Me preguntó si hay en el mundo una mujer que no me de dolores de cabeza. Una mujer que nunca desarrolle sentimientos por mi, una mujer que entienda la diferencia entre sexo y amor. Si la hay me encantaría conocerla. Hacerla mi amante y disfrutar la compañía sin compromisos.
¿Dónde encuentro una mujer así?
NovelToon tiene autorización de Regina Cruz C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Qué pena.
Diego.
Por supuesto que la quiero en mi cama. La he querido ahí desde la primera vez que la vi.
— Te daré tiempo para acostumbrarte a mi.
— No. Yo nunca podré. Mi hija y yo estaremos bien. Por favor no vuelvas a proponer esa idea. No la aceptaré.
— ¿Planeas guardarle luto eternamente?
— Planeó ser feliz con mi hija. Ella es lo único que necesito para ser feliz. — Hoy no tenía posibilidades para convencerla. Aún está aferrada a la memoria de mi primo.
Me despedí de ella sin poder prometerle que haré lo que me pidió. Hablare con su prima. Ella tiene que ayudarme a convencerla.
— Qué milagro. Pensé que te habías olvidado de mi.
— Esther no quiere casarse conmigo.
— Hola. Qué gusto verte. Yo también estoy bien, gracias por preguntar.
— Sabes que no me interesa si estás bien o mal. Sólo me interesa casarme con ella.
— Qué pena.
— Tienes que hacer algo.
— ¿Yo por qué?
— Por qué ésto fue tu idea, ella está embarazada gracias a ti. Y no voy a dejar que mi bebé crezca sin su padre. ¿Me has entendido?
— No te preocupes. Ese bebé tendrá a su padre. De eso me encargo yo.
— Más te vale.
Esther.
La propuesta de Diego es algo que no esperaba. Algo que jamás aceptaría. No podría casarme con él primo de Dylan. Se parecen físicamente y aunque a veces siento que estoy con Dylan, mi corazón me aclara que es Diego. Qué es un hombre completamente diferente al que yo amo.
... El tiempo parece haber corrido más rápido de lo que note. Entre el trabajo, las visitas al medico, las compras y las peleas con mi jefe, ya cumplí siete meses.
Estoy feliz. Mi bebé será una niña, estoy deseando conocerla.
— Prima. Te ves hermosa.
— Gracias. — Abracé a Cecilia. Ella me organizo un baby shower, hay muchas cosas hermosas para mí bebé. Lo que me llamo mucho la atención fue la cuna que mando Diego, es hermosa, pero se ve carísima.
El vino personalmente a entregarla. Me felicitó y besó las mejillas.
— Te ves preciosa.
— Gracias. — Sonreí, estaba distraída, el me tomo en sus brazos y me planto un beso. Me paralice por un momento. Pero después lo empuje. — Diego.
— Cásate conmigo. — Tomó mis manos. — Te amo.
— No Diego. No puedes.
— No puedo ocultarlo más. Te amo. Quiero pasar toda mi vida contigo. — Solté sus manos y puse distancia.
— Sólo podré amar a Dilan en esta vida. Nunca voy a corresponder tus sentimientos. No es justo para ti.
— No me importa. Quiero estar contigo. Con la única mujer que quiero y amo.
— No puedo. No quiero dormir contigo, hacer el amor contigo. No podré. Yo sé que no podré.
— Seré paciente. Tarde o temprano lo harás.
— No. Nunca podré. Yo sé que no podré. Así que por favor no insistas.
Diego.
Lo intente por las buenas, ahora tendré que usar el otro método. Esther va a ser mia. No permitiré que otro hombre crié a mi bebé.
Esperaré a que mi hija nazca, cuando eso pase pediré la custodia, y a Esther no le quedará más opción que aceptarme como su esposo, cómo el padre de su hija, y cómo hombre en su cama.
— Está bien. Lo siento. No volveré a pedirtelo. — La próxima vez lo voy a exigir, y no seré tan condescendiente. Serás mi esposa, lo quieras o no, y me vas a complacer en todo lo que yo quiera. A menos que deses perder a nuestra hija. Sonreí, ella no querrá separarse de mi bebé. Esa bebé será mi cuerda para atarla de por vida.
con que necesidad meter al primo loco, patético este capítulo, nada que ver