Victoria fue la princesa más joven de Umbra, ella guiaba a las tropas de su imperio durante la guerra contra los lycan.
Gracias a ella, Umbra tenía la ventaja en la guerra, sus estrategias y sus grandes habilidades en combate casi logran que los humanos ganen en contra de los lycan. Pero, algo pasó, ella fue acusada falsamente de traición y encerrada en una sucia celda hasta morir.
Su última deseo fue, que alguien tomará venganza en contra de quienes la traicionaron y es así como el alma de otro mundo, ocupó su cuerpo, despertando antes del inicio de su caída, ella al saber lo que pasará, cambiará todo a su favor y si planean acusarla de traición, entonces así será, ella los traicionara y unirá fuerzas con el peor enemigo de su imperio. Los lycan.
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capítulo 20.
En la frontera, Byron estaba teniendo problemas, sus tropas estaban siendo eliminadas lentamente, cada día eran menos, Byron sabe que de seguir así, los lycan avanzarán hacía la capital y perderán gran parte de Umbra. Mientras planea con sus generales una ruta de ataque, el bullicio no demora en darse, el campamento era atacado desde las sombras, las carpas estaban siendo quemadas, la batalla no demoro en iniciar, pero, para sorpresa de Byron, no solo eran lycan los que estaban atacando, también habían vampiros.
—¿por qué los vampiros están aquí?— se preguntan Byron.
— no sabemos alteza...los vampiros siempre han permanecido al margen de todo.— responde su general.
— no lo parece. Maldita sea...acaben con ellos.— grita molesto.
La batalla no tarde en iniciar, Byron era buen guerrero, pero, pronto se ve obligado a enfrentarse a Vicenzo. El vampiro decidió atacar usando una espada, aunque claro, gracias a su fuerza y velocidad, estaba haciendo retroceder a Byron, aún cuando este era bastante experimentado en batalla.
— ¿estas buscando iniciar una guerra?, ustedes no deberías apoyar a esas sucias bestias.— grita Byron.
— la guerra la inicio tu padre el día que le quito la vida a mi madre y se llevó a mi hermana.— responde Vicenzo soltando su espada y dejando ver unas afiladas garras.
—¿q-que?, no digas estupideces vampiro...mi padre jamás ha estado en tu imperio...— Byron no comprende porque de las palabras del vampiro.
— en la frontera, ahí se robo a mi hermana y la utilizo como su herramienta de guerra...ahora yo me le quitaré a su hijo.— Vicenzo logra derribar a Byron.
Byron pierde la espada, así que Vicenzo aprovecha para atravesar el pecho del príncipe con sus garras, si el emperador de Umbra mató sin compasión a su madre, él no le tendrá compasión a su familia. Y así ante la atenta mirada de los soldados humanos, Vicenzo le corto la cabeza al príncipe Byron y bajo su ordenes, eliminó a las tropas humanas, quemando todo el campamento. Vicenzo ordenó retirarse, descansarán y luego seguirán con su ataque.
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Tras unos días de supuestas investigaciones, Victoria cito al emperador para hablar con él en privado, aunque también llamo a Abel, pues merecía saber de la grandiosa noticia. Al estar ya solos, Victoria le entrega un par de cartas al emperador, estás contienen las letras de Lethia, Victoria dice que ambas cartas fueron interceptadas durante estos días, en ellas "Lethia" informa que la sucesión al trono fue suspendida debido al ataque que se dio en la base del ducado Dagger y por la repentina muerte del joven duque. Ella le reclama a su contacto que ese no fue el trato, que el trato era que ellos atacarían después del nombramiento, de ese modo, ella podría iniciar con el plan de asesinar al emperador y subir al trono.
"Nuestro plan era perfecto, pero ahora no podré ser nombrada heredera, si asesino al emperador, es probable que mis hermanos suban al trono, todo nuestro esfuerzo ha sido por nada. Prometiste seguir el plan, era nuestra oportunidad de finalmente poder estar juntos." Decía parte de la carta. Victoria explica que la carta fue recibida por un lycan, al cual logro interceptar y quitarle la carta. Como Lethia no recibió respuesta, envío una segunda, en la cual le pedía al lycan encontrarse en el lugar de siempre, por supuesto, Lethia llegó a ese lugar, pero el lycan no, ya que Victoria le dice al emperador, que el lycan fue eliminado.
— lo que entiendo, es que ese lycan y Lethia estaban planeando tomar el trono de umbra, pero, ese lycan, ¿quien era?— pregunta Abel.
