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La Hija Del Duque (Princesa Guerrera Re Subido)

La Hija Del Duque (Princesa Guerrera Re Subido)

Status: En proceso
Genre:Viaje En El Tiempo / Época / Dragones
Popularitas:4.1k
Nilai: 5
nombre de autor: magály Fernández

renaci en otro tiempo

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capítulo 20

La señorita mía le sonrió con gratitud y luego se volvió hacia un hermoso caballo blanco que traían los soldados

"Así Será más rápido y discreto", dijo la señorita mía con determinación en su voz.

El Príncipe parecía un poco decepcionado, pero asintió comprensivo (Quería que vaya en carruaje así podía ir con ella y hablar un poco mas) .

La señorita mía montó en el caballo . Miró a Chung y al Príncipe "Debemos irnos recuerden que en cualquier momento se desata una guerra, debemos estar listos para la guerra estén en marcha", dijo la señorita mía con seriedad. "Chung, ven conmigo. Hay algo más que necesito discutir contigo antes de partir".

Chung asintió y se despidió del principe. Se apresuró a alcanzar a la señorita mía, quien ya se alejaba a una parte alejada Señorita, ¿qué es lo que necesita discutir conmigo?", preguntó Chung mientras seguían avanzando. " Iras a mi espacio allí entrenaras con los soldados, si preguntan quien te envió dile que Mia ¿ok?

-Si señorita- respondió haciendo una reverencia.

-Bien, entrenaras con los otros soldados hasta que yo los saque a todos, diles que van a estar más tiempo así mejoran mucho más y que sigan con el horario de entrenamiento.

-como ordene-

La señorita mía sonrió, reconociendo la sinceridad en las palabras de Chung. "Gracias, Chung. Tu lealtad y apoyo significan mucho para mí, ahora cierra los ojos" - Chung cerró los ojos y después apareció en el espacio, allí había un campo de entrenamiento donde había muchos soldados entrenando, el se acercó sorprendido, ya que peleaban de una manera diferente.

Un chico lo vio y aviso a Brainton que estaba cerca, se acercó a él y le preguntó.

-Chung estas aquí- Brainton lo conocía.

-Hola señor Brainton, vengo de parte de la señorita Mía, me ha dado un mensaje para usted y dijo que debía entrenar también.

-Bueno, cual es el mensaje? ,

Me dijo que todos estarán más tiempo para entrenar y así mejoran mucho mas, y que sigan con los horarios de entrenamientos.

Entiendo, Bien pasa como recién empiezas te entrenare yo.

Mientras que afuera Mía y el príncipe cabalgaban en silencio durante un tiempo, mientras el sol comenzaba a descender en el horizonte. La señorita mía aprovechó el momento para reflexionar sobre los próximos pasos de su misión.

"Señorita Falta mucho para llegar a la frontera. deberemos acampar", dijo el príncipe con seriedad. "Debemos estar preparados para cualquier eventualidad y permanecer alerta en todo momento".

Mia asintió con determinación. "Entendido, Principe. Estaré vigilante y alerta. Se que nuestra seguridad es primordial".

bueno en contexto odio los cambios de clima repentinos es por eso que estoy así

Bajaron en un lugar donde podrían acampar por la noche.

alistaron las carpas y Mía pidió hablar con el en privado, Los soldados la miraban con deseos, pero debían contenerse la mujer parecía cercana al príncipe.

ella llamo por fuera al príncipe, este salio y la hizo entrar.

-Hola señorita Mía- la saluda él y le da un banquillo de un troncó de árbol.

Hola príncipe- hace una reverencia- he venido hablar con usted.

-A? Si dígame.

-Seguro le sorprenda que yo sea el maestro Misterioso, tiene una pregunta? Le contestaré sus dudas.

-bueno porque no me lo dijo antes- pregunta él

-de hecho se lo iba a decir más adelante pero decidí ya hacerlo cuando me encontraste- se queda en silencio

-Bueno, pero porque no quieres que sepan que eres poderosa?

