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Bajo La Luz De La Luna

Bajo La Luz De La Luna

Status: En proceso
Genre:Yaoi / Vampiro / Amor en la guerra / Fantasía épica / Mundo mágico / Polos opuestos enfrentados
Popularitas:742
Nilai: 5
nombre de autor: Gaelth

"El amor, al enfrentar la tragedia, no se desvanece: sangra, sí, pero también florece. Porque en su dolor más hondo descubre su fuerza, y en medio del caos se convierte en guía. Solo cuando el corazón se quiebra, el alma entiende que amar no es solo sentir, sino resistir, transformar y dar sentido incluso al sufrimiento."

NovelToon tiene autorización de Gaelth para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Sombras en las mazmorras:El Rey y la Quimera.

La quimera muere mientras su cuerpo se desprende del esqueleto. Un olor fétido llena el aire y las entrañas de la bestia comienzan a moverse por sí solas.

Cádiz siente asco mientras el olor se intensifica. Se queda en shock y sus ojos se oscurecen al ver, entre las entrañas de la bestia, algo terrorífico que se acerca lentamente. Al principio, solo ve un trozo de tela. Lo toma en su mano y, al mirarlo con más atención, se da cuenta de que está ante seis esqueletos humanos.

Cádiz frunce el ceño.

“Se comió a niños… hay seis esqueletos: cuatro de niños y dos de adultos. Los usaron de sacrificio. Las sectas siguen con sus rituales. Tendré que encargarme yo mismo de estos malditos parásitos.”

Aunque su cuello se está regenerando, no siente dolor. Su inmortalidad le impide morir. Tras acabar con la quimera, se da vuelta y se va en busca de Bornan, sujetando el trozo de tela en su mano mientras su vestimenta, cubierta de sangre, refleja su rostro sombrío y serio. Se aleja sin hacer ruido, solo el sonido de su espada rozando con la funda se escucha mientras se aleja.

Cuando llega a donde Bornan se encuentra, se da cuenta de que este está en el suelo. Cádiz se acerca y nota que está inconsciente. Sin pensarlo, lo agarra, lo carga y lo sube al caballo, no sin antes destruir la mazmorras.

“Debemos irnos, no siento su pulso.”

El caballo comienza a galopar, mientras Cádiz lleva a Bornan. Siente una mirada penetrante en su nuca, pero decide ignorarla.

“Esta vez no puedo pelear. Será en otra ocasión.”

Poco después llegan al castillo. Cádiz llama a sus sirvientes para que ayuden a Bornan. Los sirvientes, al ver que su rey está cubierto de sangre, se quedan en silencio, temerosos de preguntar. No obstante, deciden no decir nada. Cádiz baja a Bornan y lo entregan a los sirvientes.

“Curen sus heridas y llamen a Conan. No quiero volver a repetirles, es una orden.”

Los sirvientes se apresuran a obedecer. Mientras tanto, Cádiz pasa su mano detrás de su cabello. Tiene algo de preocupación, pero decide ocultarla. Rowena entra en la habitación.

—¿Qué pasó? Cádiz, ¿estás herido? Tienes tanta sangre en tu ropa y cuello. ¿Estás bien?—pregunta mientras se acerca rápidamente.

—Estoy perfectamente bien, aunque casi pierdo el brazo, pero estoy bien. Solo hubo algunas complicaciones. El señor de la mazmora no estaba ahí. Lo que encontré fue una quimera con seis cuerpos en su estómago. Fue fácil derrotarla. También encontramos una serpiente de piedra. Ambas criaturas no pertenecían en la mazmora. Cuando terminé y regresé, encontré a Bornan en el suelo. No sé qué, ni quién le hizo esto, pero tengo mis sospechas de quién pudo haber sido.

—Ambos monstruos eran intrusos de la mazmora. Solo pudo haber sido alguien el causante de esto. Si encontraste seis cuerpos en el estómago de la bestia, significa que la estaban alimentando para algo. Quien lo hizo, tuvo que haber hecho un ritual o pactado con un demonio.

—Cuando entramos, había varios símbolos en las paredes y un olor muy desagradable. Si ellos lo hicieron, tendré que ir personalmente a visitarlos—dijo con tono grave.

Rowena se asombra, ya sabe de quién habla Cádiz.

—¿Hablas de ellos? Si es así, quieren atentar contra ti otra vez.

—No es la primera vez que lo hacen. Tendré que tomar cartas en el asunto. Ya me harté de que se metan en mis tierras y violen mi autoridad como rey.

Al día siguiente…

Cádiz está entrenando con Mikhail al aire libre, mientras varios caballeros los observan. Cádiz está sereno, las dos espadas chocan mientras ambos cuerpos se mueven de un lado al otro, esquivando los ataques del otro. Mikhail lleva la delantera, y Cádiz, sombrío en sus pensamientos, endereza su espada y, con un golpe, derrota a Mikhail, lanzando su espada al suelo. Los presentes aplauden.

—Vaya, su majestad, como siempre ganando. Me enorgullece saber que es alguien tan entregado a su vocación.

