EXTRAÑANDO-TE

—Eran las 6:30 de la mañana, tuve que levantarme porque Annie se levantó y como las mayorías de las veces... se levantó llorando, tuve que apagar el monitor rápido para que Saroth no se despertara, aunque ella me tenía abrazada, pude levantarme sin que ella se despertara, o eso creo. Entré  a la habitación de Annie y estaba sentada sobre la cama llorando, apenas me vio levantó sus brazositos para que la cargara.—

Mia: Ven aquí, mi bebé.

—Hable aniñadamente para ella, ella dejó de llorar cuando ya estuvo entre mis brazos. Debe estar cansada de estar acostada y con hambre. Ella suele despertarse durante la noche, pero anoche no lo hizo y se acostó más temprano de lo que suele dormirse y sin comer tanto. Salí de la habitación y fui a la cocina para prepararle algo para que comiera.—

Mia: Amor, siéntate aquí mientras te preparo algo, ¿bueno.?

—Ella se sobaba  sus ojitos, creo que aun tenía sueño, pero creo que el hambre le está ganando. La senté en su silla y le preparé primero algo de líquido mientras tanto. Después de darle líquido, me puse a prepararle algo para comer. Le pique algunas frutas, y le pase algunas mientras tanto. Ahora le estaba haciendo unos huevos. Estaba pensando en lo que pasó anoche y todo lo que hablamos después, no sé que pensar ni que hacer ahora, todo fue dulce y lindo, pero... y si ella no quiere a mi bebé.?, acaso podría yo estar con ella sin que ella quiera a mi hija.?. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no me percate que estaba tomando el mango de la paila sin nada, quemándome al instante.—

Mia: ¡Ay mier...!

—Me cayé, volteé a mirar a Annie, ella estaba concentrada jugando con el vaso que le pasé el líquido, no podía decir malas palabras delante de ella. Gracias a Dios los huevos no se cayeron.—

(Pov Saroth.)

—Cuando ella se levantó me desperté también, el llanto de su niña se escuchaba fuerte, era más fuerte que mi alarma, pero me hice la dormida, ya que ella pensara que su niña no me agrada, aunque esta un poco en lo cierto, pero eso no significa que la odie, si ella me gusta... su niña también lo hará. Anoche fue algo... que no me lo esperaba, primero me sorprendí al enterarme que era virgen, pero luego luego me alegré, yo sería la primera en la vida sexual de ella, yo, quien pensaría eso, fue encantador hacerla mía y que sintiera el placer por primera vez, me encantó. Miré la hora y eran las 7:30, entonces decidí levantarme, pero cuando iba a salir de la habitación... escuché  una voz diferente afuera, entonces decidí quedarme adentro. Aún estaba con mi ropa, así que apenas pudiera saldría de esta casa, no lo hacía porque si, lo hacía por ella, no se que pensaran cuando me vieran en su casa. Di vueltas en esa habitación durante un buen rato, eso sí, revisé todo en aquella habitación, ella tenía más familiares, habían unas cuantas fotos de ella sonriente con otras dos personas, y eso significa que eran sus familiares, pero donde estaban.? acaso viven lejos.?. Después de un rato quise salir pero aun escuchaba esa voz que no reconocía  afuera, entonces me quedé pegada a la puerta para escuchar que decían.—

-Señorita Mia, no haga eso, no es necesario que me deje dinero, ya suficiente tengo con comer en su casa y con el sueldo que me paga cada 15 días, ademas, yo solo la llevo y la traigo del jardín, y eso que aveces me ayuda la señorita Joyce, la verdad, yo casi no hago nada, y ella es muy juiciosa, ella es una niña increíble.

—Escuchaba decir a la chica que escuchándola ahora, parece ser la persona que la cuida mientras ella trabaja.—

Mia: Lo sé, pero que pasa si necesitas algo.?, sabes que no puedo salir de mi trabajo, por eso dejo dinero por si algo sucede.

-Con todo respecto, usted es muy terca señorita Mia.

Mia: Tranquila. Iré a bañarme, Annie ya comió un poco de frutas y huevos, pero no sé si quiera más antes de ir al jardín, igual en el jardín siempre le dan desayuno, así que no te preocupes si no te pide más comida.

—Escuché decir, después no escuché más, entonces supuse que ella entraría a la habitación, fui corriendo a la cama y me acosté de nuevo.—

Mia: Señorita Russell, levántese, llegará tarde a su empresa.

—Otra vez con eso.?, acaso no le quedó claro anoche.?. Me puse de boca arriba y ya que ella estaba cerca la tome de su mano y la jale a la cama, ella pego un grito para luego cayarlo con su mano.—

Saroth: No me gustas que me llames así, todos me llaman así, no puedes tú, mi novia, llamarme por mi nombre.?

