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Única Oportunidad

Única Oportunidad

Status: En proceso
Genre:CEO / La mimada del jefe / Amor en la madurez
Popularitas:26.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Tamara Gallo

Salvador Toledo hereda la empresa de su padre y en ella conoce a la joven secretaria de presidencia, quién ya trabajaba con el difunto. Al tomar las riendas del negocio, una sola cláusula marcaba la obligación del nuevo jefe: no despedir a Isamar Macip.
La pelinegra de ojos oscuros estaba nerviosa por conocer al nuevo dueño, pero más que nada por lo que depararía su futuro con respecto a su puesto de trabajo.
Al conocerse personalmente, comprendieron el porqué de todo. Isamar es una excelente secretaria y anticipa los deseos del CEO, así que Salvador comprende el pedido de su padre; y ella deja de temer cuando él le asegura, con un contrato laboral, tres años más en la empresa.

Pero, ¿qué pasará cuando el secreto del cuarentón sea descubierto por culpa de su asistente?, ¿O qué pensará Isamar cuando el mencionado anteriormente le pida algo inaudito?

¿Ella aceptará por miedo a ser despedida o el CEO aprovechará, la que tal vez es, su única oportunidad?

NovelToon tiene autorización de Tamara Gallo para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Mansión Toledo

Isamar Macip

María habló por mí, diciendo que yo también debía retirarme. Cuando en realidad no es así. Primero porque no es mi horario de salida y segundo porque todavía tengo mucho trabajo que hacer. De igual manera a ella no le interesó mi negativa y mi jefe no la contradijo tampoco, así que tuve que recoger mis cosas rápidamente e ir con la señora hasta el ascensor. El mismo al que Salvador también subirá.

Los pocos minutos en los que estamos dentro, me doy cuenta de que María sonría demasiado, e incluso supongo que es porque me obligó a pararme al lado de su hijo, mientras que ella se colocó detrás, con la excusa de que debía apoyarse en la pared y agarrarse de la baranda porque sufre claustrofobia.

Sin embargo, yo sé que eso es mentira. Viví con ella varios años, sé sus manías, conozco el gesto que hace cuando miente. Aunque parece que Salvador lo ignora, o mejor dicho ignora todo lo que hay a su alrededor.

Bajamos en el estacionamiento del sótano y mientras que Salvador se dirige a su auto, yo solamente me dispongo a seguir a María, buscando el auto de la señora. Pero... ella camina detrás de su hijo y no entiendo por qué. La sigo en silencio, suponiendo que estacionó en la misma dirección.

Salvador llega hasta un auto, el cual me doy cuenta de que es suyo, ya que un hombre lo saludó con las típicas palabras "Buenas tardes, señor Toledo" y abrió la puerta de atrás para nuestro jefe. El chofer nos miró, puesto que nosotros nos detuvimos junto a Salvador y nos hizo seña para que también subiésemos.

La señora María sube en silencio y yo me quedó parada en mi lugar, sin saber qué hacer. Pensé que nos iríamos en el auto de la señora, y resulta ser, que ella me acaba de sorprender con que debemos viajar todos juntos.

—Niña, no te quedes ahí. Sube que iremos a casa a tomar un delicioso té.

Admito que el auto aparentemente es grande, pero no sé si iríamos cómodos tres personas atrás porque la verdad es que mi jefe es grande y seguro ocupa más de la mitad del asiento trasero.

Quisiera negarme, pero ya acepté estando en el piso de presidencia, así que no me queda otra que resignarme, suspirar y entrar, para compartir espacio con la familia Toledo.

Sorprendentemente, al colocar mi trasero en el cuero negro mate, me doy cuenta de que estoy muy cerca de Salvador, mientras que la señora María está enfrente de mí, en otro asiento diferente. Y sí, eso significa que este auto es del estilo "mini limusina": está el asiento del piloto y copiloto; hay una pared divisora de vidrio negro y en la parte de atrás hay dos asientos traseros, uno frente al otro.

—Espero que vayas cómoda, cariño.—me dice María con una gran sonrisa plasmada en su cara.

—Debería ir a tu lado, así el señor Salvador puede ir cómodamente. — respondo.

—A mi hijo no le molesta, quédate tranquila. — vuelve a decir para qué me quedé en mi lugar.

Tanto ella como yo ignoramos qué es lo que piensa Salvador y la verdad es que él no nos dice nada, solo nos observa a la una y a la otra, intercaladamente.

