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Carmesí

Carmesí

Status: Terminada
Genre:Completas / Malentendidos / Elección equivocada / Traiciones y engaños / Matrimonio entre clanes / Familias enemistadas / Secretos de la alta sociedad / Mundo de fantasía / Enfermizo
Popularitas:1.1M
Nilai: 4.9
nombre de autor: thailyng nazaret bernal rangel

Primer libro de la saga colores

Eleana Roster es hija de un fallecido conde, su hermano queda a cargo de su tutela y la de su hermana. La única preocupación es conseguirle esposos adecuados, pero la vida de Eleana no a sido del todo plena, debido un accidente que sufrió de pequeña a tenido que sobrellevar sus veinte años con una discapacidad, soportando muchos desprecios y cuando su hermano decide presentarla en sociedad recibe un desplante que le cambiará la vida por completo.

NovelToon tiene autorización de thailyng nazaret bernal rangel para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

LA NOCHE DE LA CELEBRACIÓN

...ELEANA:...

Mi madre apretaba el corsé del vestido con tanta fuerza que me dolían las costillas.

Me aferré al espaldar de la silla donde me hallaba apoyada, apretando los dientes cuando mi madre volvía a tirar de las trenzas.

— Has subido de peso — Jadeó cuando tiró de nuevo.

— Dejé de usar corsé para mayor comodidad — Contuve la respiración cuando dió el último tirón.

— Tienes que usarlos todos los días, así tu cuerpo se acostumbra — Intervino mi hermana sentada frente a la comoda, se estaba colocando los aretes y al igual que yo estaba en ropa interior, pero el corsé de ella no se resistió tanto.

Mi hermana era más delgada que yo.

— Ha subido de peso — Insistió mi madre mientras se alejaba y ordenaba a las sirvientas sacar el vestido del maniquí, la semana había pasado tan rápido y con tanto ajetreo, entre modistas y zapateros había acabado con un dolor de cabeza — Eso no es bueno para tu tobillo.

Tomé mi bastón y me levanté.

— Haría más actividad física, pero no puedo hacer mucho con ésta lesión — Gruñí, acercándome al espejo de cuerpo completo que colgaba de la pared, hacía tanto tiempo que no me observaba.

Comprobé que mi madre tenía razón, estaba un poco robusta. Tenía más caderas, más muslos y más senos, lo último me hizo sonrojarme. ¿De dónde habían salido esos dos? Si hace como dos meses estaba delgada.

— Estás comiendo demasiado, debemos disminuir tus porciones — Mi madre se acercó con el vestido colgando de su antebrazo.

— No, eso sí que no... No me van a matar de hambre — Me alejé de espejo.

La ceja de mi madre tembló de estrés.

— No me agotes la paciencia, Eleana... Harás lo que digo, una mujer gorda no es buena debutante — Me regañó y fruncí el ceño.

— Madre, no estoy gorda, no exageres — Dije frustrada, ya me estaba hartando que fuera tan metiche, yo no tenía sobrepeso.

— Ven para colocarte el vestido — Me ignoró completamente, abriendo los botones.

— Puedo hacerlo sola — Dije, ya me estaba doliendo la cabeza, no habíamos llegado a la celebración y ya me estaba arrepintiendo.

— Lo sé, pero será más rápido si te ayudo, tenemos el tiempo contado.

De nuevo exageraba, aún era temprano, pero la condesa no entendía eso.

Recogió el vestido y lo pasó por encima de mi cabeza, me quejé cuando tiró fuertemente hacia abajo, tampoco se deslizó fácilmente cuando llegó a mi busto fue peor, no entraba.

— Oigan, ayúdenme con eso — Ordenó a las sirvientas que se apresuraron — Tiren de la falda, pero poco a poco porque se puede romper.

Apoyé todo el peso de mi cuerpo en mi pierna sana cuando las sirvientas tiraron.

— Contenga la respiración — Se quejó una de ellas.

