SOLO MÍA

Después de un día agotador el guapo pelirrojo se dirigió hacia su apartamento, estaba evitando correr a Pole Dance en busca de alguna hermosa mujer que quitara el deseo sexual que había vuelto después de seis meses, escuchar decir de la boquita de Melisa que lo extrañaba hizo que un enorme fuego se posicionará en la zona baja de su ombligo. Siempre había sido un adicto al sexo, le gustaba mucho más que comer, había visitado a psicólogos y especialistas que le decían que tenía que ir a sesiones y terapia para que pudiera mantener equilibrada su vida, Pero el hombre amaba ser así, había decidido tener por primera vez una relación seria, pero su hermosa asistente habia dicho que lo extrañaba, no podia tocarla ¿Entonces que hacia? Nesecitaba a alguien a quien decirle Melisa mientras tenía sexo, obviamente a su novia no podía decirle Melisa porque de seguro lo mandaba a volar.

Al la final el pelirrojo decidió darse una ducha fría e ir a la cama, sabía que Andrea estaba molesta y no lo buscaría si no hasta mañana.

Al día siguiente él hombre se levantó de muy mal genio, deseaba saciar su nesecidad, pero no quería engañar a su novia, había pensado que a él no le gustaría que le pegaran el cuerno entonces pensó "¿Para qué mierda tengo novia si no puedo descargarme en ella? ¿Por unos estúpidos celos sin fundamento?"

El joven empresario se dirigió a su oficina, deseaba cancelar todas sus citas y largarse a hacer una orgia con cualquiera, tomó aire varias veces y encendió su computadora y se dispuso a trabajar.

"Xander lo mejor será que tomes ese puto teléfono y llames a Andrea" Dijo Melisa entrando a la oficina.

"No la llamaré ¿Que te he dicho del vocabulario Melisa?" Preguntó Alexander.

"Mira Lombardi, mueve tu maldito trasero y vez a buscar a tu noviecita para que te quite la calentura y de paso el mal genio que traes" Dijo Melisa.

"Es tu culpa..." Dijo Alexander.

"Lo sé, por eso te aconsejo que la busques y te relajes, yo soluciono toda tu mañana" Dijo Melisa.

"También estoy molesto Mel, no quiero rogarle, me conoces, ella está buscando la quinta pata al gato y no estoy dispuesto a ceder a sus caprichos, tengo ganas de buscar a otra y ..." Dijo Alexander

"No lo harás mientras tengas novia, en eso también te conozco, ahora toma el teléfono, pregúntale en donde está y ve por ella, cuando termines vienes aquí" Dijo Melisa.

Melisa sabía que había metido la pata diciéndole que lo extrañaba, ahora estaba deseoso y no sabía a quien recurrir, estaba molesto con su novia por la actitud hacia ella y era tan orgulloso que no la buscaría a menos que Melisa lo propusiera.

"Me iré, le marcare en el camino, nos vemos Mel" Dijo Alexander marchándose.

Melisa no podía complacerlo, tenía tanto miedo de ser una más del montón, como su amiga podía estar cerca y disfrutar de su compañía, le había aconsejado que se marchara porque sabía que nesecitaba a una mujer y quien más si no su novia para tranquilizarlo, además si no se iba tendría a un ogro todo el día.

Alexander se subió al auto y le dijo a Jimmy que lo llevara al apartamento de su novia, en el camino la había llamado y efectivamente estaba en el lugar, Andrea estaba feliz creía que por fin había doblegado al mujeriego Lombardi.

Al llegar y tocar la puerta el hombre no se aguantó y besó a la mujer que aun llevaba pijamas, tocó desesperadamente el cuerpo de Andrea quitando toda prenda de ella, el pelirrojo estaba que se incendiada de deseo, pensaba en la boquita de Melisa diciéndole "Te extraño"

La pareja se fundió en uno y con respiración agitada después de tres tandas de sexo Andrea Preguntó "¿No piensas disculparte?"

Alexander frunció el ceño "¿Qué he hecho?"

