Abriella, una princesa es obligada a escapar de su hogar, teniendo que aprender a sobrevivir fuera de este. En el camino se encontrará con personas que la ayudarán a recuperar lo que le robaron. ¿Será capaz de conseguirlo?
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Día con Erik
Lo primero que hice fue vestir a Erik y darle algo de comer.
A pesar de que él tenga tan solo nueve meses se podría decir que es un niño muy tranquilo.
Le voy a darle de comer decidí salir al patio con él y jugar alrededor de la casa, jugamos a atrapar mariposas, hacer coronas de flores, y estaba enseñando a caminar.
Como Erik todavía es un bebé se cansó rápido y lo dejé dormir una siesta para luego hacer otros planes.
Mientras Erik duerme decidí practicar con la daga que me dio Bastián el otro día.
Lava la daga árbol en árbol, trataba de alejarme e intentarlo de más lejos así perfeccionando mi puntería. Cuando me aburrió se la daga decidí sacar el arco y ver si podía utilizarlo.
Como hace mucho tiempo que no agarra arcos se me había olvidado la técnica entonces las primeras flechas que lancé no alcanzaron a avanzar cinco metros.
La verdad es que no recuerdo en qué momento me consideré buena con esta arma, quizá era mi madre la que me elogiaba mucho y por eso yo sentía que era buena.
Al parecer utilizar un arco necesitan mucha fuerza apenas he intentado de lanzar unas cinco flechas y ya se me cansaron ambos brazos.
Me aburrí de intentarlo y no lograr nada así que entré ambas armas y la dejé en mi habitación.
Luego fui a ver a Eric a ver si se había despertado pero él seguía durmiendo. Decidí no alejarme mucho porque ya había estado afuera y probablemente se despertaría pronto.
Decidí probar alguna receta que dejó Elo en su libro, una receta dulce que ella tiene ahí.
Una torta tres leches, creo que nunca ha preparado este postre y que cada vez que prepara uno me dice el nombre.
Leí los ingredientes que se requerían para hacer la receta y me di cuenta que teníamos todos, así que puse manos a las obras y partí haciendo la masa.
Dejé la masa en un molde y la puse a calentar en el horno, en ese momento escuché a Erik llorar así que me dirigí a la pieza en donde lo había dejado.
Agarré y que mis brazos y los besé ser para ver si se calmaba, pero no lo veré hacerlo. Revisé a ver si es que en su pañal había dejado un regalo. Luego lo limpié y le puse lo nuevo.
Al parecer Erik ya se había despertado completamente, porque él ya no tenía ganas de volver a dormir.
Tomé a Erik y lo llevé a la sala de estar donde él tiene unos juguetes. Empecé a jugar con él con unos bloques mientras esperaba que el tiempo pasara y así poder revisar la masa.
Yo construía una torre de bloques y Eric la votaba mientras se reía, me encanta escuchar su risa así que no me enojaba cuando él votaba la torre.
Ya habían pasado aproximadamente cuarenta minutos, lo que significa que la masa del horno ya está lista.
Dejé a Erik jugando con los bloques y me dirigí a la cocina en donde apague el horno y saqué el bizcocho que preparé. Luego de eso empecé a hacerle agujeros al bizcocho para que las tres leches puedan integrarse bien a el.
Luego dejé reposando el postre y fui de nuevo donde Erik, él sigue jugando con aquellos bloques, creo que es su juguete favorito quizá necesite comprarlo nuevo para que se divierta en otra cosa.
Cuándo termine el postre corté un pedazo y lo probé, me quedó relativamente bien pero si lo hubiera hecho mi amiga hubiera quedado estupendo.
Guardé el postre y tomé a Erik para darle su almuerzo, mi amiga siempre deja preparado la comida de Erik para que sea más fácil servirle y darle de comer.
Yo me preparé un arroz con huevo y que era la más fácil y rápido para poder disfrutar toda la tarde junto a él.
Luego de comer lave el pote Eric y el plato que usé yo.
Luego de comer a Eric le volvió a dar sueño, así que lo tomé en brazos y salí con él mientras Erik dormía para poder llegar al pueblo y dejar que se despierte ahí.
Empecé a caminar con dirección al pueblo, con miedo de qué me encuentre con Bastián en el trayecto.
Pero no fue así, no me encontré con nadie, estaba vacío todo el trayecto.
Al llegar al pueblo Erik se despertó y lloro bajé y le agarré de la mano para poder caminar junto a él, si bien Erik todavía no camina si no le agarra la mano puedes sostenerse y dar algunos pasos.
Lo primero que hicimos fue ir a donde están los puestos de gente ambulante y ver qué cosas le atraían a Eric para regalarle.
Obviamente él no veía algo y me pedía que lo comprara, lo que significa que era yo la que elegí a los juguetes para él.
Cuando terminamos de caminar por la calle principal y nos acabamos todos los puestos me di cuenta que le había comprado muchas cosas, ya que ahora contaba con tres bolsas repletas de ropa y juguetes.
Le compré a Eric un jugo natural para que él bebiera ya que estamos en temporada de calor.
Como ya estábamos en el pueblo decidí aprovechar de ver a mi amiga y ver qué tanto habían avanzado, ya que ayer estaban muy orgullosos de su trabajo.
Empecé a caminar con dirección a la casa que tenemos en el pueblo, de nuevo, a pesar de que hay una multitud de personas no me encontré con nadie que yo conociera. A veces me gustaría conocer a más gente y ser más sociable, pero no todo se puede en esta vida.
Al llegar a la casa me di cuenta que la fachada de afuera ya la tenían terminada, se veía todo bastante lindo.
Toqué la puerta al entrar me recibió mi amiga.
— Hola Gaby ¿Quieres ver todo lo que llevamos ahora? Es demasiado y está todo muy lindo — me dijo mi amiga mientras me invitaba a pasar junto a su hijo.
— Hola a todos. — Saludé a todas las personas que estaban trabajando.
— Hemos avanzado bastante en la casa, ya que tenemos el primer piso ya listo sólo nos faltaría el segundo, en donde vivíamos nosotras. — Dijo mi amiga mientras me mostraba y señalaba el lugar.
Todo el primer piso ya lo tenían listo, se veía tal y como imaginé. Los colores hacen referencias que este lugar está ambientadas específicamente para que sea una repostería, un lugar donde vendan dulces.
Subí las escaleras para ver cómo estaba el segundo piso.
Ahí me encontré con Alex, él estaba remodelando una habitación.
— Hola gaby, qué tal estado tu día. — Dijo mientras dejaba de hacer su trabajo. — Hemos avanzado más rápido de lo que imaginé, de hecho, creo que terminaremos antes de lo esperado ya que esta es la última habitación que me falta a mí.
— Gracias por esforzarse tanto en el trabajo. — Le dije y miré como estaba el resto.
Lo que dijo tiene razón ya llevan mucho avanzado, supongo que lo que tardará más será la pintura, que se termine de secar.
Supongo que pronto nos cambiaremos de casa.