-Porque prefiero el anonimato- responde sin mucha importancia

-bueno- se da cuenta de algo- entonces eres maestra de Wei?

-Si- sonríe.

-y practican solos los dos?

-no le enseñó a alguien más también.

-oow bueno- esto lo puso feliz

-es un muchacho tiene mucho talento- ella dice con sinceridad

A él se le borra la sonrisa y se empieza a sentir tensión en el aire.

-como que de repente hace frío- menciono Mía- tiene otra pregunta más?

Él se acerca a ella tanto que invade su espacio personal, se acerca lo suficiente como para darse un beso y habla.

-Señorita Mía, no se le olvido que soy su prometido verdad?- con tono seductor.

-y. yooo. no príncipe no lo olvide- se pone Colorada, lo empuja para separarse de él.

Maón le agarra la cintura, la acerca a él y le da un beso tierno e intenso, eso la tomo de sorpresa, pero poco a poco ella agarra del cuello de él y acepta el beso, la temperatura de sus cuerpos van subiendo, pero uno de los soldados interrumpe la escena llamándolos para comer.

Mía se da cuenta de lo que acaba de suceder y se despide, sale de allí a su tienda toda roja y con el corazón acelerado. (que acabo de hacer, casi me acuesto con el sí seguía así, por dios- se toca los labios- sus labios invadieron los míos estaban tan ricos ❤️- suspira- tan lindo, no, no es momento de eso- sacude su cabeza- primero lo planeado)

-Señorita, el príncipe le manda la comida- desde afuera.

Ella sale de su tienda agarra la comida y agradece, entonces el soldado se va.

Mientras que Maón cuando mía se fue (me correspondió 😍 esos labios suaves y deliciosos, casi la hago mia esta noche, me gusto como se puso Colorada, pero estoy enojado con quien se atrevió a interrumpir, aunque estoy agradecido porque la quiero hacer mía cuando sea su esposo) salió de su carpa y se fue donde. Estaban los soldados comiendo, no la vio así que ordenó que le llevarán a su tienda.(al menos debería comer un poco, hay estuvo muy rico el beso tan lindo, debería dejar de pensar en eso)

volvió a su tienda y no comió nada

Con Mia

Después de comer entró en el espacio, allí era de día, Mía Vio que los soldados estaban más fuertes y veía mejora en sus movimientos, se acercó a Multi que estaba recostado en una silleta.

así es como entrenas a los soldados Multi? - con tono sarcástico y divertido.

-Ama- se levanta- es que cansa estar con formas de humano-susurra

-Está bien- le da una palmadita en la espalda- junta a todos los soldados y reúne a Fuego Blanco,Wei,Brainton los quiero a todos en el ring- ordenó.

-Si ama- se va

Una hora y media después todos estaban en el ring de entrenamiento.

-Como sabrán tres meses aquí es un día afuera- todavía falta para llegar a la frontera, les haré una pregunta ustedes deciden ¿Quieren seguir entrenando y mejorando o quieren salir de aquí conmigo y estar afuera?- todos empezaron a murmurar- tienen tiempo de decidir.

Todos siguieron murmurando todos decían su opinión y al final se decidieron como tres horas después.

-aquí hay 20 que quieren salir y los demás quieren seguir entrenando.

-Mia que estaba con sueño escucho lo que dijeron, entonces salieron obviamente estaban en la tienda, entonces Ya era de noche, ella debía informar al príncipe que 20 de sus hombres quedarían con ellos. entonces llamo a un soldado que estaba de guardia y le pidió informar al príncipe.

El soldado después de 15 minutos volvió con un mensaje del príncipe este dijo que se podían instalar. Hecha le ordenó soldados instalarse y dormir que al día siguiente tendrían que partir .

Mía se acostó y se fue a dormir estaba muy cansada por el día.

En otro lado estaba el Emperador de hordio en la frontera.

-### ahhhhhhhhh- bosteza- estoy aburrido 😮‍💨, la abran secuestrado ya?. Hace mucho no la veo- suspira- bueno seguramente ya la traerán, espero que no me culpe por hacerle eso.- (mejor iré a dormir)- pensó

Volviendo al campamento con el príncipe.

