No tengo el corazón roto, soy un ser humilde roto, he intentado reunir mis fragmentos, solo he logrado romper a otros...
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Capitulo 2
La discusión entre mi madre y mi tía, se estaba poniendo cada vez más intensa, puse a Sara detrás de mí, e intenté intervenir.
— Madre, ¿qué sucede?, le pregunté con la esperanza de detener su pelea con la tía Megala.
Mi madre se cruzó de brazos y dijo, muy malhumorada.
— No ve, te mandé hacer tu pastel favorito, y ella trae otro solo para molestarme, desde siempre se quiere meter en todo lo que hago, como si ella supera mejor que yo, lo que le gusta a mis hijos.
— Dara, eres una exagerada, solo quiero tener un detalle con Seth, al final de cuenta, es mi sobrino, ¿por qué siempre intentas dañar nuestra relación.
Mi madre se molestó mucho más y le dijo.
— No es solo Seth tu sobrino, Malik también lo es, ¿por qué no le prestas atención a Malik también?, ¿por qué no haces el papel de madre con niños que si lo necesitan?, en vez de meterte con mis hijos.
Este era el problema de nunca acabar, mi tía siempre se entromete con las cosas de mi madre, y forzosamente, trata de ser la anfitriona de la casa, después de que me hice grande entendí muchas de las cosas que pasan en la casa, sin embargo, yo siempre voy a decidir apoyar a mi madre.
Me acerque, tome una cuchara, probé el bizcocho qué mando hacer mi tía, entonces le dije.
— Gracias tía, el pastel está muy rico pero...
Solté la cuchara, agarre el pastel y lo tire en el zafacón de la basura, la mujer quedó atónita, nunca se esperó que yo hiciera eso, pero ella debe de saber, que soy el hijo de mi madre, y que me doy cuenta de todo lo que pasa en la casa, aunque no pueda hacer nada por el momento.
— Solo dejaré el que mi madre preparo para la cena de esta noche, espero que no se moleste, pero la próxima vez, solo regalarme algo que mi madre no me haya dado antes, así evitaremos los problemas en casa.
Dicho esto, tome a Sara de la mano, y salí de la cocina, aunque los dramas familiares son diarios no significa que me guste, ya lejos de la cocina, pase por la sala principal y su las escaleras con Sara, la deje prente a la puerta de su habitación y le dije.
— El pastel de la tía estaba agrio, no sabía bien, te daré del que mamá preparo más tarde, ¿está bien?
— Si, hermano.
— Bueno, ve a jugar a tu habitación y nos vemos en la cena, ¿está bien?
— Sí, hermano.
Le acaricié la cabeza, y luego abrí la puerta para qué entrará a su habitación, por suerte Sara, es una niña muy obediente, además muy apegada a mí.
Luego que entro, me fui a mi habitación, y me tire a la cama, no había visto a mi padre en todo el día, creo que anoche no vino a casa a dormir, escuche a mi tía decir que él tiene otra mujer, más joven que mi madre.
Todo a estado confuso desde hace un tiempo en la casa, mi padre siempre está de malhumor, mi madre siempre está pensativa o discutiendo con la tía, todo es más complicado entre más entiendo las cosas de los adultos.
Tocaron mi puerta, de verdad, quiero pasar tiempo a solas y pensar, pero en esta casa, uno se van y otros entran, después de que tocaron insistentemente por un buen rato, no tuve más opción que dejar pasar a la persona, ya el ruido del toque en la puerta me estaba volviendo loco.
— Puede pasar.
La puerta se abrió, y como un remolino, Dalila entro en mi habitación, sin mediar palabras se tiró sobre en la cama, de inmediato la aparte y me pare de la cama.
— ¡¿Qué es lo que te pasa?!, ya estamos grandes, ¡¿por qué te tiras en mi cama?!
Ella sonrió, como si fuera todo parte de un chisme, se paró de la cama, y me entendió una cajita que tenía en las manos.
— ¡Feliz Cumpleaños!, ¿por qué eres tan serio?, somos familia.
Tome la cajita, la puse en la mesa de noche, y le comencé a decir lo que le digo, casi siempre.
— Que seamos primos no quiere decir que tengamos tanta confianza, debes saber que yo soy un chico y tu una chica, y estamos como dice mi mamá, en una edad delicada, así que no cruces las líneas y compórtate como una señorita de buena familia, gracias por el regalo, adiós.
Le señalé la puerta, mi mamá, me lo ha advertido desde que ellos vinieron a vivir aquí, esta chica es como una hermana para ti, nunca la mires como algo más, y eso es lo que siempre he hecho desde que somos niños, sin embargo, es extraña la forma de ser de esta niña desde que somos pequeños.
Ella bajo la cabeza, y salió de mi habitación, no quiero ser malo con ella, pero se deben mantener los límites, ya no somos niños, somos adolescentes que en pocos años seremos adultos.
Me tiré otra vez en la cama, y me puse a pesar, que pronto iré a la universidad, ya que soy inteligente, estoy adelantando a mi tiempo en los estudios, entraré a la universidad a los 17 años, sin embargo, los chicos de mi clase todos tiene 18 y algunos 19 años, mi madre siempre está orgullosa de mí, mientras que mi padre...
«Todos dicen que me parezco a mi padre, sin embargo, yo no noto el parecido, siempre está distante de todos, tiene mucho malhumor, creo que nunca lo he visto sonreír, se le olvidan los cumpleaños, aniversarios, y fiestas familiares, siempre llega tarde a todo, solo sabe hacer dinero, ¿en qué nos parecemos?, no me gustaría ser como él, no lo he entendido nunca, y ahora que estoy en mis 17 años, tampoco lo entiendo»
Me pare de la cama, y me fui al balcón, se podía ver parte de la ciudad de el Cairo desde mi balcón, y parte del desierto a lo lejos, el sol estaba bajando, la noche estaba por empezar, el calor estaba disminuyendo y el frío de la noche estaba haciendo su entrada.