—Le dije muy cerca de su boca, ella movía sus ojos con rapidez, luego los dejó quietos mirándome fijamente, en que estará pensando.?—

Saroth: Dime lo que sientes y piensas,  así podremos encontrar una solución.

—Dije. Quería que ella se sinceridad conmigo, no quería hacerle preguntas y que ella me respondiera por obligación.—

Mia: Llegaremos tarde, levántate, quieres.

—Parece que será difícil, igual no la puedo obligar.—

Saroth: Soy la dueña, puedo llegar a la hora que quiera, y ya que tu eres mi asistente personal... también.

Mia: Que seas la dueña no significa que debas llegar cuando quieras.

Saroth: Esa es la ventaja de ser tu propia jefa.

—Dije acercándome más para besarla, pero su niña entró a la habitación.—

Annie: ¡Mami mami!

— Mia se sentó también rápido. Yo me pare más rápido de flash.—

Mia: Dime, mi amor.

—Ella llego y abrazó a Mia, Mia la subió a sus piernas, luego ella volteo a verme y se quedó callada mientras me observaba.—

Annie: Mami, quien es ella.?

—Mia me miró con sus ojos bien abierto, yo miraba a la niña.—

Mia: Ella es una amiga de mamá, cariño.

—Amiga.?—

Annie: Ella es como la tía Ju.?

Mia: No cariño, ella es una amiga diferente.

Annie: Como.?

—Están seguro que ella tiene 3 años.?, hace preguntas mejor que yo. Entendía que no le podía decir, pero decirle que era una ¿amiga.? Jamas la he visto como una amiga.—

Mia: Amor, estas muy pequeña para entender.

Annie: Mami yo ya toy grande, no toy pequeña.

—Estoy de acuerdo con ella, ella ya está grande, de lo contrario no sería tan lista.—

Mia: Sí amor, ya estas grande, ahora ve con Nazly.

Annie: Bueno mami.

—Ella se bajo de las piernas de Mia y vino hacia mí, yo estaba parada frente a Mia. Ella se acercó, puse su mano en mi pierna y me miró, yo también la miré.—

Annie: Eres amiga de mi mami.?

—Preguntó seria, yo levante una ceja.—

Saroth: Algo así, por que.?

Annie: Me gustas.

—Abri mis ojos con sorpresa.—

Saroth: Que.?

Annie: Le gustas a mami, tonces me gustas.

—Estoy de acuerdo con ella en lo que le gusto a su madre.—

Saroth: Enserió.?, y por eso te gusto.?

Annie: ¡Sí!

—Le sonreí, luego ella salió corriendo de la habitación. Fui y me senté al lado de Mia. Nos quedamos en silencio durante un rato, luego ella habló.—

Mia: Ella es hija de mi hermano, la única familia que me quedaba, pero murió en un accidente de auto junto a su esposa hace ya casi 4 años, ellos viajaban con Annie, fue un milagro que ella se salvara, ella solo tenía 5 meses de nacida cuando todo eso pasó, ahora yo soy su madre y a la única que conoce.

—Ella estaba mirando a un punto fijo, yo la miraba a ella. Estaba agradecida por sinceridarse conmigo, pero ahora entiendo porque no me decía nada, debe ser muy difícil para ella hablar sobre eso.—

Mia: El auto en el que viajaban quedó destruido, la niña solo tenía algunos rasguños nada grave, todos decían que era un milagro que ella se salvara de ese accidente, y era cierto, cuando vi como quedó el auto... realmente fue un milagro que ella se salvara, y estoy agradecida con Dios y el destino que al menos me dejó una familia con el cual consolarme, porque de lo contrario... no sabría si ahora estaría aquí.

—Ella comenzó a llorar, entonces la abracé y la apoye en mi hombro.—

Saroth: Esta bien, no tienes porque seguir, ahora entiendo todo.

—Ella solo siguió llorando, yo intente limpiar sus lagrimas con mi mano pero fue inútil, las lágrimas salían sin sesar de sus ojos, entonces decidí solo abrazarla, quería que sintiera que nunca a estado sola y nunca lo estará. Antes tenía a Annie y Joyce, ahora también me tiene a mí, y nunca me alejare de ella. Lo juro.—

*

*

*

Oliver: Donde estuviste toda la noche.?, te busqué por todo lados y nada, no dormir en toda la noche pensando que te había pasado algo. No me responderás.?

—Llegue a la oficina y lo primero que me encuentro son sus reclamos. Mia venía conmigo, lo cual fue una sorpresa para los de la oficina ya que se quedaron mirándonos. Entré  a mi oficina con Mia y Oliver detrás de mí.—

Saroth: No quería hablar con nadie, por eso apague el celular.

