Aquí comienza el amor entre Max y violeta, una historia que los llevará al borde de la locura a ambos para hacer que su amor sea indestructible.
Esta es la continuación de violeta y Max en Frío Millonario.
Que lo disfruten, queridos lectores. ❤️
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Capítulo #21
—¿Violeta: mamá, sabes si ya la señora Cecilia le dio el biberón a los niños? (Dijo para ver si tenía que ir a ayudarla como siempre lo había hecho)
—Carmen (madre de Violeta): si cariño ellos acaban de quedarse dormidos, por eso vine alimentarte porque tienes que estar sana para ellos. (Dijo tratando de que comiera algo)
—Violeta: está bien, mamá, ya voy a comer, pero después me bañaré y prepararé para ir a ver a los niños y luego ir al hospital a ver a Max. (Dijo mientras comenzaba a comer a toda prisa)
—Carmen (madre de Violeta): debes comer con cuidado para que no te caiga mal en el estómago, así que con calma, por favor. (Dijo mientras Violeta le baja la velocidad a su comelona)
—Violeta: mamá, hay algo que quería hablar contigo, pero no quería decírtelo por teléfono y, ya que estamos solas aquí, creo que es el momento. (Dijo dejando una manzana que se estaba comiendo en la bandeja)
—Carmen (madre de Violeta): te escucho. (Dijo mirándola con atención)
—Violeta: ya no quiero hacerme cargo del negocio familiar la verdad creo que lo tome en un arranque de ira contra Max, pero desde que pasó lo que pasó esta mañana supongo que no quiero estar en ese mundo para poder criar a mis hijos. (Dijo mientras veía a su madre agarrarle las manos)
—Carmen (madre de Violeta): me alegra que te hallas dado cuenta, realmente yo no te quería al mando porque solo el pensamiento de perderte hace que rompa en llanto y no te quiero perder como a tu papá. (Dijo mientras las lágrimas salían de sus ojos sin previo aviso)
—Violeta: perdóname mamá, sé que debí haberte escuchado, pero a veces soy algo terca como papá. (Dijo tratando de sacarle una sonrisa a su madre, la cual sonrió)
—Carmen (madre de Violeta): hablaré con Emiliano más tarde para que se haga cargo nuevamente. (Dijo dándole un abrazo a su hija de consuelo)
………… Por otro lado ……………
—Melissa: por favor sáquenme de aquí, señor Fabián ya aprendí mi lección no me voy a acercar más a Max. (Dijo llorando de miedo)
—Escolta: será mejor que te calles, hay personas aquí que no toleramos el ruido. (Dijo mirándola con desprecio)
—Melissa: te daré lo que quieras, si me sacas de aquí te pagaré el doble de lo que te da el señor Fabián, no mejor el triple. (Dijo tratando de convencer al escolta)
—Escolta: y de que me valdrá tener tanto dinero si el jefe me casara y matara por traicionarlo, así que mejor cállate y guarda tus energías. (Dijo mirándola con una sonrisa malévola)
—Melissa: como así porque me dices que guardé mis fuerzas que me van a hacer. (Dijo mientras la piel se le ponía de gallina y un escalofrío recorría su cuerpo)
Melissa se encontraba en un almacén que es propiedad de los Trejo, hay, es donde ellos llevan a los traidores a ser castigados y a los enemigos a ser liquidados, Melissa no sabía cuál sería su destino aún, pero sabía y presentía que algo malo se avecinaba.
Mientras que al hospital llega la señora Esmeralda a ver a su hijo, ella llegando y el señor Fabián saliendo de la habitación con los ojos llenos de lágrimas, ya que no sabía cómo iban a sacar a su hijo de esta.
—¿Esmeralda (madre de Max): que pasa? ¿Cómo está mi bebé? (Pregunto desconsolada)
—Fabián (padre de Max): hay, está cariño, no se mueve, no habla, es como si estuviera muerto en vida. (Dijo mientras las lágrimas bajan por sus mejillas)
—Esmeralda (madre de Max): no me digas eso por favor, sé que mi hijo está luchando, él es fuerte, es un guerrero y sé que él no abandonará a su familia, él sabe que sus hijos lo necesitan. (Dijo callando al piso en llanto siendo consolada por su esposo)
Después de unos minutos sumisos en el llanto, la señora Esmeralda entra en la habitación a ver su querido hijo, entonces tomó una y se sentó a su lado.
—Esmeralda (madre de Max): querido mío, tú sabes cuando tu madre te ama y sabes que eres su vida, por favor despierta sin ti mi vida se desmorona. (Dijo llorando mientras sostiene su mano y Max no reacciona)
—Fabián (padre de Max): le he dicho tantas cosas que hasta ahora me doy cuenta de lo importante que es decirle las cosas a tus seres amados cuando tienen salud, estuve que estar en esta posición para darme cuenta. (Dijo llorando con la mano en el hombro de la señora Esmeralda)
—Esmeralda (madre de Max): cariño, mamá y papá siempre estarán aquí hasta que despiertes, así que no te preocupes, sé que estás recuperándote y que solo estás en aún sueño, después de todo debes descansar. (Dijo tratando de tener fe en que todo va a salir bien)
Violeta quien está en la casa juega con los niños aunque son pequeños a ella le encanta decirle cosas y poder estar hay para ellos y después de un largo rato llegó la tarde terminó de almorzar subió a su habitación y comenzó a prepararse para irse al hospital, se puso cómoda porque al haber descansado pensó que lo mejor era quedarse a cuidar de Max para que sus padres descansaran un poco así que se terminó de alistar y en un bulto echo algunas cosas para poder quedarse.
—¿Carmen (madre de Violeta): cariño y te vas? (Pregunto mientras caminaba hacia ella)
—Violeta: si mamá ya es hora de irme para el señor Fabián y la señora Esmeralda puedan irse a casa a descansar. (Dijo mientras tomaba las llaves del auto)
—Carmen (madre de Violeta): ya que mi intuición me decía que ye quedaría con él, te preparé algunas comidas para que te las lleves y no te olvides de alimentarte bien, por favor. (Dijo dándole una pequeña maleta de mano que contenía varias cacerolas con sus comidas favoritas)
—Violeta: gracias mamá, ya me voy. (Dijo dándole un beso y abrazo para caminar a la salida)
—Carmen (madre de Violeta): ve con cuidado te amo. (Dijo mirándola alejarse)
—Violeta: también te amo mami. (Dijo mientras salía y casi choca con Amanda)
—Amanda: cuando me iba a decir lo que pasó. (Dijo dándole un abrazo)
—Violeta: perdóname, no quería preocuparte. (Dijo correspondiendo al abrazo)
—Amanda: vamos, me imagino que ya vas al hospital, Alejandro está fuera en el auto, nos enteramos hace unas horas y vinimos lo más rápido que pudimos. (Dijo mientras ayudaba a Violeta con el bulto por su pierna lastimada)
—Violeta: hola Alejandro. (Dijo mientras entraba en el auto)
—Alejandro: porque no llamaste, pudimos quizás llegar más a tiempo. (Dijo comenzando a manejar)
—Violeta: realmente no me pasó por la cabeza, estaba tan nerviosa y al volante mientras me disparaban la verdad, vi mi vida pasar fue horrible. (Dijo tratando de contener las lágrimas)