Causalidad

Los meses transcurrieron haciendo que todos los chicos se llevara mejor, como amigos individuales y también en pareja.

A pesar de que todos se llevaban bien, había una pareja en particular que empezaba a tener problemas y eso que todavía no grababan nada juntos.

Todos se preguntaban si tenía algo que ver con Earth y que su pareja estuviera siempre involucrado en todo.

Title siempre fue respetuoso, tratando de ocultar su desagrado por el novio. Nunca cuestionó a su amigo por sus gustó, eso no quitaba que se preocupara por Earth. Siempre le gustó su personalidad, es un alma libre y sin ninguna pena por su orientación y forma de actuar por ello también era imposible molestarse con el. Además de tener un carácter dulce y tierno. Es una persona muy sabía pues le gustaba leer mucho, parecía una biblioteca humana, podías preguntarle sobre cualquier libro y seguro ya lo había leído. Saint fue el que primero que conecto con él, Saint tenía récord entre todos de hablar más que nadie, Earth es el único que lograba seguir el hilo de la conversación sin perderse del tema o no entender lo que decía.

Plan era otro de muchos que adoraban a Earth, ellos dos eran amigos muy cercanos por parte de su primo, un estilista profesional muy conocido en Tailandia, él tambien adoraba y apreciaba a Earth, lo pedía prestado siempre a la agencia para sus cosméticos y look modernos que inventaba.

Title por su parte siempre fue conocido por ser un poco serio y mucho más callado y reservado.

Para él había códigos que debían seguirse y si algo no estaba bien visto simplemente lo veía mal.

Por ello que Earth fuera su mejor amigo a todos les sorprendió, ellos ya había trabajado antes en un corto romántico también BL pero sin besos y nada subido de tono, ésta sería su primera vez juntos en pareja, pensó que sería fácil, desde que le dieron el papel le dijeron que sus escenas serían cortas y no tendría que besar a nadie. Pero si transmitir cariño por su hermano menor, cuando Title se enteró que su pareja sería Earth realmente lo puso contento, trabajaría con su mejor amigo y eso era un punto a su favor.

El problema llegó cuando conoció al novio de Earth, desde que se lo presento no le gustó y más por la forma tan descortés con la que lo trataba.

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Una noche todos los chicos quisieron celebrar los seis meses que llevaban juntos y decidieron ir a cenar para  después dirigirse a un conocido karaoke y divertirse.

Esa noche Title notó que Earth estaba muy callado, mas de la cuenta, no dejo de vigilar en toda la cena y en el karaoke.

Todos estaban alegres, habían consumido alcohol alegres, menos el pequeño que intentaba robarle las bebidas a sus amigos de broma, los chicos decían que lo harían probar poco para que al menos sintiera el sabor del licor en su boca. Lo que no contaban los demás es que su compañero y pareja en la serie fue rotundo en quitarle el vaso de licor a Perth para asombro de todos.

El menor al ver a su compañero decidió no tomar nada y seguir con su refresco de cola. Como era de esperarse los abuchearon, menos Title, estaba más preocupado al ver a Earth, se notaba perdido y a diferencia del menor había tomado cuanto vaso se le ponía enfrente. Su amigo quería preguntar qué le pasaba pero no lo creyó conveniente, lo único que pudo hacer fue no dejar de vigilar.

Tocó la hora de cantar, Earth jalo a Title al frente para cantar, no pudo negarse su amigo apenas si se sostenía solo.

Tubo que ayudarlo a mantener el equilibrio, Title le insistía que era mejor no cantar, era difícil negarle algo al conejo saltarín como lo llamaba de cariño.

La canción empezó y apenas si podía cantar, el mayor colgaba pesadamente del hombro de su menor impidiendo que pudiera alzar su cabeza y leer la letra de la canción, el mayor al percatarse de esto le reclamo no muy coherente jalando de su ropa para llegar a su oído.

— Canta conmigo, ¿por qué no quieres cantar conmigo?, nadie le gusta estar conmigo...

— ¿Earth que está pasado?, sentemos un momento. – él mayor puso su mano sobre su boca, su amigo penso que vomitaría sobre su ropa, lo vio salir corriendo, todos los demás estaban atentos en otras cosas que el único que logró ver a Earth fue Saint, trato de seguirlo, Title lo detuvo.

