¿Ser guardaespaldas no es un trabajo para mujeres? Alondra no piensa lo mismo
Hija de 2 agentes del servicio secreto y una abuela mundialmente FAMOSA por su agencia de seguridad que quiere cuidar a su nieta desobediente que cae en un trabajo de ser la guardaespalda de un socio de la empresa de su abuela y posible esposo.
Quédate hasta el final de esta loca aventura junto Alondra, Sebastián y todo el servicio secreto tras de este par
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Capítulo 21 Armas de juguete
Si necesitas ayuda puedes llamar a Eduardo y vengo ¿esta bien?- Ayer me llamo mal criada y hoy soy la reina de su palacio, que miedo-
Vete tranquilo, las mal criadas como yo se saben cuidar solas - abajo de cada mueble de mi casa había un arma cargada, sólo yo sabía, busque y la saqué y le apunte-
¿QUE CARAJOS?!! Baja eso - me miró como si estuviera demente-
Un juguete, tengo varios ¡COMO EL QUE CASI ME CLAVO AYER EN LA PIERNA! - le grite
Va, ya me disculpe por lo que he hecho y que conste que tú seguiste con el matrimonio, no te quejes - se puso serio y salió de la casa sin despedirse-
Ese hombre tiene problemas, primero me llama mal criada, me hace caer por las escaleras y ahora me trata con cuidado - me cruce de brazos-
Se siente culpable srta - dijo Ana, mi sirviente- Ademas lo acaba de apuntar con un arma
Ya lo sé, pero parece que me odia, lo protegí para que no muriera por varias semanas, hasta me desmayé por no comer y ayudarlo y a la mínima que tiene me dice mal criada le puedo patear el trasero- dije molesta-
Tranquila, a veces los hombres no saben expresar todo eso que sienten o incluso no saben como disculparse o actuar, sólo llévese como amigos - Ana tenía razón, si hacemos una alianza nuestras empresas serían las más poderosas-
Tienes razón, luego le envías una de tus especialidades de mi parte haciendo un alto al fuego, ahora ayúdame a que pase un mes rápido porque te juro que me volveré loca - me recosté del mueble, prendí la tele y al fondo escuché como llovía, me quede dormida-
Días después...
Estaba acostada en mi habitación, no se me había hecho tan tedioso el estar en cama, pero pronto volvería a la accion en ese momento sonó mi celular- ¿Alo?
Hola, habla Sebastián - escuche por el celular-
Si, dígame ¿qué sucede? - hablo con serenidad-
Le quería decir gracias por el almuerzo de ayer, apenas llegue a mi casa caí agotado pero quería llamarla y agradecerle Srta - Fue un gran gesto que me llamara-
No se preocupe, espero que todo esté bien ahora entre nosotros sin malos entendidos. Nos veremos luego... - me interrumpió-
Quería saber si podría pasar a ver cómo seguía de su pierna... Al final el culpable he sido yo ¿podría luego del trabajo? - acepte que viniera, sólo he trabajado desde casa y estado acostada, hablar con otra persona así sea de negocios me vendría bien-
Nos vemos en la noche, hasta pronto - colgué-
Que vivan los novios - Jesús entró a mi cuarto aplaudiendo y me lleve un susto-
Que no sabes tocar, idiota ¿qué haces aquí? - le mire mal
Nuestra abu quiere detalles sobre la boda, registro civil, vestido corto tacones poderosos y una novia guapa y un novio guapo también... - ambos reímos
Si esta guapo, es alto tiene bonitos ojos y un temperamento medio raro - Jesús me echo a reír-
Perfecto para ti prima, tú también eres bien rara pero eres una maestra del combate aunque oxidada por tanto años fuera de servicio pero en tus mejores días eras un tiburón - era cierto, hace unos años me retire luego de la muerte de mis padres-
La última misión de agentes, mis padres perdieron la vida por una bomba mal desmontada por su compañero, creyeron que fue traicionó y aún el hombre sigue preso, yo me retire por la salud mental de mi abuela sus ataques constante cada vez que tomaba un arma fueron alejándome de todo hasta no volver a tocar una... Ha pasado un tiempo y lo vine hacer para este tipo que solo me ha llamado mal criada
¿Lon? - mire a mi primo-
Hace mucho no me llamas así - sonrei-
A veces es bueno recordar la niñez - Jesús se sentó a un costado de la cama y me abrazo- Cuanto haz crecido prima, mis tíos estarían orgulloso y poder verte casarte así sea por conveniencia.
Ni me lo digas, no sabes cuanto los extraño y me encantaría verlos otra vez- me recosté y lo abracé nuevamente, en unos minutos ambos nos quedamos dormidos-