RECUPERAR TU AMOR

El día pasó volando y la noche llegó mostrando en el cielo unas hermosas estrellas que iluminaban el cielo oscuro y la luna que daba un brillo y una luz hermosa. Pablo miraba por la ventana el jardín de la casa, se imaginaba jugando con su pequeña hija, que es una mini Angie hermosa con su cabello rojizo natural y al verla tiene el mismo color de ojos. Él dio una sonrisa de orgullo al saber que esa princesita es su hija.

—¿Cómo te encuentras, Pablo? Me enteré de que has estado un poco triste, igual que Samuel —habló Cobra mientras le daba un abrazo.

—Estoy bien, ya sabes cómo es, mi corazón no deja de latir por Angie, me muero por ir a verla, abrazarla, decirle que estoy aquí para ella.

—No sé qué decirte, Pablo. Llevamos una semana aquí. Pero ustedes están más tristes que antes. No es fácil, amigo, estar cerca de ellas pero al mismo tiempo estamos tan lejos y separados.

—Vayamos a comer, ya la cena está servida —informó Samuel al mismo tiempo que caminaba al lado de ellos.

—Gracias, Samuel. Tienes razón, debemos aprovechar y disfrutar de la comida antes de que se enfríe —respondió Pablo con una leve sonrisa en el rostro.

Caminaron juntos hacia el comedor, donde la mesa estaba preparada con deliciosos platillos. Se sentaron y comenzaron a servirse, compartiendo anécdotas y risas para distraerse un poco de la nostalgia que sentían por sus seres queridos.

Durante la cena, Pablo no podía dejar de pensar en Angie y en todo lo que deseaba poder hacer por ella. Sabía que debía ser fuerte y seguir adelante, pero la distancia y la ausencia lo afectaban profundamente.

Al terminar la cena, los tres amigos se quedaron charlando un rato más antes de retirarse a descansar. Pablo se quedó un momento mirando por la ventana, observando las estrellas y la luna que seguían brillando en el cielo nocturno.

—Mañana será un nuevo día, amigos. Debemos mantenernos fuertes y unidos, por Angie y por Melissa por todos aquellos a quienes amamos —dijo Pablo con determinación.

Y así, juntos, se prepararon para descansar y enfrentar lo que el destino les deparaba en el camino. Aunque la tristeza los embargaba, sabían que debían mantener la esperanza y seguir adelante, con la certeza de que el amor que sentían por sus seres queridos los guiaría en todo momento.

Por la mañana, Pablo se despertó temprano y salió a dar un paseo por los alrededores. Respiró profundamente el aire fresco y observó el amanecer, sintiendo una sensación de calma y renovación. Se prometió a sí mismo que haría todo lo posible por hablar con Angie y decirle todo para que entienda por qué tiene que estar escondido en la oscuridad.

Regresó a la casa y encontró a Samuel, Pedro y Cobra desayunando en la cocina. Se unió a ellos y juntos planificaron el día. Pablo y Samuel tenían una reunión con el CEO de la empresa automotriz Duran.

Durante el desayuno, Pablo compartió con sus amigos sus inquietudes sobre su situación con Angie y les pidió consejo sobre cómo abordar el tema Pedro le aconsejó que las buscaran y hablarán con Melissa y Angie y le dijeran la verdad a cada una mientras que Pedro sugirió que buscara una manera de verlas en la noche y que fuera en la oscuridad sin poner en peligro su seguridad y la de ellas.

Después de desayunar, Pablo y Samuel se dirigieron a la reunión con el CEO Duran. Durante la reunión, discutieron los planes para expandir la empresa y las posibles estrategias de marketing para aumentar las ventas de automóviles. El CEO expresó su confianza en el trabajo de Pablo y Samuel, y les felicitó por el éxito que habían tenido hasta el momento.

Después de la reunión, Pablo se acercó a Pedro y le agradeció su apoyo y consejo. El le recordó que siempre podía contar con él y le ofreció su ayuda para resolver su problema con Angie. Pablo se sintió reconfortado por la amistad de Pedro y se comprometió a seguir adelante y enfrentar sus problemas de frente.

Al regresar a casa, Pablo decidió que era hora de buscar a Angie. Se armó de valor y agarró su moto , Samuel siguió la misma acción de su amigo Pablo y subió a su moto.

Juntos, recorrieron las calles de la ciudad en busca de Angie y Melissa con la esperanza de poder hablar con ellas y contarles todas las cosas por las que han pasado en estos cuatro años. Los dos llegaron a la casa de ellas, las luces estaban apagadas y sabían que no estaban en casa. Tomaron la decisión de entrar y esperarlas en medio de la oscuridad. Así entraron, tuvieron tiempo de ver las habitaciones de sus hijos: Pablo se quedó en la habitación de Angie y Samuel en la de Melissa.

Mientras esperaban, Pablo y Samuel recordaban los momentos felices que habían compartido con Angie y Melissa. Recordaban las risas, las discusiones, los abrazos y las lágrimas que habían compartido juntos. También recordaban las decisiones difíciles que habían tenido que tomar y cómo habían llegado hasta donde estaban ahora.

Cada uno sabía que la culpable de su separación era Devora Cardona. Pero al mismo tiempo tenían miedo en sus corazones de que ellas los hubieran dejado de amar. Perderlas sería el dolor más grande para cada uno de ellos y eso los estaba matando y llenando de ansiedad.

A medida que el tiempo pasaba, la incertidumbre crecía en sus mentes y la preocupación por el futuro de su relación con Angie y Melissa era cada vez más angustiante. Pablo y Samuel se sentían impotentes, sin saber qué hacer para reparar el daño causado por Devora.

Sin embargo, a pesar de todo, ambos sabían que su amor por Angie y Melissa era verdadero y profundo. Recordaban las promesas de estar juntos en las buenas y en las malas, y estaban dispuestos a luchar por su felicidad y su amor.

Verdadero todo lo puede y que, juntos, podrían enfrentar cualquier desafío que se les presentara en el camino...

Continuara...