Oliver: Bien, entiendo eso, entonces porque no me mandaste un mensaje por lo menos.

—Él iba subiendo su tonito poco a poco, me cruce de brazos y lo miré.—

Saroth: Oye, con quien crees que estas hablando.?, comprendo todo, pero ya ves... estoy bien, ahora me iré a dar una ducha. Y no vuelvas a levantarme la voz, sabes muy bien que no me gusta.

—Dije antes de darle la espalda e ir para ducharme y cambiarme de ropa. Entendía la preocupación de él, pero eso no le da derecho de alzar la voz. Salí de cambiarme y venía contenta para poder ver a Mia a solas, pero mi sonrisa desapareció de mi rostro cuando me encuentro a Alice sentada frente a mi escritorio y a Mia parada frente a Alice, ¿ahora que hacía aquí.?—

Saroth: Que haces aquí.?

—Dije seria. Fui y me senté en mi escritorio, ella sonreía.—

Alice: Vine a verte, que más puede ser.?

—Volteé mis ojos dejándolos en blancos, Mia se fue a su lugar de trabajo apenas escuchó eso de Alice, yo la seguí con la mirada, supongo que no le gustó que ella dijera eso, y a mí tampoco.—

Saroth: Para verme no es necesario venir aquí, puedes entrar al Internet y allí veras muchas fotos y videos míos, así que ahora vete de mi oficina, y no vuelvas a venir, de lo contrario te prohibiré  la entrada a este lugar.

—Le dije firme y seria, espero que escuche y no vuelva a aparecer aquí.—

Alice: Hagamos algo, cena conmigo, te diré lo que pasó en realidad, tu me escucharás, después de eso si decides no verme más... me alejare ahora si para siempre de tu vida, ¿que te parece.?

—Como podría confiar en ella.?, pero tampoco lo que estaba pidiendo era mucho, si cenaba con ella, ella me dejara en paz, de lo contrario me perseguirá hasta que la escuche.—

Saroth: Lo pensaré, pero no te prometo nada, ahora vete.

Alice: Bien, esperaré, pero... no me darás tu número.?, o si quieres yo te doy el mío.

—Darle mi número a ella.?, nunca.—

Saroth: Dame tu número, yo te escribiré cuando tome la decisión.

Alice: Bien.

—Le pasé un plumón y un papelito para que anotara su número. Después que lo hizo salió de mi oficina, apenas lo hizo fui con Mia, no quería que se imaginara cosas.—

Saroth: Todo bien.?

—Pregunté algo nerviosa sentándome frente a ella, ella estaba concentrada en el portátil, levantó su vista, me miró por un segundo y luego volvía la vista a su portátil.—

Mia: Sobre qué.?

Saroth: No, nada.

—Dije intentando pararme para dejarla tranquila, pero tuve que sentarme de nuevo.—

Mia: Ya que esta aquí, le diré su horario.

—Creo que esta enojada, de lo contrario ella me estaría mirando y sonriendo.—

Mia: Primero; tiene que hablar con los muchachos sobre la reunión de ayer, segundo; tiene algunas reuniones aquí en la empresa, no tendrá que salir hoy si así lo prefiere, tercero; no suponga cosas, pregunte y sabrá la repuesta.

—Eso último me sonó a queja. Ella me miró seria, entonces supe que sí se estaba quejando, pero... sobre que.?.—

Saroth: Gracias, en media hora les puedes decir que pasen en los equipos que estaban formados, y sobre eso último... a que te refieres.?

—Ella levantó una ceja mientras apoyaba su barbilla sobre sus manos sobre el escritorio, oooh, ahora entiendo cuando ella me dijo que cuando estuviera molesta lo sabré de lejos.—

Mia: Necesita algo, señorita Russell.?

Saroth: ¡Sí!

—Dije algo fuerte mientras apoyaba mis manos sobre su escritorio, pero con solo su mirada la quite enseguida mientras aclaraba mi garganta.—

Saroth: Digo, sí, si tengo algo. Estas así por lo que dijo ahora rato Alice.?

—Ella solo sonrió, lo cual era algo malévolo viendo como estaba.—

Mia: Sobre qué.? no recuerdo bien que dijo "Alice"

—Usó énfasis en el nombre, eso era más claro que estaba celosa, y para ser sincera... me alegraba, ya que eso significa que le importo, y no es como ella me dijo anoche.—

Saroth: Almorzamos juntas hoy.?

—Cambié de tema, no tendría como ganar contra ella, igual, Alice no dijo nada de que preocuparme, pero lo raro era que si me preocupaba.—

Mia: No, ya quedé en almorzar con los muchachos.