Maón no podía dormir no podía dejar de pensar en ella en el beso 💋 .

(debo dejar de pensar en eso, mañana debo estar bien, me pregunto si a ella le gustó, o si está pensando en eso) suspira derrotado, (no podré dejar de pensar en eso, será mejor que deberé de pensar, voy a cerrar los ojos y no pensaré en más nada) después de estar así un rato el príncipe se durmió.

A la mañana siguiente Mía se despertó temprano y los soldados que estaban bajo su mando también así que decidió entrenar con ellos. Los demás soldados empezaron a despertar y veían el entrenamiento que para ellos era extrañó.

-Vamos a hacer un duelo, ustedes contra mí, recuerden que deben darlo todo- instruyó- si le parece hagan grupo de a 5 contra mí.

Armaron los grupos, Mía estaba allí parada.

-Sin piedad, no deben temer a lastimarme, recuerden que el enemigo nunca tiene piedad-

los 5 soldados empezó a atacar mía esquivo y los obligó a retroceder, ellos empezaron a atacar con más ganas, pero eso no fue suficiente y ella los destrozo. los demás solo mirabas sorprendidos.

-como pueden hacer eso?, que clase de artes marciales son?- se escuchaba los murmullos así y más.

El príncipe Maón escuchó los murmullos fuertes, se acercó a la ronda que estaba formada y se abría camino al centro y allí estaba ella, peleando con 5 hombres los esquivaba, se veía la concentración en su mirada, se veía hermosa de esa manera, con su cara serie y su pelo revoloteando por el aire. Después de unos Minutos vio como los soldados estaban en el suelo, ella simplemente los miraba, se preparaba para el otro grupo y así siguieron hasta que terminaron, los 20 contra ella, Mía no tenía ni un signo de cansancio, en cambio,los soldados podían seguir un poco el ritmo.

-me alegro que hayan mejorado, los felicito- ella les dice- ahora pueden ir a descargar o seguir entrenando como ustedes gusten.

Los soldados asintieron y siguieron entrenando entre ellos.

Un rato después los soldados dio la estaba mirando esa se quiso ir yo que él se estaba acercando y no sabía qué hacer entonces quedo pensando Pero él la sorprendió Buenos días, señorita mía dijo con una sonrisa Cómo durmió

Hola príncipe dormí bien contesto

Él la miró con picardía sin querer soldados lo notasen y dijo no le pasó nada interesante anoche

Ella se puso colorada-No príncipe Maón. si me Disculpa tengo que hacer -y salió de allí casi corriendo

Él la vio irse y solo se reía, no podía creer ella estaba peleando con 20 hombres con su cabecera volando por los aires esquivando defendiéndose de cada ataque.

Ahora siguieron su camino a la frontera.

mía pensaba mientras cabalgaba- que si seguía esquivándolo no iban a solucionar nada Así que decidió no hacerle caso a sus pensamientos y emociones después de todo no sabe cómo es él.

Maón, en cambio, quería seguir acercándose a ella después de todo era su prometida y le llamaba la atención. Le gustaba cómo era ella cuando peleaba y cuando se ponía nerviosa.

en otro lado

Por qué no vienen esos estúpidos qué Acaso no pudieron secuestrarla o qué m***** - gritó el emperador de Hordio- que acaso tengo que ir yo y traerla ya suficiente tengo con su papá acá en la frontera está vigilándome- Enojado.

Majestad cálmese seguramente ya la están trayendo.

Interrumpió su mano derecha

Está claro que no entiendes, Necesito que la traigas urgentemente.

Si yo entiendo majestad pero cálmese como dije seguramente ya la están trayendo Recuerde que usted dijo que cuando la traigan tengan cuidado.

Bueno está bien- refutó

En la frontera en una tienda con general Winston Meng.

Después cuando volvamos debemos decirle a mía toda la verdad y si todavía está en peligro ahora le podemos enseñar a cómo defenderse.