Luego de unos segundos en silencio, en el cual incluso yo me rendí a "discutir" con María por un lugar en el auto; un sonoro suspiro escapa de los labios de mi jefe y ambas lo miramos a él. Notamos cómo niega con su cabeza, sonríe de medio lado, y se dedica a observar el paisaje por la ventana.

Volteo mi vista hacia María en el mismo momento que ella lo hace conmigo. No decimos nada, pero me supongo que está igual de confundida e intrigada que yo. No es que realmente me importe lo que está pensando él, pero una dosis de chismecito no me vendría mal.

—¿Qué pasa, hijo mío?— indaga María.

—Nada. — es lo único que responde Salvador.

Ella no insiste y yo, simplemente, observo en silencio.

Al llegar a la mansión Toledo, el chofer abre mi puerta, por lo que bajo siendo la primera. Mi jefe desciendo por el otro lado y María me sigue a mí.

Salvador no nos espera, ni siquiera nos mira. Él sigue su camino como si estuviese apurado, pero en realidad camina a paso lento, como si cada pie le pesara una tonelada.

—No te preocupes, debe ser algo laboral.

— No hay problemas en la empresa, así que tal vez lo que lo tiene así sea otra cosa.

Puedo suponer que la nueva relación, entre el asistente y la modelo, sí le afecta a mi jefe, pero al mismo tiempo no entiendo por qué, si la quiere; decide renunciar a Violet y le permite a Juan ser feliz, a pesar de sus propios sentimientos. Tampoco entiendo, ni entenderé, por qué me pidió ayudarlo a hacer de cupido, si en realidad le duele todo esto.

Decido no pensar en nada porque puede ser que me estoy equivocando.

Con lo que me gusta el chisme, a veces me pongo a imaginar, suponer o sobre pensar cosas que luego no son verdad. Saco millones de teorías qué son, incluso, irreales o impensadas hasta para la mente más maquiavélica.

Entramos a la mansión y no vemos por ningún lado a Salvador, pero sabiendo de que nos ganó una cierta distancia, puedo creer de que ya está en otro planeta. Bueno tampoco tanto, pero sí que no estará en la sala ni en la cocina.

Aprovechando qué estamos solas nos sentamos en los cómodos sofás y María decide tocar un tema que ya ha mencionado con anterioridad, y por el mismo que decidí no visitarla durante un tiempo.

La adoro y es como mi madre, pero a veces debo marcar los límites.

—Preciosa, me he reencontrado con una vieja amiga de la universidad y ella tiene una familia hermosa. Además, su hijo tiene aproximadamente tu edad y es un buen abogado.

—No quiero pareja, ya te lo he dicho muchas veces. —me cruzo de brazos y trato de fingir enojo, pero termino riendo.

—Sé que no, solamente te lo estoy comentando. Pero debemos admitir que no te vas a quedar soltera toda la vida.

—O sí.—la interrumpo antes de que me intente convencer a tener una cita con él.

—Te puedo mostrar una foto de sus redes sociales. Es un hombre apuesto, trabajador, le encanta viajar, es independiente y quiere tener hijos.

Ella continúa con los antecedentes favorables de ese fulano, sin importarle mi negativa.

Sé lo que hace; siempre me mencionó el mismo cuento sobre Salvador, sé que a él le hacía lo mismo. Siempre intentó presentarle a otras mujeres que, supuestamente, eran favorables para él y su futuro, ya sabiendo qué su relación con Violet era completamente falsa. Sin embargo, mi jefe, seguía asegurando de que se amaban con la modelo, sin sospechar que uno de sus empleados recolectaba información para la señora María.

—Dije que no, María. No quiero tener citas, ni pareja. — vuelvo a negarme.

Pero, ¿a ella le importa? Claro que no. Empieza a sonreír y agarra el celular, teclea algunas cosas y me muestra su pantalla. En ella hay una imagen de un chico pelirrojo y de ojos grises, en la playa con un short de baño y el torso desnudo.

—¿Es lindo, verdad? — me pregunta y asiento porque eso no se puede negar.

Pero no es mi tipo.

—No haremos linda pareja. Te lo puedo asegurar.

—Niña, creo que de tu parte jamás tendré un nieto, al igual que Salvador. A ti no te gusta ninguno de los chicos que intento presentarte. Uno por ser rubio, otro por castaño, por los ojos celestes, por los ojos marrones, y este porque es pelirrojo de ojos grises. Me parece que tendré que presentarte a alguien de pelo negro y ojos verdes... así como mi hijo. — menciona como si nada y me doy cuenta de que tiene razón.

