Lucía se preguntaba como es que siempre se topaba con patanes a los que simplemente la querían por un rato.
Ella conoció a un CEO accidentalmente al tener un incidente con el padre de este joven, el la invitó a salir pero un día actuó diferente, Lucía lo amaba pero él solo quería llevarla a la cama, era controlador y narcisista.
Después conoció a otro CEO en un accidente automovilístico menor, el joven la ayudo y Lucía también cayó en sus brazos.
Después secuestraron y vendieron a Lucía al mafioso más poderoso del país y ninguno de los dos CEOs quiso ir a salvarla pero este mafioso parece ser diferente
¿Será que hay algo de atracción hacia Lucía en el corazón de este mafioso?
¿O solamente compró a Lucía por gusto?
Acompañame a vivir esta increíble historia de maltrato, corazones rotos y triángulos amorosos!
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Máximo no le cae bien a Lucía
Lucía
La mujer salió de la habitación y yo aventé un suspiro cargado de tristeza, pesar y cansancio, si me quedaba aquí no tenía nada que perder, no tenía familia, mis amigos seguramente ni siquiera se preocupaban por mí, Marco era seguro que no me extrañaría, solo había dos personas que sabía que se preocuparían por mí, Elías y el señor Mauricio, aún que ellos no eran nada de mí sentía que Elías me quería y el señor Mauricio se preocupaba por mí como un padre, les había agarrado mucho cariño en poco tiempo, principalmente a Elías.
Deje de pensar tanto y fui al balcón que había en la habitación, no quería salir del cuarto pero por lo menos podía tomar aire fresco, miré en dirección al patio trasero del que había hablado máximo y lo vi muy bonito, tenía flores y se veía demasiado acogedor así que decidí salir e investigar por donde podía llegar ahí, salí de la habitación y camine hacia las escaleras para ir hacia el primer piso.
Al llegar encontré a una sirvienta, está era otra, no era la qué me había llevado la comida, le pregunté si podía ir al patio trasero, ella me dijo que sí y me guio hasta el, cuando llegamos la sirvienta le hablo a un guardia y este se quedó parado junto a la puerta mientras yo admiraba el bello patio, era realmente hermoso y el ambiente se sentía tranquilo y refrescante, tanto que por un momento pensé que no estaba secuestrada, pero cuando volví a ver al guardia regresé a mi realidad, todo parecía tan hermoso y me senté en el pasto, me puse muy melancólica recordé a mi mamá y comencé a llorar, su aura era igual a la que emanaba este patio, calidez, amor y dulzura.
Me sequé las lágrimas y escuché a la sirvienta hablarme;
Sirvienta: Hola mi niña, te traje de comer, anda prueba -me dice dejando la bandeja a un lado
Lucía: No tengo hambre, muchas gracias -dije sin mirarla
Sirvienta: Anda come linda, no quiero que el patrón llegue y se entere de que no probaste alimento
Lucía: Solo quiero regresar a mi antigua vida -dije mientras una lágrima caía
La sirvienta se fue dejándome la bandeja con comida a un lado, la verdad era que si tenía hambre y mucha pero no iba a comer, si no podía salir de aquí, iba a dejar de comer para que Máximo se sintiera culpable si moría, si es que podía sentir culpa.
Me levanté y decidí regresar a la habitación, cuando llegué cerré la puerta con seguro y me heche a la cama, iba a intentar dormir un rato, estuve dando vueltas en la cama pero no logré conciliar el sueño, no me di cuenta de lo rápido que pasó el tiempo y cuando miré el reloj ya eran las 9:00 p.m, mientras estaba viendo la hora escuché pasos acercándose y alguien tocó la puerta.
Lucía: Quién es -dije con indiferencia
Máximo: Soy Máximo, por qué no comiste nada -dice intentando abrir la puerta pero no podía, ya que yo le había puesto seguro
Lucía: Porque no tenía hambre
Máximo: Déjame entrar
Me levanté de la cama y me dirigí hacia la puerta para quitarle el seguro, se lo quité y regresé a la cama, Máximo entró y me dijo
Máximo: Come algo -dice acercándome la bandeja con comida
Lucía: No quiero -dije mirándolo a los ojos pero la verdad era que si quería probar la comida, se veía tan deliciosa
Máximo: Come -dice alzando un poco la voz
Lucía: No -le digo con firmeza
Máximo: Bien, me quedaré aquí hasta que comas algo -dice acomodándose en el borde de la cama
Lo miré indiferente y volví a taparme con las cobijas, quería dormir un poco desde la tarde, pero tal vez el hambre era lo que me mantenía despierta, estuve así un buen rato y era un poco molesto qué no se fuera de la habitación así que me senté en la cama e iba a comenzar a comer cuando Máximo me dice;
Máximo: Ya no lo comas, está frío, pediré que te traigan otra cosa -dice quitándome la bandeja de las piernas
Lucía: Si no como me insistes qué lo haga, y cuando lo quiero hacer me quitas la comida -dije con tono enojado
Máximo salió de la habitación y yo aventé un largo suspiro, ese hombre de verdad tenía algo que me hacía odiarlo bastante, además de que me había comprado en una subasta, había algo en el que no me gustaba, quizás era lo perfecto que se veía, o quizás simplemente no me agradaba.
Hola queridos lectores, perdónenme por hacerlos esperar más, estoy teniendo un bloqueo y me cuesta pensar en como seguirá tomando forma la historia, esto lo hice sin un borrador así que tengo que pensar el doble en que escribir en cada capítulo nuevo, muchas gracias por su apoyo, eso es lo único que me sigue haciendo actualizar la historia, los amo, prometo seguirles trayendo capítulos diarios ♡
A ÉSTA LA ABANDONO POR POR QUE NO ME GUSTÓ EL COMIENZO NI COMO SIGUE
QUE SE SAQUE LA CALENTURA CON OTRO Y NO JODA.