No es momento todavía, no sabes si su poder despertó. Y recuerda que tenemos que vengarnos de tu concubina. No es que no quiera decirle es que debemos solucionar esos problemas primero- explico una voz de mujer

Que Acaso no la extrañas? dime si es así- enojado

Porque si es así, te puedes ir y dejar todo e incluso dejarla a ella- espetó

-Es enserió Winston?, eso me dices a mí? ¿A su mamá? ¿Piensas que no la quiero? Que no la extraño?- lágrimas cayendo por su mejilla, con voz quebrantada.

-No lo quise decir así- sintiéndose culpable- solo que quiero que estemos todo juntos-acercándose abrazarla.

Ella le devuelve el abrazo, estando su cara contra su pecho, sintiendo el beso.

En otro lugar Mía seguía cabalgando se había alejado de Maón todavía no estaba lista y lo sabía,iba a solicitar sus sentimientos de a poco sabiendo que tardaría mucho.

Maon la veía seria a lo lejos. era hermosa no iba a negar que le sorprenda que sea alguien fuerte. le da más ganas de conocerla.

Mía seguía en sus pensamientos hasta que escucho a lo lejos varios gritos, entonces empezó a ir rápido hacia ese lugar, Mano al ver esto ordena a los soldados seguir adelante mientras él la seguía a ella.

-Por favor alguien ayúdeme- gritaba una voz femenina

-Cállate, muerta de hambre- le da un puñetazo que la deja en el suelo- eso es por meterte con la condesa- le escupe y patea su vientre.

-Ayuda- siguiendo gritando- yo no le hice nada a la duquesa.

Jajaj esto es loo. que dijo la duquesa que dirías, pero ella me ha dicho que te diga que al nacer te metiste en su camino, hija de una sirvienta que se metió a la cama del patrón.

-no fue mi culpa, que mi padre sea un mujeriego que se

Haya acostado con mi mamá, no tengo la culpa- gritando.

Pues que más da si no tienes la culpa. Ahora la duquesa me a dejado que seas mia- relamiéndose- no sabes cuanto espere este momento- mientras le volvía a pegar en la panza y dejándola inconsciente.

Mía Vio esto y le dio una patada en la cabeza antes de que se dé cuenta de su presencia tumbando en el suelo y repitiendo lo que él hizo con la chica, dándole patada en los huevos, haciendo que sufra.

Vio a la chica tumbada y la levantó en forma de princesa, Maón vio esto a lo lejos y cuando se acercó pregunto si estaba bien.

Está bien solo que tendré que sacarla de aquí y dejarla en un lugar seguro.

Hay un pueblo a unos cuantos metros de aquí.

-Bien iré, hacia allí, usted puede seguir su camino a la frontera.

-me quedaré con usted señorita Mía.

Prefiero que no, espero respete mi decisión, solo necesito que deje un mapa, recuerde que allá estará mi padre , ocultaré mi identidad, así que prefiero cuidar a la chica hasta que se despierte yo llegaré rápido a la frontera si me da un mapa.

Maón sabía que no podía hacer nada, simplemente le dio el mapa, vio en la mirada de Mía algo frío, y creyó que sería mejor hacerle caso- la espero allí.

Nos vemos Maón- con una mirada seria por lo acaba de pasar. Decidió dejar a ese allí tirado no sin antes preguntar a Brainton si había un hechizo que haga que el hechizado sienta dolor. Y que rastreo al mismo tiempo.

El le dio uno . ella empezó a decirlo

triol fvowo ndosvdi soat gefu

El hombre tendido en el suelo empezó a retorcerse, ella subió al caballo no sin antes darle a Brainton a la chica y que la llevara a la casa y la viera si tenía algo más.

Mía se alejó de ese lugar vio el mapa y como dijo el príncipe había un pueblo a varios metros, se dirigió hacia allí.