— Yo voy Saint. Vigila a Perth parece que Plan y Mark están tratando de prepararle una bebida afrodisíaca...

— ¿Estás seguro?

— Los vi cuando estaba en frente. El pequeño y tú estaban distraídos... –el comentario de su compañero logro que Saint se pusiera rojo, tal vez sea causa del alcohol pensaba Title, se olvidó del tema para seguir a su amigo.

— Si necesitas ayuda háblame. Perth y yo vamos.

— De acuerdo. – Corrió por el pasillo, encontro a Earth tirado junto al baño vomitando. Tomó mucho papel y se acercó para sobar su espalda. El mayor lo vio y protesto.

— ¡Kira vete! no me veas... – Earth era el único que lo llamaba por su nombre en forma de apelativo.

— ¿Me corres?, deberías decir gracias.

— Sé que no te gusta esté tipo de escenas, a mi edad no debería comportarme de esta forma... – Es gracioso como el alcohol afectaba a las personas de diferente manera en el caso de Earth lo volvía maduro y racional.

— Soy tu amigo, no sólo quiero estar en los buenos momentos.

— Siempre tan lindo y considerado, me pregunto cómo un hombre apuesto y caballeroso puede seguir soltero.

— ¡Calma! Nos estamos poniendo serios, deja mi vida amorosa de lado.

— Lo digo en serio, mi vida amorosa apesta, me jarto en decir que mis múltiples parejas me han enseñado a no caer en los mismo errores, es una gran mentira, sabes, soy un fracaso en el amor...

— ¡No digas eso! No eres tú, son ellos que no saben valorar tú cariño...

— ¿Tú crees?, los fracasos en el amor me pasan tan seguido que es más fácil para mí creer que soy yo él del problema.

— Sabes que puedes contarme lo que quieras...

— No lo soportarías, se que no te gusta que me gusten los hombre, eres tan respetuoso que nunca me lo has dicho, pero te conozco.

— Y por eso te valoro más, puedes ver más allá de mis defectos y mi forma de pensar, sin dejar de ser mi amigo. Para mí tu amistad es muy importante, eres el único que no crítica mi forma de ser.

— ¿Por qué lo haría?, yo te quiero por quién eres  y eso conlleva a aceptarte tal y como tú me aseptas a mi. – Earth ya no vomitaba, Title limpió su boca y acomodo su camisa que estaba de lado, al intentarlo levantar del suelo lo rozó sin querer en el costado y Earth pego un grito.

— ¿Earth que sucede?

— ¡Nada! ¿Ayúdame a levantar por favor? – su amigo podía notar que algo andaba mal y algo dentro de él hizo que cambiará su tono de voz, hablándole o más bien exigiendo a Earth una explicación.

— Dime en este momento, ¿que te paso?

— Kira no me hables de esa forma, puede que lo hayas olvidado, soy mayor que tú.

— No estoy jugando, no voy a permitir que huyas de aquí hasta que hables.

— ¿Quién me lo va impedir? – el mayor sonrió nervioso tratando de caminar.

— Es mejor que no me provoques...

— ¡Por favor! Jamás me pondrías una mano en cima... –Earth no espero o considero lo que estaba por pasar. Title jalo de su camisa rompiendo los botones, dejando su pecho al descubierto.

— ¡¡Kira!! ¿Qué sucede contigo? – Earth en seguida se cubrió con sus manos. De nada le sirvió, él ya había visto los golpes.

—¿Quién te pego?

— Me caí, no hagas drama. No es para tanto.

— Di la verdad o te quito la camisa.

— Esto es vergonzoso, por favor.

— No voy a detenerte Earth, puedes irte si quieres. Te anticipo que una vez que salgas nuestra amistad se acabó, si tú no valoras mi amistad yo si y el saber que me ocultas algo me duele, por qué creí que era tu amigo y confiabas en mi... –Erth no dejaba de ver a la puerta y a Title. No pudo más, el mismo se quitó la camisa mostrando su cuerpo con múltiples hematomas tanto en el pecho y la espalda que se podían ver en el reflejo del tocador, el más grave se notaba en el costado.

