OTRA REENCARNACIÓN MÁS

Una sonriente Akilah se acercó a Zadkiel, solo podía pensar en lo adorable que se veía sonrojado, así que sin pensarlo solo se subió en él y empezó a besarlo, era lento y suave.. Pero mientras iban besándose más, se había vuelto un beso apasionado y lleno de deseo, Akilah empezó a quitar la ropa de Zadkiel y beso cada parte de ese torso que la tenía embelesada, como Amelia no tenía nada de experiencia, sin embargo, como Carlota había tenido bastantes acercamientos, no había llegado a término, pero sabía que hacer, solo fue bajando hasta dónde quería llegar, y un muy deseoso y sorprendido Zadkiel que solo se escuchaba resollar, la hacía seguir era un verdadero deleite escucharlo resoplar, terminaron por aventar lo que traían puesto, y tocaron cada parte que quisieron del otro, los dos eran nuevos en esto, así que un poco torpe y tembloroso Zadkiel sentía como el mundo dejaba de existir y solo importaba como aquella mujer oprimía todo su ser, mordidas, rasguños y resollos era todo lo que los dos escuchaban, y solo el deleite que sentían era lo único que importo en ese momento.

Al día siguiente partieron al principio algo avergonzados, creían que todos sabían de ellos, pero la verdad es que nadie lo noto, bueno casi nadie solo una persona.

Después de eso Akilah solo esperaba que estuviera solo Zadkiel para abalanzarse sobre él, entre un árbol y Zadkiel se encontraba una muy apasionada mujer, que había despertado un muy apasionado Duque, sin embargo, no estaban del todo solos, una muy enfadada Rouse los observaba, quería acercarse a Zadkiel, a ella le había gustado desde que lo conoció; sin embargo, Akilah fue muy contundente en decirle que a ella le gustaba y si él la aceptaba, no podía interferir en eso, que no la perdonaría y no se tocaría el corazón si tenía que destruirla, así que Rouse solo le quedó conformarse con verlo, no era competencia para Akilah y por supuesto que no la enfrentaría, sabía que su cabeza rodaría.

Su padre se aferró a qué Rouse la acompañara ya que era su única amiga y una dama...ella controlaría el proceder de su hija rebelde, se encargará de que Akilah no haga demasiado desastre y se comporte como una señorita, según Darg no había mejor persona para estar al lado de su hija que Rouse.

Así paso el tiempo ya eran los cuatro meses pasaron rápido para ellos, ya que siempre estaban demostrando la pasión que sentían.... ya no era un secreto para nadie, ya que al Duque no le importaba marcar territorio, pero había algo que no terminaba de tener tranquila a Akilah y era el extraño comportamiento de Rouse constantemente la veía cerca de Zadkiel, cualquier pretexto era bueno para que ella lo buscará, cada vez que se separaban por alguna razón ella terminaba por encontrar a los dos juntos, era obvio ella lo buscaba, pero no quería hacer una escena, él le demostraba siempre que deseaba estar a su lado, incluso cuando hablaban él siempre la mencionaba como su Reina y los hijos que tendrían, pensó que solo eran los recuerdos que tenía de su vida como Amalia, no quería pasar por lo mismo, debo confiar en él, era lo que siempre se repetía.

No podía permitir que sus inseguridades la afectarán.

Por la mañana, afuera del palacio una mujer amenazante con armadura negra y a su lado un dragón rojo.. Listo para atacar aparecían frente a la mirada de varios soldados que cuidaban la entrada

- Díganle a los reyes que entreguen la corona o se atengan a las consecuencias, quemaré todo y no tendré compasión con nadie.-