—No te confundas. No siempre es así. En cambio, me enorgullece tu orgullo. Sabes muy bien que tengo el título de rey y señor de estas tierras, pero tú eres quien se encarga de este inmenso castillo que tiene un rey defectuoso. Yo construyo los hilos y tú los mueves. Enorgullécete de ti mismo.

Mikhail se queda en silencio, observando cómo Cádiz se aleja.

Cádiz da la vuelta rumbo al jardín, un lugar no tan grande ni tan pequeño, que se acomoda al frío corazón de su rey. Llega hasta una fuente con una estatua de piedra. Mientras observa la estatua, saca de su bolsillo un trozo de tela color esmeralda. Dentro de ella hay una pulsera de hermosas perlas blancas.

—Buenos días, cariño… Hace años que no vengo aquí. Lamentablemente, estoy más ocupado que de costumbre. Ser rey es agotador. Quisiera irme lejos y dejar esta basura de vida, pero… ¿si no estoy yo, quién mirará cómo todos caen ante su avaricia y defecto? Sabes, siempre me dio asco hablar contigo, pero hoy que no estás, solo puedo verte y hablarle a un trozo de piedra sucia y destrozada. Nos vemos… espera un poco más y así nos volveremos a ver—dijo con tono melancólico, pero sereno, mientras el viento soplaba su cabello.

Cádiz guarda el trozo de tela en su bolsillo, luego se dirige al castillo y entra a la biblioteca. Un sirviente toca la puerta.

—Adelante.

—Su majestad, el señor Lannister ha despertado—dijo el sirviente.

Cádiz se levanta y se dirige a la habitación de Bornan, quien está levantándose de la cama, algo adolorido. Al verlo, Cádiz frunce el ceño y, con voz seria, le habla:

—Recuéstate, no intentes salir de esta habitación, estás herido.

—Mi señor, yo... lo siento, bajé la guardia y por eso estoy aquí, estorbando.

—No importa cómo pasó. Dime, ¿qué viste? ¿Quién te hizo esto? ¿Viste quién lo hizo?

—Estaba de espaldas esperando su regreso. No sentía ninguna presencia, pero de repente sentí un fuerte golpe que me estrelló contra la pared. Me levanté, pero no había nadie. Me mantuve en guardia hasta que, accidentalmente, me distraje y unas espadas vinieron de direcciones diferentes. Traté de esquivarlas, pero eran demasiado rápidas y perdí el conocimiento, hasta que desperté en el castillo—agacha la cabeza.

Cádiz escucha con atención y entiende todo lo que Bornan le dijo. Frunce el ceño mientras da la vuelta, no entrando completamente a la habitación.

—Me retiro. Descansa.

—Su majestad, yo...

—Ya escuché lo suficiente. Descansa y recupera energías. Eres una de mis mejores armas, no quiero verte morir de esta forma. Es una orden.

Cádiz sale de la habitación y se dirige a hablar con Mikhail, quien está entrenando con los nuevos novatos. A lo lejos, Mikhail ve a Cádiz, y todos los novatos se inclinan rápidamente ante su rey. Cádiz luce enojado.

—Mikhail, quiero que busques a unos caballeros, los mejores. Voy a salir, debo arreglar unos asuntos—dijo con voz enojada.

—¿A dónde?

—A darle una breve visita a un viejo conocido—ríe maquiavélicamente.

—Entiendo, su majestad.

Cádiz sigue caminando por el castillo hasta llegar a su habitación. Se sienta en su escritorio y empieza a revisar un montón de papeles. Su rostro está disgustado, y suspira aburrido.

“Qué cansado es ser rey. Debería retirarme al bosque a vivir con las ninfas mientras bebo licor del bueno.”

Tras leer algunos papeles, un sirviente toca la puerta. Cádiz le dice que pase.

—Su majestad, el doctor Conan quiere hablar con usted.

—Déjalo entrar.

Después de unos segundos, un joven de apariencia algo delicada y cabello negro largo amarrado entra, usando lentes.

—¡Hola, mi señor!—Conan se inclina.

—¿Qué encontraste?

—En las heridas que tiene Bornan encontré residuos de veneno. Su cuerpo lo absorbió, pero ya está estable. Investigando bien, me di cuenta de que el veneno proviene de un árbol que se usa para cazar monstruos grandes. Es altamente dañino para los mortales, no sabemos si la persona que manipuló el veneno es humana.

—¿Humano o no, tiene un asunto pendiente conmigo? ¿Veneno de un árbol?

Cádiz se endereza en su silla.

—Conan, ¿cuál es el nombre del árbol?

—El árbol "Dytra" proviene del sur. Se cultiva en tierras secas para que su veneno se concentre en un solo lugar. Suele utilizarse para cazar monstruos y animales grandes. Es difícil de cosechar, ya que solo sobreviven tres de cada treinta que se cultivan al año. Su veneno es tan mortal que puede matar a 100 gárgolas con un solo árbol. Los ogros y ciclopes solían usar este veneno para sus peleas, pero hace 50 años hubo un acuerdo con los ciclopes para no manipular este veneno en sus batallas. Ahora, los Dytra están empezando a extinguirse porque ya nadie los cultiva.

