¿que ocurre cuando un demonio se enamora de un ángel? ¿como pueden estar juntos sin ser condenados? se terminan las 10 vidas a las que te condenaron ¿podras recordarme? ¿elegirías vivir conmigo en el infierno? o ¿volveras al cielo?
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Debo admitir que cualquier miedo que tuve sobre esta relación, fue desapareciendo a medida que nos fuimos encontrando. La primera luna, disfrutamos patinando sobre un lago congelado. Como los humanos no estaban despiertos a esas horas podíamos hacer muchas cosas en nuestras formas reales y verla con sus hermosas alas, bailando sobre el lago, fue algo que se podría considerar magnífico. La segunda le enseñé todos los poblados rusos desde el cielo, mientras jugábamos a las escondidas entre las nubes, pero lejos de la visión divina. Así pasamos varios meses disfrutando de nuestra compañía. Ella me hablaba de cosas relacionadas con ángeles y yo le contaba de mis tierras en el infierno. Era tan cálido estar cerca de ella, odiaba cada vez menos el tener que pasar tiempo con humanos cuando la llevaba a conocer algún pueblo o íbamos como una pareja real a los festivales.
Sin embargo, no notaba en ella ninguna clase de celos cuando otras mujeres se me acercaban, contrario a los que me pasaba a mí, que sentía hervir mi sangre cuando un hombre o algún joven quería sacarla a bailar.
Todo se fue al caño la décima noche, estábamos tan concentrados viendo una familia de ciervos en la nieve, que ninguno de los dos noto la presencia que estaba cerca de nosotros.
Galadriel- ella se paró de inmediato y volteo a ver asustada al dueño de esa voz. Yo tomé puesto delante de ella para protegerla.
Hermano Asrael ¿qué haces aquí?- pregunto temerosa.
¿Hermano?- le pregunté confundido mientras la miraba.
¿Creíste que padre no sabría de tus escapadas a escondidas? ¿Qué haces con ese demonio?- le pregunto furioso. El tipo frente a nosotros se notaba que era fuerte, usaba un pantalón blanco y dejaba a ver todo su musculoso cuerpo marcado, llevaba en su espalda un Carcaj con flechas doradas y un arco, en su cintura se podía ver una reluciente espada de plata.
Hermano por favor, él no es malo- decía casi con lágrimas en los ojos.
Aléjate de el ahora mismo y da gracias a nuestro padre que baje yo y no Gabriel- escuchaba como le gritaba.
No es necesario hablarle así, no ves que está asustada- le grite volviendo a ponerla detrás de mí, no me importaba que fuese su hermano, no dejaría que la molestará.
tú no te metas en esto demonio y aléjate de mi hermana- dijo sacando una flecha y apuntándome.
Hermano basta, no hagas esto por favor- le dijo ella saliendo de detrás mío y posicionándose adelante para cubrirme.
Nos vamos ahora- dijo bajando el arco y guardando todo. Extendió su mano a ella y antes de tomarla me miró con lágrimas en sus ojos.
Yo lo lamento mucho Erkan, espero volverte a ver- me dijo dándome una sonrisa que no le llegaba a sus ojos.
Princesa- le dije derrotado, sabía que nada podía hacer en ese momento más que verla marcharse.
ella tomó la mano de su hermano y desaparecieron, dejándome allí solo con mis pensamientos y mi dolor, por alguna razón sentía que no la volvería a ver.
volvi a mi palacio y me encerré como si fuese un niño en mi cuarto. tarde varios días en salir, y se ve que eso preocupo mucho a mi sirviente, que fue en búsqueda de mi madre para que me ayudara.
abre la puerta Erkan, debemos hablar- escuche el tono de su voz y la verdad no sé para que me pidió que abriera la puerta si ella en menos de lo que tardo en decir eso ya estaba dentro de mi cuarto.
¿que quieres?- le pregunté abatido desde mi cama.
¿vas a estar mucho más tiempo así por esa angelita?- me pregunto sentándose a mi lado.
no se que hacer madre, temo que la castiguen solo por haberme conocido y me siento un idiota, me enamore de un Angel aun sabiendo que no era posible lo nuestro y hace 4 días cuando su hermano bajo a buscarla yo no pude protegerla- ella me miró sorprendida, por primera vez me veía triste y a punto de llorar.
Mi pequeño cachorro- dijo poniendo su mano en mi cabeza -te avisé que esto podría pasar, pero te enamoraste y nada podemos hacer cuando el corazón se interpone-
Madre, no quiero que la lastimen por mi culpa- le dije mirándola a los ojos.
No le harán nada, Erkan, Dios cuida mucho de sus hijos y jamás los lástima, a lo sumo puede prohibirle bajar a la tierra por un tiempo- me dijo haciéndome caricias.
No la volveré a ver ¿verdad?- le pregunté.
No podría decirte eso con seguridad, pero si realmente la amas, debes esperar a que vuelva- me dijo y me abrazo dándome fuerzas para poder aguantar lo que viniese.
Pasaron más de 6 lunas, cada vez que volvía a mi castillo, mi madre estaba ahí para acompañarme. Se notaba en mi rostro que no la había visto y con el pasar del tiempo, perdía las esperanzas de volver a verla. Cada vez que bajaba, iba de pueblo en pueblo intentando encontrarla y siempre terminaba sin éxito sentado viendo el amanecer en alguna rama de un árbol. Suspirando por otros 30 días sin su sonrisa grabada en mi mente, aunque para ser sinceros jamás me olvidaría de ella, mucha razón tenía mi madre cuando me dijo que enamorarme de un ser celestial iba a ser mi condena y si realmente sentía que lo era.
Ya habían pasado más de 10 meses sin verla, aunque no perdía las esperanzas de encontrarla, lo cierto era que ir a la tierra y no verla me generaba un agujero en mi corazón que iba creciendo conforme pasaban el tiempo. Justo hoy también había un festival en el pueblo, me escondí atrás de un árbol, quería escuchar tranquilo la música, cuando de repente detrás de mí apareció una luz cegadora. Me giré impresionado por eso y allí la vi, estaba en compañía de dos hombres, a uno ya lo había conocido antes, pero el otro supuse que era su otro hermano Gabriel.
Erkan- dijo ella corriendo a abrazarme y obviamente le correspondí el abrazo enterrando mi cara en su cuello. Como había extrañado ese olor y esa paz.
Princesa- le dije en un susurro en su oído. El carraspeo de la garganta de los dos hombres que nos miraban fijamente hizo que nos separaremos.
No confío en ti diablo, pero mi hermana ha estado muy triste por no poder verte así que vinimos a escoltarla- dijo el mismo que la había separado de mí antes.
Asrael no le hables así- dijo ella medio molesta.
Galadriel, recuerda que estás aquí solamente porque así lo pedí yo- le dijo Gabriel haciendo que ella agachara la cabeza -cuando empiece a salir el sol volveremos por ti, no nos decepciones- le dijo y ambos se marcharon. Aunque antes de irse Asrael le dio un collar para esconder su esencia.
Bien, vámonos al festival- me dijo tomando mi mano y yo la seguí, porque si fuese por ella la seguiría hasta el mismísimo cielo.