Mi jefe es el tipo de hombre que a mí me gusta, del cual me enamoraría y caería redondita sus pies. Es alto, musculoso, de pelo negro y ojos verdes, mandíbula cuadrada, con su porte elegante, su aura fuerte, aparentemente distante, frío, y estoy casi cien por ciento segura de que es calculador; inteligente, trabajador, independiente y está soltero. Lo que no me causaría problemas.

—¿De qué hablan?— cuestiona Salvador entrando por una de las puertas, recién duchado.

Viste más informal, con una remera negra que marca sus músculos y un pantalón pinzado del mismo color; su pelo cae desordenado y las gotas de agua se deslizan por su cuello.

Automáticamente, me pongo nerviosa; salto del sofá y me quedo de pie, sabiendo que hay una gran distancia entre nosotros, pero de igual manera puedo sentir su loción como si estuviese pegado a mí.

—Disculpe...— quiero decir algo, pero mis neuronas no reaccionan.

—No tienes por qué hacerlo— me dice María, parándose frente a mí con el ceño fruncido. —¿Te has enfermado? Estás sonrojada.

Noto que está levantando sus manos, pero antes de que me toque, me aparto un poco y pongo mis propias manos en mis mejillas, notando el calor que tienen.

Puedo suponer que estoy totalmente roja, como un tomate. Y todo ha sido por el nuevo descubrimiento.

—Debo irme a casa, me olvidé que tengo... algo que hacer. —miento

—Cariño, no tienes mascotas, ni plantas. Nada que te haga correr al departamento. —responde María entre risas. —Te quedas a tomar un té y luego nuestro chófer te lleva. —me toma de las manos y me dirige a la cocina.

No puedo negarme por más que lo intente, mi cuerpo y mi mente no reaccionan. Parece que estoy en un estado de shock, y eso a ellos dos les da gracia. Puedo verlos sonriéndose, e incluso presiento que hablan con el pensamiento.

Al mismo tiempo me digo que eso no puede ser posible; ellos no se pueden comunicar telepáticamente, aunque sean madre e hijo. Eso solo se ve en películas o novelas de fantasía. Pero... los veo, comparten sonrisas.

Tal vez porque tienen una invitada.

Tal vez porque ella me ha dirigido como si yo fuese una marioneta.

Tal vez porque después de que quise inventar una "tarea" por la que debía irme, me quedé en silencio.

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Gaby🌹
me encanta esta novela 🤩
Gaby🌹
Hay me será sonámbula y se equivocara de habitación 🤔
Gaby🌹
🤣 creo que fuiste muy evidente!!
𝔏𝔲𝔭𝔦𝔱𝔥𝔞
va ser tan favorable que deseara haberlo hechado donde debería ir, osea dentro de Isa😈🥵
para crear una bendición 🤭
𝔏𝔲𝔭𝔦𝔱𝔥𝔞
Queeeeee que va a pasar.. Ya quiero saber
𝔏𝔲𝔭𝔦𝔱𝔥𝔞
No te preocupes Tamy Nombre esas letritas no son nada aún se entienden ahí otras que escriben con puros ***** y ahi si que no se entiende nada tu escríbenos como quieres mientras haya acción de la buena con gusto se va a leer 🤭
Eudy Brito
Dios mío hasta a mí me dió calor 🫠🫠🫠... Esas bendiciones serán de la más alta calidad
Cruz Garcia
a Salvador ese si le va a funcionar pues no solo se la imaginó si no que le habló al oído.
Emily Reyes
si así es con la imaginación como será cuando sea real 😈🙈🙊
Giovanna Vásquez Medina
Salvador 😅 conquista de una vez a Isamar ambos 🥰 se atraen muchísimo y se gustan 🥰
Gracias 😊 querida escritora Tamara por actualizar 😌 sigamos apoyando con me gusta publicidad comentarios y regalos ☺️
Nancy Parraga
Salvador no sé si lo que tienes de grande lo tienes de tonto , hay atracción 🧲 son como el imán Pero tienes miedo
Nancy Parraga
No sé cuál de los dos es más idiota si Juan o Salvador
Gaby🌹
Esto se va a descontrolar!!
meidi aguiar
se viene lo bueno
Maria Mongelos
Exelente capitulo
Alma Ortega
Salvador necesitaba en su vida a Isamar 🔥
Mariela Alejandra Gonzalez
yo pregunto por qué hay algunas autores que pueden escribir libremente y a otros no ? xq he leído novelas que son un fuego . me encanta tu novela. muchos éxitos.
Carolina A²V
es decir que ni el cura ni la moja les toca revisar el capítulo 😂
Carolina A²V
ya lo espero ☺️
Carolina A²V
creo que esas bendiciones tendrán un aumento de probabilidad saborable
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