Le tomo una hora y media llegar, se metió al pueblo varias personas la veían extrañados bajo del caballo y se dirigió hacia donde parecía ser una posada. Dejo el caballo atado afuera y cuando entró al lugar Parecía estar animado. El silencio se hizo presente todos la quedaron viendo, ella se acercó y preguntó si había una habitación disponible, la chica que atendía le respondió que sí, ella pagó, entonces le pidió la habitación. Mientras hacía esto, alguien se acercó a ella.

-Señorita, usted no es de aquí-

No, no lo soy- ignorando.

Debería saber que una dama no puede entrar en un lugar así como así.

Disculpe? Veo a varias chicas aquí, trabajando.

Eso no es nada pero usted no sabe que las bellezas como usted están en peligro de ser robadas por maleantes.

¿no tengo miedo por eso, puedo defenderme sola, y sin más me gustaría que deje de molestarme solo vine a alquilar una habitación para descansar del viaje, o que eso es un delito?

No señorita, solo es un aviso.

Mía ignoró al tipo y alrededor siguieron hablando. Le dieron la llave la habitación.

Busco su cuarto, entró y le pidió a Brainton que sacara a la chica haciéndole que la deje en la cama. mía le agradece. Revisa a la chica, ve que está sucia, se va hacia el baño y usa su poder para calentar el agua de la bañera, metiendo la y dándole un baño, saca un par de ropa nueva del bolso y cambiándola a la chica no sin antes vendarle las heridas. Ve que la chica se despertó después de varias horas, confundida, recordando lo que había pasado pensando lo peor, empezó a llorar, hasta que se dio cuenta de mía que la saludo.

Hola, ¿Estás bien?- pregunto con un poco de preocupación.

-Hola, ¿quién eres? ¿Yo que paso?- empezó. Lagrimear.

-Soy mía, y te habías. desmayado cuando el estúpido idiota te pego, pero no te pido nada más, yo te saque de ahí. no te llego hacer más daño-Con una voz calmada.

la chica agradeció llorando.

no deberías hacer movimientos bruscos y solo descansa, te habían pegado fuerte, si no te molesta me podrías decir que paso?

soy Gisele, soy hija ilegitima del duque Dola, y estuve allí por la duquesa.

ya veo, por ahora descansa. termino de decir esto y el estómago de la chica rugió

Lo siento- se disculpo por la vergüenza.

O no te preocupes es normal, te prepararé una sopa nutritiva no re preocupes , espérame. no te asustes por las dudas, Mía desaparece unos minutos y aparece con un plato de comida. la niña de sorprendió pero acepto el plato.

-come despacio decía mientras veía comiendo a la chica parecía demacrada y cuando la bañaba vio varias cicatrices

Después de que Gisele terminó su comida, Mía le aseguró que estaría a salvo en la posada. Aunque la joven estaba todavía asustada y confundida, la amabilidad y firmeza de Mía la tranquilizó.

Mía se sentó junto a la ventana, observando el sol ponerse. Recordó el rostro del hombre que había golpeado a Gisele y se prometió a sí misma que no permitiría que nadie más la lastimara.

Por otro lado, Gisele, aunque todavía estaba débil, comenzó a sentirse un poco mejor. La comida, el baño y la ropa limpia habían hecho maravillas para su estado de ánimo. Miró a Mía, quien parecía estar perdida en sus pensamientos.

-¿Mía? - llamó suavemente.

Mía se volvió hacia ella, su rostro se suavizó al ver a Gisele sentada en la cama.

-¿Sí, Gisele? - respondió.

-Quiero... quiero agradecerte. No sé qué habría sido de mí si no hubieras estado allí - dijo Gisele, sus ojos llenos de gratitud.

Mía sonrió y se acercó a la cama, tomó la mano de Gisele y la apretó suavemente.

-No tienes que agradecerme, Gisele. Solo hice lo que era correcto - dijo Mía.

Gisele asintió, las lágrimas brillando en sus ojos. Aunque todavía estaba asustada por lo que le esperaba, sabía que con Mía a su lado, tenía una oportunidad de luchar.