"¿En serio Alex? ayer tenias encima a tu asistente y cuando la trato como se merece la defiendes, lo siento pero tendrás..." Dijo Andrea siendo interrumpida por su novio.

"No te atrevas a preguntar si no estás dispuesta a escuchar la respuesta" Advirtió Alexander.

"¿Qué has dicho?" Preguntó Andrea.

"Lo que escuchaste" Dijo Alexander vistiéndose.

"La quieres, te importa mucho lo puedo ver, esa vulgar te tiene cogido de las pelotas ni siquiera sabías lo que preguntaría, pero cuando se trata de ella te pones como un demonio" Dijo Andrea con ojos cristalinos.

Alexander se terminó de vestir y antes de salir del apartamento Dijo "Si me preguntas escoger entre ella y tu, la respuesta será que ella no se va de mi empresa, no dejará de ser mi asistente y no dejará de ser mi amiga"

"¡Escucha maldito imbécil! ¡Si sales por esa puta puerta, esta mierda se acaba!" Gritó Andrea.

"¡Vaya Srta.Vélez! No conocía lo vulgar que podia llegar a ser, nadie me amenaza Andrea, nadie, y si se tiene que acabar, que se acabe. Por tu bien no me busques" Sentenció Alexander.

"¡Nunca te buscaré maldito mujeriego! ¡Ve con tu puta zorra!" Gritó y lloró Andrea mientras el apuesto pelirrojo salía del lugar.

Alexander salió vuelto furia, odiaba las mujeres sin desencia para hablar, a la única que le permitía ese trato era a Melisa, ninguna mujer lo iba a insultar y después pretender estar como si nada.

Al llegar a la oficina el hombre pasó por encima de su amigo James y de Melisa como alma que lleva el diablo, ni siquiera los miró.

"Dijiste que vendría de mejor humor" Dijo James.

"Su molestia es por otra cosa, hablamos más tarde iré a ver que paso" Dijo Melisa.

La mujer entró a la oficina y el hombre se estaba desvistiendo de manera abrupta, entonces Melisa se acercó al hombre, pero este inmediatamente la apartó.

"¡No te acerques Melisa, sal de aquí!" Dijo Alexander molesto.

"Si no te duchaste en el apartamento de Andrea, es porque discutieron o no tuviste sexo, aunque la segunda la descarto, tu mirada me dice que si tuviste sexo" Dijo Melisa, sabía que el hombre era demasiado higiénico, siempre se duchaba.

"No podía quedarme ni un segundo más en ese lugar, terminé con Andrea, no preguntes por qué y áhora si no me vas a ayudar a darme un baño sal de mi vista" Ordenó Alexander.

"Si jefe gruñón, ¿Te había dicho que te ves guapo cuando te enojas?" Dijo Melisa riendo, reconocía que la noticia de la ruptura le encantaba, luego salió de la oficina.

Alexander se quedo solo en el lugar, negó con la cabeza y sonrió, esa mujer con ese halago había desactivado la bomba que estaba a punto de explotar

Después de un tiempo el hombre salió con un nuevo traje, en la empresa el empresario guardaba diferentes vestuarios y muchas cosas de aseo personal, este ahora estaba bien perfumado y más guapo que nunca, nuevamente volvía a ser el soltero más deseado.

En la oficina se topó con Melisa y James, estos querían el detalle de la ruptura y hablaban en el sofá de lo más cómodos.

"Amigo díganos ¿Qué pasó con la periodista?" Preguntó James.

Alexander miró a ambos con sospecha, ¿Cómo les decía que la relación habia terminado por su hermosa asistente?

"¡Fuera de aquí, ambos!" Ordenó Alexander.

"¿Es por Mel? ¿Terminaste con Andrea por Mel?" Preguntó James riendo, quería darle un empujoncito a su amigo.

"No encontraré una asistente como ella en ningún lugar, pero mujeres como Andrea hay muchas" Dijo Alexander mirando fijamente los ojos de la rubia.

Melisa sonrió sin despegar la mirada de su jefe y dijo "Lo sé"