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¡Este Pequeño Extra Renuncia!

¡Este Pequeño Extra Renuncia!

Status: Terminada
Genre:Completas / Sistema / Omegaverse / ABO / Pareja destinada / Reencarnación
Popularitas:456.8k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Neimlez

Matt era un pequeño extra en la novela "Dulce, dulce omega". Con ayuda de 86 lidió con las tareas que se le asignaron, y consiguió el amor. ¡El triunfo estaba a la vuelta de la esquina!
O eso creyó él, pero cuando el momento decisivo llegó, fue lanzado al suelo y perdió todo lo que amaba.
Así que tomó una decisión, ¡a partir de entonces él renunciaba! O sería mejor decir... ¿qué olvidó todo?

En fin, ¿la trama soportará la ausencia del pequeño extra?

NovelToon tiene autorización de Neimlez para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 21

...

Con sus palabras, las últimas dudas del profesor Bill se esfumaron, y soltó un largo suspiro al pensar en el problema que les esperaba a los alfas.

No es que antes dudara del locuaz testimonio de Fania —pero considerando que los cuatro en el suelo se veían como unas víctimas al retorcerse de un lado para otro; y que incluso uno de los chicos había ensuciado sus pantalones—, era difícil saber qué tanto de lo escuchado sería verdad, y qué tanto mentira.

Claro que los omega también se veían lamentables, y los estragos de los golpes se podían apreciar a simple vista en dos de ellos; aún así, se veían en mejores condiciones que el otro grupo.

Y sin un testigo ocular ajeno a ambos bandos, no dejaría de ser un “tu palabra contra la mía”. En ocasiones, no era el mejor sistema, pero como profesores debían escuchar ambas versiones.

Sin embargo, Kaleb era un alfa y él mismo acusaba a los de su propio género, en pro de la verdad. Eso aliviaba las cosas para él como profesor.

—Muy bien —dijo. —¿Y cómo es que esos chicos terminaron en este estado? ¿Les devolvieron los golpes?

—¿Cómo podrían? —cortó Ricardo, demasiado molesto todavía. —¡Son omega! ¿Cómo podrían haber enfrentado la supresión de dos alfas mayores? Solo son cuatro chicos que ni siquiera terminan su desarrollo hormonal aún.

—Ricardo, debes tranquilizarte —recordó el profesor Bill con una mirada de advertencia. Y al ser reprendido, al menor no le quedó más que acallar la molestia en su espíritu.

—Yo intervine —respondió Kaleb en ese momento. —Les pedí a unas chicas que pasaban que le avisaran a algún profesor sobre la pelea. Y cuando vi que aquellos dos estaban emitiendo feromonas a diestra y siniestra para suprimirlos, no pude quedarme apartado sin hacer nada.

—¿Tú los golpeaste hasta…? Ya sabes…

—¿Disculpe?

—¿Incluso, provocaste que aquel chico…?

—Era la primera vez que veía a dos alfa acosar a alguien de esa manera, y solo actué. Tal vez no medí mi fuerza —explicó  el albino al comprender las dudas del profesor.

—Fue así…

—Pero no considero que la fuerza de mi golpe fuera tanta, a decir verdad. Más bien creo que él estaba demasiado nervioso, por lo que fue incapaz de controlar su esfínter. Eso no tiene nada que ver conmigo —dijo para librarse.

—Bien, bien —asintió Bill, limpiándose el sudor de la frente. Él no estaba preparado para ayudar y consolar a un adolescente, animándole a limpiar sus pantalones. Y pese a eso, sabía que debía tomar el mando y llevarse la peor parte de la situación.

Miró al profesor a su lado, y suspiró por sí mismo.

 —Ricardo, acompaña a esos chicos a la enfermería…y contacta a los padres de todos. También, si pudieras mandar a algunos alumnos para ayudarme con estos de acá, te lo agradecería.

—Si profesor.

—Ah…que ingenuo fui —suspiró el beta. —Nos espera una tarde ajetreada.

El profesor Ricardo aceptó la tarea, y les hizo un gesto a los chicos (omega) para que le siguieran.

