Enamorada Del CEO

Las caras serias volvieron a aparecer con la señorita Sabrina

— Te lo aconsejo, no es una buena atracción a la que debas subir _ mencionó ella señalando a su hermano, tomó asiento a mi lado

Por primera vez en mucho tiempo me sentí avergonzada

— Pues qué suerte por qué no me gustan los parques de atracciones

La mirada que me dedico Sabrina me sorprendió

— ¿te gustan las mujeres?

Casi me ahogo con el agua

— no, osea he dicho lo del parque por qué es cierto, o sea no me gustan de verdad _ otra vez una sonrisa _ no se ría

— creí que te gustaban las mujeres _ lo dijo afligida

No quería preguntar, pero parecía tan perdida

— ¿a usted si?

— eh, no, es que... mi amiga la morena de la otra vez la recuerdas, ella quedó encantada contigo y pensé que te gustaban las chicas, ya que no sales con nadie

— entiendo, pero no me gustan las mujeres, así que deberías decirle que lo siento

— ¿qué hacen aquí?, la fiesta es afuera _ cambió de tema

— tiene hambre _ dijo mirando su trozo de banana

— ¿ella o tú?, La estás usando como excusa

— probablemente sí

— ya pido delivery, ¿que quieren comer?

— lo que sea esta bien _ respondí

— Yo no quiero tus pizzas _ alegó Alejandro mirando a su hermana

— De acuerdo, te pido la tuya aparte _ dijo ella frustrada como si fuera necesario

Me quedé viendo a Sabrina mientras hacía la llamada en la puerta del comedor

— ¿Estás segura que no te gustan las chicas?

Me giré para darle una mirada fulminante, levantó las manos a modo de rendición

— tú empezaste, o se te olvida que también me dijiste que era gay

— ¿así que te estás vengando?

hizo un pequeño movimiento al encoger sus hombros

— Estamos bien ahora, es un empate

— Pues si, aunque usted si parecía que le gustaba su amigo _ le dije en modo de broma y parece ser que no le agradó mucho

— Es un tema delicado _ dijo serio

— de casualidad está... ¿muerto?

— sí, murió hace ya un par de años

— lo lamento mucho _ Y yo burlandome de algo tan delicado

— ¿Quién murió?

— el amigo de su hermano, ¿Cómo se llamaba?... Samuel

Sabrina me dedico una mirada confusa y luego miró a su hermano enarcando una ceja

— ¿es en serio?, Samuel no está muerto _ contestó molesta con Alejandro que sonreía triunfante

— se estaba burlando de mi _ se defendió

— Esas bromas no se hacen, son delicadas, pobre de seguro ahora mismo le debe de estar doliendo el oído _ dije molesta

Alejandro soltó una carcajada, me sorprendió y no fui la única Sabrina también estaba sonriendo y al mismo tiempo estaba sorprendida

— No digas tonterías, eres tan ingenua como te crees todo lo que digo

— en mi defensa lo dijo muy serio, parecía creíble

— no sabía que tenía ese tipo de personalidad _ Sabrina estaba tan sorprendida como yo por el comportamiento del señor

Pasamos un momento agradable en la cocina, no faltaron las risas por parte del señor. La señorita Sabrina también reía sin descanso e incluso de vez en cuando se le salían algunas lágrimas, por tanto, reír

La comida llegó y comimos allí mismo, después de eso el señor se despidió dijo que tenía algo que hacer y se fue.

— Por primera vez en años, me sentí feliz _ dijo la señorita Sabrina dejando el vaso de licor que tenía en la mano

— ¿y eso por qué?

— desde niña Alejandro me evitaba, puedo contar con los dedos las veces que me ha visto, y hoy, hoy fue realmente grandioso

Sonreía mucho, no sabía diferenciar si era por felicidad o era por el alcohol

— no creo que haya sido tan malo

— ¿lo dudas?, la última vez que me visitó fue para mi cumpleaños y viste lo que llevó de regalo, aún guardo el empaque de aquellos chocolates fue la primera vez que me llevaba algo que no fueran sobres de dinero _ dijo ella tan feliz como una niña pequeña

La miré y de verdad se veía así

— ¿Qué tan frío es?, ¿o sea como para no regalarle algo más significativo?

