Julieta, se verá envuelta en una relación prohibida, pues se ha enamorado del padre de su esposo.
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Benjamín
Soy Benjamín Silva, actualmente tengo 43 años me casé muy joven con mi prometida Karina Loor, tuvimos dos hijos y era muy feliz, sin embargo; ella enfermó cuando los niños eran muy pequeños.
Ella falleció y yo quedé a cargo de ellos, debido a mis negocios no les dedique mucho tiempo, pero siempre demostré mi amor por ellos.
Durante años me ofrecieron señoritas para volver a casarme, yo no quise hacerlo.
Si deseaba estar con alguien visitaba algún club y ya, no quería una esposa que me traiga problemas, además que ame mucho a Karina.
Mis hijos crecieron e hicieron su vida, el mayor es Vicente y el segundo Dionisio se llevan por dos años.
Vicente se casó y ahora tiene un niño de 3 años, maneja el título de su madre, ella era hija de un conde.
Al no tener a quien más heredar, mi suegro se lo dio a mi hijo y este acepto el puesto, pues siempre le gustaron esas tierras.
El menor el Dionisio quien hasta ahora no desea heredar mi título, se ha convertido en general del ejército, y le va muy bien.
Hace unas semanas recibí una carta de mi hijo Dionisio se ha casado y me ha pedido ver algunos negocios en los que ha invertido.
Cómo debo regresar rápido no iré a casa de mi hijo, por ende después conoceré a mi nuera
Así estuve unos días en el pueblo y fui a visitar a una conocida, quien me hace mis perfumes.
Me dio tristeza saber que su negocio no va bien, pero no puedo quedarme a negociar con ella ahora, regresaré otro día con una buena propuesta.
Al salir una joven chocó conmigo, he de decir que esa mujer es hermosa, su delicioso perfume, su aura fuerte y sensual despertó mi interés.
Hace mucho que no estoy con una dama, seguro es eso, pero sus ojos se quedaron grabados en mi cabeza.
Aunque no pude escuchar su voz, me di cuenta que no le fui indiferente, ojalá después la pueda volver a ver.
Su belleza me atrajo a mirarla una vez más, su cuerpo definido y su cabello, realmente deseé ser más joven y cortejarla.
Me marche a seguir con mis pendientes, debía regresar a mis tierras lo antes posible.
Los días pasaban, pero yo no me podía olvidar de aquella dama. Sueño con ella.
Así me decidí volver al pueblo tal vez encuentre un indicio de donde es, si es soltera o casada.
Si es, soltera juro que la conquistaré. Llegue justo el día que harían un festival, algo muy interesante es más que seguro que podré verla aquí una vez más.
Me puse ropa más cómoda, dejé mi cabello suelto, quería verme un poco más joven, y dejé mi camisa medio abierta.
La noche era perfecta, pero mi mirada estaba en todos lados, esperando verla. Hasta que por fin la encontré bailando.
Julieta...
Desde el día que hable de negocios con la señora Josefa(la dueña del local), la he visitado seguido, ya que gusta ver como van las remodelaciones.
Desde hace unos días he pedido no me acompañen, puesto que pasó ocupada y odio, que me estén mirando sin hacer nada. También me he quedado a dormir aquí.
Hay días que los trabajadores empiezan muy temprano y me gusta dar las órdenes de como deseo que quede todo.
Total en donde vivo nadie espera por mí. Así que puedo hacer casi lo que yo quiero.
Esta es una de las noches que me quedaré aquí, pero porque hay un festival en el pueblo y deseo conocer.
Aliste ropa con tiempo y deje en casa de la señora Josefa, ella me dice que soy muy joven aún y debo disfrutar.
Decidí a salir, mi ropa, es más sencilla además nadie me puede criticar, ya que no saben que soy la esposa del general para todos él sigue soltero y a mí me conviene que piensen eso.
El festival es magnífico, las personas cantando y danzando al ritmo de la música, que no pude aguantar las ganas y me uní a ellos.
Me estaba divirtiendo mucho, cuando lo volví a ver, ahí estaba él, su ropa casual y su cabello largo suelto, se veía tan sensual, que no me resistí y me acerque a él.
Lo llevé conmigo a la pista, me pego a su cuerpo, más de lo necesario, pero me gusto, era dominante y me encantaba.
Su boca me provocaba besar, y su cuerpo recorrer. Al terminar el baile, fuimos por bebidas y aquí empezó todo, un delicioso amor prohibido.
-Como te llamas bonita-pregunto él.
- sabía que no debía decir ni nombre, quería una aventura y la iba a tener por lo cual respondí- Valeria
- Un gusto Valeria mi nombre es Benjamín, soy...
- Shh, no digas más, si no eres casado, nada más me interesa.
- Pues soy soltero y usted, bella dama es soltera.
- lo soy, soltera y disponible para ti.
- la conversación no fue más profunda, simplemente era amena y de asuntos triviales.
Las bebidas iban y venían, ya me sentía en confianza con él. Que me pegue a su cuerpo.
Nos besamos y valla que delicia, su boca recorriendo la mía, sus manos en mis caderas me atraían más a su cuerpo, que no resistí y gemí.
Él se tensó, pero no lo dejé alejarse más bien le pedí irnos a un lugar más privado.
Aunque estaba dudoso, pero asintió llevando al sitio donde se hospedaba, por suerte eran como cabañas individuales para mayor privacidad.
Al entrar nos fundimos en un apasionado beso, la ropa nos fue estorbando, ya, estábamos desnudos, mis piernas enredadas en su cintura y nuestros sexos se podían tocar, moría por sentirlo así que me pego a la pared.
Me sentía tan deseosa que había olvidado que era virgen en este cuerpo, y me di cuenta cuando en una estocada entró en mí.
Se quedó quieto, sin entender por qué no le dije nada, grite porque me dolía como el infierno clavé mis uñas en su espalda mientras me aferraba más a sus caderas.
Ya no había nada que hacer, intento separarse y no lo deje lo bese, aún me dolía pero no iba a quedar a medias.
Quería mis estrellas cuando llego a la cúspide del placer, al ir disminuyendo el dolor me moví en señal que podía, seguir.
Lo hizo, sus besos fueron más apasionados y sus estocadas más profundas.
En pocos minutos llegamos al clímax.
Me llevó a la cama y continuamos, he de decir que este hombre es insaciable, y me gusta, sabe como tocar y hacer disfrutar el momento.
Varias rondas después quedamos agotados y dormidos, sin embargo; yo me desperté antes asustada, debía salir de aquí antes que alguien de la casa de mi esposo fuera a buscarme, no lo hacen pero uno nunca sabe...