Así lo hice.

— Te dije que te dejaras tomar las medidas, no estarías pasando por esta odisea — Mi madre se siguió quejando — Pero no, decidiste que era mejor que tuviera la misma medida que el vestido de Emiliana sabiendo que eres muy diferente a ella.

Si lo era, me dolieron sus palabras.

Emiliana tenía una buena figura, bonita y sana.

Al fin pasó y casi pierdo la respiración.

Me dejé tratar como una muñeca mientras mi madre me ayudaba a meter los brazos en las mangas y a ajustar los botones de mi espalda, me apretaba tanto que casi se revientan.

Y otra ola de quejas salieron de mi madre.

Quedé frente al espejo mientras ajustaba los lazos.

Me sorprendí ante el cambio, a pesar de que faltaba mi cabello por primera vez en tanto tiempo me sentí bonita.

El vestido era precioso de tono azul con diseños de espirales dorados, un escote en "v" que resaltaba mis senos de manera elegante y no atrevida. Las mangas eran holgadas con los bordes de encajes dorados, la falda era en forma de campana, también con diseños de espirales.

— El vestido es precioso — Dijo Emiliana, acercándose, se había terminado de peinar y maquillar, ella había aprendido a hacer casi todo sin ayuda, mi madre no tenía tiempo, lo gastaba ayudándome a mí y yo deseaba tanto valer por mi misma como Emiliana.

Se recogió la parte superior del cabello en un hermoso tocado adornado con peinetas de flores plateadas, dejando suelto sobre sus hombros ondas rojizas.

— Te queda hermoso — Sonrió y le devolví una sonrisa débil sin despegar mi vista del espejo.

— Si es hermoso.

— Tú eres hermosa ¿Cuándo lo entenderás? — Dijo mi madre, asomándose detrás de mi hombro — Ahora siéntate en la cómoda para peinarte.

— Eso si lo puedo hacer sola.

— ¿Y dejar qué te hagas un mal peinado al propósito? No, mejor yo lo hago — Me tomó del brazo y caminé hacia la comoda.

Me senté y mi madre empezó a trabajar en mi cabello, desatando el moño, le pasé el peine cuando me lo pidió. Solté un gemido de dolor cuando lo pasó por los nudos, de nuevo los sermones y quejas sobre el estado de mi cabello, pero ya no le presté atención.

— Eres una descuidada — Gruñó, tirando de otra hebra anudada.

Mi cabello era cobrizo opaco y rebelde, por eso no me esmeraba en él, era imposible darle forma.

Si tuviera un cabello como el suyo, como de mi hermana e incluso como el del sujeto desagradable del bosque sería mucho más sencillo, pero todo en mí era complicado.

Mi madre recogió todo mi cabello con peinetas, dejando solo un rizo adornando un lado de mi rostro.

Al menos me dejó colocarme los aretes y el collar.

Pintó mi boca de color rosa, me aplicó rubor para darme un poco de brillo y rizó mis pestañas.

— Ya estás lista, quedaste preciosa, como una señorita debe ser — Me tomó de los hombros mientras yo evaluaba el resultado.

Me asombré al hallar a una chica diferente, tenía más vida con todos los arreglos que me había hecho.

Posé mi mano en una de las suyas y la observé a través del espejo.

— Gracias, madre... Me ha gustado.

— Para eso estoy — Sonrió con cariño.

Lo siguiente fueron las zapatillas, eran de color crema y especiales para mi comodidad.

Mi madre me entregó un bastón adornado a juego con el vestido.

— ¿Qué es esto? — Lo observé mientras esperaba sentada en uno de los sillones a que Emiliana terminara de alistarse.

— Un bastón para eventos — Dijo como si llevar bastón fuera lo más normal en una celebración, la idea me pareció estúpida, no quería llamar más atención de la que iba a atraer.

— No, llevaré el mío, es discreto... Con ese atraeré muchas burlas.