—Que.?, cuando.? como acordaron si no hace mucho que llegamos.?—

Saroth: Como.?, cuando acordaron eso.?, me dejarás almorzar sola.?

Mia: Sabes para que sirven los celulares no.?, y no almorzaras sola, no quedaste en almorzar o cenar con ella.?

—Hay por dios, acaso escuchó.?—

Saroth: No digas tonterías, siempre te escogeré  a ti primero.

Mia: Osea que si es cierto.?

—Entonces solo estaba especulando.?—

Saroth: Mia, eso fue muy bajo de tu parte, no puedes jugar así conmigo.

Mia: Dime que hice.?, solo pregunté y tu respondiste, o acaso te obligue.?

Saroth: Claro que me obligaste, camuflaste tu pregunta con afirmación solo para saber la verdad, eso es obligar a alguien, y en este caso yo.

Mia: No hice nada, solo eso pasa cuando uno no tiene la consciencia limpia. Y no tiene trabajo hoy.?  no irá a su lugar de trabajo.?

Saroth: Eres mala, muy mala.

—Dije parándome para salir de allí. Ella supo jugar conmigo, y yo de tonta que dije todo de una, primera vez que me pasa, y no creo que vuelva a ocurrir. Aunque pensándolo bien... no estuvo mal decirle la verdad, ahora ella sabe la verdad, cuando algo suceda no le mentiré ya que sabe la verdad. Me senté y prendí mi laptop, abrí el archivo de los nuevos diseños de los chicos y los comencé a revisar con más detalle y observación. Luego de unos 20 minutos le dije a Mia que le dijera a los chicos que podían entrar. El primer grupo; Janet, Scarlet y Scott. Ellos entraron, se pasaron frente a mí, y ya que frente a mí escritorio había apenas dos sillas, les dije que nos hiciéramos en los muebles.—

Saroth: Bien, los diseños en si, están bien, pero si se fijan bien, verán que algo falta, como si el dibujo estuviera vacío.

—Dije mientras señalaba el dibujo. Les explique todo lo que yo había aprendido de mis maestros cuando ellos usaron las mismas frases conmigo, y eso me hizo ser la que soy ahora. A todos les diría lo mismo, pero tenía que regañar los por algo que vengo notando y no me gusta, y eso lo debía de hacer a solas, no delante de los demás. Terminé de decirle lo que tenía que decirle, ahora los regarñaria.—

Saroth: Hay algo más que debo decirles, y creo que ustedes ya lo saben, no voy a tolerar lo mismo después, ustedes vinieron a mí porque aman el diseño y quieren aprender, pero saben que lo que están haciendo no está bien, y espero que sea la última vez que lo hagan.

—A ellos los vi en varias ocasiones mirando los diseños de sus compañeros, y eso es algo que no voy a tolerar. No les había dicho nada porque pensé que solo lo hacían por jugar, pero ya que paso en varias ocasiones, no creo que solo sea por jugar, además, solo lo hacían cuando los del otro equipo no estaban. Ellos bajaron su mirada apenados y avergonzados.—

Saroth: Ahora quiero que vayan y se disculpen con sus compañeros. Eso no se hace, si tienen alguna duda, vengan a mí, por eso estoy aquí, de lo contrario no necesitaría de ustedes.

Annia: Lo sentimos, señorita Russell, eso no volverá a pasar.

-Lo sentimos, señorita Russell.

—Dijeron parándose e inclinándose pidiendo disculpa, pero no era a mí  a quien le deben una disculpa.—

Saroth: Esta bien. Dígale a los otros que pueden entrar.

—Dije, ellos salieron y al rato entraron el otro grupo de, Davies, Richard y Annia. Les explique lo mismo que al otro grupo, sus diseños eran increíbles, solo que los diseños suelen reflejar como nos sentimos emocional mente, por eso se veían como si les faltaba algo, pero creo que ellos entendieron lo que les quise decir. Después de terminar con ellos regrese a mi escritorio, estaba revisando algunas cosas cuando sentí un beso en mi mejilla, me volteé rápido para encontrarme a Mia sonriendo para mí, llevé mi mano a mi mejilla, que significa esto.?—

Mia: Eso fue por lo bien que te comportaste  con los chicos.

—De que habla.?, no soy un ogro con ellos. Pero si me gustó que me besara.—

Saroth: Esto es una clase de premio.?

—Ella se puso a pensar, luego se inclinó para quedar a mi altura y dijo.—

Mia: No, eso fue un regalo, el premio es este.

—Dijo para luego besarme en los labios. Yo tenia los ojos abiertos, no me sorprendía que me besara, me sorprendía porque pensé que estaba enojada conmigo. Cerré mis ojos y la atraje hacia mi para profundizar el beso, luego ella se sentó en mis piernas aún besándonos.—