Mi Mancha, ¿Mi Perdición? 1

 Luego de aclarar todo con su madre, Facundo sale a buscar una maleta y a organizar todo para volar a España. No está dispuesto a  perder más tiempo y la ventaja de vivir en países que se encuentran tan cerca y a la vez son tan turísticos es que salen vuelos cada dos horas.

Al llegar a su departamento busca su pasaporte, billetera y las dos carpetas con los informes, una es la que le entregó Abril y la otra es la que le dio su madre. Su ama de llaves está detrás de él y mira como se mueve como un león enjaulado de un lugar a otro.

⎯ Señor ¿Necesita ayuda?

⎯ No, gracias.

⎯ ¿Se va de nuevo de viaje?

⎯ Si y no sé cuando regreso. Ocúpate de mis asuntos mientras tanto.

⎯ De acuerdo.

 Facundo está emocionado porque sabe que una vez que le aclaré al amor de su vida que no son hermanos podrán estar juntos, al menos que ella se haya arrepentido de sus sentimientos.

Toma un taxi, ya que es más práctico porque no tiene ni idea cuando regresa y no quiere dejar su auto estacionado en el aeropuerto. En ese momento recuerda que no habló a la empresa, desde hace un par de días y seguro Danilo debe estar estresado, agarra su celular y llama a la compañía, para que su socio se haga cargo en su ausencia.

⎯ Hola Danilo.

⎯ Facundo te estoy esperando para organizar la reunión con los franceses. No la podemos seguir postergando por más tiempo.⎯ dice molesto.

⎯ No voy a poder asistir, lo lamento.

⎯ ¿Qué sucede? Tú no eres así y ya es la segunda vez en esta semana que cancelas la reunión.

⎯ Estoy rumbo al aeropuerto. Tengo que regresar a España. Danilo, al fin la encontré.

⎯ Eso ya lo sabía.

⎯ Estos días descubrí muchas cosas, ahora no puedo explicarte por teléfono pero necesito que me cubras.

⎯ Está bien, pero quiero saber todo cuando regreses.

⎯ De acuerdo. Gracias hermano, te debo una.

⎯ Jajaja creo que se como cobrar este favor.

⎯ Ni lo pienses, el auto no es negociable.

Ambos amigos se ríen y cuelgan la llamada. Danilo siempre admiro su auto ya que es de una serie exclusiva, pero es incapaz de cobrarle un favor a su hermano del alma, él más que nadie lo vio sufrir muchísimo por su amada y ahora sabe que tiene una posibilidad de conquistarla lo hace muy feliz, aunque ignora lo que pasó en las últimas horas en la mansión Rinalde.

Luego de un vuelo de casi dos horas por fin Facundo aterriza en España.

Sube al departamento luego de tocar varias veces pero Abril no atiende y él no sabe dónde puede estar. Va a llamar al ascensor cuando la puerta de este se abre y ella aparece con su bolso y lo mira asombrada. Facundo se da cuenta que recién llega a su hogar, pero ¿Dónde estuvo todo este tiempo? la mira y no sabe qué hacer. Ella sale al pasillo, toma sus llaves y abre la puerta como si nada, se gira y le dice...

⎯ ¿Qué haces aquí? Te dije que no seguiría con todo esto y verte no me hace bien.

⎯ Abril tenemos que hablar, ya sé casi todo. Mi madre me confesó parte de la verdad.¿ Me dejas pasar?⎯ él la mira dudando.

⎯ Está bien, tienes 5 minutos.

⎯ Me conformo con eso.

⎯ Pasa, ponte cómodo mientras dejo todo esto en la habitación y por cierto ¿recién llegas?⎯ le dice mirando su maleta. ⎯¿ No tienes hotel donde dejar tus cosas?

⎯ De la emoción vine directamente a tu casa y cuando no te encontré, no sabía a dónde buscarte. Pero no te preocupes, apenas terminamos de hablar me voy.

⎯ Deja eso por ahí.⎯ le señala una mesita.⎯ Ya vuelvo.

⎯ Está bien.

Facundo se sienta en su mesa que está llena de papeles y se acuerda de la vez que lo retó por tocar un informe. Tiene en su rostro dibujada una sonrisa, cuando ella se acerca y le dice

⎯ Mejor vamos a la cocina, hablemos mientras preparo café.

⎯ Como quieras.⎯ la sigue y es un lugar precioso, todo reluce limpio, acogedor lo que le hace pensar a él que ella no cocina o tiene una manía con la limpieza. Al fin descubre que es lo segundo, ya que al abrir un estante ve todo ordenado alfabéticamente.

⎯ ¿Quieres con azúcar o amargo?

⎯ Perdona, estaba distraído.

⎯ El café, ¿Cómo lo prefieres?

⎯ Con azúcar, dos cucharas por favor.