— Pienso todo lo contrario, lucirá como un hermoso adorno, úsalo por favor — Insistió, puse los ojos en blanco y terminé accediendo, discutir no iba a hacer que cambiara de opinión, mi madre era difícil.

Emiliana estaba lista, usando un hermoso vestido rosa pálido, con bordados de flores, del mismo modelo que el mío.

Alguien llamó a la puerta y mi madre le ordenó pasar.

Lean apareció con un traje de color café, a juego con un pañuelo blanco atado al cuello y con su cabello peinado hacia atrás.

— El carruaje ya está listo y veo que ustedes también — Dijo, admirando ambas — Tengo dos hermanas muy preciosas.

Nos dió en un beso en las mejillas.

— Gracias, Lean, estás muy guapo — Emiliana lo observó detenidamente y mi hermano se sonrojó.

— Tal vez sea él quien encuentre u su futura esposa esta noche — Le guiñé un ojo.

— No, hoy no es mi noche — Volvió a su seriedad.

Ambas nos reímos y nos dirigimos al patio.

Mi madre se despidió de nosotras, deseando suerte, pero más a mí.

Requería de un milagro para que alguien se fijara en mí con mi discapacidad.

Lean me ayudó a subir al carruaje y salimos de la mansión al atardecer.

Yo iba sentada junto a mi hermana.

Observé por la ventanilla, admirando el atardecer contrastando con las montañas y campos. El Reino de Floris era hermoso en todas sus estaciones, pero la primavera no tenía comparación.

— Supongo que habrá muchos solteros de la realeza en la celebración — Emiliana cortó el silencio.

— No esperes uno de los príncipes, lo máximo que habrá serán marqués de la región y eso si tienes suerte — Dijo mi hermano en la penumbra del carruaje.

— ¡Qué pesimista! — Se quejó Emiliana — Solo lo preguntaba por curiosidad.

— Ya alimentarás tu curiosidad al llegar al palacio.

— ¿Qué hay del Duque Dorian? — Preguntó mi hermana y los hombros de Lean se tensaron, todo el aire del interior del carruaje cambios completamente.

— No lo sé, ojalá que no — Gruñó mi hermano, con un tono afilado.

— Por qué no? — Mi hermana se tornó a la defensiva.

— ¡Todavía lo preguntas! — Mi hermano se alteró de una forma que no comprendí.

— ¿Quién es ese? — Intervine y ambos me observaron sin responder — ¿Por qué no responden?

— Es increíble que no lo sepas — Me hermana me observó como si fuera inconcebible que no lo supiera.

— Emiliana, no hables como si lo conocieras, si no estuvieras de metiche escuchando mis conversaciones ajenas no sabrías de ese ser — Lean usó un tono lleno de desprecio.

— Pero tu dijiste que era el soltero más codiciado... ¿Qué tiene de malo entonces?

— Tiene mucho de malo, deseo con toda el alma que no esté en esa celebración, aunque lo dudo, ya que a ese sujeto no le interesa dejar su soltería.

No comprendía nada, jamás había oído de ese tal duque y tampoco sabía por qué mi hermano lo detestaba, pero tal vez tenía sus razones.

— Solo estás celoso porque él es un duque y tú solamente eres un conde — Siseó Emiliana, mi hermano soltó un gruñido bajo.

— No inventes tonterías, si ese infeliz llega a estar en el baile no quiero que se acerquen a él ¿De acuerdo? — Nos ordenó de forma severa, Emiliana murmuró en desacuerdo — Contesten.

— De acuerdo, no lo haré — Dije, se relajó un poco, era ridículo, yo jamás me acercaría a un hombre y mucho menos alguien que detestaba mi hermano.

— Está bien — Aceptó a Emiliana a regañadientes — Pero sigo sin comprender por qué te desagrada.

Mi hermana claramente estaba interesada en ese tal duque que ni siquiera conocía.