— eso fue muy significativo hizo algo que no había hecho en años

Si supieras que fui yo quien lo compró

Sonreí

— ¿Por que se llevan mal?

— en parte es mi culpa, nací fuera del matrimonio así que...

— no tiene nada que ver, usted es su hermana, no importa si nació o no en el matrimonio la sangre es más fuerte, osea que le ha sido indiferente durante tanto tiempo solo por qué no es hija de su papá

— pues no, me ha tratado así por ser hija de mi madre, Alejandro no se lleva bien con ella, no lo he visto una sola vez hablando con mi madre sin que discutan, él la odia mucho...

— no lo justifica, los hermanos son hermanos los padres son padres

— Ya, pero él no piensa igual, además estoy bien así, de todas formas no es como que me vaya a vivir con él, al menos hoy me demostró más empatía y con eso me conformo

La miré con desaprobación

— no es justo

— Por el momento me es suficiente, solo espero que no cambie tan repentinamente, suele hacerlo, a veces creo que tiene algún trastorno de personalidad

No, sufre de algo peor...

Mi mirada paso de ella a la fotografía frente a mí, era grande y la verdad era muy hermosa era su padre más joven y él cuando era más pequeño, quizás algunos 15 años, sus ojos se veían felices, nada comparado como ahora...

Me quedé escuchando todo lo que decía la señorita, la fiesta estaba afuera y nosotras estábamos aquí en la sala hablando de cosas tan triviales...

...****************...

...****************...

No sé que horas eran, solo sé que me encontraba aburrida, Sabrina, por un lado, estaba ebria y bailando afuera en la alberca, y por el otro, tenía al chico de hace un rato a mi lado hablando sin parar.

Estaba sentada en una de las sillas que había afuera en el patio

— Entonces me rechazó, pero eso no es lo que me preocupa, sino más bien que está aquí en esta fiesta besándose con cualquier idiota y me molesta _ hablaba casi arrastrando las palabras

Lo miré, ¿cuánto alcohol han consumido para que hagan tantas estupideces?,

— Sarah ven _ Sabrina llegó a mi lado y me jaló para ir con ella _ hay un chico que quiere hablar contigo

— eh, no, señorita no creo que sea prudente _ dije deteniendo mis pasos

— por qué?, estás sola y no has bebido nada, al menos conversa un rato si _ siguió jalando de mi brazo

Al llegar donde estaba el chico, ella se esfumó dejándome sola con él

—Te llamas Sarah _ mencionó arrastrando una sonrisa, estaba tan borracho

— si, ya me voy _ hice el intento de marcharme me detuvo sosteniendo mi brazo

—¿Por qué? Apenas y nos estamos conociendo

— no me interesa hablar contigo, estás muy ebrio _ le dije soltando mi brazo

— oye, no seas pesada

— suéltame _ le dije molesta _ no me hagas repetirlo _ él me estaba sonriendo con soberbia

—¿Qué harás?

— Que me sueltes _ lo empujé cayó al piso, el vaso que traía en su mano le cayó en el pecho

— eres una... _ comentó enfadado mientras se levantaba

No me quedé allí y caminé en dirección a la casa, no pensé que me seguiría

— oye tú, ¿quién te crees que eres?, ¿eh?, mira como me dejaste

— déjame tranquila _ le contesté con calma

—¿Por qué?, si apenas me estoy empezando a divertir _ se acercó tanto que podía oler el olor alcohol que traía impregnado

Su cercanía solo me molestaba más

—¿Sucede algo? _ la voz de Alejandro se escuchó detrás de mí en las escaleras

— nada, solo un pequeño problema con esta nena _ El idiota me quiso tocar el rostro, me aparté de él

Los pasos de Alejandro se escucharon apresurados, lo sentí a mis espaldas

— déjala, está sana _ le dijo al hombre

Se nos quedó viendo por un momento luego suspiró y se dio la vuelta para irse...

— menudo idiota _ susurré al verlo marcharse

—¿Así me agradeces? _ Alejandro me giró tan rápido que por poco caigo al piso, parece que lo ha malinterpretado

...****************...

...****************...