Dulce Venganza

Luna asintió, agradecida por la oferta. Con la ayuda de Julieta, recogió algunas de sus cosas y salió de la oficina. En el camino Luna no hablaba, y Julieta no dijo nada. No quería alterar más a Luna de lo que ya estaba.

Luna iba sumida en sus pensamientos y Julieta dándole espacio para procesar todo.

Una vez en casa de Julieta, Luna se cómodo en el sofá, sintiéndose un poco más segura en el ambiente acogedor de su amiga.

- Luna, no quiero alterarte más, pero estoy muy preocupada por ti. ¿Qué ocurrió?

Luna no podía controlar sus lágrimas, mientras le contaba la conversación que escucho entre Daniel y esa mujer. Sobre toda la mentira, sobre la herencia.

- ¡¡¡Ese maldito!!! Lo mataré, cree que estás sola y puede aprovecharse de ti. Canalla, miserable. Esto no se quedará así. - dijo Julieta sumamente molesta.

-¿Qué voy a hacer Julieta?, ¿Cómo pudo manipularme y engañarme así? - decía Luna con la voz quebrada.

- No te preocupes, ahorita estamos muy alteradas para pensar.

- Gracias por estar aquí, Julieta - dijo Luna, limpiándose las lágrimas de sus mejillas.

- Siempre estaré aquí para ti, Luna. Ahora descansa. Mañana será un nuevo día y podrás pensar con más claridad que haremos, no te dejaré sola - le dijo Julieta mientras la abrazaba.

Luna asintió, sabiendo que tenía mucho que considerar. Mientras se recostaba en el sofá, con la cálida manta que Julieta le había dado, su mente empezó a calmarse. Sabía que el camino por delante sería difícil, Pero con el apoyo de Julieta y su propia fuerza interior, estaba decidida a superar esta traición y encontrar una forma de seguir adelante.

Julieta le preparo un té que la tranquilizó y la relajo, y se quedó con ella, hasta que se durmió.

Se fue a su habitación, tomo el teléfono y marco a un número.

📱Hola nena, que agradable que me llamaras.

📱Hola, primo, ¿Cómo has estado?

📱Feliz de escucharte, hace mucho que no nos vemos.

📱 Eso es porque siempre tienes una excusa para no visitarnos.

📱 No digas eso.

📱Te llamo porque quiero apoyo.

📱¿Qué pasa? ¿Estás bien?

📱Si, estoy bien, es Luna la que necesita apoyo.

La persona del otro lado se quedó callada.

📱 ¿Hola? ¿Branco, estás allí? - pregunto Julieta.

📱Si, si, estoy aquí. ¿Qué pasó con Luna?

Julieta le contó todo lo ocurrido. El hombre del otro lado de la línea escuchaba con atención y mientras escuchaba trataba de controlar su irá.

- Eso es inaceptable, Julieta. ¿Cómo se atreve a tratar así a Luna?.

- Lo se, por eso te llamé. Luna necesita ayuda legal, pero también necesita a alguien que la apoye y la proteja. ¿Podrías venir mañana? Estoy segura de que tú presencia y consejo le serán de gran ayuda.

Branco Elizalde, era uno de los mejores abogados del país, el más implacable, y desde hace mucho el más enamorado de Luna.

Él nunca le había confesado su amor, porque quería primero hacerse de un nombre y de un futuro para ofrecerle. Se conocían desde pequeños, después de que entro en la universidad, había dejado ir a casa de su tía y su prima Julieta. Dedicaba todo su tiempo y su energía en estudiar y trabajar. Es por eso, que no estaba al tanto de que Luna se había casado.

📱 Entiendo, no te preocupes, dime dónde están y mañana estaré allí.

📱 Bien, te enviaré la dirección, gracias.

Al terminar la llamada, Branco tiro el teléfono contra la pared.