La Villana Gana

Jin Zhao, hijo menor de los Zhao, una importante empresa en el medio oriente, que se va expandiendo a todo el mundo, su segunda principal cede fue establecida en ciudad Royal, Jin siempre fue un chico que ama su libertad, suele salir con chicas sin ningún tipo de compromiso, va a bares nocturnos y pasea por la ciudad en su elegante y moderno auto, gastando todo lo que quiera, siendo su única preocupación, sacar buenas notas, pero eso no era un problema, era bueno en todo, en fin toda su vida era perfecta, hasta que su padre lo presentó ante Seira Miller, una fachosa chica con quien se le dijo que debe casarse, para concretar una participación con las empresas Miller, Jin estaba furioso, su libertad estaba por acabarse y lo peor de todo, es que su prometida era una chica que parecía sacada de un convento, vaya sorpresa la suya cuando supo que ella iba a la misma escuela que él, así que para evitarla, se la pasaba rodeado de los chicos matones del lugar, ya que logro hacerse su líder, las chicas también permanecen a su lado, todo su séquito, ayudaba a que Seira no se acercara a él. Aunque pese a eso, ella siempre estaba cerca de donde él y sus amigos iban, todo se estaba volviendo una molestia, incluso sus amigos hacían burla de que Seira estaba enamorada de él, Jin en su arranque de ira dijo que ella solo era una acosadora, siendo ese el inició del constante acoso hacía Seira, eso le hizo sentir un poco mal, pero, ella tenía la culpa, debería solo permanecer lejos y esperar a las citas programadas que tenían una vez al mes.

Seira no era una mala chica, pero le molestaba demasiado su actitud tan sumisa, nisiquiera le importaba su apariencia, si su manera de ser fuese más extrovertida, le tendría mayor consideración y quizás hasta se llevarían mejor. Aquella noche en el restaurante, se sintió un poco apenado por lo sucedido, pero era necesario decirle la verdad, él no la quiere, el compromiso es solo parte de los negocios de los padres de ambos.

Esa noche vio llegar al bar a tres de las chicas que siempre le siguen, ellas parecían nerviosas y se mantenían lejos de él y los otros chicos, murmuraban entre sí, Jin prefirió ignorar eso, mejor se fue a beber un poco en compañía de una hermosa chica, si tiene suerte podrá llevársela a su departamento más tarde, ahí estaba cuando de pronto escucha a sus amigos emocionarse, no tardo en ver que la razón de eso, era la llegada de una hermosa y sexy chica, parecía una modelos de figura perfecta luciendo esa mini ropa, ella se sienta en la barra pidiendo una bebida.

Los chicos no tardan en acercarse, pero ella parece solo mandarlos a volar, mientras que observa el lugar, su mirada se cruza con la de él, la peliverde le sonríe, pero desvía de nuevo la mirada cuando su bebida es servida.

- Jin deja de verla, esta noche soy tu acompañante.

Se quejo aquella subía que estaba sentada a su lado, uno de los amigos de Jin se sienta del otro lado.

- mil a que nisiquiera te hace caso. Se ve ruda.

- ¿bromeas? No hay mujer que se resista a Jin.

Mencionó la rubia, mientras sacaba su tarjeta.

- apuesto que ella se va de inmediato con Jin. Si pierdo pago todas tus bebidas esta noche.

- me gusta el trato ¿que dices Jin?

- hum...prepárate Michael, que esta la gana Rina.

Jin se puso de pié para ir con esa peliverde, se paro a su lado para pedir una bebida, Seira de inmediato reconoció a Jin, la habitación de la verdadera tenía una que otro foto de ese chico.

- ¿eres nueva por aquí? Vengo seguido y nunca de había visto.

- he vivido toda mi vida en Royal, si lo sabes bien, Jin.

- así que sabes quien soy.

- lo se, eres mi prometido, un perro en celo que le encanta menear la cola ante toda mujer que se le cruce.

Jin se aleja un poco, mostrando molestia ante las palabras de la chica, quien muestra una leve sonrisa.

- no te preocupes no vine a molestarte, vine a divertirme, si tú puedes coj*rte a cuanta mujer se te atraviese, yo puedo coj*rme a todos los hombres que quiera, antes de atarme a ti por siempre.

- ¿prometido? Espera...¿quien caraj*s eres?

- que cruel eres Jin, me harás llorar.

Seira hace un pequeño puchero mientras habla de manera infantil, pero después sonríe.

- ¿quien más? Tu única prometida...

Jin la observa de arriba hacía abajo, no, eso es imposible, esa chica no puede ser Seira, su manera de ser era totalmente diferente.