quienes la miraron de manera muy extraña, ya que Melani irradiaba felicidad y en sus ojos se veía un brillo nuevo.
Las chicas se le acercaron con una pisca de picardía y le preguntaron que le sucedía, pues estaba feliz en serio, y eso era muy extraño en ese lugar, además su mirada era diferente.
Las chicas preguntaron en una sola voz:
Chicas: Melani, hoy estás muy diferente, cuéntanos qué sucedió, te ves muy diferente, hay Mel ya dinos que te paso, para que también nos pase a nosotras.
Melani solo sonrió levemente sin decir nada y se alejó hacia la cocina para prepararse una hamburguesa con leche, pues llevaba todo el día sin comer y su estómago pedía comida a gritos, mientras preparaba su bocadillo sintió un pequeño aire frío en su cuerpo, se dio cuenta de que en realidad algo había cambiado en ella, tenía una luz de esperanza que no podía compartir con las chicas ni con nadie de ese lugar, llevaba muchos años es esto y sabía como era ese mundo, la traición era la única forma de sobrevivir para muchas de las chicas que estaban allí, cada una hacía lo necesario para salvar su propio pellejo en el momento indicado.
Preparó su hamburguesa, se sirvió el vaso de leche y fue al comedor junto a sus compañeras, entonces les dijo:
Melani; No es nada, que dormí demasiado y soñé algo muy bonito que me hizo levantar de buen humor hoy.
Melani se sentó a comer en la mesa con las otras chicas, entre bromas y risas terminaron su cena, pronto se fueron a alistarse para ir al bar, Melani estaba muy emocionada, pues sabía que esa noche también iba a llegar Nicanor, se puso más bella que nunca, quería impresionarlo, pues sin pensarlo algo dentro de ella estaba creciendo, no solo eran sus sueños y esperanzas, era también un nuevo sentimiento que nunca antes había experimentado, pesó que solo eran los nervios, pues ese día le iba a confesar como fue que llegó a ese lugar, se iba a arriesgar el todo por el todo, debía ser cautelosa, pero decidida.
Llego la hora de ir al bar y Melani junto con las otras chicas salieron a ese lugar, hicieron las rutinas de siempre, se cambiaron con vestidos muy cortitos, y de colores llamativos, se maquillaron de manera un poco exagerada, peinaron sus cabellos como para ir a una lujosa fiesta, terminada la rutina de todas las noches, las muchachas se fueron a la pista a bailar para entretener a los clientes, una a una eran escogidas por los hombres mayores en su mayoría, pero adinerados que llegaban aquel lugar para entretenerse y pasar un buen rato con alguna jovencita, una vez que las escogían eran llevadas a las habitaciones, donde las esperaban sus clientes, por suerte para Melani esa noche también fue Nicanor, quien ya estaba esperando por ella, estaba muy impaciente, al igual que ella, ya se habían acostumbrado a verse todas las noches para conversar cosas al azar, ella entró un poco nerviosa, él lo notó y le pregunto qué pasaba, pensó que habían descubierto algo de él, pero pronto ella se acercó a él le tomo las manos y le dijo que quería confesarle algo que era muy importante para ella, que era la primera vez que iba a confiar en alguien en muchísimo tiempo y esperaba no ser decepcionada.
Apenas Melani vio a Nicanor se puso muy nerviosa, sentía que el pecho se le quería salir del pecho, entró en pánico y se fue corriendo al baño, Nicanor la siguió, pues no sabía lo que sucedía, golpeo la puerta, pero Melani solo dijo que le dé unos minutos que ya salía, que todo estaba bien, que no se preocupara, Melani se pegó a la pared y poco a poco se fue dejando caer hasta llegar a estar sentada en el piso frío y duro, se llevó sus manos en la cara y empezó a llorar, estaba tan dispuesta a contarle todo, pero al mismo tiempo había algo que no le dejaba pronunciar palabra, no podía hacerlo, ya que el miedo que le habían infligido en tantos años no le dejaba razonar bien, estaba tan asustada, el miedo rondaba en su cabeza, los golpes que le habían dado hasta casi quedar muerta, las imágenes de las chicas torturas y muertas, todo eso la hacía dudar si contarle o no a Nicanor, se quedó en esa posición por al menos 10 minutos, no sabía si salir y darle la cara a Nicanor y contarle todo, o solo salir y decirle que todo fue un error y seguir como siempre en ese mismo lugar, obliga a dar placer a miles de hombres, todos ellos asquerosos, ya que a pesar de tener todo el dinero del mundo no tenían ni pizca de modales y no sabían como tratar a una mujer, se quedó ahí en el piso tratando de tomar una decisión, tal vez la decisión más difícil de su vida, pero sin duda la decisión que marcaría su destino.