⎯ Bueno explícame ¿Qué pasa?⎯ se sientan uno  frente al otro.

⎯ Mi madre me confirmó que no somos hermanos, espera.⎯ se levanta con una gran sonrisa y va a buscar las carpetas, ella queda sorprendida , no sabe si por lo que dijo o por la manera en que se levantó.⎯ Mira, me compraron. ⎯ le entrega el contrato que firmó el señor Rinalde con su madre biológica.⎯ Soy adoptado, tú eres su hija. Aún no me quiso decir porque hicieron todo esto, pero solo se que el que te separó de su lado fue mi padre o mejor dicho tu padre. Ella no estaba de acuerdo y le creo. Josefa es testigo de todo lo que sufrió cuando te llevaron lejos de su lado aunque nunca supo de tu existencia.

⎯¿Por qué tengo que confiar en tu madre? o ¿por qué nunca hizo algo por recuperarme? Te das cuenta que buscaron a un niño que fuera hermoso solo por ser así y tener esto.⎯ se señala su mancha.

⎯Yo no puedo responder eso, mi madre está dispuesta a contarte todo lo que sabe. Te pido que la escuches.⎯ toma su mano y siente que se estremece.⎯ Abril ahora que no nos une nada quiero estar contigo. No me vuelvas a echar de tu lado.

⎯Tengo que pensar muchas cosas. Mientras estuve en el convento decidí llegar hasta las últimas consecuencias de todo esto. Yo nunca me rindo tan fácil así que no te preocupes, pensaré bien que haré con esto.⎯ dice señalando el contrato.

⎯Te daré tiempo. Todo el que necesites pero recuerda que por más que insistas en alejarme no lo conseguirás.

⎯ No te entiendo. ¿Por qué te obsesionaste conmigo habiendo tantas mujeres?

⎯ Por qué pueden haber miles de mujeres pero solo una Abril.

 Él se levanta y hace que se ponga de pie, le levanta el mentón con su mano libre y en un segundo se apodera de sus labios. Al principio ella se resiste, pero luego ya se deja llevar y se besan muy apasionadamente. Solo se separan por falta de aire y la abraza muy tiernamente y acaricia su ondulado cabello.

 ⎯ Deja de luchar y permíteme hacerte feliz.

⎯ No se que decir, son muchas cosas en muy poco tiempo y ahora de repente hasta quieres que seamos algo más, cuando todo a nuestro alrededor se derrumba.

⎯ Ya te lo he dicho muchas veces, quiero todo contigo y si te esperé tanto tiempo no me importa esperar un poco más, mientras no me separes de tu lado. Además de a poco estamos armando este rompecabezas.

⎯ De acuerdo. Pero primero debo saber el resto de mi historia. Creo que tendremos que volver a Italia y terminar con todo esto de una vez.

⎯ Estoy de acuerdo pero primero déjame descansar. ¿Qué te parece si en dos días volvemos?

⎯ Está bien.⎯ ella se separa de él y le dice.⎯ ¿Quieres quedarte? Tengo el cuarto de invitado en condiciones, mi mamá Margarita solo lo usa cuando estoy enferma y viene a cuidarme.

⎯Sí no tienes inconveniente, me encantaría quedarme contigo.

⎯ Ven te muestro cual es, así te pones cómodo, trae tu equipaje.

Ella lo  lleva al que es un cuarto pequeño, con baño privado, se ve muy acogedor y está ambientado en tonos pasteles, la cama es suave y en ambos costados tiene unas mesitas de luz con veladores. Hay una Biblia en una de ellas, lo que confirma que en verdad solo Sor Margarita lo usa. Ella le dice que se va a bañar, que se ponga cómodo y no se preocupe por nada que luego hará la cena, entonces descubrió algo más y es que…¡ Su pequeña cocina! Facundo se recostó en la cama. Y no sabe en que momento el sueño lo venció y se quedó dormido. Siente como le acarician el rostro y cree que es un sueño, pero de repente siente que lo mueven y es Abril intentando despertarlo.

⎯ Despierta, la cena ya está lista.

⎯ Disculpa, me quedé dormido. Hace días que no descansaba tan bien.

⎯ Descuida te entiendo, te espero en la cocina. Hice spaghetti, me imaginé que como eres italiano te debe gustar la pasta.

⎯ Todo lo que hagas para mi, me encanta.

⎯ Espero que sigas pensando lo mismo cuando lo pruebes.

⎯ Ya me levanto.

La cena estuvo deliciosa y disfrutaron de un buen vino. Cuando se dieron cuenta ya eran más de medianoche y no dejaban de hablar de cosas sin sentido. Por un momento se sintieron como que solo ellos existían en el mundo y Facundo aprovechó para robarle unos besos mientras ella ordenaba la cocina.