— ¡Contento! Te mostré, ¿podemos irnos?..

— ¡Vamos a un hospital! – su amigo trato de llevarlo de la mano pero éste se soltó.

— ¿Estás loco?, y que voy a decir...

— ¡La verdad!

— ¿La verdad?, quieres que diga que mi novio me pegó por qué le dió la gana... O mejor por qué no llegue a la hora que él quería... ¡Ahh! Tal vez por qué miraba mi celular y se me ocurrió sonreír, ¿cuál crees que sea más conveniente contar? – con cada palabra que salía de su boca Earth lloraba, evitando ver a su amigo. –Title hizo lo único humanamente posible que fue capaz de dar a su amigo. Un abrazo.

Earth no se resistió se abrazó a él con fuerza todavía llorando.

— Lo siento conejito, soy un estupido no consideré como te sentías...

— No seas bueno conmigo, no lo merezco, merezco ésto.

— Earth nadie merece ser golpeado y tú menos que nadie, eres un sol que nadie debe apagar por el hecho de sentirse opacados por tu luz.

— Kira eso es hermoso...

— Tú lo eres...

— Si no supiera que eres bien hetero ya te hubiera ligado – el mayor se alejó del abrazo limpiando su cara con sus manos, sonriendo.

— En serio puedes bromear en un momento como éste – a su pesar también sonrió al ver a su amigo hacerlo.

— ¿Qué me queda?, mi vida apesta.

— Cuando entenderás que no eres tú son tus horribles gustos...

— Ya te dije que no elegí ser gay así nací y punto.

— No me refiero a eso, hablo de los tipos de hombres con los que sales, no los conoces de nada y aún así abres tu corazón tan fácil.

— Querrás decir las piernas, aún que eso queda más para las chicas, para mí caso sería el culo... – Earth estaba teniendo un ataque de ansiedad por ello hablaba incoherencias, Title al darse cuenta se quitó su sudadera y se la puso a Earth.

Lo acerco al lavabo y como si se tratara de un niño le lavó la cara y las manos, Earth no protestó, estaba más preocupado de ver su cuerpo temblando como si tuviera un frío incontrolable.

—Vamos a fuera, el clima está muy fuerte. En el pasillo no hay clima, creo a ver visto un asiento, tienes que entrar en calor. – Title no esperó contestación lo llevo de la mano hasta el lugar que le dijo antes.

Tomó asiento y sentó a Earth en sus piernas.

— ¿Qué haces nos van a ver?

—Eso me importa un reverendo cuerno, tienes que entrar en calor o te pondrás peor.

— Podemos ir a otro lado..

— Earth guarda silencio o no respondo.

— Lo siento, en este momento no me siento como yo mismo...

— Estarás bien. Trata de tranquilizarte por favor, no voy a dejarte solo. –Title siguió frotando los hombros de su amigo, por su parte Earth a pesar de sentir el malestar en su cuerpo, estaba molesto por preocupar a su amigo más de la cuenta, no era de los que cuidaban o se tomaban la molestia de ir al rescate. Sabía que lo hacía por qué de verdad lo apreciaba y eso le hacía sentirse peor al ser una carga.

Con forme el tiempo paso Earth respiraba más tranquilo y el cuerpo sobre sus piernas le está pensando más que antes al joven amigo.

— Conejito ya te siente mejor... – no hubo respuesta lo agitó un poco y la cabeza de Earth se fue para atras, Title la sostuvo antes. — ¿De verdad puedes dormir? – lo acomodo mejor en su pecho y puso sus piernas de lado acomodando mejor su cuerpo, lo veía tan tranquilo, lo movió sin querer y lo escucho quejarse del dolor.

— Tranquilo conejito, todo está bien – Earth inconscientemente se abrazó a su cuello, Title estaba por quitar su mano, se detuvo al tener su cara a centímetros de la suya, fue extraño, nunca lo había visto de cerca y menos ellos dos solos.

Parecía un niño, un niño indefenso... Pensó.

Su mirada recorrió cada parte de su cara, fijó su mirada en sus labios, siempre se preguntó cómo podía tener unos labios tan bien definidos siendo un chico.

Sin querer pegó sus labios a los suyos quería sentir si son tan suaves como se veian los rozo un par de veces.

