Mi nombre es Rosalie Montana, fui comprometida con el hombre que creí sería mi gran amor, pero todo ha sido un gran error, después de la muerte de mi padre todo mi mundo se vino a bajo hasta el punto de tener que desaparecer.
ahora tres años más tardes he regresado para reclamar lo que por derecho me pertenece y hacer sufrir al asesino de mi padre.
NovelToon tiene autorización de Liose Tess para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPITULO 3
Llegamos a nuestro destino, dejando atrás a mi madre y mi padrastro, no podía negar que le había agarrado bastante cariño. Mi padre y mi madre habían Sido muy felices, pero luego algo paso, decidieron separarse, y aunque a mí me dolió mucho ver cómo mamá nos dejaba, ahora puedo estar tranquila porque jamás la había visto tan feliz como lo es ahora.
-Ross, en que piensas?- me dijo Ana, trayendo de nuevo al presente.
-en mi madre- le dije sin ocultar mis pensamientos.
-la extrañaré mucho.
-tu madre es la mejor del mundo, ella podrá mantener la empresa a flote, no tienes por qué preocuparte.
-Si lo sé, eso es lo que menos me preocupa.- le comenté abiertamente.
-entonces que te preocupa tanto?-pregunto confundida.
-que no pueda volver a su lado.- deje escapar un suspiro y seguí mirando por la ventana, mientras el taxi nos llevaba a la dirección de nuestra nueva casa.
La villa era tranquila, espaciosa y aislada, tenía buen sistema de seguridad aunque ya había pensado en instalarle mi propio sistema para estar con más confianza, después de todo, había hombres ahí afuera que quizás seguían buscándome.
-Rousse, ha llegado Don Silvano- me dijo Ana mientras se sentaba a mi lado en el sofá de la sala.
-buenas noches, niña.- dijo el anciano, mientras se acercaba a mí para estrecharme en un abrazo.- si que has cambiado.- dijo mirándome con extrañeza.
Sus canas se habían multiplicado y sus manos ya estaban temblorosas y más arrugadas, sus ojos tenían grandes arrugas y bultos por los años.
-buenas noches, Silvano- le saludé con euforia - tenía años sin verlo.
-pensé que no volvería a verla niña, su padre había dicho que no volviera más...
-lo sé, pero no puedo dejar que la muerte de mi padre quedé sin justicia, los que lo hicieron tendrán que pagar.
-debe de tener mucho cuidado, niña, hay hombres muy poderosos detrás de las empresas que una vez pertenecieron a su padre.
-esas empresas por derecho me pertenecen Silvano- le dije con reproche.
-pero si se aparece así como si nada, podrían...
-también lo sé, por eso es que te he pedido que hicieras algo por mí.
-si niña, y lo he hecho; pero solo le he podido conseguir un puesto de secretaria del vicepresidente, los puestos importantes no son aptos para mujeres.
-y quien dice que una mujer no puede estar a la altura de un cargo importante en una empresa?- dije molesta por la discriminación que estaban haciendo.
-yo no he dicho eso niña, pero su exesposo opina lo opuesto a usted, los cargos importantes en esa empresa son manejados por empresarios, las mujeres solo son contratadas para personal de servicio o secretarias.
Respire profundo, sabía que todo esto era por el miserable de Hugo, para él las mujeres siempre hemos Sido incapaces, incultas, y limitadas para ciertas funciones, para él las mujeres solo éramos un accesorio que se ve bien a la hora de una rueda de prensa, en una cena y en la cama, aunque en mi caso, jamás me había tocado, solo me humillaba y me trataba de poca cosa.
-muy bien Silvano, muchas gracias.- le dije de corazón, después de todo había hecho lo posible por conseguirme un puesto que estuviera cerca de Hugo.
-no hay problema, niña, debe estar mañana a primera hora, en la empresa - me entrego un trozo de papel con el nombre de Roberto Guzmán -ese es el gerente de recursos humanos, le he dicho que eres una sobrina lejana y que necesitabas urgente el trabajo.
-gracias Silvano, papá estaría muy agradecido contigo por lo que has hecho todo este tiempo por mí.- sabía que no estaba bien usar el nombre de mi padre para agradecerle a Silvano, y convencerlo de que ayudarme a vengarlo era lo mejor; pero si no lo hacía podía dar por hecho que él no me seguiría apoyando.