Mía se quedó con Gisele hasta que la joven se quedó dormida. Luego, salió de la habitación, asegurándose de que la puerta estuviera bien cerrada. Tenía mucho en qué pensar y muchas decisiones que tomar. Pero por ahora, lo más importante era mantener a Gisele a salvo. Y eso era exactamente lo que planeaba hacer.

Después de separarse de Mía, Maón continuó su camino hacia la frontera. Aunque se preocupaba por Mía y por la joven desconocida que había rescatado, sabía que debía respetar la decisión de Mía de seguir adelante sola.

Durante su viaje, Maón luchaba con sus propios conflictos internos. Aunque se sentía impotente por no haber podido evitar el maltrato que sufrió la joven, también sabía que tenía que mantener en secreto el viaje de Mía. Este dilema pesaba en su corazón y mente.

Al llegar a la frontera, Maón se encontró con su padre. Sin revelar los detalles del viaje de Mía ni la existencia de la joven desconocida, le informó de su misión y de la presencia de un maestro secreto. Su padre, aunque preocupado, también se mostró orgulloso de la valentía y la bondad de Maón.

Por la noche, Maón se encontraba solo, mirando las estrellas y pensando en Mía. Se preguntaba cómo estarían ella y la joven, y esperaba que estuvieran a salvo. Aunque no podía estar con ellas, Maón se prometió a sí mismo que haría todo lo posible para garantizar la seguridad de Mía en el futuro.

El hombre, a pesar del intenso dolor causado por el hechizo, logró enviar un mensaje a la Duquesa. Su comunicación fue vaga y llena de dolor, pero logró transmitir el mensaje de que había sido interferido por una chica desconocida.

La Duquesa, al recibir el mensaje, se enfureció. El hombre había fallado en su tarea de eliminar a Gisele y, para empeorar las cosas, había permitido que una extraña interfiriera. Sin embargo, la mención de una chica desconocida interviniendo despertó su interés. ¿Quién podría ser esta chica y por qué había intervenido?

Aunque estaba furiosa, la Duquesa también se dio cuenta de que necesitaba replantear su estrategia. Ahora había una nueva jugadora en el juego, una que claramente poseía un poder considerable. La Duquesa sabía que debía tener cuidado, pero también estaba decidida a conseguir lo que quería. Y con eso en mente, comenzó a trazar su próximo movimiento.

El hombre se quedó desconcertado ante la firmeza de Mía. No estaba acostumbrado a que una mujer se defendiera de esa manera. Miró a Mía alejarse, todavía atónito.

Después de un momento, se encogió de hombros y volvió a su cerveza. Aunque estaba un poco molesto por el desaire de Mía, también sentía un cierto respeto por ella. No todos los días se encontraba con una mujer tan valiente y decidida.

Mía había bajado para poder distraerse un poco, ella se había instalado en una esquina de la posada, eligiendo un lugar discreto donde pudiera observar sin ser demasiado notada. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que el hombre del encuentro anterior se acercara y ocupara un asiento cercano.

Mía lo observó con cautela. Aunque el hombre no había sido amenazante, su insistencia anterior y su decisión de sentarse cerca de ella la pusieron en alerta. Sin embargo, Mía no dejó que su presencia la desconcertara. Mantuvo la calma, su atención dividida entre el hombre y el bullicio de la posada.

A pesar de su incomodidad, Continuó escuchando las conversaciones a su alrededor, buscando cualquier información que pudiera ayudarla. Y aunque estaba consciente del hombre, se negó a dejar que su presencia la distrajera de su objetivo.

El hombre, por otro lado, parecía tener dificultades para decidir qué hacer. Por un lado, estaba claro que Mía prefería estar sola. Por otro lado, algo en él quería saber más sobre esta mujer misteriosa y valiente. Después de un momento de vacilación, decidió respetar su espacio y se concentró en su propia bebida, aunque de vez en cuando lanzaba miradas furtivas en su dirección.

