Estoy a punto de casarme con un hombre cruel y sin sentimientos y todo por pagar una deuda familiar, mi nombre es Sofía Gómez y el hombre que me compro se llama Adrik Ivanov, su nombre lo define a la perfección, ya que el es un hombre cuya oscuridad y frialdad te abraza con solo una mirada.
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Capitulo XXI Quiero el divorcio
Un mes había pasado, Sofía y Cecilia se estaban preparando para la inauguración de su bufete de abogados, a pesar de todo Sofía estaba feliz, ya que al menos su sueño de tener su propio despacho se estaba haciendo realidad.
— Cómo está ese bebé hermoso?. — dijo Cecilia hablando a la pancita de Sofía.
— Sabes que puede ser una niña verdad?. — comento Sofía.
— Si lo sé, pero ni modo que un día lo llame él y al otro ella. — dijo Cecilia poniendo los ojos en blanco.
— Contigo no se puede, mejor apúrate que están por llegar los invitados.
Una hora después al lugar empezaron a llegar los invitados a la inauguración, eran más que todos familiares de Cecilia y unos cuantos amigos de ambas, el abuelo y el señor Fedor también estaban invitados y aunque Sofía se había alejado de ellos no le pareció apropiado no invitarlos.
— Abuelo, señor Fedor, bienvenidos. — saludo Sofía amablemente.
— Gracias hija, te ves muy hermosa. — hablo Dimitri.
— Está muy bien localizado tu bufete, pienso que será todo un éxito. — comento Fedor.
— Gracias, señor, pero por favor pasen y siéntanse en su casa.
Sofía seguía recibiendo a los invitados, mientras que Cecilia los acompañaba a sus mesas, el doctor Fernando también hizo acto de presencia, él y Sofía se habían hecho buenos amigos, ya que Fernando se estaba encargando de llevar el control del embarazo de Sofía.
— Bienvenido Fernando, no sabes lo feliz que estoy de verte aquí. —
Las palabras de Sofía eran más que todo para su amiga, ya que Cecilia sentía algo por el doctor, pero justo en ese momento Adrik apareció y al escuchar a Sofía dirigirse de esa manera a Fernando sintió una gran ira.
— Buenos días. — dijo Adrik mirando a Sofía con desprecio.
— Buenos días. — contesto Fernando al ver que Adrik había llegado con una mujer tomando su brazo.
— Espero no importunar al llegar sin invitación, solo que pensé, si mi abuelo es inversionista no debe haber problema en que me presenté al evento.
— Claro que no hay problema, señor Ivanov, por favor pase. — contesto Sofía tratando de controlar sus lágrimas.
— Gracias señorita Gómez.
Adrik paso frente a ella sin volver a dirigirle la palabra, Cecilia al ver la situación se acercó a su amiga.
— Sofí estás bien?.
— Si, no te preocupes ya sabía que él andaba con esa mujer. — respondió Sofía con una sonrisa fingida.
— Bueno no te pongas triste, disfruta de tu día y tú Cecilia sabes que me debes una cena, espero que cumplas tu palabra.
— Ustedes dos no tienen solución, mejor entremos creo que ya no llegara nadie más.
Una vez dentro del bufete, Cecilia llamo la atención de los presentes.
— Les damos gracias por venir a apoyarnos en este nuevo emprendimiento y esperamos poder ayudarlos en un futuro, pero por favor no maten a nadie, no queremos mentir en el estrado.
Los presentes empezaron a reír por las elocuentes palabras de Cecilia, el único que se mantenía con cara de póker era Adrik, pues veía a Sofía muy sonriente con Fernando y él no sabía por qué?, pero sentía mucha rabia al verla sonriéndole a otro hombre.
— Acaso la señorita Gómez no tiene nada que decir?. — dijo de repente Adrik.
— Por supuesto. — respondió Sofía mirando a Adrik con resentimiento.
— La escuchamos. — respondió Adrik alzando la copa en su mano hacia ella.
— Buenos días, señores, gracias por compartir este sueño con nosotras..., conmigo, este siempre ha sido mi sueño, poder ejercer mi profesión, de pequeña pensaba en ser abogada, ya que en el mundo existe mucha injusticia y con el tiempo mi sueño creció aún más, no solo quiero ser abogada por el dinero que este me pueda dejar, sino que me gustaría contribuir a hacerle justicia a todos esos inocentes que ente momento están siendo acusados de manera injusta, y si con mi aporte puedo hacer de este un mundo mejor, creo que mi sueño a válido la pena.
Al terminar su discurso los ojos de Sofía se posaron en los de Adrik, pero este los esquivo ignorando su presencia, Claudia se dio cuenta de este gesto y le dedico una sonrisa de victoria a Sofía.
Sofía seguía hablando con Fernando, mientras que Cecilia hablaba con sus padres.
— Fernando, iré al sanitario, por favor ve con Cecilia mientras vuelvo.
— Te encuentras bien Sofía?. — pregunto Fernando preocupado.
— Si, solo necesito lavar mi cara.
Fernando no creía en ella, así que fue por Cecilia para que la acompañaré, pero como Sofía estaba algo mareada, no quiso esperar y camino hacia el baño, Adrik aprovecho a Claudia estaba conversando con otras mujeres y fue tras Sofía, alcanzandola, antes de que ella pudiera llegar al baño.
— Así que eres mi esposa!. — dijo Adrik acorralando a Sofía contra la pared.
— Por favor señor Ivanov, ahora no es un buen momento. — respondió Sofía en un susurro.
— Por qué, acaso tienes miedo que tú amante te vea conmigo?. — dijo Adrik con sarcasmo.
— No me siento muy bien, por favor deje ir al baño. — contesto Sofía con las pocas fuerzas que le quedaban.
— Quiero el divorcio. — soltó de golpe Adrik.
— Está bien, solo envié a su abogado, pero ahora de verdad necesito ir al....
Sofía no terminó la frase cuando cayó desmayada, Adrik fue muy ágil y logró atraparla antes de que se desplomara en el suelo, en ese momento llegaron Fernando y Cecilia.
— Qué le has hecho a mi amiga!. — grito fuertemente Cecilia atrayendo la atención de los presentes.
— Solo estábamos hablando y se desmayó. — explico Adrik con preocupación.
— Vamos a llevarla a su oficina.— respondío Fernando.
Adrik llevo a Sofía a la oficina de ella, la coloco con mucho cuidado en el sofá, mientras que Cecilia iba por el maletín de Fernando.
— Busca en el botiquín algo de alcohol. — dijo Fernando a Adrik.
Este se apresuró en buscar lo pedido y regreso donde Sofía con alcohol y algodón. Fernando se apresuró en ponerle el alcohol cerca de la nariz a Sofía y ella poco a poco fue recobrando el sentido.
— Qué me pasó?. — pregunto Sofía desorientada.
— Solo fue un desmayó. — respondió Fernando respirando profundamente.
— Solo espero y no me salgas con que estás embarazada y que el escuincle es mío. — dijo Adrik serio.
— No se preocupe señor Ivanov y para que esté tranquilo le comento, si estuviera embarazada de usted no dejaría que ese niño viniera al mundo, así que puede estar tranquilo.
Las palabras de Sofía fueron un fuerte golpe para Adrik, él estaba acostumbrado a que las mujeres se desvivieran por estar con él, pero esta mujer se dio el lujo de despreciarlo a él y a un hijo de ambos.
Adrik no dijo nada más y salió de la oficina muy molesto, en el camino casi se lleva por delante a Cecilia, dejándola con la boca abierta.