— No creo que Earth pueda responder... – Se congeló, miró a la voz.

— ¡Plan! – su compañero está a pasos de ellos rascando su nariz, observando.

— ¿Qué tiene Kat? – Title recordó que Plan era el amigo más cercano de Earth, no sabía que contestar.

— Es una larga historia...

— Tengo tiempo, no me urge llegar al baño. – Plan se cruzó de brazos esperando que dijera algo.

— Plan no paso nada...

— Tomé unos cuántos tragos Title pero mi visión todavía es perfecta y tú lo besaste.

— No fue un beso en sí... – Title se sentía estúpido al decir que no lo besó, en sus labios sentía un cosquilleo que se lo recordaba que sí lo había besado.

— Correspondido no,  robado sí.

— Plan no lo hagas más grande... – Earth empezó a quejarse, abrazándose más fuerte a su amigo.

— Llévalo a casa Title, te conozco, se que cuidarás de él. – Plan paso y alborotó el cabello de Earth antes de seguir su camino.

— Podría no decirle... – Plan se detuvo y lo miró.

— ¿Decir que?

— ¡Gracias! – Plan sonrió y siguió su camino pero gritó para ser escuchado antes de entrar en la puerta del baño.

— No Nené, tú estás en deuda conmigo...

— ¿Plan? – Plan abrió la puerta del baño y asomó la cabeza en dirección de sus dos amigos en el pasillo.

— Cuida al conejito – le guiñó. Perdiéndose en el baño.

Algo le decía a Title que Plan había escuchado todo y no había vuelta atrás. Ya vería como solucionarlo después, ahora su prioridad era su amigo. Lo llevaría a su casa y cuidaría de él, pasó a una farmacia para atender esos golpes.

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No quería ser entrometido, no es mi culpa qué las cosas se me presenten solas y eso me haga actuar por inercia.

El convivir con los chicos y tener a Mean a mí lado me estaba gustado mucho. Además mi novio había dejado de modelar y por lo mismo no tenía que preocuparme por Saint y tener que verlos llegar pegados todo el tiempo.

Ahora que lo pensaba y lo había visto estos últimos meses, Saint se notaba muy protector con mi bebé, el pequeño Perth se había convertido en mi hermanito, disfrutaba molestarlo, tiene una sonrisa contagiosa y tiende a molestarse por todo, cierta tarde capte a Perth en los vestidores babeando literalmente mientras Saint se cambiaba, no dije nada.

Pero al terminar el taller jale a Perth conmigo. Recuerdo muy bien cada una de sus palabras.

— No deberías ser tan obvio. – me recargue en la pared, Perth me miraba confuso.

— ¿A qué te refieres?

— ¡Te gusta Saint! – de mi parte no lo creía, al verlo bajar la mirada lo pensé mejor.

— ¿Por qué lo dices? –entonces no me equivoqué mi bebé gusta de ese flacucho, ¿cómo es posible? Son tan diferentes.

— Esa no es la contestación que esperaba, entonces es cierto.

— ¿Tiene algo de malo? – Perth se puso a la defensiva, esperando una crítica mía.

— No. ¿Estás seguro?, he visto como te miran las chicas, eres popular a pesar de tu altura...

— ¿Perdón?, me lo dice alguien que mide lo mismo que yo y es mayor.

— Oye no era crítica.

— Pues qué bueno sino me hubiera ofendido – mi bebé aprende rápido, ya hasta sabe ser sarcástico. Cambie de conversación.

— Estás conciente que no será fácil...

— Plan todo lo que me digas, lo sé y no me importa.

— Por qué no simplemente le dices

— No puedo.

— ¿Qué no sabes hablar?

— ¡Idiota!

— El idiota eres tú, qué tan complicado es confesar a alguien que te gusta. Déjalo salir, si él te rechaza te evitas los hubieras y dramas...

— Me ve como un niño... – mi bebé rascaba su cabeza frustrado, no quería ser duro pero es una realidad.

— ¡¡Por qué eres un niño!!

— Olvídalo no me entiendes – quería irse pero puse mi pie en la puerta para evitar que saliera y hacerme escuchar.

