Prisionera De Mis Elecciones

Sin saber cómo reaccionar ante aquella situación inusual y sumamente difícil, Luana se acostó y se cubrió con las sábanas, no quería que Noah viera sus lágrimas.

“No tiene sentido querer cambiar el final de esta historia, Noah ya tiene todo planeado, mi hijo va a llamar madre a otra mujer, Dios como duele, no sé si podré soportar semejante cosa. un calvario”, reflexionó mentalmente mientras analizaba aquella extraña situación.

Luana todavía escuchaba las dulces palabras pronunciadas por Noah y seguía llorando suavemente, pero los golpes frenéticos en la puerta le trajeron la realidad.

Luego de la autorización de Noah, pronto entraron el médico y una enfermera, mostrando una amable sonrisa.

—Buenas noches señora Luana, fui la encargada de realizarle su cesárea, estoy al final de mi turno y por eso vine a verla, dijo el médico y deliberadamente quitó la sábana del rostro de Luana, solo para encontrar una mujer con los ojos rojos e hinchados, indicando que estaba llorando.

El doctor ocultó su vergüenza, se alejó y le dijo a la enfermera que le revisara la presión arterial a Luana, todavía estaba alta y eso puso al doctor pensativo, y de repente recordó la cara triste de Luana, sonrió levemente y dijo:

—Sé que has estado pasando por grandes cambios en tu vida, ser madre es algo mágico y te da mucha emoción, pero necesitas controlar tus emociones, de lo contrario tu presión arterial seguirá subiendo y nosotros no No quiero eso, ¿no?- habló el doctor de manera divertida, parece estar hablando con un niño, pero en el fondo Luana sabía que solo tenía miedo de que, de alguna manera, irritara al heredero de la familia Salvatore, que la miraba fijamente como si quisiera matarte, oh hombre insoportable.

—Gracias doctor, yo me cuidaré sola – respondió Luana y luego sonrió, tratando de darle verdad a sus palabras, pero ni siquiera ella lo creía.

El médico ordenó que le colocaran medicación en el tubo intravenoso que estaba conectado a la mano de Luana, con el objetivo de bajarle la presión arterial y poco después salieron de la habitación.

Al estar en esta situación, Luana se encontró pensando cómo sería su vida si sus padres no hubieran muerto prematuramente, ¿sería si ella todavía viviera en Moscú? ¿Habrías conocido a ese monstruo a tu lado?

Luana estaba sumida en sus pensamientos, le tomó un tiempo darse cuenta de que Noah había colocado a Yago en la cuna, y solo se dio cuenta de esto cuando escuchó el crujido de la puerta al abrirse y luego la espalda del hombre desapareciendo en la oscuridad del pasillo.

En ese momento Luana soltó un suspiro de alivio, se esforzó y finalmente logró recostarse de costado y se quedó ahí, admirando la belleza de su hijo, tomó su manita, tal vez temiendo que alguien se lo alejara de ella. pero a los pocos minutos cayó en un sueño profundo.

...

Un viento frío entró por la ventana, haciendo que el cuerpo de Luana temblara de frío, miró a Yago y él estaba un poco sonrosado, seguramente él también tenía frío, así que miró en dirección al sillón, seguramente buscando a Noah, quería Pidió una sábana, pero descubrió que estaba sola en esa habitación.

Un sentimiento de impotencia invadió todo su ser, intentó levantarse, pero como la anestesia ya se había pasado por completo, cualquier movimiento brusco le provoca un gran dolor, por lo que lloró sintiéndose abandonada, y también culpable por no poder ayudarla. bebe pequeño pingüino de personas.

Después de pensar unos minutos, Luana finalmente tuvo la idea de colocarle al bebé, jaló la cuna dejándola pegada a la cama, luego tomó al bebé y se lo colocó encima, tomó la sábana que cubría su cuerpo. y envolvió a Yago con ella, dejando solo su cabecita afuera, luego lo puso a amamantar y se quedó ahí, mirando al techo, pensando en lo cruel e irresponsable que es Noah.

“Más grande que todo mi sufrimiento, es el amor que siento por mi hijo, gracias Dios por dejarme estar con él”, pensó Luana y luego sonrió levemente a su hijo.

Mientras tanto en la mansión de la familia Salvatore, Anny y Bryan están sentados en el gran sofá, cada uno sosteniendo un vaso que contiene whisky, ambos están en silencio, parecen perdidos en sus pensamientos, tal vez por eso se sobresaltaron por la repentina llegada de Emily, ella sonrió y él dijo. :

—Estos jóvenes parecen de hierro, ya tomé una siesta y tú estás ahí, hermosa y llena-dijo para luego sentarse al lado de Bryan, lo besó en la mejilla y le dijo:

—Hijo, sé que lo que te dijo tu padre te dolió mucho, pero será mejor así.

Después de decir eso, Emily fue a la cocina y en ese momento, Anny se acercó a Bryan queriendo saber qué estaba pasando, pero solo porque recordó lo que pasó antes, Bryan sintió muchas ganas de llorar, perdió las ganas de beber y Pronto salió de allí como una bala.

Anny quedó impactada por el comportamiento de su hermano, se bebió su whisky de un trago y luego se fue a la cama, mañana planea pasar el día en compañía de Luana y Yago, pensar en eso ya la emociona.

...

El placentero sueño de Anny fue interrumpido por unos frenéticos golpes en la puerta, la joven miró el reloj en su muñeca y suspiró al percatarse que aún eran las 5:00 de la mañana.

—Mamá y su extraña costumbre de caerse de la cama—murmuró para sí misma y luego fue a abrir la puerta.

—Buenos días mamá, dijo Anny y luego corrió al baño.

—Ah hija, dije que íbamos temprano, presta atención a eso en el futuro, dijo Emily para luego sentarse en la cama y esperar a que Anny se preparara.

El plan de Emily era llegar muy temprano al hospital, con la intención de “liberar” a Noah para que descansara un poco antes de ir a trabajar a la empresa, que broma.

Un tiempo después, Emily y Anny salían de la mansión y sin demora se dirigieron al hospital, Anny fue a la cafetería a comprar algo de comer, quería desayunar en compañía de Luana, así que Emily fue sola a la habitación de Luana y cuando Al abrir la puerta, casi le da un infarto debido al gran susto.