En una tribu donde los demonios dominan y los humanos son vistos como enemigos, Tae, una joven demonio, es rescatada por Aarón, un humano común y corriente. A medida que sus caminos se entrelazan, surge un amor prohibido que desafía las normas de su tribu. Sin embargo, Alma, movida por la envidia y el capricho, hará todo lo posible por destruir su romance. Entre pasiones desbordadas y secretos oscuros, Tae y Aarón deberán luchar no solo contra los prejuicios de su mundo, sino también contra aquellos que desean separarlos. ¿Podrá su amor sobrevivir en un lugar donde lel romance esta prohibido?
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Capitulo 20
(Punto de vista de Alma)
Tae es tan fácil de engañar ella me cree algo como eso, estaba claro que era una excusa pero cuando hay cosas sentimentales en el medio ella siempre muerde el anzuelo.
¿Qué voy a juzgarlo por su bien? No es una buena idea la que se me ha ocurrido puedo encontrarle algunas fallas clave... Pero no hay problema si se trata de Tae.
Ahora ella debe de estar pensando que Als vendrá aquí y arreglaremos esto una vez que Aarón despierte.
No será así.
Mi padre no se molestará en hacer eso para él es fácil, o lo deja irse o alguien más se hace responsable de el humano.
Es mi responsabilidad o mejor dicho mi entretenimiento.
¿Por qué hago esto? Al principio creí que podría llegar a sentir amor por un humano pero creo que solo es interés, su magia, su color, su lenguaje, sus habilidades y la forma en que trata a Tae.
No estoy celosa, solo enojada que no sea la elegida eso me hace sentir como mi sangre arde.
El primer humano en años que hace contacto con nosotros... No, en realidad es la primera raza diferente a la nuestra.
Lo sé bien, nuestra raza es muy rechazada por su fuerza bruta, somos temidos y aún peor cuando se tratan de demonios de tridentes.
Al menos eso he leído.
Un hombre con un tridente o de cuatro puntas, uno de nuestra raza que ha explorado todos los lugares de este mundo buscando algo desconocido, algo que desea con todas sus fuerzas y por eso debe matar y asesinar.
Este demonio loco aterroriza a la gente con su sola presencia y se ha ganado el título "muerte azul" supongo que debe ser por el característico color de pelos y ojos que nos identifican o por el color de su arma.
O ambas, como sea las otras razas nos temen y por esa razón hemos estado solos escondidos del mundo en esta pequeña tribu.
Es un asco estar aquí me gustaría explorar y encontrar a "Muerte azul" para acompañarlo ayudándole en su búsqueda.
En esta aldea ya hice todo lo que podría hacer incluyendo cazar en solitario y entrar a los peligrosos laberintos.
Me aburro... Debe ser la razón por la cual no puedo evitar pensar en Aarón a cada momento y en Tae como una enemiga.
No la odio, tampoco es mi amiga pero no le deseo el mal, solo que no estorbe.
Esta noche será completamente para mí.
Tan pronto aclaro mis pensamientos llevo agua en un cuenco hacia la habitación dónde se encuentra Aarón.
—Oye, despierta Aarón—. Murmuro besando su mejilla y acariciando la otra.
Manoseo de mas su cabello y su rostro, me llama la atención que su piel no sea tan pálida como la de nosotros los demonios, quiero ver sus ojos.
—Dije que despiertes—. Mientras descargo el agua en su cara para despertarlo.
Él da un pequeño grito causado por el susto y por fin despierta.
—¿Qué me pasó?—. Pregunta él.
—¿Recuerdas algo?—.
—Recuerdo que estaba comiendo con Tae y luego... ¿Tae?—.
Esta droga no te deja recordar lo que hacías antes de ser la víctima, es decir que no sabe que yo le hice algo malo... Pero dudo que algo así exista realmente quiero confirmarlo antes de proseguir.
—¿Recuerdas que bebiste un líquido de un color morado?—. Pregunto seriamente.
—No... Comíamos y... ¿Dónde está Tae?—. Pregunta con algo de dificultad.
Aún no está despierto completamente.
Pero es bueno saber que estoy libre de problemas, no tengo que inventar una explicación para él, esta droga es realmente peligrosa su único defecto es que es visible en el líquido.
Hace burbujas y con eso en mente sería difícil atrapar a alguien que sabe de eso como Aarón, Tae es diferente.
No salió como lo esperaba pero al final el resultado es el mismo, Tae no está y estamos solos sin nadie más que nos moleste en esta habitación.
—Dime... ¿Yo te gusto?—. Le pregunto coqueteándole.
—Si, me gustas... Eres linda... Pero amo a Tae—. Responde de una forma seria y varonil.
Está claro que con esas palabras pretende rechazarme, pero no será tan fácil esto es solo por que viste a Tae primera es solo un error.
Un error que pretendo solucionar.
Es verdad que no fui la primera a quien viste pero puedo hacer algo que Tae jamás sería capaz de hacer.
—Pero Tae no te daría lo que yo puedo darte—. Le respondo desabrochando mis botones.
—¿Darme? ¿Qué?—.
Me desvisto hasta mi ropa interior si hay algo en lo que puedo vencer a Tae es en atractivo sexual, mis pechos son mas grandes que ella además de mis caderas.
Estoy segura que soy la demonio más hermosa de esta tribu y no estoy dispuesto a perder contra Tae.
No me gusta perder.
Puedes apreciar mi cuerpo en poca ropa.
Aarón parece encantado con solo una mirada, su rostro esta perplejo, su respiración y corazón se aceleran puedo ver su pecho alterado por mi.
Creo que puedo sentir algo de vergüenza con esto, mi cara está algo caliente pero no es problema.
—Puedo darte la clase de amor más puro que existe—.
Me acerco a él lentamente para darle in beso apasionado y colocar sus manos en mis pechos.
El tacto de sus manos es placentero algunos sonidos se escapan de mi boca, sus manos de hombre son mas duras y perfectas para el trabajo.
Él me acepta sin problemas, acaricia mis pechos con lujuria mientras juego con sus labios.
Sin quererlo termino jugando con su lengua hipnotizada por el placer de tenerlo solo para mi, Aaron es hábil en esto y comienzo a volverme loca.
—¡ESTA ES LA FORMA DE JUZGAR A UNA PERSONA!—.
Un grito ensordecedor arruina el momento especial que tenía, una voz femenina que conozco bien.
Tae mintió, nunca volvió a su casa, apuesto a que esperó el momento oportuno para volver a entrar aquí.
Fui engañada por la mujer mas tonta de la aldea.
—T-Tae yo no...—. Aarón muestra arrepentimiento al apartarse de mi.
Maldita seas Tae ¿No podías simplemente dejarnos solos?
—Está claro que mentí, ya lo he juzgado y lo quiero para mi—. Respondo mientras mi visto.
Ya no hay necesidad de estar en poca ropa, con este ambiente no lograré nada.
—Lo sabía... Tú... Estas loca—.