—¿Están bien? ¿Henry, Aldo, pueden caminar por su cuenta? —preguntó con una expresión preocupada.

—Estoy bien —dijo el castaño. —Aldo terminó peor que yo…

Fania ayudó a su hermano a levantarse del suelo, era quién más había sufrido daños físicos al ser golpeado por dos al mismo tiempo. Además, él había sido quien soportó la peor parte de la pasada supresión de alfa. Su rostro casi lucía transparente por la ausencia de sangre.

Al verlos, Ricardo caminó hasta ellos y apoyó al chico de un lado, mientras que la rubia lo hacía del otro.

—Gracias —dijo Aldo en un susurro, pues le avergonzaba la cercanía del profesor.

—Dime si necesitas descansar en el camino. —Le recordó.

Los tres emprendieron el camino a la enfermería, y Henry fue un paso detrás de ellos.

Matt, que seguía de pie en el mismo lugar, los miró con una expresión complicada. ¿Cómo debía informar que dar un paso le parecía imposible con ese dolor en el trasero?

Quiso llorar por su lamentable situación, y se compadeció de su pobre fortuna.

La verdad es que él ni siquiera fue golpeado, tan solo había sido empujado; en su defensa, esa caída sí que había dolido.

“¿Por qué mi cuerpo es tan débil? Creo que debería hacer más ejercicio…”, reflexionó.

En ese momento, Henry se dio cuenta de que no iba tras ellos, y se detuvo.

—¿Matt, por qué no vienes? —cuestionó. —¿Estás bien? ¿Acaso te golpearon y no puedes caminar por tu cuenta?

—¡Ya voy! —dijo. Realmente quería llorar.

Sin saber cómo revelar que probablemente le habían roto el trasero en un sentido literal, apretó los puños y comenzó a caminar. Hizo lo mejor que pudo para que sus piernas no se doblegaran. Sin embargo, le estaba pidiendo demasiado a su cuerpo, y el dolor lo hizo tropezar.

“No puede ser…”

Convenientemente, unos brazos lo protegieron de una caída segura. No necesitó levantar la mirada para saber quién le había ayudado. Y ante esto, tuvo una sensación de dejavú, pues la situación se podía considerar similar a lo sucedido en la fiesta. Se trataba de la misma persona, ahorrándole un poco de dolor, debido al mismo tipo de accidente.

“Sería más fácil ignorar esto…si no me rescataras en esta clase de situaciones…”, se quejó mientras que con una mano apretaba su camisa, justo a la altura del corazón.

—Gracias… —musitó con las mejillas inevitablemente sonrojadas. —Comenzaré a creer que siempre que vaya a caer, tú estarás ahí para atraparme. ¿Es alguna clase de talento? —divagó, en un intento por distraerse de esas manos que le sujetaban con firmeza.

Y sobre todo, pretendiendo que no se conmovía con la agradable sensación que le provocaba el contacto piel con piel, ahí donde sus brazos se tocaban. Se dio cuenta hasta ese instante de que en realidad su cuerpo se sentía pesado e incómodo, no solo por la caída, sino por las feromonas que le habían cubierto hace poco. Y, estar cerca del alfa aliviaba ese malestar.

La sensación era demasiado placentera, y le preocupó perderse en ella. Tuvo que morderse los labios para concentrarse, y no se detuvo hasta que sintió el sabor de la sangre en la lengua.

—¿Tal vez? Atrapar al mismo omega antes de que caiga al suelo, podría ser considerado un talento —estuvo de acuerdo el albino sin el menor sentido de vergüenza. —O por otro lado, tú podrías tener alguna especie de talento para caer entre mis brazos. No lo sabemos.

—Yo… —Se atragantó. —No caigo entre tus brazos a propósito. Solo quiero aclarar eso.

—Diferimos —sonrió Kaleb. —Por cierto, ¿estás bien? ¿Puedes caminar?

—Desde luego que puedo —dijo Matt, poniendo un poco de distancia entre los dos. Acababa de recordar cómo el albino lo había evitado en aquel estacionamiento improvisado, cuando parecía casi desmayarse.

Si era sincero, había un poco de resentimiento en él todavía, por eso terminó apartándose sin querer ser ayudado. Era una retribución, aunque el que salía perdiendo era él mismo.