— Los adultos son aburridos y le buscan el por que a todo, miden cada paso que dan por miedo a no lograr lo que quieren, tú estás haciendo lo mismo...

— ¡Gracias amigo! Puedes llamarme abuelo, no me interesa no quiero apresurar las cosas, puede sonar anticuado pero deseo ser yo quien logre conquistarlo y no esperar a que el haga algo, por lo mismo no quiero decirle todavía.

— ¿Estás diciendo que quieres enamorar a Saint?, que romántico y pasado de moda te escuchas para tu edad... – mi bebé es tan tierno que me atrapó, quiero ayudarlo.

— ¡Me voy! No se ni por qué te conté.

— Oye bebé no te moleste, te admiro eso suena cursi lo admito... – lo tome de los hombros y me miró no creyendo en mis palabras. — Pero te apoyo.

— ¿Qué quieres decir con eso? – Perth achicó los ojos, el bruto no me cree todavía que quiero ayudar.

— Lo que escuchas, si quieres conquistarlo. ¡Yo te ayudo!

— Por qué pienso que en ves de ayudarme, tú te vas a beneficiar de esto – por que todos creen que tengo motivos ocultos, no pueden pensar que de verdad me importan.

— ¡Qué mal pensado eres!

— Admite que no te agrada Saint por la cercanía con tu novio... – ese es asunto aparte, además no es que me agrade tanto Saint para Perth, tampoco quiero matar sus ilusiones.

— Deja que te haga una pregunta, si a ti te gusta, ¿como no te molesta verlo pegado a mi novio? ¿no sientes nada?

— ¡No! – lo dijo tan seguro que me hizo dudar de sus verdaderos sentimientos.

— ¿No?

— Saint es amigo de todos y se nota que entre ellos existe una buena amistad. Como puedo ponerme celoso de él cuando ni siquiera sabe de mis sentimientos... – sonó tan empalagoso, comprendí que de verdad lo quería. Lo molesté un poco.

— ¡Eso es tan anticuado!

— Lo siento si mi forma de pensar no te agrada, quiero creer que si amas a alguien sin que lo sepa, no te queda de otra que aceptar que no vas hacer él único que se sienta atraído, habrá muchos más... ¡Es hermoso! – si pudiera ver su cara de tonto enamorado sentiría vergüenza como yo en este momento.

— ¡Cállate! Me das asco, quiero vomitar... – metí mi dedo a mi boca.

— Me voy, ya vinieron por mi. Mi madre contrato a Mk, es un poco raro, trato de sobre llevarlo...

— ¡O sea! Le das el avión.

— ¡Exacto! – chocamos los puños.

— Cuídate. Y toma en serio mis palabras te ayudaré.

— Gracias, espero no arrepentirme. Oye podrías no contarle a Mean, no me sentiría a gusto. Me cae muy bien pero al ser cercano a Saint no me gustaría que me descubriera. Si Saint se entera quiero que sea por mi y no por alguien más.

— Dalo por hecho bebé, no diré nada. ¿Quién más sabe de esto?

— ¡Mark!

— ¡Ohhh! Ahora entiendo todo... – siento que tengo mucho por descubrir y no me voy a rendir hasta conocer toda la historia, esto está teniendo un giro interesante.

— ¿Qué quieres decir? – pobre de mí bebé, tengo que reconocer que en algo se parece a Saint, los dos son despistados a morir.

— Nada, nada.– lo empuje para que saliera conmigo de vestidor — Bueno bebé me voy mi señor me espera en casa...

— Ahora él que quiere vomitar soy yo

— No te pongas celoso, mi corazón tiene amor para todos...

— ¡Loco! – gritó, lo vi alejarse hacia su carro, ya lo estaban esperando con cara de pocos amigos.

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Recordar cada uno de sus gestos me hacía reír, ese niño de verdad le gustaba Saint, la pregunta sería si a Saint le gusta también. Terminé de lavar mis manos para regresar al karaoke. Al salir del baño ya no está los chicos en el pasillo, ¿que habrá pasado con Kat?, ya lo investigare después.

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— ¿Dónde estoy? – mi cabeza dolía mucho y mi cuerpo también.