Cádiz cierra los ojos, pareciendo haber caído en un sueño ligero mientras Conan habla.

—¿Mi señor?

—¿Ah? ¿Qué, qué decías? No escuché lo último, me quedé dormido de tanto bla, bla.

—Bueno, como decía...

Conan estaba por repetir lo que había dicho, pero Cádiz se levanta y empieza a caminar de un lado a otro, poniendo su mano sobre su barbilla. Se adentra en sus pensamientos.

“¿Llevo mi espada o uso mi magia? Mmmm, mejor llevaré mi guadaña.”

—Queda claro. Ahora debo ir a visitar a alguien—sus ojos se vuelven sombríos y su rostro se endurece.

Cádiz se va dejando a Conan hablando solo, se coloca su capa y guantes mientras con su mano derecha coloca su máscara. Unos caballeros enmascarados están esperando a su rey.

“Listo.”

Cádiz baja, ya listo, con su rostro oculto por la máscara, su vestimenta negra y su capa del mismo color, que cubre su cabeza y está sostenida por un broche de plata con una esmeralda en el centro.

Todos los presentes se inclinan ante Cádiz. Un sirviente le pasa la espada, la coloca en su cinturón, mientras Rowena se acerca.

—Su majestad, le deseo suerte en su viaje. Lo esperamos dentro de una semana—se inclina mientras Cádiz asiente con la cabeza.

Se monta en su caballo y parte junto a los caballeros. El galope de los caballos hace que los ciudadanos salgan de sus casas a verlos. Se escucha el sonido de los bozales, haciendo que los animales del bosque salgan a ver a las personas. Algunos animales, al ver fijamente a Cádiz, sienten miedo y salen corriendo, provocando el miedo de los demás.

Ya era de tarde cuando llegaron hasta un río caudaloso. Cruzaron uno a uno con los caballos, pero uno de los caballos resbaló, cayendo al río junto con su jinete. Todos los caballos comienzan a inquietarse, el río está tan caudaloso que el caballero es arrastrado mientras pide ayuda.

—¡Ayuda!—grita desesperado.

Cádiz lo piensa por un momento, luego hace que su caballo corra rápido y llega hasta la cascada, donde analiza lo que está sucediendo. Los caballeros, sorprendidos, observan mientras Cádiz usa su magia.

Eleva su mano y un círculo sale de ella. Recita su hechizo:

—Thick blood, "Hilos de sangre".

Una luz cubre los alrededores mientras hilos hechos de sangre se dirigen al caballero que está por caer. Todos quedan impresionados al ver el poder de Cádiz. El chico es rescatado por los hilos. Cádiz lo pone en el suelo mientras lo mira fríamente. Se baja de su caballo, ya que nota algo extraño en él. Se acerca al chico enmascarado, lo toma fuertemente de su capa y lo levanta en el aire. La altura de Cádiz supera la del caballero, lo que hace fácil levantarlo. Con voz dura y fuerte, le pregunta:

—¿Qué hace un tipo como tú dentro de mis caballeros?

El caballero se queda en silencio mientras Cádiz, perdiendo la paciencia, le agarra el cuello con fuerza. Levanta su brazo y le quita la máscara. Al verlo, Cádiz se enoja y endurece su rostro. Los demás caballeros quedan atónitos mientras Cádiz lanza al suelo al caballero.

—¿Qué hace un maldito niño como tú aquí? ¿Cómo te escabulliste?

—Mi señor, yo... perdón, no quería causar problemas, solo quería proteger a su majestad y...

Cádiz se pasa la mano por el cabello, enojado, y observa al joven en el suelo.

—No solo viniste por mí, ¿dime, por qué estás aquí?

—B-bueno… verás, mi madre está enferma y no puedo pagar sus medicinas. Escuché en la ciudad que pagaban bien por servirle al rey, así que me infiltré en el castillo y me inscribí. Llevo tres meses aquí. Lo hice por mi familia, tengo dos hermanitos, por favor, no me mates, lo hice por ellos.

Cádiz lo mira fijamente, luego dice seriamente:

—¿Cuántos años tienes?

—Catorce—dijo tímidamente.

Cádiz se sorprende.

"¡Un niño! Por su olor, me doy cuenta de que es un omega. Más problemas."

Cádiz llama a sus caballeros y les ordena:

—Preparen las tiendas, él dormirá en mi tienda.

CONTINUARÁ

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Maby
Me gusta mi trabajo, por eso le doy 5 estrellas

☺💛
Apollogurl_01
Por favor, actualiza pronto, no puedo soportar la espera. 😩
Maby: Muy pronto
Espera un poco /Smile/
total 1 replies
Delwyn
Esta buena para pasar el rato
Maby: muchas gracias.
prometo que será mejor
/Smile/
total 1 replies
Yaky De la rosa
👏Continúa, es maravilla.
Maby: muchas gracias por el apoyo, ya les estaré publicando el resto de capítulos
total 1 replies
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