—Está bien…

El alfa, sorprendido por la repentina distancia entre ambos, miró su mano vacía sin saber qué pensar.

—¿Matt? —volvió a llamarlo Henry.

—¡Voy!

El pelinegro se giró para seguir su camino, agradeciendo al mismo tiempo el tener un motivo para no continuar con esa conversación; pero sus pasos no dejaban de ser dolorosos. Así que apretó los labios, ocultando su malestar.

—¿Por qué caminas tan lento? —preguntó el castaño.

“Últimamente, solo te concentrabas en los libros. ¿Por qué ahora eres tan perspicaz?”, regañó Matt desde el fondo de su corazón.

—Alucinas, estoy bien —mintió.

—¿Seguro?

—¡Desde luego!

—Disculpa por esto —dijo Kaleb, al ponerse un paso detrás de él. —Me lo agradecerás luego.

—¿Eh? ¿Por qué te disculpas? —preguntó. Y antes de recibir una respuesta verbal, las acciones del alfa contestaron primero.

Para el pelinegro, el mundo giró por un par de segundos; y para cuando se dio cuenta, estaba entre los brazos del protagonista. Pero esa no era la mejor parte, pues estaba siendo cargado ¡al estilo princesa!

La acción fue tan repentina que Matt no supo cómo reaccionar, y se quedó mirando —un poco embobado— la mandíbula del alfa que lo sostenía sin esfuerzo.

“¿Quién soy? ¿Cómo llegué hasta aquí? ¿Por qué…?”

Henry miró la escena en su totalidad y se sonrojó. Tuvo que cubrirse el rostro para no soltar una risita debido a la vergüenza.

Tampoco olvidó girarse lo más rápido que le permitieron las piernas.

—Ok, apresurémonos —dijo, y fue evidente que estaba conteniendo la risa.

Con sus palabras, Matt volvió en sí y fue consciente de que todo el espectáculo había sido visto por su mejor amigo… Sobra decir que sus mejillas y cada milímetro de su rostro y cuello se tornaron rojos.

—¿Qué haces? —chilló con un hilo de voz, mientras que al mismo tiempo apretaba su camisa con ambas manos.

—Chicos, ¿por qué no se han ido? —cuestionó el profesor Bill. —Northman, ¿te lastimaste los pies?, ¿por qué Moretti está cargándote?

Matt se avergonzó más con las preguntas directas del profesor, y se encontró incapaz de responder.

—Él fue empujado por uno de esos chicos —respondió Kaleb en su lugar. No había ningún altibajo en su voz, tal como si hablara del clima. —Se lastimó un poco, así que lo ayudaré a llegar a la enfermería.

—Oh… vayan, vayan. —No los retuvo más el beta. —Que lo revise la doctora cuánto antes. Y no olviden mandar a alguien.

—Si, profesor.

Kaleb no perdió tiempo, comenzando a caminar en ese momento. Y Matt, aún en contra de lo que deseaba, fue consciente de la temperatura corporal del alfa, así como del ritmo apacible de su respiración.

Tuvo que concentrarse en cualquier cosa que cruzaba por su vista para no perderse en la presencia del albino.

“Nunca creí que algún día sería cargado así por alguien…”, se dijo al mismo tiempo que veía las copas de los árboles a lo lejos. “Y desde luego, mucho menos por el protagonista. Mi pequeña identidad de extra debería sentirse afortunada.”

El alfa caminó detrás del pequeño grupo, y el omega en sus brazos agradeció que no hubiera nadie cerca que pudiera ver la maravillosa escena de él siendo sostenido por el amor platónico de media escuela.

—¿Ya comenzaron las clases? —preguntó en un intento por desviar su atención. Temía que los latidos de su corazón, los cuales ya resonaban en sus oídos, también llegaran a ser escuchados por el alfa.

—Todavía no, pero no falta mucho para que suene la campana.

—Entonces, ¿por qué no hay nadie por aquí? —Al ver a su alrededor, no podía encontrar a ningún alumno. El pasillo era exclusivo para su pequeño grupo.