— ¡En mi casa! –me incorporé en automático kira estaba frente a mí sentado a lado de la cama con una bandeja. — Toma para tu dolor de cabeza. – ¿Que hice? No podía dejar de ver a mi amigo, no recuerdo nada.

— ¡Gracias! Lo siento, me cambio y me voy... – revise debajo de la sábana y no traía nada de ropa — ¡Estoy desnudo! Kira, ¿qué hice a noche?... ¿Tú y yo a caso?

— No imagines cosas conejito – alborotó mi cabello y no podía dejar de verlo, parece que en verdad no hice nada indebido sino, no me llamaría conejito, de esa forma tan tierna o será que el y yo... Imposible. Me empezó a doler la cabeza y de pronto recordé algunas cosas.¡Oh cielos! Debe pensar lo peor de mí...

— Nunca me aprovecharía de ti – “no estaba pensando exactamente eso, más bien me preocupa lo que yo pude a ver hecho” — y tú tampoco hiciste nada. – respiré con dificultad.

— ¿Y mi ropa?

— Se está secando, espero no te moleste. Por lo que veo no recuerdas nada te contaré lo que pasó.. te encontré en el baño vomitando... –detuve sus palabras alzando mi mano, tape mis ojos con la otra.

— De eso sí me acuerdo, también de que salimos al pasillo, no recuerdo de ahí para adelante.

— Te quedaste dormido en mis brazos, te quejabas del dolor, me dijiste que no quieras ir al doctor por eso pase a una farmacia y te traje a mi casa a curarte.

— ¿Tú hiciste eso por mí? – kira no respondió a mi pregunta y siguió explicando sus acciones.

— Estabas lleno de vómito, no dejaría que durmieras en mi cama apestando te bañe, te cure y te acosté. – todo me sonó muy bien y no quería protestar pues ya se había tomado muchas molestias conmigo, algo no me parecía.

—¿Y no se te ocurrió volver a ponerme ropa?

— No lo creí necesario, lo único que harías es dormir... –para ser hetero me resulta muy sospechoso.

— ¿Dónde dormiste tú?

— No dormí o más bien no dejaste que durmiera.

— ¿Yo? ¿por qué? – dijo que no habia hecho nada, me mintió entonces.

— Te quejaste del dolor y tuve que estar pendiente de ti... – soy una horrible persona, por que tuve que involucrar a mi amigo.

— Perdoname te hice pasar una noche horrible... – tenía ganas de llorar, que el me miré tan tierno me hace pensar que me tiene lástima y no me gusta.

— No me estoy quejando, tu preguntaste y te estoy contestando – su voz sonaba comprensible.

— Lo sé y no sabes cuánto te lo agradezco. Me siento pésimo por actuar de esta forma ante ti...

— Otra vez con el mismo tema cuando entenderás que soy tu amigo. No tienes que ser siempre perfecto ante mis ojos, no estoy esperando nada de ti, más que tú confianza y amistad.

— Tienes más que eso Title – mi amigo no tenía idea cuánto lo apreciaba y  admiraba.

¿Cómo? – me dió risa, siempre duda de mí. ¡Si él supiera!

— Digo que te quiero, eres el hermano menor que cualquiera sería feliz de tener a su lado. Gracias, otra vez. – sonrió al escucharme y se sentó en la orilla de la cama, hablándome más animado.

— ¿Quieres comer?

— ¡Sí! pero será mejor que me vaya, ya abuse más de la cuenta.

— Estás buscando que me moleste verdad – golpeó mi frente con sus dedos, haciéndome reír. Tape mi cara y le dije como me sentía.

— ¡Me muero de pena! No puedo verte, me siento terrible.

Mi comportamiento deja mucho que desear – quería esconder la cara bajo la sábana pero lo único que podía hacer es bajar la mirada y apretar con fuerza las mantas.

— Conejito mírame... – no quería, con sus dedos en mi mentón me obligó a mirarlo. — Hagamos esto; quédate en mi casa hasta que tus heridas sanen – estaba por negarme hasta que... — O al menos las más graves, prometo no hacerte más preguntas y después fingir que nunca paso, para que no te preocupes.

— ¿Cómo es eso?

— Vamos a desayunar y me acompañas a mi trabajo, tengo que grabar mi último comercial para empezar de lleno con la serie, ¿quieres? Por favor, no te niegues... – Kira hacia sus ojitos grandes y los notaba brillar, me logra convencer tan fácil.