Después de tres horas de observación silenciosa, el hombre vio a Mía levantarse de su asiento y dirigirse hacia las escaleras que conducían a las habitaciones de la posada. Ella se movía con una gracia tranquila, su postura transmitía una determinación que él encontraba admirable.

Sin embargo, su partida también le dejó un sentimiento de decepción. Había esperado, tal vez incluso esperado, que ella se acercara a él, que iniciara una conversación. Pero Mía parecía tener sus propios planes y no incluían a un extraño en una posada.

Con un suspiro de resignación, el hombre se levantó de su asiento y salió de la posada. La noche estaba fresca y tranquila, una bienvenida liberación del ambiente cargado de la posada. Mientras caminaba por las calles vacías, no pudo evitar preguntarse sobre Mía, sobre quién era ella y qué le depararía el futuro. Pero por ahora, esas preguntas tendrían que quedar sin respuesta.

El hombre de cabello rubio y ojos morados suspiró profundamente, dejando que la fría noche llenara sus pulmones. Miró hacia el cielo estrellado, sus ojos morados reflejando las luces lejanas.

Había algo en Mía que lo intrigaba, algo más allá de su belleza y su valentía. Había una chispa en sus ojos, una determinación que rara vez veía en otros. Y aunque apenas la conocía, no podía evitar sentir una extraña conexión con ella.

Pero por ahora, todo lo que podía hacer era esperar. Esperar y ver qué traería el futuro. Con un último suspiro, se dio la vuelta y desapareció en la noche, dejando atrás la posada y los pensamientos de Mía.

La luz del sol se filtraba por las ventanas de la posada, bañando la habitación en tonos dorados. Mía, con su espíritu inquebrantable, se levantó con una sonrisa, dispuesta a enfrentar el día. Gisele, por otro lado, se movía con cautela, cada gesto y movimiento un recordatorio del dolor que aún persistía.

(Al ver a Gisele, Mía suspiró suavemente, su corazón apretándose en simpatía. Aunque era una joven de fuerte voluntad, no podía evitar sentirse impotente ante el dolor de la chica. Sin embargo, sabía que Gisele era igual de fuerte, si no más, y confiaba en su capacidad para superar cualquier adversidad.)

"Vamos, Gisele", dijo Mía con una sonrisa alentadora. "El día nos espera". Gisele asintió con determinación, levantándose lentamente de su asiento.

La posada estaba animada con la charla y el bullicio de los primeros clientes del día. El aroma del pan recién horneado y recién hecho llenaba el aire, haciendo que a Mía y Gisele les rugieran los estómagos en respuesta.

Se sentaron en una mesa junto a la ventana, disfrutando del calor del sol matutino. Mía llamó al posadero con un gesto amistoso y pidió dos desayunos completos: huevos revueltos, tocino crujiente, pan tostado y una taza de te caliente.

(El posadero, un hombre robusto con un rostro amable, asintió con una sonrisa y se fue a preparar sus comidas. Mía se volvió hacia Gisele, su expresión suavizándose al ver a su amiga luchar por ocultar su malestar.)

"Come bien, Gisele", dijo Mía, apretándole la mano con cariño. "Necesitas recuperar tus fuerzas". Gisele asintió, agradecida por el apoyo de Mía.

después de terminar de desayunar

Mía se volvió hacia Gisele, sus ojos llenos de una determinación tranquila. "Gisele, hay un lugar al que necesito ir. No puedo pedirte que vengas conmigo esta vez", dijo suavemente. "Pero hay un lugar donde puedes estar segura. Mi familia, mi abuela y mis dos hijos, estarían encantados de acogerte en nuestra mansión."

Gisele la miró sorprendida, sin saber qué decir.

"Mía... ¿Estás segura?", preguntó Gisele, su voz llena de incertidumbre. Mía asintió, su sonrisa era tan brillante como el sol. "Estoy más que segura, Gisele. Serás bienvenida allí."