—La mayoría están locos por obtener uno de los tres lugares en el próximo parcial, así que regresan antes a los salones. Y quiénes no se encuentran motivados por el viaje, sufren presión social, por lo que seguir por los pasillos se siente como un crimen.

—Eso tiene sentido.

—Yo diría que vuelven unos diez minutos antes. ¿Por qué? ¿Esperabas qué todos vieran cómo te cargo entre mis brazos? Vaya, no imaginaba que fueras tan posesivo.

—¡Desde luego que no es por eso! —espetó él. —¡Moriría de vergüenza si alguien me viera de esta manera!

“¿Desde cuándo el protagonista es tan…irritante? Entre más guapo, más irritante”, concluyó girando el rostro.

—¿Vergonzoso? —preguntó Kaleb, sin borrar la sonrisa en la esquina de sus labios.

—Soy omega, pero también un hombre, ¿sabes? Y ser cargado así…es vergonzoso.

—Oh, es eso.

—Lo es.

Luego de su corta conversación, ambos guardaron silencio. Por suerte, no tardaron en llegar a la enfermería.

En el transcurso, Matt tuvo tiempo para despejar su mente, y controlar sus emociones, lo que agradeció.

“Todo está bien…”, se aseguró. “Solo se trata de la persona que te gusta —¡muy superficialmente!—, haciéndote un favor.”

...

1
Euihyun y taeju mis beibes🥺
preguntita, Kamal es alfa o Omega??
💞YeniLu💞
Detengan ese autooooooo!!!
Hay una loca al volante...
💞YeniLu💞
Fueron sus palabras. Lo que hicieron darce cuenta de la realidad.
Lea
Es preferible caminar por fuego, a que ese infeliz te toque tu hermoso cuerpo
꧁❀𝐛𝐚𝐦𝐛𝐢❀꧂
Nuestro albino favorito volvío para recuperar lo que le arrebataron 😌
꧁❀𝐛𝐚𝐦𝐛𝐢❀꧂
Pobre Emma, ese contrato dependía si seguía viviendo o no 🤣🤣🤣
Lea
Aunque te borraron los recuerdos tus celulas saben que ese asqueroso te mato a ti y a tu hijo en una vida anterior. Por eso lo detestas
Lea
Jaajajajajjaajajaj 🤣 🤣 🤣 🤣
Paola Villanueva
muchas ! muchas ! gracias me encanto de principio a fin el desarrollo de la historia no fue apresurada son historias largas pero al fin de cuentas con contenido que te atrapan desde el principio a fin y vale la pena leer todo me encanto ,oajala tenga la oportunidad de seguir Historias asi de interesantes.
Paola Villanueva
muchas ! muchas ! gracias me encanto de principio a fin el desarrollo de la historia no fue apresurada son historias largas pero al fin de cuentas con contenido que te atrapan desde el principio a fin y vale la pena leer todo me encanto ,oajala tenga la oportunidad de seguir Historias asi de interesantes.
꧁❀𝐛𝐚𝐦𝐛𝐢❀꧂
En cierta parte si tuvo culpa, pero no toda, ya que no lo vio claramente por cómo se comportaba el villano ante ellos
꧁❀𝐛𝐚𝐦𝐛𝐢❀꧂
Joder, que maravillosa familia lpm 🤧💖
꧁❀𝐛𝐚𝐦𝐛𝐢❀꧂
El weon está más pa allá que acá
꧁❀𝐛𝐚𝐦𝐛𝐢❀꧂
No puedes ser… no creo… estoy pensándolo demasiado, si eso es… Porque tú no serías capaz de vender a tu amigo, verdad Noel? 🥹😭😭
꧁❀𝐛𝐚𝐦𝐛𝐢❀꧂
Con más razón debes sufrir hasta tu último respiro maldito enfermo
꧁❀𝐛𝐚𝐦𝐛𝐢❀꧂
Matt: te lo regalo, todo tuyo
Lea
Si supieras que también te lo hizo a ti en otra vida
Lea
Dile que se tome la pastilla 💊 de UBICATEX, este quien se cree
Lea
Dile que es un idiota, que hay mejores alfas que el, com o el hermosos albino
Mikaela
Excelente
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