— ¡No hagas esa cara! – lo empujé sonriendo.

— ¿Mmm?, dí que ¡si! ¿si?

— ¡Tú ganas!

— Tu ropa ya casi está, puedes ponerte una bata del baño, bajo a preparar todo para tu desayuno y te espero. De regreso podemos pasar por tus cosas.

— ¡Mmm! – no podía negarle nada y menos después de lo que hizo por mí.

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No puedo respirar, me siento tan caliente y el clima estaba alto.

Sería por qué hice cosas que jamás pensé en hacer... Cómo el bañar a un hombre, curarlo y velar toda una noche cuidando de él.

No me atreví a contarle que lloraba desconsolado y tuve que abrazarlo para poder calmarlo, tengo que admitir que sentir el calor de su piel sobre la mía me hizo sentir extrañas sensaciones, no quería ponerme a indagar ni analizar.

Me concentre en preparar el desayuno y olvidar el tema, yo le había dicho antes a Earth, que la amistad era lo único importante para mí y eso no debo olvidarlo.

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[Meses antes]

— No quiero despertar a los chicos, no tengo más remedio, Tano no despertara si no lo recuerdo y tengo que salir antes – la hermosa dama se cuestionó en la cocina antes de subir a la recámara de su hijo, a noche trajo a su compañero con él y habían dormido muy tarde. Los encontró abrazados, su hijo estaba de lado y su compañero estaba boca abajo con el brazo sobre la cintura de su hijo, el cual tenía sus manos enlazadas a la mano que tenía en su cintura. Ella sonríe al ver la escena, sé notaban tan tranquilos que no deseaba despertarlos, no le quedaba de otra ella tenía que salir lo antes posible.

— ¡Tano! ¿Tano? despierta... – siempre había sido un récord despertar a su querido hijo pensó la bella dama, el pequeño Tano tenía que poner cinco alarmar para despertar pues tenía el sueño muy pesado. Volvió a moverlo sin éxito, fue el mayor el que recordó.

O eso pensaba por qué lo vio moverse, el mayor en ves de despertar se pegó al cuerpo que tenía bajo el brazo y lo pegó a él en otra posición. La dama se rió en alto.

— Estos niños de verdad, Tano, Saint ¡¡Despierten!! - hablo más fuerte. –Saint fue el primero en abrir los ojos sin soltar al cuerpo junto a él.

— Cariño me gustaría que siguieran durmiendo pero tengo que salir. ¿Podrías por favor despertar a Tano?, tiene el sueño pesado y se que si me voy el no se levantará... – Saint tardo en darse cuenta donde estaba y en qué forma. Trato de soltarse de Perth pero el pequeño lo tenía sujeto con fuerza, con su mano libre tomó su mano y lo soltó hasta pararse de la cama por completo.

— ¡Señora discúlpeme! – la dama seguía sonriendo sin darle importancia.

— No te preocupes hijo, discúlpame a mi por despertarlos antes, tengo que salir...

— Sí señora no se preocupe yo despierto a Perth – el joven Saint jalaba la manga de la pijama que Perth le había prestado debido a lo nervioso que se encontraba — No se preocupe yo me hago cargo...

— ¡Gracias querido! Deje el desayuno listo, si quieres bajar antes, esté niño no despertara hasta que su tonta alarma suene... – sonrió para Saint acariciando su cara. Saint le regreso una sonrisa tímida.

— ¡Oh gracias! Es muy amable.

— No es amabilidad cariño, está es tú casa. – Se despidió y se fue. Dejando a Saint sin palabras.

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Estaba apenado, la mamá de Perth me descubrió abrazando a su hijo ¿cómo era posible que hubiera dormido tanto?, siempre suelo despertar temprano, ¿qué pensará de mí?...

No menciono nada y su forma de hablar conmigo fue igual que la de a noche.

Debería despertar a Perth para que desayuné conmigo, después de todo está es su casa, me senté en la cama y lo miré antes de despertarlo, ¿en que momento terminamos abrazados?