-no te preocupes estaré ahí, a primera hora.
Y así fue, al día siguiente me levanté temprano, le indique Ana la dirección de la nueva empresa, necesitaba que comenzara a instalar algunas cosas e iniciara las entrevistas laborales, aunque muchos trabajadores habían querido venir con nosotras, no podía traerme toda la empresa, así que necesitábamos más apoyo.
Me coloque una falta plisada, blanca con una blusa de tiras negras y un Blazers blanco a juego con la falda, unos zapatos de tacón, recogí mi cabello en un moño alto y me coloqué unas gafas de lectura para verme más intelectual.
-¿Estás segura de que tienes que trabajar en esa empresa amiga?- pregunto Ana con dudas.
-es la única manera que tengo de estar cerca de Hugo.- Ana había Sido mi mejor amiga en muchos años, a pesar de que iba a casa de mamá solo de vez en cuando
Pero cuando papá murió y tuve que mudarme nuestra amistad se fortaleció, ella sabía mis verdaderas intenciones, sabía lo que había ocurrido con papá, y cuando le conté mi plan no dudo en decirme que vendría conmigo a apoyarme en lo que necesitara.
-entiendo Ross, solo ten cuidado por favor, nos vemos en la noche.- me dio un abrazo y se sentó a desayunar, yo salí lo más rápido que pude, no quería llegar tarde mi primer día.
La empresa estaba cambiada, por fuera era exactamente igual, pero al entrar todo era... diferente, Hugo había adaptado la empresa a su gusto, había quitado varias áreas y había remodelado otras tantas, me sentía extraña estando ahí, no era como lo recordaba.
Entre a la oficina del Gerente de Recursos humanos, y para mi sorpresa ahí estaba Hugo, sentí ganas de abofetearlo, pero me contuve.
-tú debes ser la sobrina de Silvano.- dijo Roberto al verme entrar.
-si un gusto.- dije con algo de nervios.
-él es nuestro presidente y dueño de las empresas.- me dijo presentándome a Hugo.
-un gusto- le dije extendiendo mi mano.
-Hugo Herrera.-él me miró detalladamente, tratando de compararme con alguien.
-te me haces muy familiar, pero eres tan distinta...- pensó en voz alta.
-mucho gusto señor Hugo, mi nombre es Rousse Lascuráin.- había usado el apellido de mi abuela, ya que si me investigaban no quería poner en peligro a mi madre.
-un gusto.- dijo mientras seguía mirándome con intriga - ¿nos hemos visto antes?
-no lo creo señor, soy nueva aquí.- mentí.
-de dónde es usted entonces?
-me críe en una ciudad cercana, pero a los 15 años me sacaron al extranjero hasta ahora que he vuelto nuevamente.
-y que la trae por acá? No le gustó el extranjero?- pregunto Roberto sorprendido.
-la verdad si, pero tenía asuntos que resolver aquí, y negocios que debía cerrar, pero me he quedado sin dinero así que pedí a mi tío me ayudara con un trabajo.
-pues bien, entonces bienvenida.-dijo Roberto comiéndome con la mirada.
-hoy asistirás al señor presidente en una junta, ya que su secretaria está indispuesta.
Sentía que mi ansiedad aumentaba, pero intenté calmarme como pude.
-perfecto señor.
Hugo se volteó a mirarme amenazante.
-tengo una presentación con corporativo Villasmil, espero señorita que no lo arruine, porque es muy importante para mí conseguir una colaboración en alguno de nuestros proyectos.- dijo amenazante.-asi que no te hagas la lista.
Maldito infeliz, te arruinaré la vida y quedarás en la calle- pensé.
-si señor lo que ordene- dije mientras salía detrás de él con ganas de apuñalarlo por la espalda.
Te digo sinceramente que esperaba un mejor desarrollo al final.
De paso no se hizo visible que la Diana fué la de los anuncios en el periódico y del teatro que montó en la fiesta y de todas las trampas para casarse con él, tampoco dejaste veg si en verdad se habían casado y si consumaron ese matrimonio.A y mejor no sigo porque Natalie no pagó tampoco y él papá de ella las traiciones y barbaridades que hicieron.