— era un general del emperador de Mond, era un hijo ilegitimo del anterior emperador y quería quitarle el trono al emperador Wolfram. Pensaba traerlo ante usted majestad, pero tuve que matarlo o me hubiera matado a mí.— responde Victoria.
El emperador estaba en silencio, jamás hubiera sospechado que Lethia estuviera planeando asesinarlo, mucho menos imagino que sería la amante de un lycan.
— maldita, eso explica porque sus tropas fueron descubiertas...ella pasaba información...Victoria, ¿Estás segura?— el emperador comenzaba a dudar de Lethia.
— si majestad, no quería creerlo tampoco, pero, encontré esto en ese lugar donde ella se reunía con su amante.—
Victoria deja en el escritorio el mapa de las minas, el mismo que le entrego a Wolfram, esa, sería una prueba irrefutable, Lethia estaba condenada, ella sería culpada de traición, justo como lo fue la verdadera Victoria. El emperador revisa el mapa, ahí se marcaba la ruta que tenían que tomar para llegar rápidamente a la base militar del ducado Dagger.
— vayan por esa maldita traidora, la quiero en el salón del trono de inmediato.— ordena el emperador.
Tomo el mapa y salió de aquella sala para ir al salón del trono, pidiendo una reunión inmediata, por lo que, los ministros de la corte estaban siendo notificados, por suerte aún permanecen en el palacio. Victoria le dio el honor a Abel de ir por Lethia.
Lethia estaba en su habitación cuando repentinamente tocan a su puerta, al abrirla, era Abel acompañado de cinco guardias.
— primera princesa, Lethia Blackwood, estas bajo arresto por conspiración y traición.— Abel hace una seña.
Los guardias no le dan tiempo a Lethia de reaccionar, cuando ya la sostienen de los brazos para arrastrarla fuera de su habitación.
— ¡suélteme!, ¿que estupidez dices Abel?, ¿traición?, son puras calumnias.— grita.
— las pruebas fueron presentadas ante el emperador, no hay duda de tu traición.— responde Abel.
Los guardias llevan a Lethia casi a rastras hacía el salón del trono, ella se resiste, empujando e intentado golpear a los guardias, hasta que están ante el trono, la empujan causando que caiga de rodillas.
— malditos, juro que...—
— ¡Lethia! Tú miserable basura, mi propia hija se atreve a traicionarme.— grita el emperador.
Al escuchar esto, Lethia levanta la vista hacía su padre, quien esta sentado en su trono, mirándola con furia, al observar por el salón, puede ver a los ministros mirarla con desaprobación.
— p-padre...¿de que traición me habla?, yo siempre he sido quien más ha deseado luchar a favor del imperio.— se defiende Lethia.
— las pruebas no mienten Lethia, guiaste a los lycan a las tropas del ducado, has estado dándole información a esas malditas bestias. Y sobre todo, te revuelcas con uno.— responde furioso.
— e-eso es mentira...— mira a Abel.— tú, ¿que haz hecho? Tú debes de haberme puesto una trampa.— grita señalando a Abel.
— la investigación fue hecha por Victoria, no por Abel.— el emperador le tira un par de cartas.— esa es la prueba de tu sucia traición.
Lethia toma las cartas, estás tienen su letra, y otras parecen escritas por otra persona, unas que al parecer son respuestas que había recibido desde hace tiempo, donde habla de un lugar secreto donde suele verse con esa persona. Lethia mira a Victoria, quien esta de pie cerca del emperador.
— maldita perra, todo esto es una trampa tuya, padre por favor, créame, Victoria solo quiere destruirme.— se defiende.
— déjate de excusas estúpidas. Siempre creí que solo eras niña caprichosa, te deje hacer lo que quisieras mientras no me afectará, pero traicionar a la corona...eso jamás podrá ser perdonado, ni aunque seas mi hija.— sentencia el emperador.
— Lethia, aunque nunca nos llevamos bien, jamás creí que llegarías a tanto.— agrega Victoria con una expresión de decepción.
— mentirosa, tú me pusiste una trampa, padre por favor, crea en mi, todo se trata de una trampa.— suplica.
— llévense a la traidora, que se podrá en un calabozo hasta que decida su sentencia.— ordena el emperador.
Los guardias sostienen a Lethia, mientras ella intenta liberarse mientras suplica al emperador que la deje ir, que le permita demostrar su inocencia, incluso le grita a Victoria que la odia y que demostrará que todo es una trampa. Pero Victoria solo agacha la mirada, fingiendo estar decepcionada y lamentándose por la traición de su hermana.
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