Por Ti Vuelvo A Creer En El Amor

Algunos días pasaron, una tarde el padre Joaquin iba saliendo de su casa cuando un hombre joven se acercó a él y lo saludó de manera efusiva, el padre lo miró con desconcierto ya que no sabía de donde lo conocía.

-Se nota que no se acuerda de mí, soy Beto el amigo de Alejandro, yo siempre venía a visitarlo cuando vivía con uste hace años – el hombre sonreía divertido por la actitud del padre

El padre no lo había reconocido y lo miraba de arriba abajo intentando encontrar algún detalle del joven que lo había visitado hace mucho tiempo atrás.

-¡Beto, muchacho!, no te había reconocido y es que ahora eres todo un hombre con barba y bigote – el hombre abrazó al más joven de manera cálida

-Me mudé hace años y he venido unos pocos días a la ciudad, estoy buscando a Alejandro, me dijo que se quedaba aquí

-Ahorita no está, pero si quieres pasa y comemos algo mientras me cuentas las novedades de tu vida – los dos hombres entraron a la casa

Elena estaba adentro realizando el almuerzo y Joaquín le presentó a Beto, cuando el almuerzo estuvo listo los tres se sentaron a comer y charlaron por un buen rato.

Al terminar de comer se dirigieron a la sala y estando allí Elena les llevó un café a cada uno, los dos hombres se divirtieron mucho con cada una de las ocurrencias que tenían.

-Padre debo irme, tengo que a supervisar a trabajar, tengo unos restaurantes y he venido a supervisarlos, cuando quiera puede ir como mi invitado de honor – Joaquín sonrió y le agradeció el detalle a Beto mientras lo acompañaba a la puerta

-¡Se me olvidaba!, el viernes voy a inaugurar una casa que compré en la ciudad y me gustaría que fuera a la celebración, será algo tranquilo, también invite a Alejandro – comentó

-¿Puedo llevar a mi sobrina? – preguntó el padre después de pensarlo un rato

-Por supuesto padre y también a Elena, me cayó super bien – respondió Beto alegremente y se fue

-Esto va a ser muy interesante – pensó el padre Joaquín al imaginarse a su sobrina en una fiesta con Alejandro

El día de la fiesta llegó y a pesar de que Cassandra intentó colocar mil excusas al final aceptó ir con su tío a la reunión, así que al llegar del trabajo fua a su habitación a descansar un rato antes de comenzar a alistarse para salir.

Alejandro por su parte no tenia ni idea de que ella asistiría al mismo evento que él, por lo que al verla ir a su habitación tuvo la idea de invitarla, pero prefirió no decirle nada por temor a que le diera una respuesta negativa.

Luego de un buen rato se alistó y salió, no sin antes avisar que posiblemente llegaría tarde.

-Pórtate bien – le dijo el padre Joaquín con una sonrisa

Le tocó conducir un buen trecho hasta llegar a casa de Beto, conocía la zona y le gustaban las casas de allí, todas eran hermosas, a pesar de que tenían características parecidas, todas estaban pintadas de blanco, tenían rejas marrones con decoraciones en madera y tejas de barro.

Al llegar estacionó su camioneta y cuando iba a tocar el timbre Patricia le abrió la puerta con una gran sonrisa.

-Hola Ale, ¿Cómo estás?, Beto está atrás con los demás invitados intentando comenzar a asar la parrilla – lo saludó y le dio un beso en la mejilla

-Hola, creo que llegué en el mejor de los momentos – le sonrió y se fue hacia el patio trasero

Al llegar al patio vio a Beto en una esquina tratando de encender la parrillera, se le acercó y saludó a su amigo.

-¿Y esto?, ¿vendrán muchas personas? – preguntó Alejandro al ver todo lo que pensaba cocina su amigo

-No, Pamela está arriba terminando de vestirse, invité a algunos primos, no seremos muchas personas – le comentó Beto

Mientras ellos hablaban Pamela llegó al patio y fue directo a donde estaba Alejandro, llevaba un vestido blanco que le quedaba perfecto y resaltaba cada una de sus curvas, su cabellera estaba suelta, loque hacia que sus rizos saltaran cada vez que caminaba.

-¡Alejandro que bueno que estes aquí! – le dio un beso en la mejilla y al acercarse respiró profundo para sentir su aroma tan masculino

Los minutos fueron pasando y poco a poco fueron llegando los familiares y amigos de Beto, por lo que este se acercó a ellos para saludarlos acompañado de Patricia.

Mientras la carne se cocinaba se iban sirviendo algunas bebidas y Pamela no dejaba a Alejandro solo, de pronto se escuchó el timbre y Beto fue a ver quién había llegado.

-Disculpa que llegamos un poco tarde, es que no conseguía la dirección – Cassandra y Elena se burlaban a las espaldas de Joaquín

Se saludaron y Beto los invitó al jardín, mientras ella veía el hermoso lugar y las personas que allí se encontraban notó que Alejandro estaba en el lugar y lo que mas le llamó la atención fue que estaba hablando con una joven.

El le estaba sonriendo y se notaba que se sentía bastante bien con esa persona, sintió que su pulso se detuvo y no podía mirar hacia ningún otro lado, sentía que no podía tragar y Alejandro no se había dado cuenta de que ella estaba allí.

De pronto Alejandro escuchó la peculiar voz del padre Joaquín y se volteó de inmediato, su sonrisa se congeló al ver a Cassandra, algo dentro de él se removió y no pudo sino disculparse con Pamela para acercarse a donde estaban los recién llegados.

-Hola, no sabía que vendrían – les dijo Alejandro mientras los saludaba

-Me invitaron y no pude negarme – Joaquín sonreía como siempre

-Cassandra que bueno que hayas venido – Alejandro intentaba mirar a Cassandra a los ojos y esta no le correspondía la mirada

-Gracias – fue lo único que ella respondió sin mirarlo a la cara

-Te dije que te portaras bien – le comentó Joaquín a Alejandro bajito para que nadie mas escuchara

-Ella… es solo una amiga – le respondió Alejandro

-Eso espero porque me costó mucho hacer que viniera hoy