— ¡Perth! Despierta... – lo moví y le gritaba. Su mamá no exageraba de verdad que tiene el sueño pesado, se veía tan tierno... — Toque con mis dedos su carita, es tan suave al tacto. — Cariño... – Ése apelativo salió de mi boca sin querer. Perth abrió los ojos de golpe.

— ¿Saint? – desea desaparecer, escucho mis palabras. Debe preguntarse por qué lo llamé de esa forma. ¿Qué le digo?

— No es lo que crees.., mirá deja que te expliqué... – me levanté de la cama hablando sin parar, caminé de un lado a otro.

— ¡Tengo hambre! – me detuve de golpe y solté el aire que estaba conteniendo y terminé riendo de los nervios, el no escucho nada, suspiré aliviado — ¡Andá párate! Tu mama ya se fue y me dijo que bajara a desayunar pero no quiero ir solo...

— ¿Mi mamá estuvo aquí? – se veía tan lindo con el pelo alborotado y frotándose los ojos, parecía oso de peluche, esos osos de peluche que mueres por abrazar... “Me estoy ganando un boleto directo a las causas pérdida” Pero este niño tiene la culpa.

— ¿Saint?

— Eh... ¿Mm?

— ¿Te sientes bien? estás rojo... – Perth se levantó alarmado de la cama, “como le digo que es su culpa”

— Es que dormí de más y eso me afecta...

— ¿Seguro?

— ¡Mmm! – me sonrió y me llevo con él, tomando mi muñeca.

— Sígueme, tengo hambre...

— Perverso... Digo, ¡¡Perfecto!! – Perth sonrió juntando la cejas, parece que no entendió el contexto de la palabra.

Desayunamos delicioso, su mamá cocina riquísimo, si fuera mi suegra me la viviría en su casa... “Saint que cosas raras piensas”

— ¿Te gustó? – Perth no me miro, me habló todavía comiendo.

— ¿Mandé? – no entendía a sus palabras — ¿De que hablas? – dejo su plato y me miró sonriendo, tenía arroz en sus labios.

—¿Qué si te gusto el desayuno? – creo que notó que miraba sus labios pues con su lengua quitó los granos de arroz. Siento que me provoca adrede

— ¡¡Ohh mucho!!

— ¿Quieres más?

—Voy a engordar pero no es bueno desperdiciar –se levantó de la mesa dándome la espalda, me habló mientras me servía.

— ¡Qué considerado! – verlo de esta forma tan íntima me trae recuerdos de la noche que pasamos juntos en la cama, por más que intente dormir no pude, miraba al techo tratando de que el sueño llegará, escuchar su respiración me evitaba conciliar el sueño, podía sentir o más bien percibir que seguía despierto como yo a su lado, quería preguntarle por qué no dormía...

Tuve miedo, no quería hacer alguna tontería, no queria escuchar su respuesta y perder la alegría de saber que no tenía novia y que a pesar de enterarme que había alguien en su vida que le interesaba, él no tenía a nadie a su lado más que a mí y por largo tiempo.

Todavía sigo preguntando a mi corazón la razón de su forma de latir al verlo: Lo haces por qué te parece tierno y te transmite ganas de protegerlo como un hermano o estás latiendo más de la cuenta por qué estás sintiendo algo más por ese niño.

La primera opción es posible. Por qué la otra no es una posibilidad viable.

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Estaba soñando tan bonito, en mi sueño Saint me llamaba cariño mientras me envolvía en sus brazos. Pero como dije sólo soñaba, desperté y lo vi sentado a mi lado moviendo mi cara tratando de despertarme.

Lo veía nervioso o tal vez sólo era mi imaginación, mi estómago empezó a gruñir. No le puse mucha atención a lo que hablaba. Me dijo que mi madre estuvo aquí, eso quiere decir que ya se fue. Deje de perderme en mis pensamientos y miré a Saint, estaba todo rojo y sudado. Le pregunte y dijo que durmió mucho, no tenía por qué dudar, me levanté y lo lleve conmigo a la cocina, verlo comer era una experiencia suprema, yo simulaba estar enfocado en mi plato, la realidad es que verlo en pijama frente a mí me ponía nervioso. Me hacía pensar que estábamos juntos, que bonito sería despertar nuevamente junto a él... “Despierta de una vez Tana”

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