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Lidia Rios
EXCELENTE 👌 NOVELA 👍FELICIDADES 👏 AUTORA ESTUVO GENIAL GRACIAS
Leslie Valencia
👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
Milagros Valderrama
excelente novela me tiene atrapada felicidades autora
Violette Hernandez
Bueno al menos dió a entender que Lean quedaría con una mujer 😁😁 excelente historia me super encantó 😍☺️
Violette Hernandez
He leído tantas novelas en ésta aplicación,y te felicito por salir de lo mismo y hacerme dar opiniones sobre cada que se hiba desarrollando la trama, me encantó la novela, y buscaré tus otras obras para ver, felicidades nuevamente y gracias por ése talento que tienes y compartes con nosotras ☺️
Violette Hernandez
No quiero sonar mal con mi comentario, pero espero y el inútil de lean si consiga una esposa y no se quede a gobernar con el Rey que al parecer eso dieron a entender 🙄🙄🙄
Violette Hernandez
además no sé porque Eleana abogó por O'brien el echo de que le ayudase un poco,no borraría todo el mal que hizo y el rapto de ella y de su hermano 🙄🙄
Violette Hernandez
estoy de acuerdo con Barbara, mínimo más años de esclavitud y sin lengua 😛,y le falló a Eleana,tan disque hábil con las dagas,de perdido le hubiera dejado una muy buena rajada en la cara a la bruja para quitarle ésa cara de Reyna que tenía, para que le quedarán unas grandes cicatrices y lastimar sus piernas para que también quedará imposibilitada 🙄🙄😉
Violette Hernandez
Éso precisamente es lo que me molesta de Eleana que por estar mal del tobillo en lugar de ayudarle sólo sea una gran carga para todos 🙄🙄🙄 y ahora "resulta"que O'brien le tiene odio a la hermanita 😑 después de todo lo malo que ha echo y que no es justificable, todavía hubiese sufrido algo peor como Dorian estaría de acuerdo 🙄🙄
Violette Hernandez
Exacto! totalmente de acuerdo con todas,no tenía a qué salir, ahora otra carga más para Dorian,mujer inútil 😤en lugar de ayudarle le provoca más problemas
Violette Hernandez
será que ya la Reyna está sospechando de él y por eso no está el hermano??? ojalá y no haya ido a espiar a Eleana y o hacerle algo
Claudia Zapata
Excelente
Violette Hernandez
Y aparte el hermano no ayuda en nada 😤😤 sólo en puro criticar
Violette Hernandez
Humm tendría que haberse cuidado más Dorian,se le fue de las manos,y realmente no es nada bueno que esté embarazada,me hubiese gustado que no pusieran un embarazo 😕 porque en lugar de que aprendiera a defenderse y ser más útil, ahora es otro problema más para él 😑😑
Yesica López
Cuando leí la novela celeste que es la de Lean medí cuenta que avían otra aparte de esa y me encontré con la historia más hermosa que e leído una supera ala otra hay estoy emocionada de leer la otra gracias me gustó mucho /Smile//Smile//Smile//Smile/
Leidy Bacca
está muy buena la novela
Violette Hernandez
cómo me hubiera gustado que el hermano de Eleana en lugar de criticar hubiese ayudado en todo, valiente tipo remilgoso 😤
Violette Hernandez
totalmente de acuerdo contigo Tinmey, ya me harto el hermano, ojalá y también tenga su secretito para que los deje en paz,y me hubiese gustado que ella se le pudiera componer el pie 🤔😔
Violette Hernandez
Muy cuestionable su proceder,no tenía derecho a leer su escrito, aún siendo la esposa, que confianza cree que le tendrá él si llega a enterarse, debió de aguantarse hasta que él le contara
Niky Martinez
se que ya muchas lo han recalcado pero es por qué así ella lo quiso,ya es tiempo de que madure y dejé tanta idiotez y es que siempre se victimiza no le gusta que le tengan lastima pero ella misma se da lastima
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