Y así, con el corazón lleno de gratitud, Gisele aceptó la generosa oferta de Mía

Mía, con su habitual eficiencia, organizó un carruaje privado para Gisele (había averiguo un lugar para carruajes y contrato uno). Mientras ayudaba a Gisele a subir al carruaje, Mía sintió un nudo en la garganta. A pesar de su sonrisa segura, despedirse de su amiga no era fácil.

(El carruaje, elegante y cómodo, estaba listo para llevar a Gisele a su nuevo hogar. Mía le aseguró a Gisele que sería bien recibida en la mansión y que estaría segura allí.) se aseguró de que el cochero supiera que el destino de Gisele era la mansión de su familia, y que debía llevarla allí de manera segura y sin contratiempos.

Mía recordó al hombre que había encontrado con Gisele le dio al cochero la orden de no detenerse si veía a alguien que coincidiera con la descripción del hombre

Con un último abrazo y palabras de despedida, Mía vio partir el carruaje. Mientras el polvo se asentaba y el carruaje desaparecía de la vista, Mía se volvió y se dirigió a su propia misión.

Se preparó para su viaje a la frontera.

Mía subió al caballo y se dirigió hacia la frontera, El mapa le indicaba el camino a seguir, pero la noche la alcanzó antes de lo esperado.

Mía decidió detenerse en un bosque cercano a la carretera para descansar un poco antes de continuar. Sabía que era peligroso dormir en un lugar desconocido, pero confiaba en su bolsito para mantenerla a salvo. Al entrar en el espacio dimensional, se encontró con el grupo de soldados que parecían estar entrenando.

se acercó a ellos y comenzó a hablar. pronto vio que mejoraron sus habilidades de combate.

Practicó con ellos durante horas, enseñándoles nuevas técnicas y corrigiendo errores en sus movimientos. Los soldados mejoraron mucho gracias a sus enseñanzas y agradecieron a Mía por su ayuda.

Después de pasar la noche en el espacio dimensional, Mía decidió continuar su camino hacia la frontera. Pero antes de partir, decidió visitar el calabozo donde se encontraban los bandidos

Al entrar en el calabozo, Mía se encontró con los bandidos que la miraron con desprecio. Ella ni se inmutó y empezó a hablarles.

¡Hola chicos! Tengo noticias emocionantes para ustedes -sonrío con picardía.

"¿Qué es lo que quieres?" - la miraron con desprecio.

Bueno, necesito su ayuda para enfrentarme al Emperador de Hordio, y no solo eso, también quiero que estén a mi lado en caso de que algo salga mal - sonrío confiadamente.

"¿Y qué te hace pensar que haremos eso?" - dice uno de ellos.

Es fácil, porque ustedes están bajo mi mando, su lealtad es hacia mí - explico de manera relajada - ¿Quieren comprobarlo?

"Vamos a ver si es verdad" - desafía otro.

Está bien, coloquen una mano en su cabeza y la otra en su cintura - ordeno.

El hombre empieza a hacer lo que le dije.

¿Ven? Harán lo que les diga.

"¿Qué nos diste?" - preguntan con curiosidad.

Les di algo para asegurarme de que no me traicionen.

Después salio de ahí y fue a donde estaban los soldados se despidió de ellos, ya que estaba cansada . se dirigió a la cabaña y se preparó para dormir. Sin más pensamientos, se sumergió en un sueño profundo y reparador.

en otro lado

En un rincón remoto del reino de Hordio, el Emperador esperaba impacientemente. Había enviado a sus bandidos más astutos a secuestrar a Mía. Sin embargo, el silencio de sus hombres comenzaba a inquietarlo.

El Emperador, hombre de poca paciencia, se paseaba por su carpa. Su mirada se posaba en el mapa del reino que cubría una de las paredes, su dedo trazando las rutas que sus hombres debían haber tomado.

Finalmente, su paciencia se agotó. Con un gruñido de frustración, decidió tomar el asunto en sus propias manos. "Si no la traen en cinco días, iré a buscarla yo mismo", declaró, su voz resonando en la carpa vacía. No le importaba las consecuencias, no le importaba si su acción desencadenaba una guerra. Todo lo que quería era a Mía.

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